En esta oportunidad Austria es el centro de la noticia, donde el líder nacionalista Norbert Hofer se impuso en las elecciones presidenciales convirtiéndose en el gran favorito para reconducir el país por la vía correcta, de la cual nunca debió salir. El resultado es una buena noticia para todos los que estamos firmemente convencidos de la potencial amenaza para nuestra existencia que se siga permitiendo la masiva llegada de “refugiados” (Venga ya, terroristas es la palabra adecuada, hay que decirlo con todas sus letras) al continente con la complicidad de Ángela Merkel, quienes pretenden desatar el terror en nuestras ciudades, ya que entre ellos se encuentran miles de comandos suicidas de ISIS quienes huyen de Siria empujados por la ofensiva del ejercito sirio, quienes con el apoyo de la aviación rusa liberan el país de esa peste sionista (liderado por Abu Bakr al-Baghdadi , un conocido agente del Mossad israelí). Es por ello que ante el peligro de la islamizacion de Europa, no deja de alegrarnos el éxito de Norbert Hofer, del FPÖ, en las elecciones presidenciales de Austria lo cual es un llamado de atención para el resto del continente, dirigido especialmente a aquellos corruptos y decadentes gobiernos - caracterizados por su total servilismo a los EE.UU. - quienes por su dejadez y cobardía, no hacen nada frente al terror. Ciertamente el cargo de Presidente en Austria es sobre todo representativo, pero parece implicar insospechadas posibilidades de intervenir. El señor Hofer ya ha advertido con disolver la desprestigiada coalición de gobierno socialdemócrata-conservadora si gana la segunda vuelta electoral a fines de mayo. De acuerdo con las encuestas, su partido sería la mayor fuerza política de Austria. Entonces, la república alpina podría convertirse, tras Polonia y Hungría, en el tercer país de la UE con un gobierno nacionalista que si sabrá defender sus intereses ante la amenaza que representan aquellos indeseables, blindando las fronteras para evitar su ingreso a como de lugar. Conocido como el “Protector de Austria”, Norbert Hofer de 45 años de edad y hasta ahora vicepresidente tercero del Parlamento, era el aspirante más joven y los pésimos resultados de los dos candidatos de las formaciones en el Gobierno han desatado para bien un cambio político en el país. Hofer, que camina con ayuda de un bastón por un accidente sufrido mientras practicaba parapente, aceptó en el último momento la propuesta de su formación de concurrir a las presidenciales, una opción que había desechado inicialmente al considerarse demasiado joven para el cargo. El FPÖ y sus revolucionarias políticas, contrarias al Gobierno y a las directrices impuestas por Angela Merkel desde Berlín, se han convertido en la primera fuerza austriaca a base de un discurso muy claro contra la inmigración incontrolada, el islam y la Unión Europea, unas ideas muy similares a las propugnadas por Viktor Orbán, el presidente húngaro que se ha convertido en el Paladín de Occidente por su firme posición ante la amenaza terrorista que representan los “refugiados” Durante las pasadas semanas, el señor Hofer ha sido un incansable crítico de la política migratoria de este país, que el año pasado acogió a 90.000 de ellos y este año se había comprometido a recibir a otros 37.500. "Necesitamos controlar nuestras fronteras. Austria no es la seguridad social de medio planeta", aseguró en su último mitin. En este sentido, Hofer siempre ha dejado claro que el servicio de empleo austriaco debe atender en primer lugar a los austriacos. El compromiso del candidato del FPÖ es claro con los más jóvenes, los grandes olvidados por los partidos tradicionales. Asimismo, anunció que como presidente se negaría a firmar el proyectado acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos (TTIP, según sus siglas en inglés), para someterlo a votación en un referéndum. En cuanto al Islam, su postura es clara y categórica: "El Islam no es parte de Austria y si mantenemos nuestra política en el año 2050 la mitad de los menores de 0 a 12 años de todo el país serán musulmanes. No quiero que Austria sea un país de mayoría musulmana. Nunca lo ha sido y con la fuerza de las armas expulsamos a los turcos cuando sitiaron Viena tanto en 1529 como en 1683. Entiéndanlo bien: No los queremos aquí", aseguró en unas declaraciones que dieron la vuelta al país, pero que demostraron el malestar de muchos ciudadanos con la situación actual del país. El descontento de gran parte de la población con la política migratoria, reflejado en diversas encuestas, ha beneficiado al líder del FPÖ. Y es que, a pesar del endurecimiento y la limitación de las peticiones de asilo por parte del actual gobierno conservador - únicamente por razones políticas y estar en campaña electoral para hacer creer al electorado que habían “sintonizado” con sus justas demandas, pero de nada le valió la jugada ya que fueron ampliamente derrotados - no han conseguido dar con una solución medianamente eficaz para paliar los problemas con la presencia de quienes lograron entrar en Austria y se han convertido en un peligro público, por lo que deben ser expulsados a la brevedad posible. “Austria es para los austriacos” puntualizó Hofer. Y no le falta razón. Sólo queda esperar el 22 de mayo (en el que se celebrará la segunda vuelta) y se confirme su victoria, el cual será un aliciente para todos los demás partidos nacionalistas del continente que quieren salvar a Europa de caer en las garras del Islam :)