En vísperas de la cumbre del G20 en la ciudad japonesa de Osaka, el Presidente de Rusia Vladimir Putin concedió en exclusiva una amplia entrevista a The Financial Times, en el cual señalo acertadamente el ocaso del liberalismo y que había llegado la hora del nacionalismo como la fuerza que se ha de imponer en el mundo. En efecto, el líder ruso dijo que el liberalismo había dejado de cumplir su propósito cuando el público se volvió en contra la ‘inmigración’ y la infame política de las fronteras abiertas practicado irresponsablemente por los gobiernos del continente, que han permitido que millones de indeseables - que se hacen llamar ‘refugiados’ y que no son mas que terroristas en potencia - hayan prácticamente invadido Europa. La muerte del liberalismo, que era la ideología dominante en Occidente desde el final de la II Guerra Mundial en 1945, ha quedado certificado en los últimos años con el ascenso de lideres en contra del establishment, desde el presidente estadounidense Donald Trump hasta el húngaro Viktor Orban, el italiano Matteo Salvini y la fuerza del Brexit en el Reino Unido. “Los liberales no pueden simplemente dictarle nada a nadie como lo han estado haciendo en las últimas décadas. Eso se acabó” aseveró. Asimismo calificó la decisión de la canciller Angela Merkel de admitir a más de un millón de ‘refugiados’ en Alemania, principalmente de la Siria devastada por la guerra propiciada por los EE.UU., como un error cardinal: “Esta permitiendo la llegada de cientos de miles de asesinos en masa, criminales de ISIS que tienen las manos manchadas de sangre en Siria donde con apoyo de Washington crearon un ilusorio ‘califato’ donde reinaba el terror, pero que nuestros misiles dieron buena cuenta de ellos enviando a miles al infierno, pero aquellos que lograron escapar para no responder ante los tribunales por sus abominables crímenes están ahora en Alemania, gozando de la protección de Merkel” afirmó. No obstante su posición critica con los EE.UU. a lo largo de la entrevista, elogio a Donald Trump por su decisión de detener contra viento y marea el flujo de indeseables y drogas que intenta llegar a su país desde Méjico, para lo cual proyecta construir un muro fronterizo para detener esa amenaza. “El liberalismo presupone que no hay que hacer nada frente a quienes están al margen de la Ley quienes pueden matar, saquear y violar en el país que los acoge con total impunidad, porque sus derechos ‘tienen que ser protegidos’¿donde se ha visto ello? Todo crimen debe tener su castigo. Es por ese motivo que el liberalismo que los protege se ha vuelto obsoleto, ya que ha entrado en conflicto con los intereses de la abrumadora mayoría de la población que rechaza su presencia y ello se ve en el auge de movimientos nacionalistas en toda Europa, exigiendo a sus gobiernos blindar sus fronteras ante ese peligro potencial para su existencia” enfatizó. Como gobernante de Rusia durante casi dos décadas, el señor Putin, de 66 años, ha sido señalado por sus enemigos - sin prueba alguna que lo sustente - de apoyar secretamente los movimientos nacionalistas europeos a través de la ayuda financiera y las redes sociales, así como ‘interferir’ en las elecciones presidenciales del 2016 en los EE.UU., en el referéndum del Brexit en el Reino Unido y hasta en las recientes elecciones al Parlamento Europeo. Como es obvio, el líder ruso negó enfáticamente todo ello, especialmente en lo relativo en los comicios que permitieron el ascenso de Donald Trump. Desestimó por ese motivo, las conclusiones del abogado especial Robert Mueller de que Rusia “había interferido sistemáticamente en las elecciones presidenciales del 2016 en los Estados Unidos” tachándola de ridícula en todo sentido: “Si ello fuera cierto, no nos encontraríamos ad portas de la III Guerra Mundial debido a las ambiciones expansionistas de los EE.UU. que busca ‘enemigos’ por todas partes: Rusia, China, Siria, Venezuela, Corea del Norte, Irán…. Si yo lo hubiese colocado en la Casa Blanca - como arguye ese sesgado informe - no estaríamos al borde de un conflicto nuclear que puede acabar con la humanidad y por el contrario, seriamos estrechos aliados ¿Es tan difícil entenderlo?" subrayó. En cuanto a la guerra comercial entre los EE.UU. y China y las tensiones geopolíticas en el Golfo entre Washington y Teherán, Putin dijo que la situación se había