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miércoles, 19 de febrero de 2020

RECEP TAYYIP ERDOGAN: Furia desatada

Cuando ya casi parecía que pronto llegaría la paz a la martirizada Siria, con la derrota y desaparición de ISIS bajo toneladas de bombas y misiles rusos que arrasaron su ilusorio “califato” sionista, enviando asimismo a los infiernos al conocido agente del Mossad israelí Abu Bakr al-Baghdadi, las cosas se pusieron difíciles de nuevo, debido precisamente a la tenaz negativa de los EE.UU. de reconocer su fracaso. En efecto, la gobernación de Idlib, el último cobijo para los terroristas de Al Nusra (que al igual que ISIS y Al Qaeda, fueron creados y financiados por Washington) se convirtió una vez más en escenario de sangrientos combates entre este grupo criminal y el ejercito sirio, que busca liberar uno de los últimos remanentes en manos de los terroristas. Esta vez sin embargo, la escalada está marcada por el involucramiento de Turquía, que nuevamente demuestra el doble juego que realiza en la región su dictador Recep Tayyip Erdogan, aquel feroz asesino de kurdos y quien en su locura homicida busca restaurar las fronteras del Imperio Otomano en todo su esplendor - que iba desde el Danubio hasta el norte de África, incluyendo la península arábiga e Irak - el cual fue desmembrado por los ingleses y franceses tras su derrota en la I Guerra Mundial, quienes a su vez se repartieron sus despojos creando países artificiales que fueran fieles a sus intereses. Desde que asumió el poder, Erdogan no ha dejado de manifestar su deseo de “recuperar” lo perdido, interviniendo en Siria para contener a los kurdos aliados de Washington que buscaban crear un “enclave” títere en la zona, considerado por Ankara como un gran peligro, ya que su existencia serviría de “ejemplo” digno de imitar para la inmensa y belicosa población kurda existente dentro de sus limites, quienes desde hace siglos luchan incesantemente por su independencia, los cuales a pesar de las sangrientas represalias a que han sido sometidos por el ocupante turco, no han cesado en su empeño de lograr una Kurdistan libre. Como sabéis, así se denomina al territorio histórico habitado por los kurdos - que por cierto, nunca han logrado ser un Estado - el cual actualmente se encuentra dividido entre varios países de la región, como Irán, Irak, Siria y Turquía, aunque en este ultimo país es donde se concentran la mayor cantidad de ellos y en el cual su sufrimiento es inenarrable, con sus ciudades destruidas por los bombardeos de tanques y aviones, con miles de cadáveres de hombres, mujeres y niños pudriéndose al sol. Victimas de continuos genocidios por parte los turcos - ante el silencio cómplice de Occidente al tratarse de un “socio” de la OTAN - y aprovechando el caos existente en Siria por el inicial avance de ISIS, contando con la prometida “protección” de los EE.UU., un grupo de kurdos de origen sirio se proclamaron “independientes” pero no contaron con la brutal reacción de Turquía, que invadieron inmediatamente el territorio para liquidarlos y desde entonces de quedaron allí, donde dieron cobijo a los terroristas de Al Nusra que huían del avance sirio. Con Damasco dispuesto a reunificar su territorio, era indudable que tarde o temprano turcos y sirios se iban a enfrentar, pero la intervención rusa logro una frágil tregua que por lo visto, no ha podido durar mucho. En efecto, el aumento de hostilidades comenzó a finales de enero, cuando Turquía, que cuenta con amplia presencia en Idlib “expresó su descontento” con el avance sirio en la zona. Una ofensiva que ha sido una respuesta a las reiteradas violaciones por parte de los terroristas que aun encuentran en esta área. Desde entonces se han producido un intercambio intensivo de bombardeos. Durante uno de estos ataques, realizado por parte del Ejército sirio el pasado 3 de febrero, seis soldados turcos perdieron la vida. Según explicó el Ministerio de Defensa ruso, los militares otomanos quedaron atrapados bajo el fuego porque no habían avisado a la parte rusa sobre sus movimientos en el lugar. Está claro que los sirios no tenían la intención de matar a los militares turcos, ya que su accionar estaba dirigido contra las posiciones terroristas. Pero desde el principio ha sido obvio que Ankara no lo pasaría por alto. Por ello, Erdogan utilizo esa excusa para atacar las posiciones sirias, ocasionando la muerte de 30 a 35 militares sirios, según las palabras del propio sátrapa otomano. Como podéis imaginar, la vida en Idlib durante los últimos años ha sido difícil. Sin embargo, gracias al proceso político comenzado por el Presidente ruso Vladímir Putin y el dictador Recep Tayyip Erdogan, durante su cumbre en la ciudad rusa de Sochi en septiembre del 2018 se pensó que era posible aliviar las tensiones. El tratado preveía la creación de una zona desmilitarizada en Idlib, donde se encontraban refugiados