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miércoles, 15 de noviembre de 2023

MONGOLIA: ¿Otra “Revolución de Colores”?

El genocidio que comete la bestia sionista en Gaza a la vista de todos, no puede distraernos de otros sucesos que ocurren en el mundo, más aun cuando el enemigo no descansa, por lo que hay que estar atentos a sus sucias maniobras ¿Vale?. Sucede que EE.UU., fiel a su modus operandi de instigar “revoluciones de colores” organizados por la CIA, e interferir en los asuntos internos de otros países, podría estar en las etapas iníciales de preparación de un golpe al estilo ucraniano en Mongolia, afirman funcionarios rusos. "La situación en Mongolia es muy difícil en el sentido de que toda esta política hipócrita de EE.UU., que aplica cuando necesita realizar sus intereses de alguna manera, y ahora se está trasladando a Mongolia", dijo Alexey Tsydenov, jefe de la república rusa de Buriatia, situada a lo largo del lado oriental del lago Baikal y en la frontera con Mongolia, en una entrevista con RIA Novosti en el marco del Foro Económico Oriental que se celebró en Vladivostok en septiembre. Según asevero la subsecretaria de Estado en funciones, Victoria Nuland, que desempeñó un papel clave en el golpe fascista en Ucrania (el llamado de Euromaidan) en el 2014 - respaldado por EE.UU. - está intentando ahora de adoctrinar al pueblo mongol para que imiten “el ejemplo ucraniano”, pero los estadounidenses no tendrán éxito. “Creo que en Mongolia los dirigentes lo entienden todo, y la gente sabe cuándo pretenden utilizarlos y manipularlos. Espero que tengan la fuerza suficiente para resistir y seguir siendo un estado independiente y no convertirse en un títere en manos de EE.UU.”, dijo Tsydenov. Está claro que la privilegiada posición geográfica y política de Mongolia lo convierte en un país que podría convertirse en un trampolín para un choque geopolítico a gran escala. En este país no sólo se cruzan los intereses de sus dos vecinos amigos – Rusia y China –, sino también los de EE.UU., que busca limitar la influencia de Moscú y Beijing para llevar a cabo su propia agenda geopolítica. No hay límite en cuanto a dónde Washington está dispuesto a interferir, si no a invadir abiertamente, bajo el pretexto de una lucha por la “democracia”. Sin embargo, Rusia, China y otros países se enfrentan a EE.UU. en el actual surgimiento de un orden mundial multipolar y no están dispuestos a verlo como la potencia hegemónica universal. Aún así, la Casa Blanca persiste en su comportamiento, afirmando saber qué es lo mejor para otros países, cuando en realidad simplemente ignora sus intereses. "No es ningún secreto que las mismas organizaciones estadounidenses que han estado invirtiendo en Ucrania desde el 2014 están operando en Mongolia. Por lo tanto, sus objetivos son claros... Rusia y China son socios de Mongolia, pero EE.UU. no renuncia a intentar volverla en contra nosotros ", dijo Sholban Kara-ool, vicepresidente de la Duma Estatal, la cámara baja del parlamento ruso. En su canal de Telegram, escribió que la embajada estadounidense y organizaciones “no gubernamentales” financiadas por los EE.UU. han estado muy activas en Mongolia, compartiendo las observaciones hechas durante su reciente visita al país, aunque no mencionó ninguna organización específica involucrada. Sin embargo, la participación de EE.UU. en los asuntos internos de Mongolia es evidente de varias maneras. Por ejemplo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) anunció el 18 de abril del 2023 el lanzamiento de su Marco Estratégico de cinco años (2023-2028) para Mongolia. "La estrategia se centra en apoyar los esfuerzos de Mongolia para fortalecer las instituciones democráticas, mejorar la soberanía nacional y diversificar su economía ", resume la embajada estadounidense. Como sabéis, USAID es el principal distribuidor de ayuda civil exterior de Washington, utilizándola como una herramienta de poder blando para promover su agenda política y apuntalar la oposición a los gobiernos que EE.UU. considera desagradables. El candidato presidencial estadounidense Robert F. Kennedy Jr. dio una descripción adecuada de USAID, a quien llamó “una creación de la CIA”. En el caso de Mongolia, USAID está claramente promoviendo sentimientos antichinos y antirusos. Por ejemplo, en el sitio web oficial de esta organización se dice que "la influencia de los vecinos autoritarios de Mongolia, junto con instituciones democráticas relativamente nuevas, amenazan el futuro democrático del país". El 2 de agosto del 2023, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el primer ministro mongol, Luvsannamsrai