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miércoles, 11 de marzo de 2015

IRÁN: A la caza de ISIS

En la encarnizada lucha que se libra en el Medio Oriente contra ISIS - aquel grupo terrorista creado y financiado por los EE.UU. y entrenado en campos de Turquía y Jordania por la CIA y el Mossad israelí para “justificar” la presencia estadounidense en la zona - destaca especialmente el papel de Irán en la guerra contra el terror. En efecto, ante el rotundo fracaso de las operaciones militares aéreas de la denominada coalición internacional encabezada por los EE.UU. para “combatirlos”, estas no tienen ningún efecto porque aquella despreciable banda de asesinos – que tiene como líder a Abu Bakr al-Baghdadi, un conocido agente del Mossad - esta enterada de antemano por Washington de los lugares a ser “atacados”. Por ello, Irán ha adquirido una importancia fundamental para liquidarlos efectivamente en el campo de batalla. Como sabéis, aquella coalición está conformada en la actualidad, al menos nominalmente, por 60 países, quince de los cuales participan activamente en operaciones de bombardeo de posiciones terroristas y donde el 90% de las acciones aéreas son ejecutadas por aeronaves estadounidenses. Las actividades militares de esta coalición comenzaron en el mes de agosto del año 2014 destinadas, según Washington a “degradar y en última instancia destruir” a este grupo terrorista por ellos creado. Pero, en realidad tiene objetivos menos nobles y este es implementar un modelo de rediseño geoestratégico, que implica la balcanización de Irak y Siria, así como el desarrollo de áreas de influencia definidas por Estados Unidos, Francia e Inglaterra, fundamentalmente donde los objetivos de esta división tienen nombre de gas, petróleo y agua (este último de gran importancia en una zona desértica). Lo paradójico de este objetivo de lucha contra ISIS radica en un hecho ya irrefutable, y es que el principal enemigo del mundo musulmán - Israel - no ha sido perturbado en ningún momento por ISIS. Nunca ha recibido amenazas que impliquen alertar a su población frente a sus posibles incursiones. Más aún, las sólidas denuncias respecto a la participación del Mossad en la consolidación de este grupo criminal y los cuidados que se le han brindado a sus militantes en clínicas y centros médicos israelíes, demuestran que este movimiento responde a los intereses sionistas en la zona. Es parte de un plan que cuenta con el apoyo de Washington, Riad y el régimen de Tel Aviv. El retirado general Wesley Clark, ex Comandante Supremo Aliado en Europa entre los años 1997 y 2000 confesó el pasado 17 de febrero a la CNN que “ISIS comenzó a través de la financiación de nuestros amigos y aliados - Israel y Arabia Saudita - con el objetivo de hacer frente al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá)”. El ex general ha devenido, desde el año 2001 a la fecha, junto a un grupo de ex Oficiales superiores de diversas ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses, en un crítico acérrimo de la política exterior de su país, a la que considera influenciable en extremo por parte de Israel. Recordemos que Clark, ex comandante de la OTAN se opuso en el año 2003 al despliegue de tropas estadounidenses en Irak, advirtiendo que Washington extendería la guerra por Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán, y finalmente Irán, considerado este último país el enemigo a derribar por los planes militares del Pentágono. Sus pronósticos se han ido cumpliendo con fatal exactitud donde sólo la hábil política exterior y la política de alianzas de la nación persa con Rusia y China han logrado frenar los afanes hegemónicos. Es por ello que no nos debe extrañar que los resultados de las operaciones aéreas contra ISIS, en el plano del análisis cualitativo han sido un completo fracaso. Para el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Hasan Firuzabadi “la llamada Coalición Internacional, liderada por Estados Unidos, para supuestamente luchar contra ISIS es un enorme complot contra la región. ISIS no es más que una conspiración para difamar al Islam, un parásito en el mundo del Islam, creado por los israelíes, el Reino Unido y Estados Unidos y que debido a su actuar violento es utilizado por los sionistas como un medio”. Irán ha ofrecido en múltiples oportunidades cooperar en esta lucha contra el terror y sin embargo no se ha concretado. Los analistas occidentales y los propios datos que se pueden recabar de los informes de la coalición coinciden, que quienes llevan el peso de la contienda no han sido militares o pilotos aliados que desde miles de metros de altura dejan caer indiscriminadamente su carga de muerte y destrucción, lejos de las posiciones de ISIS, naturalmente. Han sido el Ejército sirio, combatientes de Hezbolá, los Peshmerga kurdos, y las fuerzas militares que responde al Gobierno de Bagdad, todo ello con un enorme esfuerzo en hombres, costos económicos y militares, donde el decisivo apoyo de Irán ha ido dando resultados positivos para que el curso de la lucha contra el terror se incline a favor de las países brutalmente agredidos y no de ISIS ni sus financistas. Especialmente es de destacar en esta lucha el papel protagónico de la Fuerza de Tarea Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución islámica de Irán, dirigidas por el carismático general de división Qasem Soleimani, han tenido un destacado papel en las recientes derrotas de ISIS, reconquistando pueblos y ciudades, entre ellos Tikrit, asegurando la línea del frente de batalla y reforzando al asediado Ejército iraquí, sobre todo en la ruta estratégica de Samarra a Bagdad. Para Occidente resulta políticamente complejo condenar la presencia de voluntarios iraníes o criticar el resurgimiento de milicias chiíes, si los objetivos militares son los mismos que dicen sostener los miembros de dicha coalición, Para el escritor y analista internacional indio-estadounidense, columnista de The Washington Post, Fareed Zakaria “Si Barack Hussein Obama verdaderamente desea destruir a ISIS tendrá que encontrar una manera de colaborar con Irán, el gran poder en el Oriente Medio sin lugar a dudas. A pesar de que el compromiso con Irán sería difícil y complicado, también representaría un cambio de juego estratégico con efectos beneficiosos que se expenderían a lo largo de la región desde Irak a Siria y Afganistán”. Cualquier solución en Oriente Medio requiere la opinión, el concurso y la participación activa de Irán. No se puede prescindir de la nación persa, que ha mostrado en estos meses su disposición, no sólo a buscar acuerdos en el plano de su Programa Nuclear junto al G5+1, sino también en acercar posiciones, combatir efectivamente al terrorismo de ISIS, y plantearse una búsqueda de soluciones definitiva para Oriente Medio. Y esto es así, le guste a no le guste a los halcones de Washington, sus socios sionistas o a la corrupta Casa Al Saud. Irán está cumpliendo el papel que su condición de potencia regional le exige. Esa constatación molesta en Occidente y sobre todo a Riad y el régimen de Tel Aviv, que constantemente suelen hablar al oído del renegado musulmán y Criminal de Guerra Barack Hussein Obama, para que se enfrasque en una lucha directa contra la nación persa, lo que desequilibraría definitivamente la situación en el Oriente Medio y desataría la III Guerra Mundial, porque tanto Rusia como China acudirían en su ayuda. Irán es una potencia que exige respeto y está dotada de gran capacidad militar, lista para enfrentarse a quienes sueñan con destruirla. Atrévanse a atacarla y verán lo que les espera :)
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