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miércoles, 1 de marzo de 2017

MARINE LE PEN: Au Nom Du Peuple!

Empeñada en restaurar la grandeza perdida de Francia, humillada por los EE.UU. al convertirla en una potencia de segundo orden, por no decir una neocolonia - al igual que los demás países de Europa Occidental, sometidas a su voluntad a través de la OTAN y su brazo económico, la UE, siempre solicita a cumplir la orden del amo - ha surgido en el escenario político la figura de Marine Le Pen para acabar con esta ignominia. En efecto, la lideresa del Frente Nacional (FN) es la gran favorita para imponerse en las próximas elecciones generales y a decir de todas las encuestas, lo haría en primera vuelta frente a los candidatos de viejos y desgastados partidos políticos tradicionales, envueltos todos ellos en sonados escándalos de corrupción y en crisis permanente (Si bien en estos últimos días la prensa trata de ‘inflar’ la candidatura del oficialista Macron, quien al representar el continuismo, su carrera no tiene futuro). Como sabéis, el Frente Nacional quiere atraer a su lado a los desencantados de todo el espectro político y certificar el fin de un sistema anacrónico cuyas debilidades dejan espacio a las aventuras individuales ‘que se sitúan deliberadamente al margen del eje izquierda-derecha’, en opinión del historiador y editorialista de Marianne, Jacques Julliard. Y es que tras el Brexit en el Reino Unido y la victoria de Donald Trump en los EE.UU., el viento sopla definitivamente a favor de Marine Le Pen. Además de beneficiarse de un contexto internacional marcado por el auge del nacionalismo, la campaña electoral francesa le garantiza estar en la segunda vuelta de las presidenciales el próximo 7 de mayo. La presidenta del Frente Nacional confirma su liderazgo en cada sondeo sin necesidad de un gran despliegue mediático. Le basta con aprovechar los vacíos que dejan sus rivales, cosechar los frutos del escándalo que lastra al candidato conservador, François Fillon, la división de la izquierda o la indefinición programática del exministro de Economía Emmanuel Macron, que de ‘independiente’ no tiene nada. El éxito de Le Pen descansa en un discurso dirigido a quienes se sienten víctimas de la globalización, abandonados por los sucesivos gobiernos y amenazados por la amenazadora presencia de cientos de miles de ‘refugiados’ que no son otra cosa que terroristas en potencia, a los que debemos agregar a los millones de indeseables musulmanes que ya viven en las periferias de sus ciudades - convertidas en centro de adoctrinamiento del terrorismo - y a donde ni la policía se atreve a entrar. El mismo tipo de población que en otros países europeos y en los Estados Unidos exigen mayores controles en las fronteras y se revuelven contra las élites corruptas que pretenden mantener el ‘status quo’ a como de lugar. En un escenario como este será difícil a los otros candidatos conservadores intentar arrebatarle votos al FN que representa el anhelado cambio en sus vidas que millones de franceses están esperando. A ello debemos agregar que la crisis terminal que agobia a los partidos tradicionales facilita las cosas a la candidata nacionalista, quien se presenta ante los franceses como el único polo de estabilidad dentro del caos en el que se debaten el resto de partidos. “Estas elecciones tienen una dimensión histórica, porque tras el Brexit y la victoria de Trump podrían ser un signo más de que hemos entrado en un nuevo ciclo”, señalaba en Le Figaro, Jerôme Fourquet, director de opinión del Instituto Ifop. ¿Y cuales son los planes que tiene preparado Le Pen una vez que llegue a El Eliseo? Se trata de una serie de novedosas e interesantes iniciativas que tienen como objetivo acabar con el actual sistema político y económico que ha arruinado a millones de franceses, en beneficio de unos pocos. Es una situación insostenible que no puede continuar mas y es por ello que una de sus primeras acciones seria liquidar a la V República, así como salir del Euro, de la Unión Europea (UE) y de la estructura militar de la OTAN, recuperando el control de su propio destino y que no sean ni Washington ni Bruselas lo que le digan lo que tiene que hacer. El programa del Frente Nacional también quiere eliminar el control que ejercen en la economía el FMI, el Banco Mundial y la OMC, por considerarlo una máquina infernal al servicio de la ideología ultraliberal que debe ser combatida. Asimismo, se propone incrementar las fuerzas del orden - en 15.000 hombres - reducir la inmigración al mínimo posible y poner más trabas para obtener la nacionalidad francesa. Además, Marine Le Pen pretende asegurar una capacidad de defensa autónoma en todos los dominios, mantener la industria militar, aumentar del 2 al 3 por 100 del PIB el gasto militar, aumentar en 50.000 los efectivos, mejorar el armamento, y reforzar los lazos entre Francia y los países francófonos, que alguna vez fueron parte de su imperio colonial. En el terreno social, busca aumentar las pensiones para la vejez, bajar un 5 por 100 las tarifas de gas y electricidad, derogar la última ley laboral, mantener el poder adquisitivo de los salarios (cargando un 3 por 100 a las importaciones), mantener la semana de 35 horas y desgravar las horas extraordinarias. Además, propone bajar los impuestos sobre la renta. En el ámbito de la identidad nacional, los compromisos de Le Pen buscan reencontrar a la Francia imperial, manteniendo el control de las fronteras, no reconocer a las minorías y comunidades religiosas, favoreciendo la laicidad del Estado y reforzar los liceos franceses y las universidades francesas en todo el mundo, ya que representan a la nación. En el terreno económico, el Frente Nacional propone una mayor intervención del Estado, luchar contra las importaciones de productos que ya existen en Francia, un mayor control estatal sobre los servicios básicos, como la sanidad, la enseñanza, los transportes, etc., dando un fuerte impulso al proteccionismo. Como podéis imaginar, casi toda Francia estaría contenta y radiante con su triunfo, harta además de la presencia de ‘refugiados’ en sus ciudades y que son una potencial amenaza a su forma de vida, ya que en el momento menos pensado te colocan una bomba bajo el coche o bien tras el volante de un camión, atropellan y matan a su paso a la mayor cantidad de inocentes en nombre de Alá. “Paris ya no es Paris” dijo acertadamente hace unos días el Presidente estadounidense Donald Trump ante la triste realidad de lo que la capital francesa se ha convertido hoy en día, lleno de parásitos en sus calles, algo que se observa lamentablemente en otras ciudades europeas, pero las autoridades no hacen nada para combatir ese flagelo y por el contrario, alientan la llegada de quienes asesinan a todos aquellos que no comulgan con su retorcida y arcaica religión. Es por ese motivo que en el caso de Francia, un triunfo de Le Pen - quien ha prometido combatirlos con dureza - seria un ejemplo digno de imitar en el resto de Europa ya que demostraría que otro camino si es posible (Venga ya, desesperados sin duda alguna por su espectacular avance, el gobierno francés a través de la fiscalia pretende reabrir un caso del 2015 y acusarla de haber publicado en su cuenta de Twitter unas fotografías de los crímenes de ISIS para demostrar el salvajismo de esas bestias sionistas. Enterada de esa burda patraña montada en su contra, la lideresa del FN afirmo este martes que nada ni nadie impedirán su camino hacia la victoria. Estamos contigo, Marine) :)
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