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miércoles, 13 de septiembre de 2017

CRIMEA: La preciada joya de la corona

Desde su reunificación con Rusia por decisión soberana de sus habitantes, quienes en un referéndum de marzo del 2014 acordaron mayoritariamente  con el mas del 96% de votos a favor, regresar a la Madre Patria del cual había sido separados injusta y arbitrariamente por el dictador comunista soviético (de origen ucraniano) Nikita Jrushchov y ‘regalado’ a Kiev en 1954, Crimea ha sido objeto de la codicia de los EE.UU. y sus lacayos de la OTAN, quienes tras derrocar en el 2014 al presidente constitucional Viktor Yanukóvich en un golpe de Estado preparado por la CIA y reemplazarlo por el traidor colaboracionista Petró Poroshenko, con el objetivo de utilizar a Ucrania como zona de paso para llegar a Siberia y apoderarse de sus inmensas reservas de gas y petróleo. Pero fracasaron en su intento gracias a la intervención rusa que no solo salvo del genocidio a la comunidad rusoparlante del este de Ucrania por parte de la camarilla golpista de Kiev, sino que también desbarataron todos los planes estadounidenses para asentarse en el territorio. Sin embargo, sus sueños de dominación siguen intactos y tal como escribe el columnista ruso Serguéi Íschenko, ante la imposibilidad de trasladar permanentemente la Sexta Flota al Mar Negro, debido a la existencia de un tratado que lo prohíbe, Washington ha decidido rearmar a sus ‘aliados’ en la zona, para que sean ellos quienes ‘enfrenten’ a Rusia en un hipotético conflicto: “El medio estadounidense Defense News ha publicado recientemente que, entre 2018 y 2024, el Ministerio de Defensa de Rumania planea adquirir en el extranjero cuatro corbetas por valor de 1.930 millones de dólares. Las autoridades búlgaras, por su parte, anunciaron los planes de compra de dos corbetas por un monto total de 503 millones de dólares. Los citados gastos pueden resultar insostenibles para ambos países, tomando en consideración su presupuesto, Por ejemplo, el presupuesto militar de Rumania en 2017 ascendió únicamente a 3.600 millones de euros. Para asignar una suma tan grande a la partida de defensa, las autoridades rumanas tienen que realizar tijeretazos considerables en otros ámbitos, opina Íschenko. En este contexto, es interesante tratar de entender la causa por la que en Bucarest han decidido implementar nuevos recortes. "Cuando ambos países, que anteriormente adquirían sus buques exclusivamente en los mercados de segunda mano, toman la decisión prácticamente simultánea de aumentar sus capacidades de combate en el mar Negro, es lógico suponer que la necesidad de este paso fue recomendada por alguien. Y este alguien es tan potente que mejor no contradecirlo", prosigue Íschenko. Para encontrar a este 'consejero oculto', es necesario entender sus motivos. A este respecto, el autor del artículo propone recordar la iniciativa relacionada con la creación por parte de los países de la OTAN de una flotilla unida en el mar Negro. Por primera vez, esta idea resonó en enero del 2016, precisamente en Bucarest, recuerda el columnista. En aquel entonces, numerosos expertos en materia militar coincidieron en que las conversaciones acerca de una flotilla unida habían sido utilizadas para presionar a Moscú y, en la práctica, habían resultado poco viables. Como sabéis, la Convención de Montreux sobre el paso por los Estrechos limita considerablemente la presencia de flotillas de países que no tienen salida al Mar Negro, por lo que los EE.UU. no pueden tener una base permanente desde el cual poder amenazar a Rusia. Actualmente, las fragatas Regele Ferdinand (F221) y Regina Maria (F222) son los principales elementos de combate de la Armada de Rumania. Dichas naves no representan ninguna amenaza a la Flota del Mar Negro de Rusia, ya que son exfragatas británicas que