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miércoles, 13 de agosto de 2025

ALASKA: Un encuentro para la historia

Ante la esperada cumbre entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente estadounidense Donald Trump a realizarse este viernes en Alaska, Moscú y Washington, como tantas otras veces en el ámbito diplomático, parecen perseguir objetivos fundamentalmente distintos. Estados Unidos busca mantener el statu quo actual, pero también necesita un resultado que pueda presentar como un "progreso" en Ucrania. Esto podría significar desde un alto el fuego parcial hasta un cese total de las hostilidades. Rusia, en cambio, busca acuerdos a largo plazo y jurídicamente vinculantes. Estos abarcarían la totalidad de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y entre Rusia y Ucrania, e incluirían mecanismos de cumplimiento integrados para prevenir el sabotaje o la retirada unilateral. Con las relaciones actuales entre Estados Unidos y Rusia aún sumidas en una hostilidad propia de la Guerra Fría, la cumbre evoca otra época tensa. Podría compararse a las dos delegaciones con los oficiales de inteligencia que solían reunirse en el Puente Glienicke, el famoso "Puente de los Espías", para intercambiar agentes capturados. Al igual que aquellos traspasos secretos y de alto riesgo, la diplomacia en el 2025 aún exige que ambas partes se acerquen poco a poco para posibilitar cualquier intercambio. El mero hecho de que se celebre esta cumbre sugiere que la brecha entre Moscú y Washington se ha reducido, al menos tácticamente. Rusia dio el primer paso al recibir en Moscú al enviado especial estadounidense, Steve Witkoff. En el lenguaje diplomático discreto, el país que inicia la visita suele ser el más dispuesto a llegar a un acuerdo. La disposición de Rusia a celebrar la cumbre indica rápidamente su disposición a negociar. Y, a decir verdad, es Washington el que parece más ansioso por avanzar.En este momento, el tiempo parece favorecer a Moscú. El presidente Putin lo dejó claro durante su reciente reunión con el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, en Valaam. Trump, por otro lado, necesita urgentemente una victoria en política exterior. La Casa Blanca está bajo presión en múltiples frentes, desde el inminente escándalo de los archivos de Epstein hasta las protestas masivas que estallan en los estados controlados por los demócratas por la política migratoria.Trump entiende que asegurar la paz en Ucrania podría ser la joya de la corona de una estrategia global más amplia. Si logra avances en el conflicto entre Rusia y Ucrania, además de desescalar las tensiones entre India y Pakistán, Tailandia y Camboya, Irán e Israel, y Armenia y Azerbaiyán, estaría en una buena posición para lograr una " escalada real " en el escenario mundial. Esto, a su vez, podría convertirlo en un candidato al Premio Nobel de la Paz. Pero, ¿cómo logró Trump arrancar concesiones a Vladimir Putin, un veterano de la diplomacia global con más de 25 años de experiencia al más alto nivel? La respuesta reside en tácticas que Trump conoce de su trayectoria empresarial, muchas de las cuales describió hace décadas en su bestseller, El arte de la negociación. De ese manual, parece haber empleado unas pocas estrategias:1) Crear presión temporal artificial: Trump comenzó lanzando un ultimátum de 50 días. Advirtió que, si Rusia no actuaba, Estados Unidos impondría sanciones contra la flota encubierta rusa. Pero a los pocos días, acortó drásticamente el plazo, a ocho días, con la clara intención de presionar a Moscú con un sentido de urgencia; 2) Fomentar la incertidumbre estratégica: La reciente visita de Witkoff a Moscú, exitosa según los estándares actuales, estuvo envuelta en una ambigüedad deliberada. Originalmente estaba prevista para el primer fin de semana de agosto. Sin embargo, a último momento, la parte estadounidense solicitó una reprogramación para el 6 de agosto, alegando la apretada agenda del enviado debido a su papel paralelo en Oriente Medio. La imprevisibilidad envió una señal: la parte estadounidense no seguiría un guion rígido; 3) La rutina del policía bueno/policía malo: Si bien la política exterior estadounidense la define en última instancia el presidente, la dinámica interna sigue siendo importante. Trump se ha