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miércoles, 1 de diciembre de 2010

TV PERU: Un instrumento político al servicio del APRA


A raíz del escándalo desatado por la utilización del canal del estado para la transmisión del lanzamiento de la candidatura oficialista de Mercedes Aráoz, salta a la luz nuevamente el tema de que se debe hacer con los medios de comunicación públicos - en este caso TV Perú - para evitar que sean utilizadas como un botín por el gobierno de turno. Y valgan verdades, este hecho no es “patrimonio” exclusivo del APRA porque todos los gobiernos anteriores - sin excepción - no resistieron la tentación de hacerlo y convirtieron al canal estatal en una caja de resonancia del partido gobernante, usándolo con fines proselitistas y no para lo que originalmente fue creado, esto es divulgar una programación de calidad con una independencia total del gobierno central, el cual no debe tener injerencia alguna en el control de la empresa. Esta debería manejarse por un directorio nombrado por la sociedad civil que garantice su pluralidad y no verla convertida en lo que es ahora, un instrumento político sometido a los caprichos mediáticos del obeso inquilino de Palacio quien no duda en utilizarlo como le venga en gana - interrumpiendo constantemente la transmisión de sus programas - con costosos enlaces en vivo donde el bufón aprista de la deforme figura, haciendo gala de su gordura, acapara toda la pantalla el mayor tiempo posible para hablar de nimiedades, sin importarle el gasto que ello representa. Al fin y al cabo no sale de su bolsillo pero si de todos los demás, con los impuestos que pagamos puntualmente para sostener semejante despropósito, que puede ser utilizado donde realmente se necesita. Si bien existe un Anteproyecto de Ley de Radiodifusión Estatal, este nunca fue aprobado por el actual gobierno, ya que se resiste a regular el funcionamiento de los medios estatales para seguir utilizándolo a su libre albedrío. Al respecto, Roberto Pereira, abogado experto en Estado y medios de comunicación del Instituto Prensa y Sociedad señaló que cuando en los medios de comunicación del estado se dan noticias de aspectos relevantes para un partido o de la vida política no es per se ni bueno ni malo, pero que el problema ocurre cuando hay una cobertura y comportamiento afín con un partido o tendencia política en particular.“Si fuera el caso que el Canal 7 difunde un evento del partido de gobierno y no lo hace con el resto de partidos, sin duda se daría un quebrantamiento del deber de imparcialidad de un medio del Estado. Si el canal estatal difunde la Convención del Partido Aprista, entonces tiene que actuar con equidad y cubrir los eventos de todos los partidos. A los medios de comunicación se exige proporcionalidad, y más aún si se trata del canal del Estado”.puntualizó. Aunque lo ideal - digo yo - sería no transmitir ninguno de esos eventos partidarios, y si quieren hacerlo que lo hagan en las cadenas privadas y paguen por ello. El canal público no tiene porque estar gastando ingentes recursos en esa menuda panda de chorizos que solo piensan en su propio beneficio y no en el país. Es más, para dar a conocer las noticias de las actividades del gobierno - ojo, no partidarios - están los telediarios. La televisora estatal que en muchos casos es la única señal de televisión que llega a los lugares más recónditos del país, debe dedicarse a producir una selecta programación, sean estos informativos, teleseries, películas y documentales de gran calidad que no tenga nada que envidiarles a las producciones extranjeras y no a la mediocridad que transmite ahora - pura basura televisiva que imita lo peor de las cadenas privadas - que es lo mas decadente y vulgar que uno haya visto en la vida. Si bien lo ideal seria seguir el ejemplo de la BBC - una cadena plural e independiente no obstante ser estatal - hay un ejemplo más cercano y es Televisión Nacional de Chile, el cual tiene una programación muy atractiva que seria bueno que se haga por aquí. Sectores interesados piensan por el contrario, que la “solución” sería privatizar el canal 7, pero eso no es lo correcto ya que habría un monopolio informativo por parte de los sectores retrógrados que solo impondrían sus decadentes puntos de vista sin contrapeso alguno. Si por mi fuera, construiría la sede central del canal 7 en San Borja - para el cual existe un proyecto desde hace décadas que duerme el sueño de los justos - y lo equiparía con lo último de la tecnología para que compita en todos los ámbitos con las privadas, tal como ocurre en España, donde TVE es la principal cadena, sin rival alguno muy por encima de las privadas Telecinco, la Sexta, Cuatro y Antena 3. Bien manejada una televisora pública, puede rendir mucho al país. La pregunta es: ¿los que gobiernan se animarían a hacerlo? Lamentablemente, sabemos la respuesta de antemano :(
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