TV EN VIVO

miércoles, 8 de agosto de 2018

FRANCIA: Un rey sin corona

Luego de su cuestionada victoria en las elecciones presidenciales del año pasado, el homosexual Emmanuel Macron se autoproclamo como ‘defensor de los valores liberales contra el nacionalismo y el autoritarismo’. Sin embargo, en medio del llamado affaire Benalla - que involucra a su amante y al cual salio a defenderlo a toda costa - los observadores que reevalúan el estilo de gobierno dicen que Macron se ha quitado la careta y que no oculta si deseo de ser considerado un moderno rey Luís XIV, dejando entrever que se trasladaría a vivir en Versalles y gobernar desde allí como su amado "Rey Sol". Como sabéis, el escándalo que involucra al asistente de seguridad presidencial Alexandre Benalla - quien fue atrapado golpeando brutalmente a unos manifestantes en las protestas del Primero de Mayo de este año - alcanzó gran notoriedad la semana pasada cuando la Asamblea Nacional francesa debatió dos mociones de censura contra el gobierno de Macron. Aunque el gobierno sobrevivió en esta ocasión, gracias al apoyo del partido oficialista, que goza de una cómoda mayoría de escaños en la cámara baja francesa, expertos y legisladores en Francia y en el extranjero creen que el asunto y particularmente el esfuerzo de la administración presidencial lo acallan , se convertirá en una mancha importante en la presidencia de Macron, que ya se nota en las encuestas de aprobación a su gestión que están en picada y que podría culminar a mediano plazo en su caída política. Pero el periódico liberal sueco Dagens Nyheter cree que el problema no es el asunto en sí o la reacción de Macron, sino cómo el escándalo sirve para ilustrar una serie de contradicciones con todo lo que el actual inquilino de El Eliseo dice defender. En mayo del 2017, escribió el periódico, el recién elegido se presentó demagógicamente como la "antorcha democrática de Europa" que haría frente al nacionalismo que recorre el continente, quien desde Francia, con su rica historia, garantizando "un futuro liberal común" a todos los europeos. Sin embargo, poco más de un año después, su gobierno enfrento el riesgo de ser derrocado. Las mociones de censura pueden haberse dirigido formalmente hacia el gobierno, pero en realidad estaban dirigidas al "soberano", es decir, al propio Macron, que fue acusado del típico pecado real: la arrogancia, según Dagens Nyheter. El periódico no cree que las medidas fallidas se conviertan en algo más, dado que el partido oficialista, podría bloquear fácilmente cualquier bloqueo de tales iniciativas. "Sin embargo, el debate, tanto dentro como fuera de la Asamblea Nacional, sirve como una señal de advertencia tanto para Macron como para la Europa de orientación liberal, que había visto su presidencia como el baluarte contra los Brexiters, nacionalistas y putinistas, que crecen incontrolablemente y cuyas recientes victorias electorales en Austria e Italia es una clara advertencia a Bruselas" aseveró el diario. En Francia, Macron ha sido acusado de ser autoritario en grado extremo y comparado con Napoleón. Sin embargo, a los ojos de algunos observadores, el asunto de Benalla merece en cambio una comparación con Luis XIV, el llamado "Rey Sol" quien gobernó Francia con mano de hierro y prestó poca atención a los "plebeyos" pero cuya ostentosa vida en Versalles con gran dispendio de las arcas reales - así como la incapacidad innata de los que lo sucedieron en el trono - fue el inicio de la decadencia de la monarquía y su vertiginosa caída durante la Revolución Francesa. Macron, observó Dagens Nyheter, ha creado el equivalente a su propio Versalles, un patio donde brilla como el Sol y no se molesta con las opiniones de simples mortales a quienes desprecia y ve como seres inferiores. El caso de Benalla, según Dagens Nyheter, es una ilustración perfecta de la realidad de que el presidente francés "usa la máxima de que las reglas no se aplican a los mosqueteros [de la corte real] como el mismo se define". Finalmente, el periódico argumenta que "no importa qué tan atractivo e importante pueda parecer el papel de Macron quien se arroga el defensor de los valores ‘democráticos’ europeos, debe recordarse que en realidad debe su ‘éxito’ a la derrota de los partidos políticos tradicionales en Francia. Es extremadamente inquietante por ello que la Europa que se proclama ‘liberal’ ahora se adhiera al mismo arquetipo político sobre el que se basa la ofensiva de los partidos y movimientos nacionalistas a los cuales afirma combatir ¿No será que en el fondo les tienen envidia y por ello tratan de imitarlos", concluye el documento. Cabe recordar que en su camino hacia el Palacio del Elíseo, Emmanuel Macron, aceleró de cero a cien, antes de que pudieran advertirlo sus contrincantes. Como un encantador de serpientes, aprovechó la inmolación política de François Hollande, a la sazón jefe de Estado galo, que rompió todas las marcas al dejar al Partido ‘Socialista’ hecho girones. Macron gobierna con autoritarismo, porque puede. Una potestad que le otorgó la mayoría de los electores, muchos de los cuales hoy quizá se estén llevando las manos a la cabeza, o hayan participado en las manifestaciones del 1 de mayo en París, o de la repugnante "Fiesta de Macron", el día 5 de ese mismo mes. Tanto autoritarismo ejerce con su mayoría parlamentaria, aplastante y de rodillo, que redujo al legislativo a escombros. Prescinde de negociaciones, porque puede, y dicta leyes y sentencias sin inmutarse. En este sentido, el analista político Jérôme Fourquet, director del departamento de opinión en el instituto Ifop, afirma : "Macron considera que en un mundo que avanza muy deprisa resulta una pérdida de tiempo el hecho de negociar con los cuerpos intermediarios, como los sindicatos". Mientras, la periodista francesa Anne Fulda, responsable de la sección 'Retratos' de Le Figaro y autora de la biografía del mandatario francés, lo define claramente: "Siempre quiere tener la última palabra, como si fuera un monarca autoritario. No soporta que alguien lo contradiga" apuntó. Pero por más que se desviva por pretender convertirse en el líder indiscutido de Europa, e intente eclipsar el poder de Alemania y a su canciller Angela Merkel, y que crea que puede influir sobre las decisiones del presidente de EE.UU. - como cuando afirmó a los cuatro vientos que había convencido a Donald Trump de que debía permanecer en Siria - al final, de tanto ningunear, como lo hace con el legislativo de su país, termina siendo ninguneado por el resto del mundo. "La ‘buena’ imagen de Macron que afanosamente busca presentar en el exterior forma parte de su política de comunicación, pero contrasta con la realidad, ya que su política exterior ha sido un enorme fracaso en Europa. Donald Trump y Emmanuel Macron están unidos por la comunicación, pero nada más. Está claro que ellos ponen en evidencia sus buenas relaciones de cara a los fotógrafos pero en el fondo las diferencias son mayúsculas. Macron no ha obtenido hasta el momento nada de Donald Trump en cuanto a sus pretensiones políticas internacionales" sentenció. No hay duda alguna que pretende erigirse como el nuevo Rey Sol, pero puede terminar como su descendiente, el desgraciado Luís XVI, sin corona… y sin cabeza. Tiempo al tiempo :)
Creative Commons License
Esta obra está bajo una Licencia de Creative Commons.