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miércoles, 13 de abril de 2016

NAGORNO KARABAJ: Un conflicto con grandes intereses contrapuestos

Nuestra atención se dirige en esta oportunidad a este pequeño enclave armenio situado en el Cáucaso, una región de gran importancia estratégica, ambicionado tanto por los EE.UU. como por Turquía, quienes son los directos responsables del reavivamiento de una guerra con el objetivo de crear no sólo un nuevo foco de tensión en las fronteras de Rusia, sino intentar resquebrajar la alianza de Moscú con Teherán en la guerra contra ISIS en Siria, ya que en ese lugar se contraponen sus áreas de influencia. Como sabéis, durante 22 años, el conflicto de Nagorno Karabaj se había mantenido congelado, en un estado de ni paz ni guerra. Si bien hubo cientos de violaciones del alto el fuego por parte de los azerbaijanos durante ese tiempo, todo se solucionaba a la brevedad posible por la vía diplomática. Sin embargo, la reciente vuelta a las hostilidades se produjo sospechosamente poco después de que el presidente armenio Serzh Sarkisian y el dictador de Azerbaiyán lham Aliyev se reuniesen por separado en Washington con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, aprovechando la reunión sobre seguridad nuclear convocada por el Criminal de Guerra Barack Hussein Obama. Asimismo, Aliyev se reunió con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, al que le recordó que el conflicto en dicho enclave sólo se resolverá "con una inmediata e incondicional retirada de las tropas armenias que hay en Azerbaiyán" recibiendo el apoyo de Kerry en sus absurdas pretensiones y ¡qué curioso! a las pocas horas volvía a estallar el conflicto en este montañoso y remoto enclave por primera vez en décadas. De hecho, los observadores opinan que Azerbaiyán tiene toda la intención de lanzarse a una guerra de agresión contra los armenios y cuenta para ello con el apoyo del despreciable dictador turco Recep Tayyip Erdogan. Incendiario como siempre, este criminal - quien asesina con total impunidad a miles de kurdos que luchan desde hace décadas en busca de su independencia - ha dicho que llegará el día en que Nagorno Karabaj “vuelva a pertenecer a Azerbaiyán” (?) cuando es sabido que históricamente siempre ha sido y será armenia. Ante todo, es bueno recordar que la disputa entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio del Alto Karabaj se remonta a la noche de los tiempos, dicho sea por simplificar. El conflicto se sustanció con colapso de la Unión Soviética. La guerra de 1988-1994 causó 20.000 muertos y un millón de desplazados. Nagorno Karabaj, con una mayoría de población armenia pero reconocida como un enclave cristiano dentro de Azerbaiyán, se declaró independiente, contando con el apoyo de la propia Armenia, cuyas fuerzas liberaron además 7 distritos que se encontraban en poder de Azerbaiyán y que rodeaban el Alto Karabaj por el sur, para “conectarla” con Armenia. Ese fue el pretexto buscado por los azerbaijanos para desatar el conflicto, el cual por cierto, ha servido durante los últimos años como una válvula de escape cada vez que los azerbaiyanos han tratado de expresar su frustración contra la feroz dictadura de Aliyev en las calles de Bakú y han sido brutalmente reprimidos por el aprendiz de Erdogan. De ambas partes en conflicto, Armenia es el único que tiene un sistema democrático, que se origino tras el colapso de la Unión Soviética y su posterior independencia. Al ser cristiana, el gobierno de Ereván siempre ha sido prorruso y ha buscado la protección de Moscú ante la amenaza que representan sus vecinos musulmanes, hostiles en grado sumo. Si bien Armenia se apegó a la política de vecindad de la UE, también se sumó a la Unión Euroasiática promovida por Vladímir Putin. La otra cara de la moneda es Azerbaiyán, que nunca ha conocido un régimen democrático y ha sido gobernada con mano de hierro desde su fundación. De ese país puede afirmarse que se trata de un pequeño-gran pozo de petróleo y de gas, donde el dictador Ilham Aliyev - que “heredó” el país de su padre, Gaidar Aliyev - ambicionando convertirse en el Dubai del mar Caspio pero sin mucha fortuna. Los azerbaiyanos (azeríes, en términos étnicos) son de lengua túrquica y los lazos con Turquía son naturales y obvios, un factor reforzado por el conflicto con Armenia. Ilham Aliyev ha mantenido, desde luego, los lazos con Turquía, a la vez que ha jugado, en el plano geoestratégico, con dos barajas, la estadounidense y la rusa. Si, por un lado, cedió a Estados Unidos el uso de hasta 7 estaciones de radar, en los últimos años y mientras el precio del petróleo de mantuvo alto, compró armas de última generación a Rusia por valor de varios millardos de euros, entre ellas carros de combate T-90. En el caso de una guerra abierta, se cree que la capacidad militar de Azerbaiyán es muy superior a la de Armenia, el cual tiene firmado un pacto de defensa mutua con Rusia y existe una fuerte presencia militar rusa en su territorio. Pero, según advierte Thomas de Waal, del centro Carnegie de Moscú, “cualquier operación militar