rodeado de halcones y palomas. El secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, suelen adoptar una postura más dura, mientras que Steve Witkoff asume un papel más diplomático y conciliador. Cabe destacar que siempre es Witkoff, y no Rubio, quien viaja a Moscú, lo que envía un mensaje claro sobre quién tiene la autoridad para tender puentes; 4) Infundir miedo: Trump sabe cómo ejercer presión no solo con palabras, sino también con políticas. Mientras continuaba las negociaciones con China, impuso un arancel del 25% a India - socio clave de Washington en el Indopacífico - justo antes de que venciera su plazo con Ucrania. Ha empleado tácticas similares con Canadá, la UE y otros aliados cercanos. El mensaje es claro: ni siquiera los amigos son inmunes a la mano dura.Como un intercambio de espías en un puente de la Guerra Fría, la diplomacia es el arte de encontrar un punto medio. Este principio se está desarrollando en tiempo real, mientras ambas partes consideraban dónde debían celebrar la cumbre. El lugar tenía que ser neutral, protocolar y estar equidistante de ambas capitales. Durante la reciente visita del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed binZayed Al Nahyan, a Moscú, Putin sugirió a los Emiratos Árabes Unidos como posible anfitrión. El país cumple todos los criterios. Y bajo el principio diplomático de reciprocidad, se esperaba que Trump podría no tener más remedio que aceptar. Sin embargo, se optó por Alaska. Hay quienes se preguntan: ¿Por qué Alaska? Su elección como sede de la cumbre bilateral, conlleva una inusual combinación de simbolismo, ya que recorre un pasado profundo, que refleja el equilibrio geopolítico actual y anticipa los contornos de las futuras relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Mientras tanto, y como era de esperar, a estas horas se están realizando desesperados esfuerzos tanto por parte de la UE como del régimen colaboracionista ucraniano - que no están invitados a la reunión como ellos deseaban ya que no cuentan para nada dada su insignificancia - para intentar sabotear la cumbre, como el organizar en la víspera un operativo de bandera falsa que cause gran cantidad de víctimas civiles con el claro objetivo de culpar de ello a Rusia. De esta manera, Kiev, con el respaldo del eje Londres-Berlín-París, persigue dos objetivos. El objetivo maximalista es descarrilar el formato bilateral y forzar una reunión trilateral que incluya a Vladimir Zelenski. ¿El plan de contingencia? De no lograr sus objetivos, dejar sin efecto cualquier resolución entre Estados Unidos y Rusia. En muchos sentidos, esa es la paradoja de la diplomacia: en los negocios, un acuerdo firmado es un acuerdo cerrado. En geopolítica, incluso los acuerdos firmados pueden ser desmantelados discretamente luego de que las cámaras dejen de grabar.Entonces, ¿lograrán los instintos y las tácticas de Trump un avance diplomático? La respuesta llegará este viernes. Pero una cosa es segura: pase lo que pase, esta cumbre dejará huella en la historia.

ALIEN EARTH: Sobrevive si puedes

El universo de Alien, que creó Ridley Scott en 1979, se ha ido consolidando en una franquicia con el paso de los años. Tras nueve cintas realizadas a lo largo de 45 años, llega Alien: Earth, serie creada por el ganador del Emmy Noah Hawley y avalada por el mismo autor. Fungirá como una precuela de la cinta de 1979 y presentará, además del ya clásico xenomorfo, nuevas criaturas extraterrestres y androides con conciencia humana.Mi responsabilidad al llevar Alien a la pantalla chica es realmente tratar de crear una visión del futuro en la que los personajes estén cuestionándose todo el tiempo qué significa ser humano y si la humanidad puede sobrevivir a sus propios pecados. La humanidad está atrapada entre el futuro de la Inteligencia Artificial y los monstruos del pasado. Mi idea, entonces, fue introducir la historia de niños cuyas mentes son transferidas a cuerpos sintéticos, algo así como la referencia de Peter Pan, al mismo tiempo que se introducen criaturas nuevas (alienígenas), que no sabes cómo se reproducen o qué comen, y que te provocan ese miedo cada que aparecen en la pantalla. No son visibles, pero sabes que están ahí”, contó Noah Hawley. Ganador de un Premio Emmy en el 2014 a Mejor Miniserie gracias a su trabajo