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miércoles, 8 de enero de 2020

EE.UU.: Aquella bestia sedienta de sangre

La decisión de asesinar al general iraní Quasem Soleimani - considerado un héroe nacional al comandar las tropas que exterminaron a la bestia sionista de ISIS en Irak y Siria, por lo que desde hace tiempo estaba en la mira de Washington al desbaratar una y otra vez sus planes de dominación - es una declaración de guerra contra Irán, producto de la arrogancia imperial con el cual los EE.UU. intenta inútilmente mantener su maligna influencia en el mundo, cuando por todos es sabido que eso ya es cosa del pasado. Donald Trump es un Criminal de Guerra (de la misma manera que lo fueron sus antecesores) al frente de un Estado abiertamente terrorista y como tal debe ser tratado. En efecto, sin pizca de autoridad alguna, ese enfermo mental ordenó el asesinato de un general iraní mediante un ataque aéreo con drones y lo peor de todo, es que en lugar de la condena internacional que debería recibir por este acto de salvajismo, tenemos a los medios de comunicación occidentales y sus títeres políticos europeos negándose a condenar a los EE. UU. “justificando” de la manera mas vil esta monstruosidad. ¡Qué absoluta cobardía e hipocresía! No es de extrañar que el mundo esté en tal desorden cuando a naciones terroristas como los EE.UU. e Israel se les permite actuar como le plazca e ignorar todas las reglas y convenciones internacionales con respecto a la soberanía de otras naciones, mientras que otras naciones deben rendir cuentas de manera totalmente diferente. ¿Imagina la condena internacional que hubiese estallado si Siria hubiera asesinado a un general israelí en suelo saudita o si Irán hubiera eliminado a un miembro de la corrupta y decadente familia real saudita durante una visita a Qatar? Existen tensiones entre Siria y Turquía, e Irán y Arabia Saudita, pero la acción unilateral de cualquiera de los países para eliminar a los representantes de sus oponentes mientras están en el suelo de otro país provocaría una cascada de condenas y llamamientos a sanciones internacionales y represalias coordinadas. Sin embargo, cuando EE.UU. e Israel llevan a cabo tales actos de guerra unilateral, los gobiernos occidentales y los principales medios de comunicación - por cierto, en manos de grandes corporaciones judías - eluden la condena y en cambio, desvían la atención hacia Irán o Palestina haciéndolos "responsables" de ello. Este ataque artero contra Soleimani también ha sido un insulto a Irak ya que dicho militar se encontraba de visita en el país, y como respuesta ha ordenado la retirada de las tropas estadounidenses de suelo iraquí, según una resolución dada a conocer este domingo por el Parlamento: "Afirmamos que lo que sucedió es una violación flagrante de la soberanía iraquí y una clara violación por parte de las fuerzas estadounidenses de su mandato, que es exclusivamente para luchar contra el terrorismo y brindar asesoramiento y asistencia a las fuerzas de seguridad iraquíes". En un operativo criminal, EE.UU. ha asesinado a una reconocida figura militar de una nación que no esta en guerra con ellos, en el territorio de un país donde se supone que está trabajando junto al incipiente régimen iraquí para ayudar en las tareas de reconstrucción luego de que su invasión liderada en el 2003 lo destruyera y arrasara su infraestructura. Como recordareis, EE.UU. invadió Irak ese año para derrocar a Saddam Hussein y apoderarse de sus ingentes reservas de gas y petróleo, causando en el ataque más de un millón de muertos. Se supone que su papel, diecisiete años después, sería ayudar a la reconstrucción. Sin embargo, como la declaración militar iraquí anterior dice claramente, con este acto terrorista han vuelto a violar flagrantemente la soberanía de Irak. Si algún otro país llevara a cabo tal acción, sería acusado rotundamente de cometer crímenes de guerra y se convertiría en un paria internacional. Pero no en el mundo deformado, corrupto y distorsionado de la hegemonía estadounidense donde puede hacer lo que le de la gana. Este último acto de agresión estadounidense nos obliga a recordar las palabras del general retirado estadounidense, Wesley Clark, quien estaba al mando del Comandante Supremo Aliado de la OTAN en 1999 cuando Occidente decidió destruir Yugoslavia bajo los auspicios de “la ayuda humanitaria”, objetivos que ahora están expuestos como una bandera de engaño y conveniencia . Hablando sinceramente en una entrevista del 2007 con Democracy Now! Clark dio una rara visión del pensamiento estratégico de los EE.UU. y la expuso como "una nación deshonesta" que en Occidente continuamente tratan de ocultar. Vale por ello citar sus palabras extensamente: Unos diez días después del 11 de septiembre, pasé por el Pentágono y vi al Secretario Rumsfeld y al Vicesecretario Wolfowitz. Acudí solo para saludar a algunas de las personas en el Estado Mayor Conjunto que solían trabajar para mí, y uno de los generales me llamó. Me dijo: "Señor, tiene que venir a hablar conmigo”. Dije:" ¿Sobre que?". Él respondió:" Hemos tomado la decisión de ir a la guerra con Irak ". Esto fue el 20 de septiembre. Le dije: "¿Por qué?" Él dijo:" No sé”. Dijo:" Supongo que no saben qué más hacer”. Así que dije:" Bueno, ¿encontraron alguna información que conecte a Saddam con Al Qaeda? "Él dijo:" No, no". Él dijo:" No