en esta zona de conflicto puede, una vez comenzada, escapar a todo control. Todo el mundo sabe que una nueva guerra en el Karabaj no solo sería trágica para Armenia y Azerbaiyán sino devastadora para toda la región del sur del Cáucaso” asevero. Tal como están las cosas entre Rusia y Turquía a cuenta de Siria, una guerra por el Alto Karabaj podría cobrar enseguida un tinte religioso entre la cristiana Armenia y la musulmana Azerbaiyán, a pesar de que el factor religioso no contaba hasta ahora. Se esperaba que ninguno de los grandes actores implicados - Rusia, Estados Unidos, Irán y Turquía - quisieran una guerra a cuenta de ese territorio, pero Washington y Ankara están alimentando la escalada de violencia en la zona y son los responsables del reavivamiento del conflicto con el propósito de distraer a Rusia de sus objetivos en Siria, que es el de exterminar a ISIS y vaya que lo esta logrando. En este marco, los principales objetivos de Washington en la región son: 1.- Desmantelar la Unión Económica Euroasiática, que integra Rusia, Armenia, Kazajistán, Bielorrusia y Kirguistán. Ya en diciembre del 2012, Hillary Clinton amenazó con “retrasar o prevenir de forma eficaz” la ampliación de este estratégico mercado común. Un año después empezó la guerra de Ucrania, con la participación activa del senador John McCain durante las movilizaciones organizadas por las fuerzas próximas al fascismo ucraniano en Maydan, y de Victoria Nuland, la siniestra portavoz del Departamento de Estado de los EEUU, organizando el caos en la frontera europea de Rusia. Está por ver si puede aplicar este modelo en Armenia, para minar la alianza Moscú-Ereván; 2.- Crear otro foco de tensión simultánea en la periferia de Rusia, junto con Ucrania, Afganistán y Siria. De esta manera cree que así podrá forzar a Rusia a dar una solución definitiva al problema de Nagorno Karabaj, cediéndolo a Azerbaiyán, sin importar sus terribles consecuencias para la población armenia; Impedir que Moscú desde Armenia pueda armar a los aguerridos combatientes del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), quienes esparcidos por las montañas que comparte este país con Turquía y que luchan contra el genocidio de su pueblo perpetrado por el infame Erdogan con la complacencia de Occidente; 3.- Provocar otra guerra en las fronteras de Irán, que soporta desde hace tres décadas los conflictos de Afganistán y de Irak, explotando el potencial del conflicto para derivar a una guerra étnico-religiosa entre armenios cristianos y azeríes que, a pesar de ser chiitas, son apoyados por Turquía y la Arabia Saudita sunnita, así como por Irán, el cual paradójicamente podría entrar en conflicto con los armenios, aliados de Rusia, su socio en la guerra contra ISIS.; 4.- Intentar no perder a un Azerbaiyán díscolo, ya que es una valiosa justificación para que EEUU se quede en la zona. Ello debido a que Bakú es el único aliado de Washington en la cuenca del Caspio. Asimismo es la ruta Norte del suministro de combustible, alimentos y equipamientos a los soldados de la OTAN en Afganistán, mientras que la Sur es Pakistán; 5.- Convertirse en un suministrador de petróleo a Europa, como un potencial contrapeso al gas ruso, ya que es un país donde las compañías petroleras estadounidenses han hecho grandes inversiones en la industria petrolífera azerbaijana; 6.- Finalmente, al estar Azerbaiján situado estratégicamente, utilizarlo como una plataforma territorial desde donde se puede vigilar los movimientos militares de Rusia y de Irán en la región. Como sabéis, las Fuerzas Especiales de EEUU están instaladas en las costas azeríes del Mar Caspio y es el único aliado militar musulmán-chiita de Israel, siendo además vecino de Irán. Tras el derribo del avión ruso Su-24 por Turquía el pasado mes de noviembre, Moscú ha reforzado su presencia militar en sus bases situadas en las ciudades armenias de Erebuni y de Gyumri, ambas a pocos kilómetros de la frontera con Turquía, provocando la ira del sátrapa turco, quien esta “incentivando” a los azeries a entrar en guerra con Armenia. Es por ese motivo que Washington estaría trasladando a la región a los terroristas de ISIS - quienes huyen en desbandada de los bombardeos rusos y del avance del ejercito en Siria - para que desaten el terror y “justificar” su intervención militar bajo el pretexto de practicar la guerra “contra el terror”. Como podéis notar, este conflicto terminará agravándose sino es detenido a tiempo y Rusia sabe como hacerlo, ya que al tener tropas en la frontera sur, bien podría entrar en Azerbaiján, derrocando a la dictadura de Ilham Aliyev y acabando con sempiterna amenaza de los azeries a Nagorno Karabaj, reunificándolo con Armenia de manera definitiva. Mantener el status quo - como piden algunos, solicitando la intervención de las Naciones Unidas - solo agravara la situación en los años posteriores, por lo que es necesario cortar de raíz con ese problema de una vez por todas. El señor Putin tiene la palabra :)
Berg-Karabach: An der Frontlinie | Fokus Europa por DW_Deutsch
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