TV EN VIVO

miércoles, 17 de septiembre de 2025

INDIA: Superando la desconfianza

La reciente cumbre de la OCS en Tianjin, China, ha captado la atención de Occidente como ninguna cumbre anterior porque demostró que las naciones pueden intentar superar sus diferencias para lograr un mundo mejor. En general, Occidente ha prestado más atención a los BRICS como foro que a la OCS. Esto se debe a que los BRICS tienen una presencia intercontinental, a diferencia de la OCS, que se limita al continente euroasiático, con China, Rusia y los países de Asia Central como miembros originales, e India y Pakistán se unieron mucho más tarde, seguidos más recientemente por Belarus. Con las economías emergentes como miembros del BRICS, la creación de instituciones financieras como el Nuevo Banco de Desarrollo y el Acuerdo de Reservas Contingentes, la propuesta de utilizar monedas nacionales en el comercio, el objetivo de reducir la dependencia del dólar estadounidense, ideas como el desarrollo de una agencia de calificación crediticia propia, etc., el BRICS es visto por sus propios miembros, sus socios e incluso Occidente como un catalizador para la creación de un mundo multipolar. Pero Estados Unidos ve este mundo como una amenaza para su desfalleciente supremacía actual. La OCS, aunque no era vista antes desde esta perspectiva, esto ha cambiado luego de la cumbre de Tianjin como parte de una dinámica a favor de la multipolaridad. Curiosamente, las cumbres de los BRICS no han recibido hasta ahora la misma atención en los círculos occidentales que la de Tianjin. Hay varias razones para ello. Esta cumbre de la OCS fue utilizada por China como otra fiesta de presentación, al igual que utilizó los Juegos Olímpicos del 2008 para anunciar al mundo su ascenso como potencia económica. Esta vez, la utilizó para exhibir su surgimiento como potencia militar. China organizó un masivo desfile militar con una impresionante exhibición de una amplia gama de nuevo armamento avanzado. Este fue, para empezar, un mensaje a Estados Unidos sobre un desequilibrio de poder en el Pacífico occidental: un mensaje de disuasión. Estados Unidos recibió el mensaje, y Trump comentó que presencio el desfile, calificando la exhibición de impresionante. Queda por ver si esta demostración de poder chino presionará a Estados Unidos para que se adapte a los intereses regionales de China o lo impulsará a reforzar su propia capacidad militar para contrarrestar el creciente poder de China. Cabe preguntarse qué pretende Trump al cambiar el nombre del Departamento de Defensa de Estados Unidos a Departamento de Guerra. Obviamente, el mensaje también se dirigía a Taiwán, afirmando que China es lo suficientemente fuerte como para frustrar militarmente cualquier intento de independencia de la isla, a pesar del fuerte despliegue militar de Estados Unidos en la región. La demostración también envió un mensaje a los países de la región: China, dotada de un formidable poder militar, no abandonará sus reivindicaciones territoriales en los mares de China Meridional y Oriental. Esto, sin duda, afectará el curso de las negociaciones sobre un código de conducta en el Mar de China Meridional acorde con las reivindicaciones territoriales de China. La participación de Modi en la cumbre tras un grave deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y la India también fue una de las razones por las que la cumbre generó un interés sin precedentes en los medios de comunicación y los círculos políticos estadounidenses. En lo que respecta a la India, la participación de Modi no estuvo relacionada con los ataques gratuitos de Trump contra ella, aunque el momento oportuno la interpretó como un mensaje a Estados Unidos de que la India contaba con más opciones políticas en el ejercicio de su autonomía estratégica. En las últimas dos décadas, Estados Unidos ha visto a la India como un socio para contrarrestar el expansionismo chino en la región del Indopacífico, y al Quad como parte de esta estrategia geopolítica estadounidense en Asia. Por lo tanto, para los observadores estadounidenses, el acercamiento entre India y China frustra esta estrategia y debilita la influencia de Estados Unidos en sus relaciones con China. India tiene una visión más matizada del Quad y del concepto Indopacífico. China ejerce presión militar sobre India directamente en la frontera e indirectamente a través de sus vecinos. El Quad y el concepto Indopacífico permiten a India ejercer cierta presión sobre China a cambio. Pero, al igual que Estados Unidos mantiene importantes vínculos comerciales con China y busca colaborar con ella para evitar un conflicto militar en el Pacífico occidental, India también tiene interés en colaborar con China como vecino directo para limitar los riesgos de un conflicto directo y, además, reconocer los importantes lazos comerciales bilaterales. La decisión de Modi de visitar China luego de siete años fue considerada por ambas partes como una medida política significativa. El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, había visitado la India con antelación y había alcanzado algunos entendimientos en sus conversaciones con el asesor de seguridad nacional y el ministro de Asuntos Exteriores de la India. Para la India, el siguiente