Hace unas semanas que, luego de que pasaran unos meses tras el anuncio oficial, THQ Nordic ponía fecha de lanzamiento - el 28 de julio - al espectacular remake de Destroy All Humans!, el aclamado clásico que regresa con un apartado técnico completamente renovado. Y ahora, para calentar motores de cara al lanzamiento, el videojuego ha dejado ver el primer nivel de la obra a través de un nuevo tráiler, demostrando que Destroy All Humans! luce mejor que nunca. Como sabéis, originalmente era un título de Pandemic Studios en el 2005, cuando Nordic recibió los derechos del juego al comprar THQ en el 2013. Desde entonces, el estudio Black Forest Games, con sede en Alemania, tuvo la tarea de desarrollar el remake y luego de un largo trabajo ya esta listo para salir a la venta. Se trata de una modernización del título original que apuesta por acción en un mundo abierto ambientado en los años cincuenta. En él tendremos que ponernos en la piel de Crypto, un malvado alienígena de la raza Furon que busca recolectar el máximo ADN terrícola posible, no sólo de humanos, sino también de todas las formas de vida de nuestro planeta. Su excepcionalidad reside en lo humorístico de su guión, que siempre busca la burla extrema y más ridícula de la civilización humana, además de contar con una acción exagerada pero accesible para todo tipo de jugadores. Destroy All Humans! pone a disposición de sus usuarios toda una gama de armamento alienígena y humano con el que Crypto no sólo podrá llevar a cabo su malvada misión, sino también hacer frente a sus perseguidores humanos. Se trata del retorno de uno de los personajes más irreverentes del mundo del videojuego, quien a base de sondas anales y lanzar vacas a sus enemigos, nos invitara a desconectarnos y pasar un buen rato sembrando el caos en el planeta. Era un objetivo que Destroy All Humans! deja bien en claro ya desde el principio. Consciente de las vueltas que ha dado la vida desde que Crypto aterrizase en PS2 y Xbox hace 15 años, nos alerta de cómo su historia, palabras e imágenes pueden ser ofensivas para el cerebro del terrícola moderno. Sin embargo es parte de la gracia. Esto, al fin y al cabo, no deja de ser una sátira de la propaganda de aparente bonanza de los 50 y los 60 americanos. No dejar títere con cabeza es precisamente su objetivo y, entre detalles escondidos a simple vista, no se le puede negar haber conseguido su objetivo. Leer mentes, arrancar cerebros, lanzar por los aires a enemigos y freírlos con su pistola de rayos serán algunas de las actividades con las que Crypto intentara cumplir su oscura misión en la Tierra. Y cuando no esté cumpliendo objetivos principales, adicionales o misiones secundarias, podrá volar en su nave para arrasar con temibles rayos todo lo que se plante por delante en una suerte de GTA en la que liarla parda también acaba suponiendo la llegada de los tanques. Os recordamos que Destroy All Humans! llegará a PC, PlayStation 4 y Xbox One el próximo día 28 de julio. La reimaginación de este clásico de 2005 volverá a ofrecernos horas de diversión alienígena desenfadada a un precio de 29,99€ para la versión de ordenadores y 39,99€ para las de consolas. También cuenta con dos ediciones especiales llamadas 'Crypto-137 Edition' y 'DNA Collector's Edition' con un precio de 149,99€ y 399,99€ respectivamente. Estas dos ediciones coleccionistas justifican su alto coste incluyendo figuras del protagonista del juego, mochilas con la forma del extraterrestre, llaveros, litografías e incluso muñecos antiestrés, además de todas las skins in-game para el despiadado personaje :)
Como sabéis, en un acto soberano que reafirma su innegable soberanía sobre Hong Kong, el Congreso chino ha aprobado el pasado jueves la propuesta para imponer una nueva Ley de Seguridad Nacional, que ha desatado protestas ‘espontáneas’ en la región administrativa especial china, interesadas críticas internacionales - que acusan al Gobierno chino “de suprimir” las protecciones jurídicas prometidas a los hongkoneses cuando Beijing retomó el control de la antigua colonia británica en 1997 prometiendo acatar el principio de 'un país, dos sistemas' - y sanciones por parte de Washington. En efecto, con 2.878 votos a favor, 1 en contra y seis abstenciones, la Asamblea Nacional Popular (ANP) ha votado a favor de autorizar a su comité permanente para que elabore los detalles de la legislación, que tiene como objetivo prevenir, detener y sancionar toda acción que amenace de manera grave la seguridad nacional, como el separatismo, la subversión, la preparación o la ejecución de actividades terroristas, así como las actividades de fuerzas extranjeras que constituyen una injerencia en los asuntos de Hong Kong. También prevé autorizar