miles de terroristas de Al Nusra que combaten al Gobierno de Bashar al Assad, y cuya presencia representa un peligro por lo que es imprescindible exterminarlos, como se hizo con ISIS. Pero Turquía nunca cumplió su promesa del acuerdo, negándose a desarmar a los terroristas lo que hizo que la situación fuera insostenible: los enfrentamientos continuaron y Al Nusra siguió violando el régimen del cese al fuego. A principios del 2019, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia Sergey Lavrov, comentó sobre el acuerdo turco-ruso sobre Idlib, y las inquietantes noticias de que algunos países occidentales querían preservar Idlib como un refugio seguro de los terroristas para seguir atacando desde esa posición a Siria: “Existen noticias de que algunos países occidentales desean hacer precisamente eso. Quieren que este enclave donde Al-Nusra controla más del 90% del territorio se convierta en un participante en el futuro proceso político”, declaró Lavrov en una conferencia de prensa. “Está claro que no puede haber conversaciones con esos criminales. Nuestras contrapartes occidentales han demostrado repetidamente el doble rasero, por lo que no puedo descartar que la información que he mencionado esté bien fundada” asevero. En efecto, como consecuencia de semanas de bombardeos contra los distritos residenciales de la ciudad siria de Alepo, el Ejército sirio, en respuesta a estas graves violaciones, lanzó una ofensiva contra las posiciones terroristas en Idlib y ha tenido mucho éxito. Esto seguramente no le convino a Ankara que considera que la provincia se encuentra “en su zona de responsabilidad” pero no hace nada para contenerlos. Al respecto, Turquía estableció 12 puestos de observación en la provincia de Idlib luego de un acuerdo con Rusia en el 2018; se suponía que servirían para facilitar su plan prometido de separar a los terroristas de los civiles desarmados. Sin embargo, esta artimaña fue utilizada por Ankara para defender a los terroristas, quienes siguen la misma ideología demencial de Erdogan y su partido AK. Eliminar a Al Nusra se ha vuelto por ello crucial para la recuperación económica de Siria. Los terroristas están bien abastecidos, entrenados y tienen armas y municiones en cantidades aparentemente ilimitadas para atacar desde esa posición áreas residenciales sirias. Por ese motivo, el Ejército de Damasco ha tenido que actuar para dejar fuera del peligro a los civiles de esas regiones, quienes viven con el temor constante de un ataque con misiles que emana de Idlib, por lo que son las verdaderas víctimas y no los terroristas que protege Turquía. A pesar de las vociferantes amenazas de Erdogan de que si a fines de febrero los sirios no se retiran del territorio, “atacara los objetivos del Gobierno sirio en todo el país por cualquier medio necesario, por aire o tierra”, Damasco calificó de “despreciables” y “vacías” sus palabras, propias de alguien desconectado de la realidad. “Estamos listos para responder a las agresiones del Ejército turco en su ocupación. Los ataques turcos no tendrán éxito en la protección del terrorismo armado y no disuadirán a nuestro Ejército de perseguir sus hostilidades en la gobernación de Idlib para reestablecer la seguridad y la estabilidad en toda la extensión de la geografía siria”, se puede leer en un comunicado publicado por el Comando General de las Fuerzas Armadas Sirias. En esta misma línea se ha manifestado Rusia, que ha lanzado un mensaje intimidante a Turquía. “No podemos sentarnos y esperar a lo que sucederá en Idlib, en un momento en que las posiciones de las fuerzas sirias y las nuestras, incluida la Base de la Fuerza Aérea de Hmeimin, [ubicada en la provincia de Lataia, al noroeste del país] están sujetas a bombardeos diarios y ataques con drones”, ha aseverado el director del Departamento de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Pyotr Ilyichov. “Rusia no permanecerá indiferente frente a la agresión turca contra Idlib, ni tolerara un ataque militar contra territorio sirio por parte de Ankara y seguirá apoyando firmemente a Siria en su lucha contra el terrorismo” aseguro. Si ello significa una guerra abierta contra Turquía y su demente dictador, que así sea. A ver si Erdogan se atreve a enfrentarse a Rusia. Seria su fin (Como era de esperar, los EE.UU. han visto en el conflicto de Idlib una magnifica oportunidad para intentar “cerrar filas” con Turquía y tratar de restañar sus heridas, pero el sátrapa turco no olvida que fue Washington quien intentó derrocarlo en el 2016 para reemplazarlo por el títere colaboracionista Fethullah Gülen, quien vive en Pensilvania protegido por la CIA y se niega a entregarlo a pesar de los insistentes pedidos de Ankara para juzgarlo y condenarlo a muerte. Con esos negros antecedentes ¿un ser tan desquiciado y paranoico como Erdogan podrá confiar en ellos?) :)
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