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miércoles, 8 de agosto de 2018

SAMSUNG GALAXY NOTE 9 (2018): Hazlo a lo grande

Finalmente, el Galaxy Note 9 ha llegado. Las filtraciones que han visto la luz durante las últimas semanas vaticinaban que Samsung apostaría por un smartphone continuista. Y así ha sido. El nuevo buque insignia de la marca surcoreana continúa avanzando por el mismo camino que recorrieron sus terminales de la generación anterior, y, sobre todo, los Galaxy S9 y S9+ presentados en el MWC este año, tanto en materia de diseño como en lo que concierne a algunas de sus especificaciones. Los Galaxy S9 no hacen, desde una perspectiva global, mejores fotografías que estos dos móviles de la competencia, pero en muchos escenarios de captura se miden con esos dos titanes de tú a tú. Como era de esperar, la influencia del Galaxy S9+ en las cámaras del nuevo Galaxy Note 9 es evidente. De hecho, su hardware es esencialmente idéntico. Ambos smartphones incorporan una doble cámara trasera asociada a dos sensores con una resolución de 12 Megapíxeles. La óptica también es la misma. Una de las cámaras tiene un diafragma con apertura variable que oscila entre f/1.5 y f/2.4, y la otra cuenta con una óptica con valor de apertura fijo de f/2.4. Eso sí, ambas cámaras tienen algo importante en común: estabilización óptica. La cámara con apertura variable nos permite controlar con más precisión la luz que incide sobre la superficie del sensor. De hecho, el diafragma se comporta de una forma muy similar a la pupila de nuestros ojos, de manera que puede cerrarse cuando la luz ambiental es intensa, y abrirse al máximo cuando esta escasea. Además, este elemento pone a nuestra disposición la posibilidad de controlar con más precisión un parámetro también muy importante desde un punto de vista creativo: la profundidad de campo. Cuando el diafragma está muy cerrado, por ejemplo, en f/2.4, los fotodiodos del sensor recibirán menos luz, pero, a cambio, se incrementará la profundidad de campo. Y, si lo abrimos al máximo optando por el valor f/1.5, conseguiremos que el captador reciba más luz ambiental, algo apetecible si esta escasea si, por ejemplo, estamos tomando una fotografía nocturna o en un interior poco iluminado. Pero, a cambio, perderemos profundidad de campo, por lo que la zona completamente enfocada de la imagen será más reducida. La segunda cámara trasera, la que tiene el valor de apertura fijo, tiene dos objetivos primordiales: asistir a la cámara principal al hacer zoom, y, por otro lado, ofrecernos un mayor control sobre el desenfoque de fondo (bokeh). Este último recurso creativo es muy apetecible cuando estamos haciendo, por ejemplo, un retrato. Y es que si el bokeh es uniforme y tiene buena calidad, el acabado estético de la fotografía puede ser muy atractivo. Por otro lado, la manera en que la segunda cámara contribuye a incrementar la calidad de imagen cuando recurrimos al zoom no es otra que aportando la información adicional recogida por su sensor. En este contexto también es muy importante la estabilización óptica con la que cuentan las dos cámaras traseras, que también puede marcar la diferencia al tomar a pulso fotografías de objetos en movimiento. Si bien las cámaras traseras del Galaxy Note 9 y el Galaxy S9+ son esencialmente idénticas, donde sí encontramos diferencias interesantes, aunque en principio no parecen dramáticas, es en el software. Y es que el modelo que Samsung acaba de presentar cuenta con un nuevo algoritmo de optimización de escenas, que es un modo automático que puede identificar el objeto o sujeto fotografiado para ajustar los parámetros de disparo en consecuencia y de acuerdo con el entorno. Por otro lado, incorpora un nuevo software de detección de errores que nos avisa inmediatamente si alguna de las personas a las que hemos fotografiado aparece con los ojos cerrados, o bien si la imagen no ha salido completamente nítida, por ejemplo, porque nos ha temblado el pulso de forma exagerada y la estabilización no ha conseguido cumplir correctamente su función. Como veis, son dos mejoras interesantes, pero tampoco son para vanagloriarse por ello. La cámara delantera sigue la misma línea continuista de las cámaras traseras. De hecho, su hardware es esencialmente idéntico al de las cámaras frontales de los Galaxy S9 y S9+. Su sensor tiene una resolución de 8 Megapíxeles, un valor equilibrado que en principio rinde bien con los selfies, su valor de apertura es f/1.7, por lo que debería ofrecernos un desenfoque de fondo de buena calidad, y cuenta con enfoque automático. En principio podemos esperar que su rendimiento sea virtualmente idéntico al de las cámaras frontales de los Galaxy S9 y S9+.En cuanto a su coste y disponibilidad, el nuevo Galaxy Note 9 de Samsung esta disponible en preventa desde hoy mismo, y llegará a las tiendas el próximo 24 de agosto con un precio de 1.008,99 euros para la versión con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento secundario, y nada menos que 1.259,01 euros para la versión con 8 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento secundario. Como veis, ambos modelos pintan bien, pero su precio no es ni mucho menos popular y confirma la escalada de precios que se inició hace ya dos generaciones. Y que, por el momento, parece que no va a detenerse :)
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