Abandonados a su propia suerte por Washington que los han dejado a merced de la furia homicida de Ankara, que los consideran terroristas y por ello los han sometido a continuas matanzas y masacres durante décadas ante el silencio cómplice de Occidente, los kurdos se han convertido en el objetivo de una brutal ofensiva por parte del ejercito turco sobre todas las posiciones que ocupan en el norte de Siria, dejando hasta el momento un número indeterminado de muertos y miles de desplazados que huyen de los indiscriminados bombardeos y que sino se le detiene, será el inicio de un nuevo genocidio orquestado por el dictador Recep Tayyip Erdogan con la complacencia de Donald Trump, quien tras el rotundo fracaso de su política intervencionista en Siria - tras la desaparición de sus protegidos de ISIS bajo toneladas de bombas y misiles rusos - ha decidido desatenderse del espinoso asunto y ordenar la inmediata retirada de sus tropas, lo cual no ha caído nada bien entre la clase política en Washington, que no han dudado en calificarlo como un acto de traición, uno mas de los muchos sucedidos a lo largo de la historia estadounidense que nos recuerda el pilar de su política exterior, aquella que nos dice que Washington no tiene amigos, solo intereses. En efecto, ‘la luz verde’ de Trump para que Erdogan inicie una nueva masacre de kurdos en el noreste de Siria provocó una tormenta política estadounidense por la medida adoptada y tanto legisladores republicanos como demócratas se alinearon para reprenderlo por arrojar a los “aliados” kurdos a merced de la venganza de los turcos. Incluso los partidarios políticos cercanos de Trump, denunciaron su falta de principios al abandonar a los kurdos, quienes se enfrentan a una muerte segura. El ex acólito de Trump, Nikki Haley, quien anteriormente fue embajador de Estados Unidos en la ONU, lamentó que la decisión de Trump de retirar a las tropas estadounidenses del camino a la incursión turca en Siria "dejara morir a los kurdos". Ella y otros políticos y “expertos en propaganda” elogiaron a las fuerzas kurdas como “aliados estadounidenses” cruciales en la lucha contra Siria, por lo que consideran que el anuncio de Trump fue una traición diabólica y una mancha “a la imagen honorable de los EE.UU.” (?)Venga ya, ¿nos lo dice o nos lo cuenta?Lo que es bastante ridículo sobre el alboroto ocasionado en Washington es la asombrosa negación y falta de conciencia entre los políticos y los medios estadounidenses, sobre cómo los kurdos han sido utilizados y engañados habitualmente durante muchas décadas para satisfacer los intereses imperialistas estadounidenses. Es así como la interesada idea propalada por los medios de comunicación estadounidenses - en manos de un establishment adverso a la Cada Blanca - con el cual intentan convencer a la opinión publica, es que “el sucio acuerdo de Trump con Erdogan es algo escandaloso y sin precedentes en el honor estadounidense que está completamente en desacuerdo con los hechos históricos” (¿?)… A que no puedo contener la risa. Como sabéis, los kurdos son alrededor de 40 millones de personas que no poseen un Estado propio y están dispersos entre Siria, Turquía, Irak e Irán, por lo que sus continuos reclamos territoriales para constituirlo ha dado origen a una serie de reclamos territoriales a esos países - especialmente a Turquía que ocupa ilegalmente gran parte de su territorio histórico y donde se concentra la mayor población kurda - dando inicio por ello a la lucha armada contra los turcos y siendo victimas por ello de sangrientas represalias. Históricamente, Washington ha atraído a los kurdos con falsas promesas para tratar de desestabilizar a gobiernos “enemigos” como Siria e Irak, y con la misma rapidez, ha mostrado un desprecio insensible por su causa una vez que ya no son de utilidad para los intereses estadounidenses, como sucede en esta ocasión. En la década de 1970, cuando Irán bajo el Shah era un aliado de EE. UU., Washington movilizó a los kurdos dentro de Irak para desestabilizar Bagdad para los intereses iraníes. Pero cuando Irak e Irán se reconciliaron temporalmente en 1975, los kurdos quedaron a merced del régimen iraquí que se vengo