fueron retiradas del servicio en el Reino Unido porque estaban obsoletas. Por su parte, la Armada de Bulgaria no luce un gran aspecto hoy en día. Basta con mencionar su fragata BGS Verni (una nave de origen belga que anteriormente tenía el nombre Wielingen y que fue botada en marzo de 1976), por lo que hoy, es chatarra. Entonces, ¿qué les queda a los aliados de la OTAN para poder cumplir su plan relacionado con la creación de una flotilla unida? ¿La flota de Turquía? "Sí bien la flota turca es numerosa y está modernizada, los vaivenes políticos del dictador Recep Tayyip Erdogan en su guerra personal contra la Unión Europea - que ha cerrado la puerta definitivamente a Turquía a una posible adhesión de ese país asiático al grupo, lo cual ha enfurecido a Ankara y además su rechazo palpable a la creación de una Kurdistán ‘independiente’ que en realidad seria otro enclave estadounidense mas, como lo es Kosovo en Serbia - no permiten contar con su lealtad a sus aliados de la OTAN ante un conflicto hipotético con Rusia", escribe Íschenko. El periodista considera que los enemigos de Rusia están tratando de trazar un plan a largo plazo. Tan largo que sea suficiente para reorganizar completamente la Armada de países dispuestos a todo, como lo son Bulgaria y Rumania. "Supongo que así nació su decisión simultanea de comprar varias corbetas. Posteriormente, estas naves podrán convertirse precisamente en la base para la flotilla unida (de la OTAN) en el mar Negro. Durante las crisis, los destructores de la Sexta Flota de Estados Unidos apoyarán a estas naves" aseveró. Además, Íschenko no excluye la posibilidad de que la base naval que ahora están levantando los militares estadounidenses en la localidad ucraniana de Ochákovo sirva para el despliegue operativo de barcos cerca de la península de Crimea. Aunque no se desglosan datos sobre los buques que Sofía y Bucarest quieren adquirir, el autor sugiere que se trata de las corbetas francesas de clase Gowind. Durante su último viaje a Bulgaria, el presidente galo, Emmanuel Macron, ‘alabó’ precisamente estas naves. Francia utiliza tecnología furtiva en la producción de corbetas de la clase Gowind. El desplazamiento de estos buques - de más de 106 metros de eslora y más de 12 metros de manga - alcanza las 2.200 toneladas. Además, cada Gowind lleva a bordo artillería muy potente, así como armas antisubmarinas y sistemas de defensa antiaérea. Estas naves también pueden alojar un helicóptero. Su característica clave radica en el hecho de que las Gowind disponen de misiles antibuques Exocet, cuyo alcance ronda los 180 kilómetros. Famosos porque se hicieron conocidos durante el conflicto de las Malvinas en 1982 entre Argentina y el Reino Unido - pese a lo cual no pudieron cambiar el curso de la guerra, ya que al final los argentinos fueron derrotados - han evolucionado desde entonces, pero no son rivales para la poderosa Flota del Mar Negro, que ha sido profundamente modernizada por completo desde el 2014 con la reunificación de Crimea con Rusia y esta dotada de una gran cantidad de armamento, aviones , buques si como de misiles con tecnología de punta y para el 2020, se prevé que la flota reciba adicionalmente unos 50 barcos y buques de apoyo de gran tonelaje” puntualizó. Como podéis imaginaros, a pesar de todos los esfuerzos de los EE.UU. de querer armar a sus ‘aliados’ para tratar de ‘intimidar’ a Rusia no van a poder lograr su objetivo, ya que la ‘fuerza’ que representan las insignificantes flotillas de esos países no son una amenaza para los intereses rusos en la zona. Si lo intentan menuda sorpresa que se van a llevar. A que no asustan a nadie. Entiéndanlo de una vez por todas y tal como se les recordó en un reciente discurso el presidente ruso Vladimir Putin: Crimea es Rusia... y siempre lo será :)
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