En los últimos 15 años, Rusia ha pasado de ser un país que se encontraba en medio del caos político y económico a recuperar su status de Gran Potencia, que Occidente se ha visto obligado a reconocer muy a su pesar, mas aun cuando Moscú esta decidido a desbaratar cada uno de sus planes, haciéndoles frente en todos los campos y no doblegarse a su voluntad. Esta es la única razón de la actual política agresiva de los países occidentales hacia Rusia, tratando de aislar al país, financiando grupos terroristas como ISIS y Al Qaeda para que actúen en sus zonas de influencia, aplicándole sanciones económicas y demonizando en la prensa occidental al señor Putin, con el objetivo de agudizar las tensiones a tal grado que sea inevitable el estallido de la III Guerra Mundial. Pero todas sus maniobras van rumbo al fracaso. Como sabéis, en 1999, antes de la llegada de Vladimir Putin al poder, Rusia - un país grande y rico en recursos - se encontraba en una situación económica deplorable y debido a ello, imposibilitado de actuar en el contexto internacional, no pudiendo evitar por su debilidad el avance de la OTAN hacia sus fronteras mediante la “adhesión” de los países del desaparecido Pacto de Varsovia a la alianza atlántica, que tenia como objetivo primordial Moscú y apoderarse de sus inmensas reservas de gas y petróleo en Siberia, dividiéndola en diversas “zonas de influencia” para evitar que Rusia vuelva a ser una “amenaza” a sus intereses. Pero la llegada del señor Putin al poder acabó con todos sus sueños, ya que reorganizo el país, sacándolo de ese estado de postración en la que se encontraba (con muchas de sus empresas rentables en manos de capitales extranjeros y de grupos mafiosos alentados por Occidente para mantenerlo debilitado) y desarrollando una brillante estrategia, logró convertir a Rusia en una gran potencia económica y militar, lo cual fue un duro golpe para Occidente que no se esperaba esta jugada maestra. Desde entonces, iniciaron una agresiva campaña de demonización del líder ruso con el objetivo de iniciar un conflicto militar, creyendo así que lograrían ver realizados sus malévolos planes. Pero lo que se niegan a aceptar es que la historia ha demostrado que nadie puede doblegar a Rusia y quienes lo han intentado - Carlos XII, Napoleón y Hitler – mordieron el polvo de la derrota y ahora no iba a ser la excepción. Según el experto geopolítico Stephen Cohen - profesor emérito de las universidades de Princeton y Nueva York - la absurda retórica dirigida contra Putin recuerda a las falsas acusaciones lanzadas por el despreciable Criminal de Guerra George W. Bush contra Saddam Hussein en el 2003. Washington está tratando de convencer a un público desinformado - que cree la mentiras que propalan la CNN y Fox News – que el señor Putin “está buscando restaurar el control sobre las antiguas repúblicas soviéticas, por lo que decidió anexar a Crimea y fomentar la insurgencia en el este de Ucrania. Y que dará nuevos pasos en esa dirección si nadie le pone freno”. Cohen subraya cinco hechos que contradicen esta versión interesada: Primero, Rusia no anexó a Crimea sino que la reintegró, dado que la península había sido parte de Rusia hasta que el dictador comunista Nikita Jruschov la entregó arbitraria e ilegalmente a Ucrania en 1954. Segundo, en lugar de desintegrarse con la desaparición del Pacto de Varsovia, la OTAN se expandió hacia Europa del Este, incumpliendo su promesa de no hacerlo "Los planes de incorporar a Ucrania en la OTAN son una amenaza: igual que si Canadá formara una alianza militar con Rusia", expresó el experto. Tercero, EE.UU. calificó el derrocamiento en febrero del 2014 del Gobierno ucraniano democráticamente elegido como "una revolución", pero si no lo hubiera aprobado lo habría considerado un golpe de Estado. Cuarto, el gobierno colaboracionista que se hizo con el poder en Kiev no representaba a los rusohablantes del este del país. Según la mayor encuestadora alemana, en marzo del 2014 solo el 20% de la población en el este y sur de Ucrania apoyó el derrocamiento. Quinto, la guerra en el este de Ucrania estuvo plagada de numerosas atrocidades cometidas por los militares ucranianos y las hordas fascistas enviadas por Kiev para exterminar a la población rusoparlante, pero sufrieron una clamorosa derrota que los obligo a negociar con Rusia. Asimismo, existen otros motivos por el ensañamiento de Occidente con el líder ruso y es que este los puso en su sitio en Siria, cuando la OTAN se frotaba las manos de gusto imaginando una carnicería semejante al realizado en Irak y cuando todo se encontraba listo para invadirla, basto una advertencia del señor Putin en el sentido de que un ataque a Siria seria una declaración de guerra a Rusia, para que los cobardes salieran corriendo de la región, dejando en el mas completo ridículo a la Casa Blanca. Otro motivo de su odio al líder ruso es haber proporcionado asilo a Edward Snowden, el excolaborador de la CIA y de la NSA, cuyas filtraciones revelaron detalles desconocidos hasta la fecha sobre los sistemas de vigilancia masivos utilizados por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU (NSA). Snowden no solo sacó los trapos sucios de EE.UU. sobre a su intrusiva red de vigilancia masiva, detallando cada uno de sus crímenes, sino que buscó refugio en “la Rusia de Putin” algo considerado inadmisible para los EE.UU., quien por cierto lo condeno a muerte en ausencia. Finalmente, a diferencia de las actividades criminales de la OTAN, Rusia no fomenta guerras globales, ni arma ni entrena a grupos terroristas, ni mucho menos organiza conspiraciones para derrocar a gobiernos legítimos y reemplazarlos por títeres colaboracionistas como sucedió en Ucrania. El señor Putin es un garante de la Paz y ha sabido mantener a su país lejos de enredos militares en un mundo enloquecido - para disgusto de la OTAN - pero ello no significa debilidad de ningún tipo, ya que su país se encuentra debidamente preparado para defender sus intereses y responder a los agresores con el único lenguaje que ellos entienden: la fuerza. Venga ya, pónganlo a prueba y se van a lamentar :)
