Por lo visto Grecia se empeña en hacer de laboratorio de Europa. Fue el país que primero desestabilizó a la UE, cuando se destaparon las cuentas catastróficas, producto de años de derroche y escaso control de las instituciones. Más tarde, la troika (FMI, BCE y Comisión Europea) eligió Atenas para poner en práctica sus recetas de austeridad para los europeos como contrapartida del rescate. Ahora, las consecuencias de la devastadora crisis impulsan a los partidos radicales, en especial a Syriza, una coalición de extrema izquierda griega liderada por Alexis Tsipras que mantiene una lucha contra la política de austeridad del bloque regional y que ya despertó advertencias de los organismos de crédito y de la propia canciller alemana, Angela Merkel , mientras se perfila como el triunfador en las elecciones del próximo 25 de enero. Hace cuatro años era impensable en Grecia, pero este partido de izquierda radical se ha convertido en líder de la oposición y es el favorito en todas las encuestas, por lo que ya está contando los días para hacerse con el poder contando con el apoyo de millones de desencantados griegos -
asqueados de los dos grandes partidos tradicionales, el conservador Nueva Democracia y el socialista Pasok, culpables de la gravísima crisis en la que se encuentra el país - quienes creen en su mensaje electoral. Pero ¿quién es realmente Tsípras, el líder de los radicales? Es un ateniense nacido en julio de 1974. Su infancia y juventud transcurrieron en el barrio de Ambelokipi, en el centro de Atenas. El instituto de su barrio fue escenario de sus primeras actividades políticas. Allí era conocido por sus sentadas y ocupaciones que lograban cerrar el centro educativo durante el curso 1990-1991. Luego consiguió ingresar en la escuela de ingenieros de la prestigiosa Universidad Politécnica de Atenas. Aunque más bien se ocupaba de asuntos políticos y sindicales por ser miembro de las juventudes comunistas. Tras acabar la carrera en el año 2000 hizo un master en urbanismo, que terminó en 2003. Entonces ya destacaba en la Coalición de la Izquierda (conocida entonces como SYN) y por ello fue elegido candidato a las elecciones municipales de Atenas en 2006. Tsípras resultó ser el tercer candidato más votado y logró cuatro representantes en el consejo municipal Al estallar la crisis griega se muestra contrario a cualquier recorte y cambio en la estructura estatal y recoge los votos de quienes han perdido su trabajo y su futuro. En las dobles elecciones de 2012 se convierte ya en el segundo partido y líder de la oposición. Desde entonces, sus posiciones cada vez más extremistas han alarmado a los gobiernos europeos quienes ven con preocupación sus planteamientos que van en un sentido contrario a los planes de austeridad que impulsa la UE como receta para salir de la crisis económica mundial de 2008 y que se cobró a Grecia como una de las principales víctimas. Entre esas propuestas, las que más preocupan a la UE son:
Renegociación de la deuda pública: Syriza quiere proponer a los acreedores de Grecia una reestructuración de su deuda. Tsipras se comprometió unilateralmente a cancelar dos tercios de la deuda y busca que le condonen el resto. Además, advierte que puede dejar de devolver la deuda hasta que Grecia vuelva a tener desarrollo económico.
Más gasto público: La coalición quiere desajustar el cinturón que impusieron sobre el gasto público y tiene varios planes para eso: subir el sueldo de los empleados públicos peor pagados, elevar las jubilaciones, ofrecer electricidad, medicinas y transporte gratuitos para los sectores más necesitados, bonos de comida para 300.000 familias que viven bajo el límite de pobreza, y reducir los impuestos sobre el combustible.
Aumento de sueldos: El grupo de izquierda quiere subir el salario mínimo a 751 euros, lo cual promete complicaciones para el sector privado.
Renacionalización de empresas: Syriza quiere renacionalizar la compañía aérea Olympic Airlines, reabrir la empresa estatal de radiotelevisión ERT y crear un nuevo banco de desarrollo bajo la tutela del Estado, como primer paso para la renacionalización de todas las compañías y servicios privatizados durante los anteriores gobiernos.
Una receta puesta en practica en otros países y está destinada al fracaso. Si bien las ultimas encuestas la mantienen como primera opción con una ventaja del 6.5% frente al conservador Nueva Democracia del primer ministro Antonis Samarás, los analistas políticos advierten que la debilidad de los potenciales socios de coalición de los dos partidos podría conllevar que, sea quien sea quien gane este domingo, tenga dificultades para formar gobierno y podría no sobrevivir mucho tiempo, condenando a Grecia a una situación insostenible :(
