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miércoles, 12 de julio de 2017

SPIDERMAN, HOMECOMING: De regreso a casa

La nueva película de Spider-Man es como si fuera la primera y la cuarta, aunque resulta difícil recordar qué pasó en esta saga que siempre concluye y vuelve a empezar. Otra vez, se centra en Peter Parker (interpretado por Tom Holland), un adolescente que desarrolla superhabilidades tras ser mordido por una fastidiosa araña. El título del entretenido ‘Spider-Man: Homecoming’ (De regreso a casa) indica que es su regreso, pero ¿a qué exactamente? ¿A Queens? ¿A la juventud? La película trata de cómo Peter Parker necesita mantenerse joven para siempre, idealmente en sus 15 años de edad. Lo más atractivo de Spider-Man es que siempre ha sido un adolescente que puede dar grandes giros, lanzar telarañas y columpiarse de techo en techo pero, en comparación con otros personajes, se ve como alguien que improvisa en el mundo de los superhéroes que pueden volar o usar martillos mágicos. Lo que lo hace diferente y logra que funcione como un personaje -y le otorga un carisma poco convencional - es que mantiene la incertidumbre y la vulnerabilidad de la adolescencia. Gracias a todos sus dones de superhéroe y a pesar de los extraños y peligrosos acompañantes que lo rodean, él también es un adolescente; esa es su kriptonita, lo que lo hace parecer una persona de carne y hueso. El equipo creativo de la nueva película retoma la historia del origen de Peter Parker como adolescente, aunque la trama a veces abuse de explotar la ingenuidad del personaje, lo que hace que no solo parezca inexperto, sino también tonto. El filme - escrito por seis personas y dirigido por Jon Watts - inicia poco después de que Peter fue mordido. Todavía está tratando de ubicarse y lucha para descubrir los límites de sus poderes, lo que se complica porque es la primera película de Spider-Man que Sony ha hecho con los estudios Marvel. Es una alianza que ha llevado a Spider-Man a la máquina de dominación mundial de Marvel; esa es la razón por la que tiene como mentor en el mundo de los superhéroes a Iron Man, también conocido como Tony Stark (interpretado por Robert Downey Jr., quien aparece y desaparece a lo largo de la trama). Esa maquinaria, conocida para los ejecutivos y los verdaderos creyentes como el universo cinematográfico de Marvel, es vasta, complicada, lucrativa y en constante expansión. También es poco interesante para los espectadores que solo quieren ver una buena película. Como sabéis, Marvel ha producido una serie de filmes con niveles de calidad muy diferentes, pero Sony ha tenido más dificultades para lograr éxito con los superhéroes. Así que, tras tropezar con la primera resurrección de Spider-Man, consiguió un acuerdo con Marvel, el cual tampoco es interesante por sí mismo. Sin embargo, resulta entretenido considerar que Sony, como Peter Parker, necesitaba ayuda para despegar de nuevo y Marvel llegó para aportar a Tony Stark como guía. La hora previa al final, la cinta se mueve con buen ritmo, aunque por momentos fuerza demasiado las cosas. Funciona mejor cuando se mantiene cerca de Peter y se siente contenta con ser una historia ligera y bien intencionada sobre un adolescente que está atravesando, y que frecuentemente tropieza, con las exigencias de la escuela, el hogar y su personalidad arácnida. Holland se ve y suena más como un adolescente en comparación con otros actores que han encarnado al personaje, y cuenta con el apoyo de un elenco que incluye a Jacob Batalon como el mejor amigo de Peter. Otros buenos acompañantes son Donald Glover, como un criminal que estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado, y Martin Starr, quien interpreta con una precisión casi perfecta las partes humorísticas de su papel de maestro. La película no es sobresaliente desde el punto de vista visual, ya que mientras algunas de las mejores escenas de acción suceden cerca del suelo - como cuando Spider-Man sale volando por los patios de los suburbios y juega a los carros chocones con botes de basura- las escenas aéreas con efectos especiales no sobresalen. Es difícil pensar en una sola imagen de ‘Spider-Man: Homecoming’ que destaque y sea tan memorable como sucedió con el tierno beso entre Peter colgado boca abajo y Mary Jane en el primer Spider-Man del director Sam Raimi. Aunque ahí entra Michael Keaton, quien personifica muy bien al Buitre, el clásico villano que se ha convertido en un genio criminal tras convertir sobras extraterrestres en armas con la tradicional mezcla de gritos, secuaces y muerte. Vuela con unas alas poco funcionales que parecen salidas de la fase steampunk de los hermanos Wright. Parece una tímida burla de las acrobacias aéreas de Keaton en sus participaciones en películas como Batman y Birdman. El Buitre es un desastre de contradicciones y solo algunas de ellas parecen intencionales. Su personalidad criminal, furia y tal vez su locura han sido alimentadas por el resentimiento social y Keaton, con su presencia amenazante y sus ojos penetrantes, lo convierte en un hombre enojado y digno de ser recordado; no lo caricaturiza. El Buitre se convierte en un contrapeso narrativo del egocéntrico multimillonario, Tony Stark. Spider-Man, quien - como la película te recuerda- es un joven de la clase trabajadora transformado en superhéroe. En la cinta, Peter está ansioso por seguir los pasos de un multimillonario, en parte porque quiere unirse a Los Vengadores. La pregunta es qué pasará cuando Spider-Man realmente madure: ¿por quién peleará y por qué? ¿O quizás nunca lo hará y será como Peter Pan, un eterno adolescente? :)
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