Oyun-Erdene, se reunieron en Washington, DC, para fortalecer la asociación estratégica entre EE.UU. y Mongolia. Como parte de la visita, la Casa Blanca anunció nuevos fondos de USAID para ampliar aún más las actividades de desarrollo de EE.UU. en Mongolia, valorados en hasta 25 millones de dólares durante los próximos cinco años. La asociación de Victoria Nuland, “partera de Euromaidan ”, con Mongolia se remonta a 1988, cuando ayudó a abrir la embajada de EE.UU. allí. Ella realizo una visita al país en abril de este año, planteando dudas sobre las intenciones de Washington. Sus visitas y sesiones de fotos aparentemente simbólicas en la plaza central de Ulán Bator, la capital de Mongolia, con 35 años de diferencia, sugieren que el país ocupa un lugar clave en sus intereses estratégicos. Se puede inferir que podría intentar replicar el escenario de Ucrania en Mongolia. Además, según informa el periódico ruso Izvestia citando fuentes bien informadas , el Departamento de Defensa estadounidense ha preparado un amplio programa de investigación biológica en Mongolia. El Pentágono solicita permiso a las autoridades mongolas para abrir varios laboratorios especiales en la república. Los expertos creen que Washington podría estar preparándose para transferir a Mongolia investigaciones similares a las que se llevan a cabo en los laboratorios de Ucrania. Allí, Rusia acusó a EE.UU. de desarrollar armas biológicas, lo que Washington inicialmente desestimó como propaganda, antes de admitir más tarde que 46 laboratorios apoyados por el Pentágono habían estado operando en Ucrania, pero manteniendo que su investigación estaba “centrada en mejorar la salud pública y la seguridad agrícola” . Los llamamientos de Moscú para que se investigara qué estaban haciendo exactamente esos laboratorios fueron vetados en la ONU por EE.UU. y sus aliados de la OTAN, Gran Bretaña y Francia. Ahora los expertos creen que el plan podría ser que los laboratorios de Mongolia estudien los efectos de virus peligrosos en el cuerpo de personas de ascendencia asiática. Otra razón del aumento del interés estadounidense en Mongolia es económica: el país, con una población de sólo 3,2 millones de personas, tiene colosales recursos de cobre, carbón, oro, uranio y otros minerales, También es probable que recursos pretenda interrumpir el proyecto del gasoducto Power of Siberia 2, que debería pasar por el territorio de Mongolia para exportar gas natural ruso a China. Mientras tanto, las próximas elecciones parlamentarias en Mongolia están previstas para el verano del 2024 y podrían cambiar no sólo las tendencias legislativas, sino también el “nivel de democracia” del país, así como la relación del Estado con sus vecinos inmediatos y “terceros”. Dada su proximidad y sus intereses creados en Mongolia, es probable que Rusia y China desempeñen un papel importante para garantizar que no siga los pasos de Ucrania. Su asistencia podría ser crucial para mantener la estabilidad de Mongolia y evitar que se convierta en otro Estado fallido. En conclusión, las acusaciones de intentos estadounidenses de desestabilizar Mongolia -para amenazar la seguridad de Rusia y China - son serias y merecen una estrecha observación. La comunidad global debe permanecer alerta para mantener la estabilidad global y sobretodo, desbaratar una vez más los infames planes desestabilizadores de los enemigos de la paz.

CALL OF DUTY/ MODERN WARFARE 3 (2023): El mal no tiene lugar

Sin duda, la última semana ha sido polémica para Modern Warfare 3. En efecto, el lanzamiento del Call of Duty del 2023, lejos de ser un eventazo en la industria como solía ser para la saga, ha sido prácticamente una pesadilla. No voy a entrar en detalles ni repetir lo que ya sabéis; Estaréis cansados de escuchar que Modern Warfare 3 marca un punto bajísimo para Sledgehammer, Activision y la saga en sí. No obstante, teníamos una deuda, no solo con vosotros, sino también con el propio juego: hablar de él en su totalidad. Por eso, durante más de una semana hemos estado jugando al nuevo CoD, este regreso vilipendiado a las trincheras modernas que trae consigo la aparición de Makarov, así como explorando sus otras facetas: los zombis y el multijugador. No queríamos dejar ningún aspecto sin explorar, y nuestras horas de juego desde el pasado viernes son prueba de ello. Ahora, luego de haber quemado el juego y con algunas horas sin dormir, la idea de que realmente estamos frente a un producto que no cumple con los estándares, no solo de un Triple-A, sino también de la saga de Activision, cobra fuerza. Lo malo es una carga pesada y la nostalgia ya no tiene tanto valor. Sé