paso lógico era explorar la posibilidad de reducir las tensiones con China mediante una segunda reunión entre Modi y Xi en Tianjin. Su primera reunión en Kazán el año pasado se produjo tras un largo intervalo debido al enfrentamiento militar entre ambos países en el este de Ladakh en el 2020. La cumbre de Kazán produjo algunos resultados limitados pero positivos. El diálogo entre Modi y Xi en Tianjin, que duró una hora, ha mejorado el clima en las relaciones entre India y China, aunque no se esperaban avances importantes de inmediato. El objetivo es garantizar la paz y la tranquilidad en la frontera mediante acuerdos fronterizos adaptados como requisito previo para una normalización progresiva de las relaciones. La cumbre brindó la oportunidad de dialogar cara a cara entre el primer ministro indio y el presidente Putin antes de su anunciada visita a la India en diciembre de este año. India ha dejado claro a Estados Unidos que no cederá ante la presión de Trump para que deje de comprar petróleo a Rusia. Por lo tanto, Modi acudió a la reunión con Putin con una actitud firme y amistosa, tras haber demostrado que India concede gran importancia a sus vínculos con Rusia en beneficio de su interés nacional y está dispuesta a pagar un precio por ello. No es de extrañar que la interacción entre Modi y Putin en Tianjin fuera excepcionalmente cálida. Modi viajó con Putin en su coche personal y, con sus comitivas esperando en el vestíbulo, la conversación privada de 45 minutos que mantuvieron en el coche tuvo un notable impacto político y mediático. Cabe suponer que Putin informó a Modi detalladamente sobre su reunión con Trump en Alaska y sobre la situación actual de los esfuerzos de paz en el conflicto de Ucrania, por no mencionar los objetivos que ambas partes deberían alcanzar durante la cumbre anual entre India y Rusia en diciembre. Esta interacción en el coche fue seguida por conversaciones a nivel de delegación, que subrayaron la importancia que ambas partes otorgan a su compromiso mutuo. El hecho de que, tras la conversación en el coche, los dos líderes caminaran de la mano hacia Xi Jinping, con Modi extendiendo la mano al presidente chino y los tres manteniendo un intercambio distendido, sin duda causaría sensación en los círculos políticos, de centros de estudios y mediáticos estadounidenses. Que Rusia y China se unan es una cosa, pero que Rusia, India y China se unan no podía sino considerarse un fracaso aún mayor de la política estadounidense. Muchos han culpado a Trump de la posibilidad de "perder" a India al alienarla con petulancia y apalearla con un arancel del 50%, además de los numerosos comentarios insultantes que él y sus asesores principales hicieron contra India. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también habló recientemente sobre la reactivación del diálogo entre Rusia, India y China. La imagen de los tres líderes reunidos en un ambiente amistoso seguramente generaría temor en algunos círculos estadounidenses, especialmente en los anti-Trump, de que Estados Unidos corría el riesgo de consolidar un poderoso frente geopolítico y económico en su contra. La cumbre de la OCS brindó a Modi una plataforma para interactuar con otros líderes asiáticos, incluido el presidente de Irán. La OCS se creó para abordar los problemas del terrorismo, el extremismo y el separatismo, amenazas que enfrentan prácticamente todos sus miembros. Para la India, estas amenazas son motivo de preocupación constante, y se destacaron en las declaraciones de Modi en la sesión plenaria cuando, con el atentado de Pahalgam en mente, declaró que los dobles raseros en materia de terrorismo eran inaceptables y que los países de la OCS debían oponerse juntos al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. La conectividad es parte integral de la expansión de la cooperación entre los países de la OCS. Modi mencionó iniciativas como el Puerto de Chabahar y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, que fortalecerían los vínculos con Afganistán y Asia Central. Sin embargo, advirtió que todo esfuerzo en pos de la conectividad debe respetar los principios de soberanía e integridad territorial, consagrados también en los principios fundamentales de la Carta de la OCS. Esta fue una referencia velada al Corredor Económico China-Pakistán. Modi se refirió a la herencia budista compartida por varios países de la OCS y propuso fortalecer los lazos interpersonales mediante la creación de un Foro de Diálogo de Civilizaciones en el marco de la OCS. Esto es importante en el contexto de que los principales países de la OCS se definen a sí mismos como "estados civilizacionales". En resumen, con la cumbre de la OCS en Tianjin, la organización ha adquirido un perfil más destacado a nivel internacional y la India ha dejado en claro que sus intereses no necesariamente deban coincidir con la de Occidente que ven con alarma como Nueva Delhi “está cruzando las líneas rojas” alejándose cada vez más de ellos (Por cierto, el gran perdedor del acercamiento entre China y la India indudablemente es Pakistán, su gran enemigo, y con el cual ha ido a la guerra por el control de Cachemira. Pero ello es otra historia…)
Creative Commons License
Esta obra está bajo una Licencia de Creative Commons.