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miércoles, 4 de enero de 2017

BARACK HUSSEIN OBAMA: Un amargo final

Venga ya, no cabe duda de que el Criminal de Guerra y musulmán encubierto Barack Hussein Obama ha caído en la desesperación y presa de la ira al saber que su infame ‘legado’ será borrado de un plumazo por el Presidente electo Donald Trump apenas asuma su cargo el próximo 20 de enero, para desviar la atención pública de su nefasto paso por la Casa Blanca, ha desatado una demencial campaña antirrusa junto a esa camarilla enloquecida que lo rodea como no se veía desde los tiempos de la Guerra Fría, culpando a Moscú sin prueba alguna de todo lo malo que uno se pueda imaginar, en su torpe afán de querer sabotear a como de lugar la labor de su sucesor, quien ya ha anunciado que tratara de establecer unas cordiales relaciones con el señor Vladimir Putin - a quien admira por cierto - para iniciar juntos una lucha frontal contra ISIS (aquel engendro sionista creado por Hillary Clinton, financiado por Arabia Saudita y Qatar) el cual si bien ha recibido demoledores golpes en Siria por la aviación rusa y el ejercito sirio que han arrasado con su ilusorio ‘califato’, aun resiste en Irak, donde recibe ayuda militar por parte de Washington y sus aliados de la OTAN, teniendo como ‘instructores’ a militares británicos, franceses e israelíes, demostrando quienes son los patrocinadores del terrorismo internacional. El odio de Obama al ver que su mundo de fantasía se derrumba por todos lados, lo han llevado en los últimos días a cometer una serie de disparatadas acciones en contra de Rusia que lo pintan de cuerpo entero y lo muestran como un mal perdedor, mediocre y resentido. Esta actitud ha sido condenada por diversos analistas quienes consideran de que el único objetivo de ello es envenenar aun más las ya tensas relaciones con Moscú para hacer más difícil al señor Trump el tratar de revertirlas. En efecto, a escasas semanas de dejar el cargo, Obama ha aprobado "in extremis" una serie de acciones unilaterales antes de la llegada del magnate republicano, creyendo con ello evitar que cumpla sus promesas de campaña. Así, ha proclamado algunas medidas que podrían impactar en el nuevo gobierno, como la prohibición de prospecciones petroleras y gasísticas en aguas del Ártico y algunas zonas del Atlántico o las sanciones económicas y diplomáticas contra Rusia (como la expulsión de 35 diplomáticos en repuesta a su supuesta injerencia en las elecciones para dañar a Hillary Clinton y favorecer el triunfo de Donald Trump) en base a ridículas acusaciones sin fundamento, mostrando como ’pruebas’ documentos fraudulentos preparados tanto por la CIA como el FBI. Si bien esperaba una reacción rusa, por el contrario, el señor Putin le dio una clase magistral de diplomacia no rebajándose a su nivel, lo cual ha sido alabado por el señor Trump en su cuenta de Twitter: "Magnífica decisión (de V. Putin). Siempre supe que era muy inteligente", dejando mal parado a Obama que se quedo con las ganas de seguir en su absurda pelea. Más allá de las ridículas sanciones contra Rusia, Obama proclamó otras dos cuestionadas medidas destinadas aparentemente para ’proteger’ el medio ambiente, de forma que si el señor Trump trata de gobernar en un sentido contrario a su antecesor tendrá que enfrentarse a numerosas disputas legales. Para proclamar la primera de estas medidas, Obama recurrió a una ley de 1953 con el fin de bloquear indefinidamente las perforaciones en el Ártico y parte del Atlántico ante los planes de Trump para promover un aumento de las prospecciones petroleras marítimas y terrestres en áreas controladas por el Estado. En segundo lugar, designó esta semana dos monumentos nacionales en los desiertos de Utah y Nevada para ‘proteger’ cerca de 6.677 kilómetros cuadrados de recursos naturales. Obama también quiere poner difícil a Trump el cumplimiento de su promesa de desmantelar la Ley de Cuidado Asequible, conocida como "Obamacare", considerada por el Presidente electo como un fracaso total, el cual ha prometido eliminarlo apenas asuma el cargo. Aparte de ello, Obama también ha desmantelado un programa de registro creado por su predecesor, George W. Bush, luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001 para rastrear a los visitantes procedentes de países con grupos terroristas y que afectaba principalmente a árabes y musulmanes. Trump había sugerido en varias ocasiones que reactivaría ese programa e incluso que propondría un registro nacional más amplio de todos los musulmanes, en el marco de su idea de prohibir la entrada a Estados Unidos de esos parásitos, ya que son terroristas en potencia y ello se puede comprobar fácilmente con los sangrientos atentados terroristas que suceden en Europa realizados precisamente por ‘refugiados’ de países musulmanes y que en realidad son comandos asesinos de ISIS quienes huyen de Siria para evitar el castigo por sus abominables crímenes, los cuales fueron recibidos por cientos de miles con los brazos abiertos por Ángela Merkel, listos para desatar el terror ‘entre los cruzados’ tal como lo anuncian en sus mezquitas, donde son instruidos los hijos de los millones que llegaron décadas atrás, quienes viven encerrados en sus guetos odiando todo lo occidental y que se convierten en los mejores aliados de los ‘refugiados’ ya que los consideran suyos, festejando sus acciones terroristas. Con esa clase de peste (que debería ser exterminada sin piedad) se vive hoy en Europa por la cobardía y pusilanimidad de sus políticos y eso es lo que el señor Trump quiere