que hay muy pocos que se suben al barco de "solo juego un nuevo CoD por su modo campaña", pero existen, y no solo eso, en un producto premium como este, se espera un nivel de calidad, al menos, acorde con el nombre. Como sabéis, Modern Warfare y Black Ops compiten por ser la subsaga de referencia de la franquicia en su totalidad. El nombre tiene peso, y mucho. Sin embargo, no solo se trata del poder de la marca; Sledgehammer Games, el estudio que ha tomado el relevo de Infinity Ward para este desarrollo acelerado, no puede permitirse asumir cosas. Modern Warfare 3 debería cumplir con unos mínimos, y su campaña está lejos de lograrlos. Si buscas algo que deje poso, es mejor evitar su modo historia; si es que puedes, porque Call of Duty HQ, la plataforma que reúne a toda la saga, al menos a partir de Modern Warfare del 2019, es lo más "anti-jugador" que he visto en años, con una interfaz difícil de leer y aún más difícil de seguir, que roza la de un juego móvil. El regreso de Makarov apenas resulta interesante. Se puede contar algo bueno en las 4 horas de duración de esta nueva campaña, pero el poder voraz de Warzone, al haberse comido la jugabilidad de todo lo que no sea el multijugador, deja huella. Los mapas abiertos, la característica más destacable del juego, son, al final del día, su peor enemigo. Casi como un battle royale lleno de bots, o como un campo de tiro con cinemáticas. Todo es artificial, insípido y aparte de estar hecho apresuradamente, si no te gusta Warzone, el nuevo Call of Duty te ha jubilado. Les animo encarecidamente a leer ese análisis más exhaustivo y a desgranar las implicaciones de que Warzone canibalice el modo campaña del nuevo Call of Duty, y prácticamente todo Modern Warfare 3. Quiero confiar en que la época en la que Call of Duty era solo multijugador ha acabado. Como he dicho, es un producto completo que, como mínimo, debe mantener un nivel. Sin embargo, Modern Warfare 3 vuelve a aquellos momentos de principios de la década pasada donde el multijugador despuntaba porque lo demás, en términos de calidad, no le hace sombra. Y no, no me refiero a Ghosts o Advanced Warfare, más bien a Black Ops 2. Sledgehammer ha trabajado un multijugador heredado del anterior que en forma y fondo es idéntico, pero con pequeños añadidos donde los californianos sacan pecho de un multijugador muy por encima de la media. Viniendo de la campaña, es una sorpresa, pero una sorpresa honesta, al fin y al cabo. La base sobre la que Sledgehammer ha edificado todo es, cómo no, Modern Warfare 2, pero el de dos generaciones diferentes. La jugabilidad pesada, sin olvidar nunca que ha de ser un multijugador arcade con un fuerte enfoque competitivo, es de la obra del 2019. Mientras que los mapas, esos escenarios que serán testigos de tus mejores "no-scope", son los de Modern Warfare del 2009, el clásico, aquel portento que marcó a la saga. Eso sí, no esperéis un pobre tratamiento. No hay cambios arquitectónicos más allá de las puertas, que ahora las hay casi como un intento de dar cierto toque táctico. Sin embargo, todo está actualizado a los estándares gráficos actuales en un ejercicio de pura nostalgia que, si os soy sincero, tampoco dice mucho de Sledgehammer Games. Quiero decir, Rust, Highrise, Terminal, Favela... Todos recordamos esos mapas de aquella época dorada, al menos para algunos, de la saga, pero no buscan sino llamarte la atención; susurrarte al oído "¿te acuerdas cuando jugabas de adolescente? juega ahora". Y es fácil dejarte llevar por ello porque, al fin y al cabo, lo que funcionaba antes como un reloj suizo no necesita que pasados 14 años se le dé cuerda. Todo sigue igual de engrasado y perfecto. Los spawns funcionan, aunque hay ciertos mapas más constreñidos que tienen problemas con modos más modernos. Pero no todo es mirar al pasado y apostar por nostalgia, aunque es la carta de presentación del multijugador de Modern Warfare 3. Casi como esperándose la recepción negativa, el nuevo CoD ha hecho todo lo posible para quedar bien con los jugadores, todos, novatos y veteranos. Lo que se previó como algo peligroso, el aumento de vida un 50% más - haciendo que el TTK, o tiempo que necesitas para matar a alguien, sea más largo ya que en lugar de dos disparos, necesitas cuatro-, da lugar a jugadas reactivas. No es tan fácil acabar con alguien, pero tampoco es injusto si se gira y te defenestra. Muchas veces necesitas ser humillantemente más bueno que el otro para darle la vuelta a la pelea, pero la sensación es que depende de ti en todo momento, no de factores externos, de tu habilidad. Y para ello, Modern Warfare 3 es el mejor profesor para