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domingo, 16 de octubre de 2011

LA CRISIS DEL EURO: ¿En que medida puede afectar al resto del mundo?


Venga, esta vez quisiera comentar sobre la grave situación económica que se vive en Europa debido a la crisis del Euro y que tarde o temprano nos afectaran a todos.El euro, la moneda única de 17 estados europeos y abierta a los otros diez que componen la Unión Europea - creada para integrar, consolidar y promover un ente supranacional que superase al Estado nación en muchas de sus responsabilidades- está atravesando su más grave crisis desde su puesta en ejecución y corre el riesgo de deshacerse poniendo en peligro la economía mundial. Las recetas económicas ortodoxas que se prueban una y otra vez son rechazadas por el mercado y, por lo tanto, no logran paliar la crisis financiera griega (como ha ocurrido en casos similares). La dureza con los deudores lleva a que las deudas no se paguen o a que, al condenarlos a que paguen, no puedan crecer. El resultado lo conocemos. Grecia terminará en la quiebra (el default, para decirlo en términos más elegantes), y de allí en más, si finalmente ocurre lo que todos piensan pero no dicen, otros países que se encuentran en su misma situación como Portugal, Irlanda, España e Italia, deberán sacar boleto para ver a quién y cuándo le va a tocar transitar por el mismo camino. Por su parte, a los más poderosos - como Alemania en primer lugar - les tocará la difícil tarea de tener que elegir entre reducir el espacio geográfico donde rige la moneda común o eliminarla. Dilema terrible. Es decir, estamos asistiendo al fracaso del proyecto de integración más importante que se haya puesto en marcha en Europa (y en el mundo). La creación del euro fue un largo proceso que, impulsado por Francia y Alemania - luego de varias marchas y contramarchas - finalizó en el Tratado de Maastricht, que dio lugar a "la Europa de los ciudadanos". Más tarde se pasó a la redacción de una Constitución europea impulsada por el Tratado de Lisboa. Todo ello parecía constituir una base de piedras sólidas del edificio común. Se llegaba, luego de 50 años, a puerto seguro: la Europa unida, con una sola moneda y con un representante para Asuntos Exteriores, saldando así uno de los grandes déficits de la Unión Europea en su relación con los otros actores importantes del poder mundial- Comenzaba la era del mundo multipolar, que abría el camino al multilateralismo en las relaciones internacionales. Pero, la realidad - que es mucho más compleja que el mundo de las ideas- introdujo su cuota de realismo egoísta. Al sentirse los ciudadanos de Europa ricos, fuertes, exitosos y seguros de su futuro comenzaron a gastar y malgastar todo lo que tenían, el consumo se convirtió en el deporte nacional de muchos ciudadanos europeos, sobre todo en los del Sur del continente y comenzaron a aparecer los abultados déficits presupuestarios, las burbujas inmobiliarias y las grandes deudas que en algún momento tendrían que pagar. Ahora la "solidaridad" de los países más grandes comenzó a ser reemplazada por la necesidad de cobrar sus deudas. Volviendo a la ética protestante -que postula que las conductas que se alejan de la austeridad y caen en el despilfarro deben ser castigadas-, se enviaron a aquellos países que se encontraban y se encuentran en dificultades mensajes duros que obligaron a fuertes ajustes en sus economías. Así llegamos a las vísperas de la tragedia griega, un país técnicamente en quiebra y que sobrevive únicamente por el considerable apoyo financiero que recibe de parte de los demás países de la UE temerosos que esta crisis “contagie” a otros países más débiles de la Zona Euro con las insospechadas consecuencias que eso traería. Sin embargo, a pesar de esos problemas, el proyecto de conformar la Unión Europea no debe ser descartado todavía. Pese a todo, se debe ser optimista en el largo plazo. Creemos que los dirigentes europeos no olvidarán los terribles momentos históricos que atravesaron sus países y sus ciudadanos antes de diseñado ese proyecto utópico supranacional ambicioso basado en la democracia, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, que constituyó un ejemplo de paz y de consenso para todos. El mundo necesita de una Europa fuerte y unida, que siga constituyendo un actor global que haga de contrapeso a los otros poderes internacionales como los EEUU, que no cesa en torpedear a la UE cuanto le sea posible, ya que considera que su existencia no es favorable a sus intereses. Es por ello que ante esa infame amenaza, es de esperar que la crisis del euro sea solamente un episodio pasajero dentro de un proceso que llegue a concretar finalmente los objetivos que propusieran sus fundadores sobre una Europa unida :(
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