Los juegos de terror psicológico pueden contener sustos, dejarte un mal cuerpo, generar sensación de incomodidad constante o… ¡Todas las opciones a la vez! Esto en cierto modo es lo que pretende The Sinking Forest, juego del que os venimos a hablar hoy. Nos encontramos en Japón, cuna de muchas cosas entre las que encontramos el anime, el ramen, los videojuegos y… ¡Los yokai! Aunque estos no son las únicas criaturas de las que nos deberíamos preocupar, ya que nos encontraremos ante otros peligros. Encarnamos a Sota Miyazono, un joven preocupado debido a la desaparición de su hermana Sayuri. Hace días que se fue de casa y todavía no ha contestado a las llamadas. Nuestro deber es sencillo, volver a su apartamento, encontrar pistas sobre su ubicación e irnos pitando para poder salvarla. Espera… ¿He dicho salvarla? Claro que sí, porque antes de llegar al bosque, ya sabremos que se encuentra en peligro y, nuestro deber será conocer qué es lo que ocurre en ese misterioso y oscuro lugar. Algo que llama la atención mucho en The Sinking Forest, es la gran oscuridad que hay en sus entornos. Apenas encontremos una linterna o un mechero, lo vamos a agradecer, ya que de otra forma apenas veríamos a dos palmos. Sin embargo, esto forma parte de la mecánica, que se nos invita es precisamente a explorar en la oscuridad, sintiendo que estamos siendo acechados constantemente (aunque en un principio no sepamos muy bien por qué o quién). Este título cuenta con pequeños puzles y acertijos fáciles de resolver, aunque en especial hay dos que nos han supuesto un verdadero dolor de cabeza ya que sentimos que es a veces un poco complicado intuir con qué objetos podemos interactuar y con cuáles no. Por otro lado, contaremos con distintos objetos que nos acompañarán en nuestra aventura y que serán muy útiles si queremos conseguir le 100% de los logros, ya que gracias a una cámara de fotos que llevaremos, podremos tener alguna que otra pista. ¡Ten cuidado revelándolas! Porque sí, tienen un papel prácticamente protagonista. La ambientación es bastante brutal, logrando generarte esa sensación de “en cualquier minuto me sale un jumpscare” constante (y sí, llegan a aparecer un par de ellos). Encontraremos un par de enemigos y, lejos de poder defendernos de ellos, tendremos que aprender a sortearlos, aunque… ¡Tranquilos, todo a su tiempo! Lograremos tener un pequeño momento de redención en The Sinking Forest. En lo que a sonido y música respecta, todo calza a la perfección con ese entorno lúgubre, desde las fuertes lluvias hasta las chirriantes puertas abriéndose. Lo cierto es que el juego cuenta con varios niveles distintos, aunque sí que echamos de menos que alguno de ellos rompiese con lo establecido, de alguna forma que no toda la acción de lleno se viviese en entornos tan similares (al menos en lo que a iluminación y ambientación respecta). En este sentido esperábamos un paso más que, quizás debido a la experiencia anterior con títulos del desarrollador, el listón había quedado demasiado alto. Sin embargo, esto no resta que nos haya divertido y entretenido la experiencia. En conclusión, The Sinking Forest nos ha logrado mantener en una tensión total, agarrados a nuestro asiento durante una hora (eso es lo que nos ha durado el título al completo). Esto lo convierte en un juego perfecto para una noche de “sesión de terror”, siendo además bastante sencillo en líneas generales. Hemos de decir que nos hemos encontrado con algún que otro bug durante nuestra experiencia, aunque nos consta que se efectuarán cambios para poder solucionarlos. Es por esto por lo que, viendo su bajo coste y todo lo que aporta, no podemos más que recomendároslo. Disponible en Steam.