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miércoles, 4 de diciembre de 2013

UCRANIA: ¿Victima de una conspiración de Occidente?

Venga ya, debo confesaros que esta semana tenia planeado referirme al proceso independentista que se realiza en Escocia, cuando las violentas protestas antigubernamentales en Ucrania exigiendo la caída del gobierno pro- ruso - debido a la firme negativa del presidente Víctor Yanukovich de firmar un infame acuerdo con la Unión Europea que pondría a su país bajo “tutelaje” de Occidente y la “protección” de la OTAN, alejándose con ello de influencia de Moscú – nos obliga a retomar este tema, el cual si bien ya habíamos tratado ampliamente el pasado 13 de noviembre, nuevos elementos indican quienes están detrás de estas manifestaciones. En efecto, las revueltas provocadas por sectores “pro europeos” (que tienen todos los signos de un intento de golpe de Estado, financiados sin ninguna duda por aquellos al ver que la presa se les escapa de las manos) arraigan otra vez en Ucrania. Este país meridional de 45 millones de habitantes, a orillas del mar Negro con un territorio mucho más grande que Polonia, siempre ha sido codiciado por la OTAN, el cual tras el derrocamiento de la dictadura comunista y la desaparición de la Unión Soviética, creyó que había llegado el momento de poner pie en una zona de gran importancia estratégica ubicada a medio camino entre Europa y Asia - y que con la excepción de la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial - había estado vedada al resto del mundo por siglos. Aprovechando la debilidad rusa, lograron atraer para si a casi todos los países del llamado Este europeo integrándolos en la Alianza Atlántica, a los que siguieron los países bálticos, considerado como un claro desafió a Moscú. Envalentonado con su triunfo, su codiciosa mirada se dirigió a Ucrania, pero debido a la reticencia de Kiev nunca pudieron concretar sus planes … hasta ahora. Ucrania siempre ha ejercido un poderoso influjo en la imaginación de Rusia y también tiene un gran potencial como socio comercial. La nación rusa surgió de un estado medieval eslavo conocido como Rus de Kiev, por lo que el presidente ruso Vladimir Putin considera a su vecino occidental profundamente ligado a la historia y a la cultura de su propio país por lo que no puede permitir bajo ningún concepto que quede fuera de la orbita de Moscú. Y es que una revuelta proeuropea en Ucrania también amenazaría la visión que el presidente ruso tiene de su país en un contexto global. Su principal objetivo en política exterior es restaurar el área de influencia para Rusia, que abarque la mayoría de la antigua Unión Soviética y Ucrania, con sus 45 millones de habitantes, un vasto territorio, con recursos económicos y vínculos inmemoriales con Rusia, representa la joya de la corona. Importa mucho más que Moldavia o Bielorrusia. Si los ucranianos se vuelven hacia el Oeste, en lugar de hacia el Este, la política exterior de Moscú sufriría un rudo golpe, Es por ello que los rusos trataron por todos los medios de bloquear las negociaciones iniciadas entre Kiev y la Unión Europea para que llegasen a buen término. Así, en un esfuerzo para que Ucrania se plantease mirar a Moscú en lugar de Bruselas, los rusos presionaron fuertemente al Gobierno de Yanukóvich imponiéndole fuertes restricciones comerciales sobre los productos ucranianos, para demostrarle al país el precio que tendría que pagar si se decantaba por darle la espalda a Moscú. Al mismo tiempo, reuniones recientes entre Putin y Yanukóvich bastaron para persuadir al líder ucraniano de que los intereses de su país estaban ligados a los de Rusia, y es por ello que el líder ucraniano anunció que no iba a firmar acuerdo de asociación con la UE, el cual fue recibido como una dulce victoria en Moscú. Sin embargo, esta decisión origino un gran rechazo en la oposición antirusa, quienes han desatado una serie de violentas manifestaciones exigiendo la caída del gobierno y el cambio de rumbo del país. Demás esta decir que estas demandas de estos conspiradores han sido generosamente amplificadas por la prensa occidental y cuentan asimismo con el apoyo de la OTAN, el cual condenó "el uso excesivo de la fuerza” contra los “pacíficos”(?) manifestantes, exigiendo al Gobierno de Kiev a garantizar “las libertades de expresión y reunión“ de quienes buscan un golpe de Estado favorable a sus oscuros intereses, demostrando con ello su hipocresía y doble moral, así como una descarada injerencia en los asuntos internos de un país soberano. ¿Que sucederá en los próximos días? Si bien los manifestantes insisten en que se quedarán en las calles hasta que el presidente renuncie, Yanukovich acaba de anunciar que no tiene el más mínimo deseo de complacerlos, mientras Ucrania continua en la incertidumbre. A que no se trata de ninguna “revolución” ni leches como quiere presentarlo la prensa occidental. Esperemos que esta intentona golpista de la OTAN quede desbaratada una vez más :(
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