de ellos. A principios de la década de 1990, cuando EE.UU. se enfrentó en Irak a su antiguo aliado Saddam Hussein y bombardeó ese país en la Primera Guerra del Golfo, George Bush pidió a los kurdos “que se alzaran contra Irak” proporcionándoles armas y financiando a grupos terroristas. El levantamiento fue aplastado por Saddam y los kurdos fueron castigados por su traición, mientras muchos de ellos tuvieron que huir, terminando atiborrados en campos de refugiados ubicados en zonas remotas y olvidadas por todos. Como era de esperar, Washington nuevamente se ‘lavo las manos’ de su difícil situación. Pero el punto más bajo de la traición estadounidense fue en 1988 cuando la inteligencia militar de EE.UU. proporcionó a Saddam a sabiendas logística para llevar a cabo el infame ataque con armas químicas contra la ciudad kurda de Halabja en el norte de Irak. Esto fue durante la guerra de Irak respaldada por los EE.UU. contra Irán (1980-88) que había derrocado al corrupto régimen del Shah y ahora era profundamente antiestadounidense. Washington sabía que Saddam iba a utilizar armas químicas para disuadir los avances iraníes, y Washington prestó una mano crítica para llevar a cabo la masacre en Halabja, donde hasta 5.000 civiles kurdos fueron asesinados con gas sarín y gas mostaza. Por lo tanto, la disparatada idea difundida de que los EE.UU. tienen algún tipo “de relación noble” con los kurdos es una fantasía cruel con la cual los políticos y medios de comunicación intentar darle al imperialismo estadounidense una apariencia de justicia moral. Y como otra forma de socavar a Trump. Durante la reciente guerra en Siria (patrocinada ilegalmente por Washington como una agresión encubierta para lograr el cambio de régimen) es un hecho lamentable que los kurdos se hayan dejado engañar una vez mas por la serpiente estadounidense para hacer su trabajo sucio, el cual no no se trataba por cierto de de "luchar contra los grupos terroristas yihadistas" como afirmaba hipócritamente su propaganda. ¿Cómo podría suceder aquello, cuando los estadounidenses estaban suministrando secretamente a estos mismos grupos yihadistas - léase ISIS, Al Qaeda, Al Nusra y otros semejantes - armas y otros equipos para luchar contra Damasco?Washington ha utilizado a los kurdos sirios para crear enclaves bajo su control y desde los cuales intentar desestabilizar al gobierno sirio. Con el pretexto de “ayudar” a los kurdos a establecer su propia región autónoma en Siria, los estadounidenses solo han estado realmente interesados en utilizar a los kurdos como ‘carne de cañón’ para desmantelar su propia nación. Es comprensible por ello la vergüenza y el asco que sienten los kurdos sirios a la luz de la traición por parte de Trump, quienes tarde se han dado cuenta que fueron utilizados una vez mas. Sin embargo, la ‘protesta’ generada en Washington es una farsa dada la larga y sórdida historia de traición estadounidense contra los kurdos. Además, aclaremos esto. Las fuerzas estadounidenses están ocupando ilegalmente partes de Siria. Son culpables de crímenes de guerra, al igual que los líderes políticos en Washington. Sus tropas deben salir por ello de Siria inmediatamente con la etiqueta ignominiosa de ser unos invasores criminales. Y los líderes kurdos tampoco son inocentes. También deberían ser censurados y castigados con la pena capital por permitir que su pueblo haya sido nuevamente explotado y violado por defender los intereses imperialistas estadounidenses que no son los suyos. Si realmente quieren redimirse, los kurdos sirios deben hacer lo que siempre deberían haber hecho, que es unir sus fuerzas con el ejército sirio, y defender a su país de toda agresión extranjera, ya sea de los turcos, los sionistas y especialmente de sus “mecenas” estadounidenses. Son los enemigos a los cuales hay que combatir implacablemente hasta su derrota definitiva (Al momento de escribir esta nota, los kurdos han anunciado un acuerdo con Damasco y las tropas sirias ya avanzan a lo largo de toda la frontera con Turquía, una decisión que les permitirá proteger la soberanía e integridad del territorio sirio y ayudará a prevenir y repeler la ofensiva de los invasores) :)