Vientos de guerra se asoman en el horizonte, propiciados por los EE.UU. y sus aliados, al ver con evidente preocupación como cambia la situación en Siria con la liberación de la estratégica ciudad de Alepo por parte del ejército sirio y la aviación rusa, quienes en una ofensiva conjunta por tierra y aire, están expulsando a los grupos terroristas de la región - como ISIS, Al Qaeda y Al Nusra , todos ellos financiados por Occidente - quienes huyen en desbandada buscando la “protección” de Ankara. Como sabéis, la OTAN dice que lleva más de un año de bombardeos “contra” ISIS, pero no es así, ya que les advierten con 45 minutos de anticipación los lugares que van a ser “atacados”, proporcionándoles el tiempo suficiente para que sus protegidos se pusieran a salvo, y así poder continuar fortaleciéndose y seguir comerciando libremente en las narices de la coalición, demostrando abiertamente su complicidad con esos criminales. Sin embargo, todo ello ha cambiado con la intervención rusa, la cual en apenas cuatro meses y mediante sus quirúrgicos bombardeos aéreos, los han debilitado de tal manera que su derrota es inminente, mientras el ejercito sirio recupera las principales ciudades y en su incontenible avance ahora se encuentran en las regiones norteñas cercanas a las fronteras con Turquía, el proveedor principal de material y mercenarios a ISIS. Lo que debería ser visto con gran alegría por el resto del mundo al estar cada vez mas cerca el colapso de esa banda asesina - creada y financiada tanto por los EE.UU. como por Arabia Saudita y entrenado en campos de Turquía y Jordania por agentes de la CIA y el Mossad israelí para desatar el caos y la violencia “justificando” de ese modo la injerencia estadounidense en la región – no lo es para sus patrocinadores quienes tienen mucho que perder y están dispuestos a agravar el conflicto en Siria enviando a sus tropas para “salvar” a ISIS de su exterminio total. No es de extrañar por ello que sean Turquía y Arabia Saudita (responsables de atroces Crímenes de Lesa Humanidad cometidos en contra de los kurdos y los yemeníes respectivamente, los cuales son masacrados ante el silencio cómplice de Occidente y sus grandes medios de comunicación, quienes al igual de lo que sucede con los palestinos a manos de las bestias sionistas, no publican una sola línea al respecto) sean los mas interesados en desatar una conflagración, sin medir las consecuencias de sus actos, ya que tienen la aprobación de Washington para ello, lo cual desataría la III Guerra Mundial, tal como lo ha reiterado esta semana el Primer Ministro ruso Dmitri Medvédev: “si Washington quiere una guerra al organizar operaciones de tierra utilizando para ello a sus títeres en la región, Moscú tomará las decisiones que considere conveniente sobre las operaciones de las Fuerzas Aéreas rusas en Siria en función del desarrollo de los acontecimientos, de sus intereses nacionales y los acuerdos con Damasco. Si nos provocan sabremos como responder de una manera fulminante a los agresores. Nadie está interesado en una nueva guerra; pero una operación terrestre en contra de Siria significará un conflicto a gran escala y allí estaremos para defenderla” aseveró. Pero ¿por qué EE.UU. teme que Putin tenga éxito en Siria? según el periodista Finian Cunningham, “Washington y sus aliados quieren que las operaciones militares de Rusia en Siria vayan horriblemente mal porque el éxito de Moscú anuncia una aplastante derrota para las maquinaciones occidentales de cambio de régimen. También sería una señal de un nuevo reparto de poderes en la zona alejándose de la hegemonía estadounidense”. Desde el inicio de la campaña de bombardeos aéreos de Rusia contra los grupos terroristas en Siria, que comenzó el pasado 30 de septiembre, Washington y sus aliados occidentales han tratado de desacreditar y hacer fracasar la intervención de todas las formas posibles. Recordemos que tanto el Criminal de Guerra estadounidense Barack Hussein Obama como el impresentable David Cameron se burlaron del inicio de esas operaciones y afirmaron que “estaban condenadas al fracaso”, pero fueron ellos quienes se equivocaron de cabo a rabo y ven con angustia como sus maquiavélicos planes no se pueden concretar y es por ese motivo que ahora pretenden utilizar a Turquía y Arabia Saudita para que ellos hagan el trabajo sucio que ISIS no puede, aunque ello signifique una conflagración directa con Rusia e Irán - estrechos aliados del señor Al Assad - quienes ya están en la zona dirigiendo las operaciones del ejercito sirio liberando al país de las garras de los mercenarios extranjeros que luchan ilegalmente en Siria para derrocar a un Gobierno soberano.
