Laos, un estado sin salida al mar en el sudeste asiático, encajado entre China, Vietnam, Camboya y Birmania, tiene el potencial de ser una especie de nexo para toda la región. Sin embargo, su cooperación con Beijing ha sido criticada por Occidente. Como sabéis, la empobrecida nación ostenta la poco envidiable distinción de "el país más bombardeado de la historia" luego de que un forma artera y criminal, EE. UU. arrojara más de 2 millones de toneladas de bombas durante la Guerra de Vietnam. Fue un genocidio encubierto cuyos responsables nunca recibieron castigo alguno por la monstruosidad cometida. A pesar de los años transcurridos de aquella catástrofe orquestada por Washington, Laos todavía está soportando las consecuencias, incluidas las numerosas muertes por municiones sin explotar. Enfrentado a numerosos desafíos, se ha apoyado en su gigantesco vecino del norte en busca de ayuda. En efecto, en los últimos años, Laos se ha beneficiado considerablemente de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China. A fines del 2021 se construyó el ferrocarril China-Laos, un sistema de alta velocidad que conecta la capital del país - Vientiane - con Beijing. Esto ha sido un cambio de juego para su comercio exterior y exportaciones. Actualmente, también se está construyendo una nueva supercarretera que atraviesa todo el país. Sin embargo, la semana pasada, un tendensioso artículo de Reuters atrajo el desdén generalizado en las redes sociales, ya que buscaba enmarcar el desarrollo de China en el país como el riesgo de una “nueva pandemia”. Se tituló "China, lugar de nacimiento de la pandemia de Covid-19, está sentando las bases para otra crisis de salud mundial". El artículo argumentaba que Laos es el hogar de una población de murciélagos portadores de “nuevos coronavirus”, la misma que dio lugar al origen de esa plaga que asolo a la humanidad y del que aun continúa sus secuelas. Según el argumento, al construir una carretera a través de los bosques tropicales del país, los humanos entrarán en contacto más cercano con los murciélagos, destruyendo así su medio ambiente y arriesgándose a una nueva pandemia. Este ejemplo de libro de texto de una historia exagerada de una 'China mala' exagera y se obsesiona con las consecuencias negativas especuladas de las actividades de Beijing, sin proporcionar nunca la imagen completa. Nunca se menciona, por ejemplo, cómo hasta 50 personas al año en Laos continúan muriendo a causa de las bombas estadounidenses sin detonar lanzadas sobre el país durante la guerra de Vietnam. Los medios de comunicación occidentales en general tienen en cuenta la relación de China con Laos, denunciando las inversiones chinas como una " trampa de la deuda " y acusando a Laos de ser un " estado vasallo". ¿Por qué se encuentra con tal reacción violenta? En primer lugar, se puede decir que Laos es el estado más pro-chino en el sudeste asiático, la región a la que EE.UU. apunta agresivamente como parte de su estrategia en el Indo-Pacífico. A pesar de ser comunista, Washington ve a Vietnam como un potencial contrapeso militar y económico de Beijing debido a su periferia marítima y a su histórica rivalidad con China; Sin embargo, Laos es un estado sin salida al mar que reduce la influencia geopolítica de EE. UU. para contrarrestar a China. Laos también teme al vecino Vietnam - su enemigo ancestral - y ve a Beijing como un garante para asegurar su propia independencia. Esto, combinado con la sangrienta responsabilidad de los EE.UU. en el país y el hecho de que nominalmente aun sea un estado comunista (desde que la monarquía pro-occidental fuera derrocada en 1975) hace de Laos un vecino muy cómodo para China, que también se erige como su mayor garante económico. La infraestructura respaldada por China está ayudando al empobrecido país sin salida al mar a obtener un acceso más fácil a los puertos y mercados. Además, al convertirlo en un nexo de la región, China también se está integrando con Tailandia y permitiendo que sus mercancías fluyan a más puertos del sudeste asiático. Esto se convierte en un obstáculo para la visión estadounidense de hegemonía sobre la región, que implica dominar por completo la periferia marítima de China de una manera que pone a prueba su capacidad para proyectar poder y dar forma al comercio global. Como resultado, se alienta a los medios corporativos occidentales a vilipendiar el BRI, incluido específicamente su impacto en Laos. Aquellos que duden de que haya un esfuerzo concertado para realizar aquello solo necesitan mirar la Ley COMPETES de EE.UU. del 2022, que asigna $ 500 millones a los medios de comunicación para aparentemente “combatir la desinformación china ” para las audiencias en el extranjero. Entre otras cosas, apunta específicamente al BRI, incentivando efectivamente la cobertura negativa del proyecto de infraestructura chino. EE.UU. odia el BRI, porque crea conexiones en Eurasia y, por lo tanto, cambia el paisaje estratégico alejándolo de las rutas marítimas dominadas por Washington. Esta demás agregar que la interesada historia propalada por Reuters se basa en la práctica probada y confiable de convertir a China en el chivo expiatorio de la pandemia de Covid-19 para infundir miedo sobre el desarrollo de sus carreteras en Laos. Pero uno debe preguntarse si EE.UU. alguna vez reconoció los monstruosos crímenes que cometió en Laos. ¿Se disculpó por arrojar 270 millones de bombas de racimo sobre él? Se estima que 80 millones de ellas no explotaron, y aunque los estadounidenses han invertido en esfuerzos de limpieza, las 50.000 vidas que estas bombas se han cobrado desde el final de la guerra muestran claramente que esto no es suficiente. Ahora, China no solo está impulsando la economía de Laos con la construcción de sus vías férreas, sino que también está ayudando a eliminar las consecuencias mortales del militarismo estadounidense. Mientras tanto, Occidente sigue prometiendo alternativas al BRI, con un nuevo nombre que surge prácticamente todos los años, pero las conversaciones son fáciles y estas promesas aún no han dado sus frutos. Es fácil asumir la autoridad moral en un tema cuando no eres tú quien tiene que asumir las consecuencias. Es justo decir que si hay una nueva Guerra Fría, Laos no se pondrá del lado de Occidente y por eso se encuentra en su mira. ¿Esta EE.UU. preparado un plan de desestabilización del país? Viniendo de quien viene que es un especialista en hacerlo - Ucrania es un claro ejemplo de ello - no nos sorprendería.