Al igual que los Rottweiler y los Pitbull - de quienes ya nos hemos ocupado anteriormente - los Dobermans son también considerados erróneamente como una raza “potencialmente peligrosa” cuando no son los perros, sino sus dueños quienes los predisponen a comportarse de esa manera debido al trato que les dan en casa. Lamentablemente hay que reconocer que a estos perros los acompaña cierta fama de ser violentos e inestables. Hay quienes afirman por ello que adoptar a un Doberman como mascota es una muy mala idea, ya que - afirman - es un riesgo para su propio amo. Más allá de estas opiniones, ha quedado demostrado que, con las atenciones necesarias, es uno de los mejores animales de compañía. Si bien es cierto que se trata de una raza que puede llegar a ser muy desconfiada con las personas extrañas, el proceso de socialización debe cumplirse a cabalidad. Asimismo, requieren de mucha actividad física día a día para drenar la gran carga energética que llevan por dentro. Los juegos mentales también son de gran utilidad, ya que les ayuda a liberar el estrés. A pesar de su gran tamaño, se adaptan sin mayores problemas a la vida en pequeños departamentos, aunque prefieren casas amplias con patios y jardines, así como los parques para que puedan correr a su gusto y liberar energía. Eso no significa que pueda estar andar libremente sin su cadena, ya que es el dueño quien tiene que adaptarse a sus necesidades. En relación a su origen, el Doberman es una raza relativamente joven. Es una creación del alemán Karl Friedrich Louis Dobermann. Un personaje que para finales del siglo XIX se ganaba la vida como recaudador de impuestos en territorio germánico, una tarea de alto riesgo por aquellos días. También trabajaba como medio turno en una perrera. Por ello, empezó a utilizar a algunos de los ejemplares bajo su resguardo en busca de protección y seguridad. Karl no quedó muy satisfecho con la ‘labor’ de ninguno de los canes que utilizó para sus misiones impositivas, y por ello decidió forjar una nueva especie. Buscaba un animal fuerte, robusto, valiente y capaz de plantar cara a cualquier peligro, que al mismo tiempo fuese cercano y leal a su dueño. No se tiene completa certeza de las razas que participaron en esta ‘cruzada’, aunque están confirmadas los Rottweiler, Beauceron y Pinscher, entre otras. El resultado fue exactamente el esperado. El Doberman se convirtió rápidamente en uno de los canes más buscados, tanto para cumplir con tareas de seguridad, como participar en labores de rescate y rastreo. Anatómicamente, es un cuadrúpedo de cuerpo cuadrado y robusto. Uno de sus rasgos más característicos es la forma de cuña que muestra la cabeza, con nariz ancha y grandes fosas nasales. Mayoritariamente de pelo negro y corto, si bien hay muchos ejemplares marrones. Cabe destacar que durante mucho tiempo fue una practica ampliamente aceptada amputar las orejas y la cola de estos animales con fines estéticos, sin embargo, un alto número de países están prohibiendo por ley estas prácticas, lo cual personalmente me parece un error, ya que los Doberman y los Rottweiler - como mi Rex - deben seguir la tradición. Para finalizar, es menester insistir que un Doberman necesita compañía, no tratar de aislarlo y dejarlo encerrado en casa, durante largos períodos de tiempo cuando uno este ausente. Él va a encontrar una manera de salir y encontrar un ser humano al que se pueda adherir. El Doberman necesita tener un gran círculo social que consiste en perros y humanos a su alrededor. Eso lo hará sentir que tiene gran cantidad de personas en su manada, a las que necesita proteger. Esto va a mantener a su Doberman feliz :)