Bajo el lema ‘Holanda para los holandeses’, el líder nacionalista Geert Wilders del Partido para la Libertad (PPV) - quien encabeza los sondeos para las elecciones de marzo - dio inicio a su campaña electoral, prometiendo ‘desislamizar’ el país, una potencial amenaza que al igual que en el resto de Europa, crece a un ritmo alarmante, producto de las masivas llegadas de ‘refugiados’ al continente, que no son otra cosa que terroristas, a los que hay que agregar a los millones de indeseables que viven desde hace décadas instalados en guettos ubicados en las periferias de las ciudades, donde desde sus mezquitas propalan el odio a todo lo occidental, celebrando cada vez que ISIS realiza sangrientos atentados en contra de los ‘cruzados’, porque los consideran suyos. Y como no va a ser, si envían a sus hijos nacidos en Europa (que de ‘europeos’ no tienen nada, basta con verles las caras de moros que tienen) a luchar en Siria e Irak al lado de esas bestias sionistas cometiendo aborrecibles crímenes contra las indefensas poblaciones civiles y que a su vuelta, huyendo del duro castigo propiciado por los quirúrgicos bombardeos rusos que literalmente han pulverizado su ilusorio califato, llegan juntos con ellos, haciéndose pasar como ‘refugiados’ convertidos en comandos asesinos, listos para desatar el caos y la violencia en nuestras ciudades. Como podéis notar, se trata de una combinación sumamente explosiva que nuestros corruptos y decadentes políticos tradicionales no quieren ver, ni mucho menos enfrentar, pero que por el contrario, en nombre de una falsa ‘solidaridad’ Angela Merkel quiere que recibamos a esos criminales con los brazos abiertos. Sin embargo, esta insostenible situación, ha originado el auge de los movimientos nacionalistas en todo el continente (con la lamentable excepción de España) listos para hacer frente a esos parásitos y expulsarlos de Europa, blindar las fronteras y evitar su regreso. Si bien de todos los líderes de ‘la derecha alternativa’ - admiradores de Vladimir Putin y Donald Trump - la mas conocida es Marine Le Pen, del Frente Nacional y favorita en los comicios a realizarse en Francia, es en Holanda donde se dará inicio en marzo a una serie de elecciones que definirán el nuevo rumbo de Europa y que serán las primeras de un año en que también los ciudadanos de Francia, Alemania y probablemente Italia están llamados a las urnas. En Holanda confluye un hecho clave que ya marca tendencia en los otros países: el auge del nacionalismo y el fuerte rechazo a los musulmanes por parte de los holandeses hartos de ser ciudadanos de segunda en su propio país. Se estima que los 12,6 millones de electores darán el próximo 15 de marzo al Partido de la Libertad (PVV), que lidera Geert Wilders, el mayor número de votos y convertirse en el partido mayoritario en el Parlamento, donde en alianza con otras agrupaciones conservadoras podría formar gobierno y poner en practica todos sus ofrecimientos, como la expulsión inmediata de todos los musulmanes del país, clausurar las mezquitas, prohibir el Corán, cerrar las fronteras, salir de la Unión Europea con la previa convocatoria de un referéndum y abandonar el euro para volver al florín. Su ideario político está en la línea, aunque es mucho más duro, del que ha favorecido el triunfo del Brexit en el Reino Unido y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, en un momento en que partidos similares al suyo crecen especialmente en Francia y también en Alemania. Como sabéis, el sentimiento en contra de la Unión Europea y los ‘refugiados’ no deja de crecer en el continente debido a la innata incapacidad de Bruselas para resolver toda clase de problemas - ya que solo los agudiza - y la masiva llegada de los segundos, en complicidad con los gobiernos de turno. El previsible triunfo de Wilders en Holanda, en este sentido, sería un hecho tremendamente positivo porque contribuiría a incrementar esa tendencia en el resto de Europa, alentada además desde Estados Unidos por Donald Trump. Como consecuencia de ello, en Holanda el conjunto de los grandes partidos tradicionales hipócritamente han endurecido sus mensajes contra los ‘refugiados’ únicamente para no perder más votos, pero no engañan a nadie ya que siendo gobierno, han estado recibiendo a esos indeseables, por lo que su derrota será fulminante y el triunfo de Wilders más contundente. Venga ya ¿Cuál es su receta del éxito? Es la misma que la de muchos partidos que se asocian con la derecha alternativa: su acercamiento con la clase media y obrera. Tanto es así que una de las medidas estrella del PPV coincide con las pretensiones del partido oficialista Ley y Justicia (Polonia) y de otros países europeos: mejorar las condiciones de jubilación y reducir, llegado el caso, la edad para conseguir este status. También el líder del partido ha conseguido recabar la popularidad suficiente como para ser uno de los representantes más reconocibles de la derecha alternativa europea. Geert Wilders peleará hasta el final por llegar a la primera línea de la política holandesa. Sin embargo, lo más reconocible de su programa electoral es su política migratoria ya que apuesta, como muchos de sus socios europeos por el cierre de las fronteras frente a la infame política de puertas abiertas esgrimida por la canciller alemana Angela Merkel, cuya derrota en los comicios a celebrarse en septiembre es innegable. Además, Wilders pretende aumentar la seguridad en el territorio fronterizo para evitar la entrada de esos parásitos, incrementando el presupuesto en seguridad y aumentando el número de plazas de policía y ejército. “Hay que cerrar todas las mezquitas y escuelas islámicas, prohibir el Corán, vetar el pañuelo en las oficinas públicas y penalizar las expresiones del islam que interfieran con el orden público”. Con estas sabias palabras, el líder holandés mostró su intención de reforzar la identidad nacional. Por ello, ha apostado por expulsarlos, comenzando con todos los marroquíes ya que son los principales responsables del aumento de los actos delictivos en el país “El Islam era una ideología peligrosa para los valores occidentales y debe ser combatida sin descanso alguno hasta su completa desaparición” agrega, alertando así sobre la peligrosa islamización que ha sufrido Europa en los últimos años. “Que los políticos tradicionales no traten de engañarnos diciendo que ahora si van a combatirlos, cuando estando en el gobierno, los alentaron en su llegada. Es por ese motivo que nada nuevo pueden ofrecernos ahora. No podemos permitir que ello siga sucediendo. Es el momento de poner un alto a todo eso. Tenemos que hacer que Holanda sea nuestra otra vez” puntualizó. Y no le falta razón :)
