Vientos de guerra recorren el subcontinente indio, luego del atentado perpetrado en Cachemira por parte de un grupo terrorista que ha dejado decenas de muertos y que Nueva Delhi cree que firmemente que ha contado con el respaldo de Pakistán, por lo que ha jurado venganza y para lo cual ha movilizado a sus Fuerzas Armadas con el objetivo de aplastar a su viejo enemigo en represalia. Precisamente el Primer Ministro indio Modi ha dado “plena libertad” al Ejército para que actué, ya que - afirmó - “se trata de una determinación nacional asestar "un golpe aplastante al terrorismo proveniente de Pakistán". El riesgo es que ambos países poseen armamento nuclear y podrían utilizarlo en el conflicto, con el grave peligro que representa para la humanidad. Por ello en esta ocasión el Mariscal del Aire (R) Anil Chopra - ex director general del Centro de Estudios del Poder Aéreo de Nueva Delhi - nos da su opinión al respecto, el cual os ofrecemos traducido y entrecomillado claro esta ¿vale?: “La horrible masacre de turistas inocentes cerca de Pahalgam, en el Territorio de la Unión de Jammu y Cachemira, en la India, ha sido condenada por todos los principales líderes mundiales, incluidos el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. Al menos 28 personas murieron y varias más resultaron heridas en el ataque. El hecho de que ocurriera mientras el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, se encontraba en la India indica la audacia de los atacantes y sus partidarios, mientras que el primer ministro indio, Narendra Modi, de visita en Arabia Saudita, tuvo que acortar su viaje y regresar a toda prisa al país. Tras el atentado, las fuerzas de seguridad indias se reunieron de inmediato. El ministro del Interior, Amit Shah, y el jefe del Ejército acudieron rápidamente a Pahalgam para evaluar la situación sobre el terreno. Los terroristas ya han sido identificados y se han establecido sus vínculos con Pakistán. Como podéis imaginar, los militares están debatiendo una respuesta y considerando todas las opciones. Asimismo, un equipo de funcionarios de la Agencia Nacional de Investigación (NIA) está investigando in situ el lugar de la masacre. Los recientes acontecimientos en Bangladesh, la infiltración y los disturbios en Bengala Occidental, y la postura abiertamente hostil del jefe del ejército pakistaní son indicio de una gran maniobra. Al dirigirse a la Convención de Pakistaníes en el Extranjero en Islamabad, el general Asim Munir hizo eco de las palabras de Muhammad Ali Jinnah, el padre fundador de Pakistán, quien creía que hindúes y musulmanes seguían filosofías, costumbres y leyes diferentes, lo que imposibilitaba la unidad nacional. Munir regresó a las raíces mismas de la ideología pakistaní. ‘Nuestra religión es diferente, nuestras costumbres son diferentes, nuestras tradiciones son diferentes, nuestros pensamientos son diferentes, nuestras ambiciones son diferentes; ahí se sentaron las bases de la teoría de las dos naciones. Somos dos naciones, no una sola’, afirmó. Asimismo, instó a los pakistaníes en el extranjero a no olvidar nunca que pertenecen a una ‘ideología y cultura superiores’ y a transmitir esta ideología a las generaciones futuras. ‘Deben contarles la historia de Pakistán a sus hijos para que no la olviden’, añadió. El odio hacia todo lo hindú es claramente visible en el modus operandi del ataque terrorista y han surgido indicios reveladores del respaldo del ejército pakistaní. Es indudable que Pakistán no tolera la paz y la prosperidad que emergen en Cachemira. El estado ha estado libre de incidentes desde que se revocó su estatus de autonomía especial en el 2019. Pero la integración de Cachemira con la India no fue del agrado de la clase dirigente pakistaní. Pakistán es un estado ideológico, y su ejército ha asumido el papel de guardián de esa ideología. ‘El ejército indio, con 1,3 millones de efectivos, no puede intimidar a Pakistán’, afirmó Munir en esa reunión. Obviamente, olvida la rendición de 93.000 soldados pakistaníes que puso fin a la guerra indo-pakistaní de dos semanas de duración en 1971. Si bien China condenó el ataque terrorista de Pahalgam y afirmó oponerse al terrorismo en todas sus formas, se espera que pida explicaciones a su ‘hermano de hierro’, Pakistán, sobre por qué sigue patrocinando el terrorismo siguiendo las instrucciones de Asim Muni. ‘Que quede claro. El cerebro del ataque terrorista de Pahalgam no es Hafiz Saeed ni Lashkar e Tayyiba. El cerebro de la masacre de Pahalgam es Asim Munir, del Ejército de Pakistán, con sede en Rawalpindi. El Ejército de Pakistán y el ISI deben pagar por la sangrienta carnicería en Cachemira. El gobierno de Modi debe actuar con valentía’, tuiteó el destacado periodista Aditya Raj Kaul, un hindú cachemir, quien exigió que se ponga en práctica el mantra ‘nunca olvidar, nunca perdonar’. Durante mucho tiempo, India ha adoptado una postura blanda. Quizás por eso algunos la han subestimado. No puede permitirse que se la considere un Estado débil. Existen toda clase de opciones diplomáticas, políticas y militares, las cuales deben ejercerse conjuntamente. Cabe destacar que importantes países islámicos como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos