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lunes, 4 de febrero de 2013

CADA VEZ MÁS LEJOS DE EUROPA: Turquía vuelve la mirada hacia el Oriente

¿Es Turquía parte de Europa? Por supuesto que no. A pesar de ello, es uno de los grandes debates a los que se han enfrentado tanto Turquía como la Unión Europea. Después de años llamando inútilmente a la puerta de Bruselas y de encontrarse con el rechazo a su absurda pretensión, el Gobierno del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, parece cada vez más dispuesto a admitir la realidad: “Hace poco le dije al señor Vladimir Putin [presidente de Rusia]: ‘Aceptadnos en los Cinco de Shanghái. Aceptadnos y diremos adiós a la Unión Europea”. Declaró hace unos días en una entrevista a la televisión turca. En realidad, se refería a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), creada en 1996 como los Cinco de Shanghái. Entonces, sus miembros eran la República Popular China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. La organización pasó a llamarse OCS en 2001 con la entrada de Uzbekistán y tiene como objetivos la cooperación política, económica y en cuestiones de seguridad entre sus miembros. El hecho de que la formen regímenes adversarios de la OTAN hace que la OCS no esté bien vista en occidente. Preguntado en la misma entrevista sobre la UE, Erdogan dijo que la OCS “es mucho mejor y mucho más fuerte”. “La UE quiere olvidarse de nosotros, pero es demasiado tímida para decirlo. Aunque todos nos sentiríamos aliviados si lo dijera alto y claro”, añadió. “Creo que Erdogan estaba enviando un mensaje a la UE y a la OTAN para que traten a Turquía como un miembro en igualdad de condiciones”, comenta Ahmet Uysal, director del Centro de estudios de Oriente Medio en la Universidad Eskisehir. “Erdogan cree que Occidente no está haciendo lo suficiente sobre Siria y está frustrado, pero no dijo en serio lo de unirse al grupo de Shanghái. Turquía es miembro de la OTAN y quiere convertirse en miembro de la UE”, asegura Uysal. Varios analistas señalan la incompatibilidad entre la pertenencia de Turquía a la OTAN y la posibilidad de que acabe uniéndose al grupo de Shanghái, que se presenta como una organización rival de la OTAN en cuestiones de seguridad. Además, precisamente estos días la Alianza Atlántica está desplegando misiles Patriot en el sur de Turquía con el fin declarado de atacar a Siria e instaurar un gobierno títere en ese país que sirva como punta de lanza en su proyectada invasión a Irán. Fue en 2005 cuando se iniciaron las negociaciones para que Turquía se acabara convirtiendo en un país miembro de la UE. Sin embargo, desde ese año apenas ha habido avances y la posibilidad real de la adhesión parece cada vez más lejana. Para la UE es un problema grave que Turquía sea el único país que apoye a la autoproclamada República Turca de Chipre del Norte, su responsabilidad en el genocidio armenio – nunca reconocido por Ankara – y el drama de Kurdistan, un pueblo sin estado propio,subyugados brutalmente por los turcos, hace que sea imposible su admisión. Es por ello que varios Estados de la UE siguen viendo con recelo a este enorme país de 75 millones de personas, de religión musulmana y que comparte frontera con países “problemáticos diplomáticamente” para Occidente como Irak, Siria e Irán.Otro problema para tomar en cuenta es el resurgimiento nacionalista en un país extremadamente laico tras la proclamación de la república, con el ejército como “garante” de la neutralidad. Pero ello ahora está cambiando. Además, admitir a Turquía equivaldría a abrir las fronteras comunitarias a millones de indeseables turcos que con sus costumbres medievales invadirían el continente tratando de islamizarla, como si no fuera suficiente con los musulmanes que ya existen dentro de sus fronteras. Es por ello que los turcos jamás serán parte de la UE. A que no los queremos :(
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