Una serie de violentas manifestaciones promovidas por los EE.UU. en esta ciudad china demuestran hasta que punto la injerencia de Washington se hace presente una vez mas para tratar de torpedear a los patrocinadores del Nuevo Orden Mundial: China y Rusia.
Lo hemos visto en Ucrania y en Siria donde EE.UU. y sus secuaces de la OTAN han agudizado las tensiones a tal grado que esos países se encuentran en estado de guerra civil mas el agregado de un grupo terrorista como ISIS, creado y patrocinado por Washington con el objetivo de “justificar” su presencia en Irak y seguir controlando sus inmensos yacimientos de gas y petróleo que lo llevo a invadirla en el 2003. En el caso de Hong Kong trata de abrir un nuevo frente esta vez contra China para distraer su atención de su actuación en Siria, donde junto con Rusia son los grandes defensores de su integridad frente a la manifiesta amenaza de los EE.UU. de querer invadirla -
al estar situada estratégicamente y ser enemiga acérrima de los criminales sionistas - dentro de sus demenciales planes para atacar a Irán : “Bombardear las posiciones de ISIS en Siria, es un mero pretexto para tratar de derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad” afirma categóricamente el gobierno chino. Y no le falta razón. A ello debemos agregar los grandes intereses que tiene Washington en el sur de Asia que chocan frontalmente con China que busca consolidar su influencia en detrimento de su adversario, tal como lo adelantamos la semana pasada. Para desbaratar sus planes, EE.UU. se vale de toda una serie de grupos terroristas y movimientos subversivos que se ubican en lugares sensibles de China como Hong kong.
En ella utiliza una táctica que no es nueva y que ya en el pasado le sirvió para desestabilizar a los países comunistas de Europa del Este, que tras la caída y desaparición de la Unión Soviética quedaron vulnerables y es allí como mediante las llamadas ”revoluciones de colores” derribaron a esos regímenes uno por uno y como resultado, hoy gran parte de ellos integran la OTAN. Algo similar pretendió años mas tarde en los países musulmanes del norte de África y el Medio Oriente – la pomposamente denominada “primavera árabe” - que fracaso rotundamente y origino que países como Libia y Siria se hayan convertido en peligrosas fuentes de desestabilización en la zona. Últimamente volvió a utilizarlo en Ucrania, donde unas violentas revueltas provocaron el derrocamiento del señor Yanukovich y su sustitución por un gobierno títere de traidores colaboracionistas, formula que quiere repetir en Hong Kong, ciudad que goza de cierta autonomía política y económica luego de su reintegración a China en 1997.
Es por ese motivo que el gobierno de Beijing ha denunciado esta grosera injerencia por parte de los EE.UU. en sus asuntos internos y advirtió que no aceptará intervención extranjera en las protestas opositoras que se llevan a cabo en Hong Kong - intensificadas desde el pasado viernes: "Hong Kong es China, por lo que los asuntos de ese territorio son de exclusiva soberanía china" aseguró la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying. Simultáneamente, la prensa china ha puesto al descubierto este lunes las verdaderas intenciones de Washington y ha acusado a las agencias de inteligencia estadounidenses de estar tratando de exportar la experiencia de las “revoluciones de colores” a Hong Kong. Sucede que los líderes del movimiento de protesta “Occupy Central”, que desde mediados de este año organiza diversas acciones subversivas con el objetivo de crear un clima de confrontación en Hong Kong, participaron en seminarios en el centro Hong Kong-America Center (HKAC por sus siglas en inglés).cuyo objetivo consiste en “promover el entendimiento mutuo entre los chinos y los americanos” un eufemismo utilizado para realizar su labor de sabotaje en China,.
Durante estos eventos, a los que asisten también los miembros del Consulado General de EE.UU., a los activistas estudiantiles les exigieron “promover cambios democráticos”, prometiendo apoyo de Washington, incluso la oportunidad de estudiar y vivir en Estados Unidos. Durante los seminarios, algunos expertos internacionales - que en realidad son agentes de la CIA - les enseñaron tácticas de acciones de protesta y estrategias de negociación con las autoridades durante las manifestaciones, acentuando las exigencias políticas a las que “en ningún caso hay que renunciar”. Es mas, el director del HKAC, Morton Holbrook, nombrado para este cargo a finales del año pasado, es un espía importante que trabajó cerca de 30 años en las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Holbrook, igual que el magnate Jimmy Lai, quien financia a la oposición de Hong Kong, es cercano al ex-secretario de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz. “Uno tiene la firme impresión de que el Centro HKAC, fundado por Estados Unidos, está tratando de aplicar la experiencia de las ‘revoluciones de colores’ en Hong Kong con el fin de influir en la situación interna”, subraya la prensa china, que refleja la posición del gobierno.
Como sabéis, Hong Kong está regida desde 1997 - cuando el Reino Unido traspasó el control a China - por el principio “un país, dos sistemas” por el cual durante 50 años conservaría su autonomía política y económica, pero dejando en claro que es parte integrante de China. Eso es lo que no quieren reconocer aquellos sectores que promueven las revueltas, los cuales desearían que se convierta en un enclave estadounidense en suelo chino para desde allí socavar a Beijing. ¿Que es lo que buscan con la intensificación de estas interesadas protestas organizadas por la CIA en territorio chino? ¿Un nuevo Tiananmen?. Hong Kong es territorio chino y solo China puede resolver sus asuntos internos sin injerencia extranjera de ninguna especie. Respetemos su soberanía ;(
Mesmerizing Drone Video Reveals Massive Size Of... por wochit