"No hay que olvidar los miles de millones de dólares que han sido 'invertidos' por Washington, Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita y Qatar para derrocar al legítimo Gobierno sirio liderado por Bashar al Assad, e instaurar un régimen títere en la región como sucedió en Ucrania", hace hincapié el experto. Además, Cunningham señala que las razones del enfado occidental por la intervención de Rusia en Siria es que se están exponiendo el fraude y la criminalidad de las potencias occidentales y de los regímenes regionales afines. "Rusia está llevando a cabo operaciones legales en virtud del derecho internacional, con el pleno consentimiento del Gobierno sirio, a diferencia de la coalición liderada por EE.UU. que está bombardeando el país ilegalmente", indicó."Washington quiere y necesita que Rusia falle en Siria. Estando en juego la guerra sucia de EE.UU., no solo en Siria, sino en toda la región. El éxito de Rusia sería demasiado difícil de soportar para las ambiciones hegemónicas de Washington", sentenció.
Por su parte, el exdiplomático estadounidense Jim Jatras coincide con esta apreciación y afirma que las potencias occidentales que desean un cambio de régimen en Siria sólo están buscando formas de evitar su humillante derrota a manos de los rusos: “Pese a que el último fin de semana en Múnich (Alemania) se acordó un cese de hostilidades en Siria, Turquía y Arabia Saudita pretenden aumentar su actividad militar en la región, mientras que el secretario de Estado de EE.UU. John Kerry insiste en que el presidente sirio Bashar Al Assad debe irse como una condición previa para la transición política. "John Kerry recibe una enorme presión por parte de nuestros llamados aliados en la región, particularmente de los saudíes, los turcos y los Estados del golfo, para quienes la eliminación de Assad y el cambio de régimen continúa siendo el único interés real en esta lucha. Su desesperación es tan evidente al ver los avances realizados por el Ejército sirio con el apoyo aéreo de Rusia, y ven que los terroristas que ellos han financiado generosamente, son liquidados sin piedad alguna y los que pueden escapar, huyen a territorio turco para no recibir el castigo que merecen por sus abominables crímenes", ha señalado. A su juicio, las palabras del secretario de Estado de EE.UU. sobre que la gran mayoría del pueblo sirio desea que Assad se vaya, no tienen ninguna base ni fundamento alguno. "Hay un porcentaje muy grande del pueblo sirio, tal vez la inmensa mayoría, que sin duda quiere que Assad se quede si la alternativa es una especie de Estado sunnita sectario, gobernado por la ley islámica". En cuanto a las declaraciones de Turquía y Arabia Saudita sobre que no es posible derrotar a ISIS mientras Assad esté en el poder, Jatras opina que las mismas no tienen lógica, y es todo lo contrario. "Hasta que los terroristas no sean derrotados, y preferiblemente asesinados, simplemente no hay manera de que cualquier tipo de vida razonable pueda volver a construirse para el pueblo sirio", ha destacado. El cese del fuego acordado recientemente refleja en cierto sentido la desesperación señalada anteriormente por el experto. "Si Alepo es liberada completamente por el Ejército sirio, el corredor terrorista a Turquía quedará cerrado, acercándose el final del juego para los poderes basados en el cambio de régimen. Es por eso que quieren algún tipo de alto el fuego: esperan que les den a ISIS una nueva oportunidad de vida" sentenció el diplomático. Por último, respecto a los informes que afirman que los terroristas poseen armas químicas, el experto indica que el verdadero peligro que existe ahí es que "sería utilizado como pretexto para algún tipo de intervención aparentemente contra ISIS pero el objetivo real sería el Gobierno sirio y el presidente Assad" puntualizó. Sin embargo, sus deseos para derrocarlo solo pueden quedar en ello, ya que tendrían que enfrentarse antes con los rusos para lograrlo y ya sabemos de antemano como terminaría aquello. Si bien los turcos han ingresado en el norte de Siria para combatir a los kurdos, su verdadero objetivo es provocar a los rusos para desatar un conflicto de gran magnitud. Diversos analistas han explicado que este escenario podría parecer poco probable. “Sin embargo, el asesinato del heredero de la corona imperial Austro-húngara en Sarajevo que tuvo lugar en 1914 "desencadenó la Primera Guerra Mundial, algo que nadie había planeado", dijo el director del Instituto del Desarrollo Estatal ruso, Dmitri Solónnikov. "El conflicto en Siria también puede transformarse en una guerra mundial, aunque de momento ni Rusia, ni EE.UU. y la UE quieran que los acontecimientos globales se desarrollen de manera semejante. El único interesado en esto es Turquía: solo de este modo se puede explicar la demencial línea de conducta política del régimen de Ankara", considera el analista.