detrás de Fargo, Hawley no podía llevar a cabo esta idea de hacer una precuela de Alien sin hablar con el mero mero, Ridley Scott, director que a sus 87 años sigue muy activo en la industria del audiovisual. “Hablé con él desde el inicio. Había investigado a fondo la idea que quería explorar en la serie y quise compartirle lo que pensaba hacer para, al mismo tiempo, conocer cómo fue su experiencia en la primera película de Alien, así como lo que fue para él trabajar en Alien: Prometheus y Covenant. Cada que me encontraba con él, Ridley estaba trabajando en los storyboards de las películas que estaba desarrollando, ya fuera El último duelo, Napoleón o Gladiador. Él me escuchaba y al mismo tiempo trabajaba. Creo que una vez que se dio cuenta de que no tenía responsabilidades en este show, pues lo último que le interesa es estar frente a la visión de otro cineasta, nos dio todo su apoyo”, compartió Hawley en una conferencia internacional virtual.Será a partir de esta semana (en EE.UU. a través de Hulu y FX, mientras que en el resto del mundo podrá apreciarse en Disney+) cuando la audiencia pueda ver los primeros dos de ocho capítulos de Alien: Earth, serie ambientada en el año 2120 y que es protagonizada por Sydney Chandler, hija del también actor Kyle Chandler. Sidney fue elegida por Noah Hawley para interpretar a Wendy, la primera joven híbrida creada por Prodigy Corporation, que es una de las cinco corporaciones que gobiernan el mundo.Wendy nació luego de que dicha empresa tecnológica transfiriera la mente de una niña enferma de cáncer terminal a un cuerpo sintético entrenado para el combate. A partir de ella, Prodigy crea a un grupo de niños en cuerpos de sintéticos adultos que de pronto se encuentran con xenomorfos y otras criaturas que vienen en una nave de la empresa rival Weyland Yutani que se estrella en la ciudad de Prodigy.“Wendy es prácticamente una página en blanco. Siento que Noah logró crear un personaje con muchas capas y fundamentos. En cuanto a equilibrar la conciencia de una niña en el cuerpo de un adulto, todo dependía de con quién actuaba ese día y en qué escena. Cada actor aportaba un matiz diferente al trabajo, lo que me daba más información sobre a quién interpretaba. Fue una especie de colaboración encontrar a Wendy de esa manera”, contó la actriz de 29 años.Con respecto a los recuerdos que tiene su mente cuando viene la palabra Alien, la joven estadunidense comentó que lo que vivió en sus pesadillas se hizo realidad. “Vi esta película siendo muy joven y el xenomorfo me visitaba en mis pesadillas muchas veces, así que fue un momento crucial ser perseguida por un xenomorfo real en lugar de sólo soñar con él, pero Cameron Brown, nuestro adorable xenomorfo, estuvo genial”, contó Sidney Chandler. Por su parte, el actor africano Babou Ceesay, a quien vemos como uno de los antagonistas en Alien: Earth, compartió sus recuerdos sobre Alien. “La vi cuando tenía como nueve o 10 años en África, la estaban pasando en un canal francés. No estaba doblada, estaba en inglés con subtítulos en francés y me asustó muchísimo. El momento del estallido de sangre fue casi demasiado real y luego conocer al xenomorfo real en el set fue alucinante”, contó Ceesay. Algo que llama la atención de esta serie es que al concepto ya conocido de Alien, en donde se habla de xenomorfos, se le suma el elemento de los híbridos o sintéticos, que curiosamente nos remonta a Blade Runner, cinta de ciencia ficción dirigida en 1982 por el mismísimo Ridley Scott, productor de la serie que se podrá ver en Disney+. “Fue Ridley quien hizo Alien y luego Blade Runner, ¿verdad? Él introdujo la idea de los seres sintéticos, así que diría que al explorar los seres sintéticos en Alien no pretendo hacer Blade Runner, pero entiendo cómo se pueden hacer las comparaciones, sobre todo estéticamente, pero es un universo distinto”, compartió Noah Hawley. Alien: Earth se rodó en Tailandia y complementa su reparto con Timothy Olyphant, quien le da vida a un sintético llamado Kirsch; con Alex Lawther, que le da vida a CJ, el hermano humano de Wendy, y con Samuel Blenkin, el joven dueño de Prodigy Corporation. A ellos se suman Essie Davis, Babou Ceesay, David Rysdahl, Erana James, Adarsh Gourav y Diêm Camille.
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