Desde el punto de vista biológico el miedo es un mecanismo de supervivencia ante situaciones potencialmente peligrosas. La neurología habla de la activación de la amígdala y la perspectiva psicológica indica que se trata de una fase afectiva necesaria para la adaptación de un ser a un estado que le provoca angustia. Sin embargo, desde el punto de vista de los videojuegos el miedo tiene un nuevo nombre, Dead Space 2.Esta producción de Visceral Games nos propone enfrentarnos a una infestación/mutación alienígena -los necromorfos- en una estación espacial en la órbita de Saturno. Mucha acción, momentos de tensión sin descanso y un raudal de situaciones que conseguirán ponernos al límite. Toda una aventura de acción en tercera persona que cuenta con los valores de producción de los grandes proyectos del mundo del ocio interactivo, consiguiendo enganchar al jugador por sus inherentes virtudes. Dead Space 2 consigue mejorar prácticamente todos los aspectos de la primera parte, sobre todo en lo referente al hilo argumental, ambientación y 'dibujo' de cada uno de los personajes y sus personalidades. En cierta manera podría decirse que esta franquicia de acción y terror ha conseguido llegar a la edad adulta con una salud ciertamente envidiable. Todas estas virtudes se refieren además únicamente a sus modalidades en solitario. Ya que desde Electronic Arts se ha querido aumentar las posibilidades del título, permitiendo a los jugadores enfrascarse en divertidas -aunque algo limitadas en opciones- reyertas cooperativas entre necromorfos y fuerzas de seguridad. Como era de esperar, Isaac Asimov y Michael C.Clarke han sido uno de los espejos en que la desarrolladora ha querido mirarse. Tanto es así que el protagonista de la aventura toma prestados sus nombres, convirtiéndonos a los jugadores en Isaac Clarke. Si seguimos con las influencias cinematográficas, las más claras serían Alien o la más reciente Horizonte Final para el primer Dead Space . Aunque en la reminiscencia más obvia pueden ser las criaturas deformes acaban recordándonos en ciertos momentos a las que aparece en la bibliografía de Lovecraft. Y eso sin olvidarnos de la sensación de soledad casi infinita que tan bien plasmó La Cosa, y que aparecía en otros grandes clásicos del terror.Podría decirse que Dead Space 2 demuestra que no siempre es necesario dar un paso hacia delante para ofrecer una experiencia intensa y única al público al otro lado de la pantalla. Una buena recomendación para aquellos con los nervios de acero y ganas de salvar a la humanidad de la extinción una vez más.¿Estas preparado para hacerlo? :)