evitar que se repita en los EE.UU. impidiendo su entrada, pero absurdas medidas tomadas por Obama (el cual por cierto es musulmán y al que ISIS ha proclamado su ‘califa’) para bloquear esta iniciativa, demuestra de que lado esta y porque sigue apoyando a ese grupo criminal para que sigan desangrando a Siria e Irak. Por lo visto, Obama no quiere que su nefasto ‘legado’ quede en el olvido y acabe siendo un pie de página en los libros de historia. Así lo da a entender el ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Newt Gingrich, quien criticó el frenesí desesperado que le ha entrado en los últimos días por aprobar iniciativas, con el objetivo de acentuar aun más las divisiones existentes en el país y comparó su ‘legado’ con una muñeca que se está desinflando: "Su legado es como una de esas muñecas que se están desinflando y se está encogiendo cada vez más. Su desesperación se debe a que el 70 por ciento de las órdenes ejecutivas dictadas por el serán frenadas o eliminadas por Trump y el resto modificadas.”No debe quedar nada de su paso por la Casa Blanca. Su fracaso quedará a la vista de todos y eso es lo que teme en realidad” puntualizó. Quien opinó de la misma manera fue Sean Spicer, futuro secretario de Prensa de la Casa Blanca, el cual señaló en el programa 'This Week' de la cadena ABC que “el presidente electo cancelará en su primer día muchas de las regulaciones y medidas tomadas por la actual Administración en los últimos ocho años" aseveró. Si hablamos de su desastroso ‘legado’ que quedará como una marca indeleble, podemos referirnos a sus acciones criminales en el Medio Oriente, por lo cual será ‘recordado’ como el primer inquilino de la Casa Blanca en haber presidido dos mandatos continuos de guerra. Este incluye operaciones en curso en Afganistán, ataques con drones en el noroeste de Pakistán, la destrucción de Libia en el 2011, la incitación de la guerra civil en Siria, el respaldo a las brutales intervenciones sauditas en Yemen y los conflictos civiles en Ucrania, el Cáucaso y en diversos países de África. Sin embargo, es en Irak donde Obama dejó su ’legado’ mas sangriento y perdurable. Existe una ironía amarga en el hecho de que este fue electo en el 2008 en gran parte por su supuesta oposición a la invasión y ocupación de Irak por parte del gobierno de Bush. Tras continuar la guerra por tres años más después de haber llegado al poder, se jactó de haberla terminado formalmente con la retirada de tropas en diciembre del 2011. No obstante, Obama reinició los ‘ataques’ estadounidenses en Irak luego de que ISIS capturara la ciudad de Mosul en junio del 2014. Hoy en día, en esa misma ciudad al norte del país, se está llevando a cabo uno de los episodios más criminales en los más de 25 años de violencia perpetrada por Estados Unidos contra el pueblo iraquí (lo cual por cierto, es silenciado por la prensa occidental, que no informa absolutamente nada de lo que sucede allí). Mosul está siendo asediada por decenas de miles de soldados del ejército iraquí, el gobierno regional kurdo (GRK) y milicias chiitas. El objetivo es retomar la ciudad del control de ISIS, quienes fueron capaces de capturar esta y otras ciudades iraquíes de las manos del gobierno de Bagdad, gracias a las armas que consiguieron precisamente por servir a EE.UU. y sus aliados como fuerzas subsidiarias en la guerra civil en Siria para derrocar al gobierno de Bashar al-Assad. El gobierno de Obama utilizó a ISIS  para reanudar sus operaciones a gran escala en Irak e intervenir directamente en la guerra civil siria. Esta intervención la han pagado innumerables iraquíes y sirios con millones de vidas. Luego de dos meses del asalto a Mosul, se reportan pérdidas civiles, desplazamientos y la destrucción de infraestructura civil en gran escala, provocando un alto sufrimiento humano. Debido a la feroz resistencia, la ofensiva ha avanzado de forma limitada, fracasando el intento de Obama de querer presentarlo como una ‘victoria’ antes de culminar su mandato. El ejército estadounidense ha indicado que la campaña contra Mosul seguirá por dos a cuatro meses, o sea que continuará bastante después de que llegue Donald Trump al poder. Cuando la ciudad caiga al control de la coalición, si lo hace, es probable que nunca se sepa el número exacto de muertes civiles, pero no cabe duda que su cifra sea cientos de miles, a los cuales hay que agregar los millones de vidas que se perdieron desde la invasión de Irak en el 2003 por los EE.UU. y todo para obtener el control del petróleo que fue el verdadero motivo de la guerra, una conspiración criminal diseñada por el gobierno de Bush y los conglomerados petroleros y ‘justificada’ con las perversas mentiras de que Irak estaba amenazando a EE.UU. con ‘armas de destrucción masiva’ que jamás existieron. El gobierno de Obama continuó la intervención debido a que los años de resistencia iraquí le impidieron a EE.UU. controlar completamente los recursos del país y Oriente Medio. Al fracaso de su ‘estrategia’ en Irak, podemos sumar el desbaratamiento del golpe de Estado en Turquía patrocinado por Washington y la derrota de ISIS en Siria, gracias al decisivo apoyo ruso al gobierno de Bashar Al- Assad que le ha permitido liberar Aleppo y pasar a la ofensiva. Esto ha representado uno de los reveses más importantes para la agenda de Estados Unidos y de Obama en particular, cuyo fracaso es patente para todos. Caos, violencia, muerte y destrucción es el sangriento ‘legado’ que deja para la posteridad ¿pagara por ello alguna vez? :(
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