novatos y el mejor sparring para veteranos. Los jugadores buenos tienen más posibilidades de demostrar que son buenos, mientras que en el otro lado de la balanza, aquellos con problemas tienen facilidades para mejorar su habilidad gracias al regreso de mecánicas clásicas. Los puntos rojos en el mini mapa repiten y, tras años encontrándome con un muro infranqueable de experiencias online de CoD difíciles de superar por su violenta curva de aprendizaje, aquí me he sentido como en casa. Estos puntos rojos hacen mucho más fácil navegar por las partidas. A los jugadores poco experimentados les va a permitir entender la lógica de puntos de aparición mucho más rápido y hacer micro-estrategias para hacer uso de las rachas de bajas - en este ámbito, no hay nada destacable, ni para bien, tampoco para mal - y buscar hacer jugadas bonitas. Y los más veteranos, demostrar de forma más consecuente que lo son. Pero no hay un componente de desbalance añadido a la mezcla más allá de la experiencia. La plantilla de armas, por su parte, es variada. Tenemos más de 100 en una proporción 60-40 a favor de Modern Warfare 2, que repiten un año más y se pueden desbloquear sin necesidad de tener el juego anterior. Lo mejor, donde parece que Sledgehammer Games ha vuelto a dar en el clavo, es en la sensación del arma desnuda, sin accesorios o añadidos. Los californianos han trabajado bien sobre la base de Infinity Ward y trastear con las armas no implica perder partidas "a lo tonto". Dependemos de la experiencia, lo sé, pero ya no hace falta contentarte con un arma, puedes variar, y eso siempre es bueno para mantener la pervivencia de un multijugador. Rifles de Asalto que pueden hacer de subfusiles por su cadencia, o subfusiles con mucho daño y cadencia algo baja, son pequeños ajustes más que bienvenidos que aportan frescura a un multijugador que debe demostrar año tras año que puede ser, al menos, la opción ganadora. El multiplayer de Modern Warfare 3 sobresale, y podría arriesgarme y vaticinar un futuro interesante, al menos hasta la llegada del siguiente. Pero creo que Sledgehammer ha dado con algo que, como mínimo, puede perdurar en el recuerdo. Hay una muy buena base sobre la que trabajar con actualizaciones. Si la campaña es Warzone, el modo zombis es DMZ. Esta extensión del battle royale original se centra en la IA como enemigos en lugar de jugadores humanos, y Activision ha decidido reciclarlo en lugar de desecharlo. Sledgehammer Games necesitaba construir el tercer pilar de Modern Warfare 3, sus zombis, y lo que tenemos es un modo de mundo abierto donde los no-muertos son obstáculos a superar en lugar de una amenaza a enfrentar. En lugar de ser un modo de juego por rondas y con un mapa acotado que defender, tenemos un mundo abierto lleno de zombis implacables. El objetivo es el mismo que el del DMZ: entras en el modo en solitario o con amigos, completas misiones y te evacúan. Si mueres, pierdes lo que has conseguido. Si sobrevives, puedes gestionar tu botín en el "almacén" o venderlo en el mercado para obtener más armamento. La experiencia de desentrañar las complejas tramas de los modos zombis clásicos o de desafiarte a ti mismo y a tus amigos para sobrevivir el mayor tiempo posible se ha diluido. Sin embargo, al menos es variado y puede mantener tu interés durante unos meses. Eso sí, no esperes una historia profunda ni misiones complejas. Las actividades se limitan a matar a jefes zombis, escoltar vehículos, protegerlos de los zombis, extraer datos y limpiar nidos de no-muertos. Además, el mapa está dividido en tres círculos, cada uno con enemigos más peligrosos y más zombis, pero los mismos contratos. La forma en que Sledgehammer Games ha gestionado la idea clásica del modo zombis me preocupa. Ya no hay una progresión de matar zombis, obtener puntos y mejorar armas para enfrentar a más enemigos. Ese aspecto se ha perdido en el camino. Además, prácticamente todos los enemigos sueltan armas o munición, por lo que no hay temor a quedarse sin recursos. Por cierto, todavía existen las ayudas clásicas, como la "muerte instantánea" o la bomba atómica que mata a todos los zombis al instante. Son recompensas lanzadas al aire como una excusa; si puedes subirte a un vehículo y escapar del peligro, su función es insignificante. Pero el ciclo mágico de esta modalidad, el desafío de ver cuánto tiempo puedes resistir, se ha diluido. Un mundo abierto lleno de zombis suena, al menos en teoría, atractivo, pero creo que no encaja bien con Call of Duty. Disponible en PS4, PS5, Xbox Series y Xbox One. Si aun quieres jugarlo, es tu elección.
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