se han pronunciado a favor de la India y en contra de la agresión premeditada de Pakistán a través de grupos terroristas que apoyan abiertamente. La respuesta inmediata de la India fue suspender el Tratado de Aguas del Indo de 1960, que permitía compartir el agua para el riego de vastas extensiones de territorio pakistaní. Se prohibió asimismo el comercio entre ambas naciones, incluso a través de terceros países. Asimismo, el Puesto de Control Integrado de Attari, que es estratégico al ser la única ruta comercial terrestre legal, fue clausurado con efecto inmediato. Además YouTube y otras redes sociales pakistaníes fueron prohibidas en la India, mientras que el críquet y otros eventos deportivos fueron suspendidos. Los ciudadanos pakistaníes no podrán viajar a la India bajo el Plan de Exención de Visado de la SAARC (SVES) y fueron conminados a abandonar el país. Entretanto, los asesores militares, navales y aéreos de la Alta Comisión de Pakistán en Nueva Delhi (la misión diplomática pakistaní en la India) fueron declarados personas non gratas y expulsados de la India. Hay otras medidas que se pueden tomar. Entre las opciones indirectas que India podría utilizar se encuentran el apoyo a las fuerzas secesionistas en Pakistán y un mayor respaldo a las insurgencias en Baluchistán, Sindh, Gilgit-Baltistán y la Cachemira ocupada por Pakistán. El Comité de Seguridad del Gabinete del gobierno indio (CCS) revisó la situación general de seguridad en su reunión en la residencia del primer ministro Narendra Modi y ordenó a todas las fuerzas mantener una vigilancia estricta. Las fuerzas armadas ya han lanzado la Operación Tikka, una campaña antiterrorista de alto nivel. Por estos días el Ejército indio está dando una respuesta masiva a los disparos no provocados en la Línea de Control (LdC) entre las partes de Cachemira controladas por India y Pakistán, por lo que el alto el fuego allí se ha anulado de facto. Las fuerzas armadas indias ya están realizando ejercicios militares conjuntos preparatorios. La movilización selectiva de las fuerzas armadas es posible y enviaría una señal contundente. De llegar a ese punto, India podría lanzar un ataque masivo y destructivo en múltiples dominios, para lo cual tiene muchas opciones abiertas, como activar operativos para atacar establecimientos militares dentro de Pakistán, lanzar bombardeos de artillería contra campos de entrenamiento terroristas al otro lado de la frontera. Y en caso de una guerra abierta, se llevaría a cabo ataques aéreos mucho más amplios contra numerosos campamentos terroristas, utilizando para ello los misiles de crucero BrahMos. Se sabe que el portaaviones de la Armada india ya ha entrado en el Mar Arábigo para entrar en posición de combate, seguido de varios submarinos listos para entrar en acción. La fuerza aérea india es formidable, con los cazas franceses Rafale armados con misiles Scalp-EG y Meteor. El Su-30 MKI, el MiG 29 modernizado y el Mirage-2000 también son potentes activos. Entretanto, Nueva Delhi podría coordinar con el Ejército de Liberación Baluchi y los insurgentes pastunes de Pakistán para abrir múltiples frentes. La escalada tendría que ser gradual y gestionada con cuidado. Asimismo, se debe esperar una respuesta militar desproporcionada de Pakistán y estar preparado para ella. No es extrañar por ello que el general Asim Munir haya declarado en tono amenazante esta semana: ‘nuestros misiles nucleares no son para la exhibición y todas están dirigidas a la India, por lo que no dudaremos en utilizarlos a la menor provocación’ asevero. Pakistán también ha puesto a sus fuerzas armadas en alerta. Están sensibilizando a las zonas fronterizas ante un posible ataque indio. Asimismo, ha suspendido el Acuerdo de Shimla de 1972, que establecía la Línea de Control como frontera temporal y cerrado su espacio aéreo a las aerolíneas indias, mientras intensifica la retórica antiindia para levantar la moral pública. Islamabad también ha anunciado que el desvío de aguas que le corresponde en virtud del Tratado de las Aguas del Indo se considerará un acto de guerra. La tensión crece con el paso de los días, esperando cuál de los dos países del primer paso. Cachemira es una historia diferente. Se requerirá vigilarla estrechamente durante décadas. Si los terroristas estuvieron en la región durante casi un mes, como indican los informes, entonces debemos mirarnos al espejo. El poder judicial indio suele ser visto como blando con los terroristas. Esto requiere una revisión seria. Es necesario sensibilizar mucho más a la población contra el terrorismo. Es hora de actuar y castigar a quienes patrocinan el terrorismo. No habrá piedad con ellos” puntualizo. Es imprescindible que la comunidad internacional se movilice para evitar una guerra abierta entre ambos países que desembocaría en una conflagración nuclear que nos afectarían a todos. (Al momento de publicar esta nota, se acaba de conocer las declaraciones del ministro pakistaní de Información, Attaullah Tarar, quien declaro que “la India tiene la intención de atacar Pakistán en las próximas 24 horas” prometiendo “una respuesta contundente con nuestros arsenales nucleares”--- el mundo está al borde del peligro)