Venga ya, como pasan los días y sin darme cuenta ya es fin de semana. Nuestra atención continúa enfocada en Europa, donde se ha confirmado el avance del fascismo de una manera alarmante, cumpliéndose todos los pronósticos que preveían su ascenso en la política europea.Y no es que antes no existieran dichos movimientos extremistas. Siempre los hubo pero eran marginales a diferencia de hoy, que asoman con fuerza en todos los países de la zona.Ya disfrutan del poder(España), forman coaliciones de gobierno (Austria,Holanda) o son las principales fuerzas de la oposición (Francia,Italia) La semana que paso, hicieron notar su influencia tanto en Francia como en Gracia, con los resultados que todos conocemos. Así, en Grecia, los votantes, desilusionados por un agresivo programa de austeridad aprobado por los dos partidos tradicionales - PASOK y Nueva Democracia - vistos por todos como los principales responsables del caos que se vive en el país por su sumisión total a Angela Merkel(la canciller alemana quien realmente es la que manda en Europa), se han vuelto presurosos hacia los partidos de extrema derecha, como el llamado Amanecer Dorado, quienes con una estética nazi no disimulada, no solo rechazan seguir perteneciendo a la zona Euro, sino que culpan a los inmigrantes de todos sus males. Por otro lado, en Francia, con el triunfo del socialista François Hollande, sobre el impresentable Nicolás Sarkosy no solo se dio el puntillazo final a esa vieja derecha retrograda y cavernaria que este representa, sino que tras su caída entrego el liderazgo de la oposición al fascista Frente Nacional de Marine Le Pen, quien ha sabido aprovechar el descontento generalizado y el creciente sentimiento antiinmigrante para crecer electoralmente. Varios gobiernos han caído a lo largo y ancho de Europa gracias a ello, así como debido a la aplicación de modelos neoliberales desfasados de la realidad y sus consecuencias son el alto índice de desempleo, el escaso crecimiento y los infames recortes, que solo perjudican a las grandes mayorías, mientras que otros - como aquellos parásitos tanto de la Corona, como de la corrupta y decadente Iglesia Católica, en el caso de España - no conocen la palabra crisis y se dan la gran vida a costa del Estado, en un país con mas de cinco millones de parados que no tienen ninguna esperanza. Pero no son los únicos ya que ese mismo sentimiento se percibe en todo el continente con el consiguiente crecimiento de los partidos radicales que culpan tanto al “sistema” como a los inmigrantes y todos aquellos que los ven como una amenaza para sus libertades. Es por ello que el actual estado de turbulencia política e inestabilidad económica de la región significa sin lugar a dudas un caldo de cultivo para una extrema derecha que ha ganado terreno desde hace años, en parte gracias a sus esfuerzos por modificar - aparentemente - la imagen racista y fascista que poseen, mostrando su lado mas “amable”.(dejando la parafernalia nazi a sus cachorros, los ultras).Así, en vez de lanzar ataques raciales abiertamente, apelan a la amenaza a la identidad nacional y critican el multiculturalismo, especialmente cuando se relaciona con el Islam. Este caso se da también en otros países europeos donde los musulmanes crecen sin cesar. Así, es común encontrar un número cada vez mayor de pakistaníes en el Reino Unido, argelinos en Francia, turcos en Alemania y marroquíes en España, quienes con sus extrañas costumbres y sus numerosas familias, agravan la de por si delicada situación económica que se vive en aquellos países, lo que origina un creciente rechazo a su presencia, con llamados cada vez más agresivos exigiendo su expulsión inmediata y el consiguiente cierre de fronteras. Por ello no es de extrañar la popularidad que van adquiriendo dichos movimientos radicales que prometen hacerse cargo del “problema” si es que llegan al gobierno.Lo peor de todo es que para ellos, los “enemigos” no solo son los musulmanes, judíos, negros y sudamericanos, sino todo aquel - fuera de la raza que fuera - que no comulguen con sus ideas extremistas, que tanto dolor y sufrimiento causaron en Europa el pasado siglo ¿Están esperando que ello se repita? :(
