Las revelaciones dadas a conocer por el empresario multimillonario Alwaleed bin Talal, miembro de la casa real de Arabia Saudita, quien ha admitido que su país financia junto con los EE.UU. al grupo terrorista ISIS para ayudar a combatir y derrocar al gobierno sirio -
entrenados previamente durante meses tanto en Turquía como en Jordania, por agentes de la CIA y la Mossad israelí - demuestra hasta que punto llega la complicidad de la corrupta monarquía saudita (traidora al Islam al aliarse con los criminales sionistas) con aquel grupo de desalmados asesinos que han desatado una ola de terror en Siria e Irak , hasta convertirse en una amenaza global. En efecto, la declaración tuvo lugar durante una entrevista concedida a la cadena CNN, en la cual el magnate admitió que Arabia Saudita otorga apoyo financiero a los extremistas de ISIS:
"Desafortunadamente, algunos magnates del petróleo en Arabia Saudita financian a combatientes extremistas en Siria", dijo Alwaleed, quien es sobrino del rey Abdullah bin Abdulaziz, según informa el portal PressTV. No obstante, Alwaleed aseguró que la petromonarquía ha “suspendido” el financiamiento de los extremistas: "Arabia Saudita ha implementado reglas estrictas para detener lo que estaba sucediendo. Por lo tanto, el financiamiento ha sido suspendido completamente", agregó sin convencer a nadie, ya que por todos es sabido que el financiamiento a ese grupo terrorista continua de forma ascendente.
Y la razón de ello es el profundo odio que Riyadh tiene al régimen de Damasco, por lo que mediante sus petrodólares siguen financiando a esa banda de criminales, a pesar de las objeciones de sus “aliados” como Washington quienes en un acto de sublime hipocresía, “condenan” tal acción, a pesar de haberlo sabido siempre y no hacer nada para evitarlo. Lo anterior tiene como trasfondo el abierto enfrentamiento que existe entre Irán y Arabia Saudita por extender su influencia en el Medio Oriente, ya que este ultimo - que es sunnita - se opone al apoyo de Teherán a los grupos chiítas en Siria e Irak. Por esta razón la monarquía saudita optó por integrarse en la coalición encabezada por EE.UU. que, desde el pasado 23 de septiembre, bombardea las posiciones bajo control de ISIS en Siria e Irak, careciendo de una autorización previa tanto del Gobierno sirio como de una resolución por parte de la ONU. Ello es señalado por Irán como una clara injerencia de Washington en la región.
Como sabéis, las potencias occidentales y sus aliados regionales –especialmente Qatar, Turquía y Arabia Saudita - han respaldado desde el 2011 a grupos de mercenarios y traidores colaboracionistas que operan al interior del Siria con el objetivo de derrocar a Bashar Al Assad e instaurar un gobierno títere en su lugar, fracasando miserablemente en su intento, mas aun cuando debido a la enérgica advertencia de Rusia, quedo desbaratado a ultimo minuto la invasión del país planeada por los EE.UU. y sus lacayos de la OTAN, que tienen a Irán como su verdadero objetivo. Es por ello que cambiaron su estrategia y por medio de Arabia Saudita y Turquía decidieron suministrar armas de destrucción masiva a los terroristas , tal como lo denuncio el enviado permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari quien acusó tanto a Ankara como a Riyadh de estar directamente involucrados en el suministro a estos grupos terroristas de armas químicas:
“En vez de tender la mano a Damasco para ayudarle a solucionar la actual crisis en el país, Turquía y Arabia Saudita han llegado a ser los principales colaboradores de las organizaciones terroristas”, escribe el diario 'Haaretz' citando al diplomático sirio. Otros países involucrados activamente en el financiamiento a ISIS son los emiratos de Qatar y Kuwait, tal como lo admitió el pasado jueves el subsecretario de Inteligencia Financiera del Tesoro de Estados Unidos, el judío David Cohen, quien ha censurado hipócritamente a sus “aliados” árabes por no dejar de financiar a este grupo terrorista:
“ISIS sigue manteniendo sus vínculos con los países árabes ribereños del Golfo Pérsico”, ha denunciado Cohen en referencia a Qatar y Kuwait, como dos de sus principales patrocinadores financieros. ”A ello se agrega la venta de petróleo a precios rebajados a través de intermediarios, tanto en Turquía y en el Kurdistán iraquí con la aprobación del gobierno turco, lo que lo ha convertido en la organización terrorista más acaudalada del mundo"” aseveró. En este sentido, el funcionario estadounidense ha advertido que su país “sancionará a cualquier país o individuo que compre el crudo extraído por ISIS. Palabras que se los lleva el viento, porque Washington lo sabe desde hace mucho tiempo atrás y nada ha hecho para evitarlo. Mientras tanto, la agresion criminal contra Siria e Irak continua por parte de ISIS y los bombardeos realizados por la coalición han demostrado su total ineficacia, mas aun cuando los terroristas saben cuando y donde atacaran, porque tienen dentro de esa coalición a sus financistas y patrocinadores quienes les informan con la debida anticipación.
Esta operación es una farsa y cuyo objetivo es debilitar a Siria e impedirle que su ejército haga frente a los asesinos de ISIS en tierra, para posibilitar la entrada en el país de comandos estadounidenses como un pretexto para “combatirlos”, pero cuyo verdadero papel es instaurar en esos territorios “liberados” a grupos de mercenarios que combatan bajo su “protección” al régimen de Damasco, tal como ya lo está pidiendo insistentemente el poderoso lobby judío en el Congreso estadounidense. La hipocresía en su máxima expresión. Mientras los criminales celebran los miles de muertos que su ambición ha originado hasta el momento, el mundo se desliza inexorablemente hacia la guerra …