hay nada nuevo. Simplemente tomaron la decisión de ir a la guerra con Irak por su petróleo". Dijo:" Supongo que como no sabemos donde están los terroristas, tenemos un buen ejército y podemos derrocar a los gobiernos que no nos son afines". Y agregó: "Supongo que si la única herramienta que tienes es un martillo, cada problema tiene que parecer un clavo y buscar enemigos sabiendo que no pueden respondernos de la misma manera". Cuando volví a verlo unas semanas más tarde, por entonces estábamos bombardeando Afganistán. Le dije: "¿Todavía vamos a la guerra con Irak?" Y él dijo: "Oh, es peor que eso". Extendió la mano sobre su escritorio. Cogió un trozo de papel. Y dijo: "Acabo de bajar esto desde arriba", es decir, la oficina del Secretario de Defensa. Es un memo que describe cómo vamos a atacar a siete países en los próximos años, comenzando con Irak, y luego con cualquier pretexto, Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y, terminando, Irán". Dije:" ¿Está clasificado?"Él dijo:"Sí, señor". Dije:"Bueno, muéstramelo". Hace un par de años volví a verlo y le dije:" ¿Recuerdas lo que me dijiste? "Él respondió nerviosamente:" Señor, ¡no le mostré ese memo! ¡ No se lo mostré !". Esta entrevista confirma que la decisión de invadir Irak no tuvo nada que ver con los vínculos con Al Qaeda o las armas de destrucción masiva; muestra que los EE. UU. no solo responden a las amenazas percibidas a sus intereses y poder en Medio Oriente y otras regiones del mundo, sino que planifican estratégicamente sus acciones con años de anticipación e implementan esos planes con la ayuda de medios controlados por los judíos con quien siempre se puede contar para hacer el blanqueo necesario de los eventos y crear las narrativas convenientes para justificar los crímenes de guerra que se tramaron e interpretaron con años de anticipación. No cabe duda que los EE.UU. es la mayor amenaza para la paz y la seguridad en todo el planeta. Su insaciable demanda de poder, control y acceso barato a los recursos económicos de todos los demás, principalmente petróleo, explica su presencia militar constante en el Medio Oriente y la interferencia en los asuntos de otros países. El ataque terrorista en Irak por parte de los EE.UU. es la confirmación de la regla. Sus intervenciones en Corea, Vietnam, Yugoslavia, Afganistán e Irak son guerras convencionales - al margen de que hayan sido o no autorizadas por el Congreso - donde los EE.UU. impusieron su hegemonía con el objetivo de infundir miedo a sus adversarios. Un importante estudio académico en el 2013 intentó una definición más realista de la guerra con el fin de establecer el alcance real de la participación de Washington en todo el mundo: "Conflictos en los que los EE.UU. está lanzando extensas incursiones militares , incluyendo aviones no tripulados, pero que están oficialmente declaradas" Según esa definición, ese país está en guerra en al menos seis lugares en este momento: Irak, Afganistán, Pakistán, Somalia, Yemen y Siria. La intervención militar de los EE.UU. en la forma descrita anteriormente no es la única forma de participación. El aumento de sus Operaciones Especiales ha aumentado de forma dramática y sus fuerzas de elite están desplegadas actualmente en 134 países, demostrando con ello su arrogancia imperial, involucrándose de una manera significativa y creciente en distintas partes del globo. Realizadas en su mayor parte a la sombra, la gran mayoría de estas misiones clandestinas se realizan lejos de las miradas indiscretas, el escrutinio de los medios o cualquier tipo de supervisión externa, por lo que la impunidad de sus acciones esta garantizada. Este despliegue ilegal, secreto, brutal, sangriento y mortal del poder de los EE. UU. en todo el mundo es lo que debería centrarse en el ejemplo más reciente de crímenes de guerra como el realizado en Irak para acabar con la vida de Soleimani. Irán e Irak han sido víctimas de ataques estadounidenses contra sus funcionarios gubernamentales que constituyen crímenes de guerra. Irán en particular no ha tenido otra opción que tomar represalias. Se trata de uno de los Estados nacionales más antiguos de Oriente Medio. Es una nación orgullosa y patriótica. Su dignidad y prestigio se han visto socavados por el asesinato de su alto jefe militar, por lo que las represalias son inevitables. Una respuesta contundente a este acto de terrorismo podría convertirse en una guerra a gran escala. Los principales medios de comunicación en manos de los judíos no los resaltarán ni los expondrán, pero los pensadores libres de todo el mundo deben señalar con firmeza y sin temor a Donald Trump y a los EE. UU. por lo que ocurra ahora en respuesta a sus crímenes de guerra (A propósito, este domingo aquella bestia humana acaba de amenazar nuevamente a Irán al afirmar grotescamente que si Teherán responde al atroz asesinato de su general, "serán golpeados muy rápido y muy duro de una manera desproporcionada, ya que tiene como objetivo 52 sitios iraníes, algunos de muy alto nivel y muy importantes para Irán y la cultura iraní" no importándole si con ello mata a miles (por no decir millones como sucedió en Irak  en el 2003) de familias, mujeres y niños inocentes. Venga ya, el mostrar repetidamente este salvaje comportamiento no lo convierte en un tipo duro, lo convierte en un monstruo) :(
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