En cuanto a Arabia Saudita - que acaba de anunciar los preparativos “para una invasión de Siria” - no tiene ni la capacidad, ni los recursos militares, ni la voluntad política para lanzar una acción militar en Siria, a decir de varios expertos. “Si no pueden ni siquiera evitar que los yemeníes ingresen en su territorio cuando lo deseen, limitándose a bombardearlos desde lejos, sin atreverse a una acción militar directa en ese país, mucho menos podrían iniciar una acción de tal envergadura en Siria, donde los rusos e iraníes darían fácil cuenta de ellos” expresaron. “Con su absurda retórica belicista Riad esperaba mantener la influencia en el arreglo sirio para inclinar la balanza a su favor, pero la intervención rusa en Siria ha destruido todas las bases militares de los terroristas financiados por ellos y se han quedado sin medios para presionar a Damasco, por lo que ahora tratarían de manipular a EE.UU. para que intervenga directamente en Siria. Sin embargo, tras sus fracasos en Afganistán e Irak, Washington sabe que una nueva aventura resultará en una catástrofe total, porque en esta ocasión equivaldría a enfrentarse con los rusos, estallando una nueva guerra en vez de acabar con la vigente", aseguran. Entretanto, el Presidente sirio Bashar Al Assad busca reconquistar todo el territorio de su país antes que entre en vigencia una tregua pactada para este fin de semana. “No es lógico decir que hay una parte de nuestro territorio a la que renunciaremos”, dijo en su despacho presidencial en Damasco. “Desde el inicio de la crisis, creímos firmemente en las negociaciones y en la acción política. Sin embargo, negociar no significa detener la guerra contra el terrorismo que continuará hasta la victoria final. Los dos aspectos son indispensables”, añadió, dando con ello un firme mensaje a los EE.UU. y sus secuaces de la OTAN de que dicha tregua no significara un respiro a ISIS para intentar reagruparse. “Por el contrario, intensificaremos nuestros ataques con el apoyo de la aviación rusa hasta exterminarlos por completo. La lucha será larga pero triunfaremos. Si Turquía y Arabia Saudita nos invaden, sabremos defenderemos y los invasores volverán a casa en ataúdes. Que nadie dude de nuestra victoria” acotó. Asimismo Rusia ha recordado que un cese de las hostilidades no significa en modo alguno detener los bombardeos contra ISIS, indicó el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Guennadi Gatílov a Der Spiegel: “Estamos luchando contra grupos terroristas financiados por Occidente: ISIS,, el Frente Al Nusra y otros colectivos ligados a Al Qaeda y a todos ellos vamos a seguir combatiéndolos sin pausa alguna porque el proceso de negociaciones iniciado en Munich no tiene nada que ver con los intereses de los terroristas. EE.UU. no tiene ninguna autoridad moral para decidir quien debe gobernar en Siria. Ello sólo lo pueden decidir los propios sirios, quienes apoyan abrumadoramente al Presidente Al Assad” apuntó. No cabe duda que hemos ingresado a una nueva Guerra Fría debido a las ambiciones de los EE.UU. de querer seguir imponiendo su voluntad en todo el mundo, pero eso se acabó. Si quiere guerra, la van a tener y la van a perder. Rusia jamás se rinde y ello ha quedado demostrado meridianamente a través de la historia :)