vuelto explosiva. “El problema surgió a causa del unilateralismo estadounidense y la falta de reglas que sustentan el orden mundial de la cual con su habitual prepotencia, los EE.UU. se quieren aprovechar”. Expresó asimismo su preocupación por la amenaza de una nueva carrera armamentística entre Washington y Moscú: “La guerra fría fue algo malo. . . pero al menos había ciertas reglas a los cuales todos los países participantes se adhirieron de alguna u otra manera o intentaron seguirlo. Ahora, parece que estas no existen y hay quienes buscan imponer su voluntad sobre los demás mediante amenazas de todo tipo para quien no se someta a sus dictados” dijo en referencia a los desesperados intentos de Washington de querer seguir manteniendo su Pax Americana, que hoy a la luz de los acontecimientos, esta muerto y enterrado. En una nota positiva, Putin dijo que había indicios tentativos de un deshielo en las relaciones anglo-rusas antes de su reunión en Osaka con Theresa May, su cumbre de despedida como primera ministra del Reino Unido. "Creo que tanto Rusia como el Reino Unido están interesados en restablecer completamente las relaciones, al menos espero que se den algunos pasos preliminares" señalo. Como sabéis, estos se encuentran bastante deteriorados a causa del Caso Skripal, donde Londres acusa sin prueba alguna a Moscú del ataque con gas nervioso a un espía refugiado en el Reino Unido. El líder ruso dejó en claro que no tenía tolerancia con los espías que traicionaron a su país. “La traición es el delito más grave posible y los traidores deben ser castigados. No estoy diciendo que el incidente de Salisbury sea la manera de hacerlo. . . pero los traidores deben ser castigados” dijo con firmeza. Como sabéis, en los últimos años, Putin ha desafiado reiteradamente a Occidente - reunificando la península de Crimea a Rusia (de la que fue parte hasta 1954, cuando de una manera irresponsable, el dictador comunista soviético de origen ucraniano, Nikita Jrushchov se lo ‘regalo’ a Ucrania); interviniendo decididamente en el este de Ucrania para salvar a su población rusófona del genocidio planificado por la camarilla golpista de Kiev con la complicidad de Washington y liderando una victoriosa campaña militar en Siria que aplasto bajo toneladas de bombas y misiles al ilusorio ‘califato’ de ISIS (un grupo criminal creado y financiado por los EE.UU. y Arabia Saudita, cuyos integrantes fueron entrenados por la CIA y el Mossad israelí) exterminando a miles de terroristas sionistas y fortaleciendo el régimen del presidente Bashar al-Assad - lo cual le ha dado a las fuerzas armadas rusas una experiencia inestimable en la guerra. De otro lado, reitero que las oleadas de ‘refugiados’ desde las zonas de conflicto en África y Oriente Medio, han fomentado la delincuencia y las tensiones sociales en Europa - así como su participación en actos terroristas que ensangrentaron varias ciudades del continente - lo que a su vez alimentó una reacción contra su presencia en esos países, exigiendo su expulsión. Haciéndose eco de propuestas nacionalistas como las del italiano Mateo Salvini y la francesa Marine Le Pen, el señor Putin dijo que los gobiernos liberales no habían actuado con firmeza para dar seguridad a sus ciudadanos frente a esa amenaza y en su lugar, han fomentado un multiculturalismo sin sentido que abarca, entre otras cosas, la diversidad sexual, donde lo anormal quiere presentarse como algo ‘natural’ y ello es aborrecible desde todo punto de vista: “Ante todo debemos aclarar que en Rusia no tenemos ningún problema con esa clase de personas, Dios no lo quiera. Que vivan como ellos deseen, pero algunas cosas que vemos en Occidente nos parecen francamente excesivas, afirmando que los niños ‘pueden desempeñar cinco o seis roles de género’ ¿Que barbaridad es esa? ¿En que mundo estamos? no podemos mantenernos al margen ante quienes intentan eclipsar la cultura, tradiciones y valores familiares de millones de personas en todo el mundo, tratando de imponer a como de lugar algo francamente repudiable. Y lo peor de todo es que en nombre del liberalismo, existan gobiernos que apoyen tan disparatadas ideas, que buscan destruir a las familias. No lo podemos permitir” puntualizó. Venga ya ¿Qué puedo decir? Adopto punto por punto cada una de sus aseveraciones y no se podía esperar menos de el ... Es nuestro ídolo :)