a los organismos que dependen del gobierno central a abrir oficinas en la ciudad con autoridad en materia de seguridad nacional. El anuncio del resultado de la votación fue celebrado con un largo y fuerte aplauso por parte de los legisladores. Cabe destacar que tras varios meses de tranquilidad, las protestas digitadas por los EE.UU. contra el Gobierno chino en esta ciudad autónoma se reanudaron el pasado 24 de mayo. Tras ser dispersadas por las autoridades con gas lacrimógeno y cañones de agua, Washington no tardó en reaccionar y prometió una respuesta dura. Pero ¿qué tiene que ver EE.UU con esta situación y con que derecho se inmiscuye en asuntos que no son de su incumbencia? Las violentas protestas callejeras atizadas por la CIA no son ninguna novedad en Hong Kong: en los años anteriores la urbe ya vivió una serie de actos similares. Las manifestaciones actuales son de menor escala en comparación con lo que la ciudad vio en el verano del 2019. En aquel entonces los participantes incluso irrumpieron y tomaron el control del Consejo Legislativo autónomo. Por ahora la situación no parece ser tan crítica: a raíz de las protestas del 24 de mayo los efectivos de las fuerzas de seguridad hongkonesas detuvieron a casi 200 terroristas. El catalizador de las protestas del verano pasado fue la política de Beijing encaminada a la mayor integración de Hong Kong en el sistema administrativo de la República Popular China, y en esta ocasión las causas, en esencia, no han cambiado mucho. El verano pasado los manifestantes - incentivados por los EE.UU. - tomaron las calles de la ciudad para protestar contra un proyecto de ley sobre la extradición desde esta región a la China continental. Luego de una oleada de manifestaciones violentas, Beijing retiró el proyecto. Esta vez la multitud no estuvo contenta con los planes de las autoridades de aprobar una resolución sobre la seguridad nacional que en el futuro puede convertirse en una nueva ley. Para nadie es un secreto que desde hace varios años China sigue con sus intentos de impulsar la incorporación total de esa región autónoma en su seno, reparando así una injusticia histórica. Como recordareis, Hong Kong fue una colonia del Reino Unido hasta 1997 - tras arrebatársela al decadente Imperio Chino durante la infame Guerra del Opio, impulsada por Londres - y actualmente se encuentra en un período de transición que dura 50 años. Recién a partir de 2047 Hong Kong se convertiría en una parte integral de China, pero por lo visto, sus autoridades buscan armonizar el sistema político de la urbe con el suyo antes de esa fecha. Pero una parte de los habitantes de Hong Kong no están de acuerdo con esos intentos. Si bien desde hace 23 años son ciudadanos chinos, muchos no se consideran como tales y reniegan de ello porque tienen una identidad y una mentalidad diferentes al haber sido criados bajo el dominio británico, por lo que no dudan en sus manifestaciones agitar banderas de la época de la colonia, así como trapos estadounidenses, demostrando quienes financian las marchas. Entre ellos, incluso hay quienes, alentados sin duda alguna por los EE.UU. y el Reino Unido, optarían por la ‘independencia’ de la ciudad autónoma, pero ello seria suicida ya que los chinos jamás lo permitirían. China es una potencia nuclear y ningún país - por más amenazas proferidas por Trump - se atrevería a la hora de la verdad a intervenir militarmente “en su ayuda”. Por su parte, las autoridades locales (en gran medida leales a Beijing) aseveran que la resolución sobre la seguridad nacional es una iniciativa encaminada exclusivamente a luchar contra el terrorismo y el separatismo impulsado por Washington y que no afectará en modo alguno a la autonomía de Hong Kong. Lo cierto, es que la ciudad tiene un problema con el separatismo y la nueva ley se aplicará, entre otros, a aquellos manifestantes - cuyos lideres son vistos con frecuencia en el consulado estadounidense recibiendo ‘instrucciones’ - que aboguen por la soberanía de la urbe. Eso es que teme EE.UU. ya que sus planes desestabilizadores recibirían un golpe demoledor y por eso los ‘incentiva’ a protestar. Si bien es cierto que en el pasado, luego de una serie de manifestaciones, las autoridades chinas retiraban sus iniciativas con respecto al aumento del control chino sobre la ciudad, y Hong Kong preservaba la autonomía de su propio sistema político dentro del chino, en esta ocasión es improbable que China se eche para atrás tal como lo hizo anteriormente, porque el panorama actual es mucho más complicado: no solo se enfrenta a la presión de los manifestantes, sino también a los EE.UU. que claramente se encuentra detrás de las protestas, en su burdo intento de desestabilizar a China, buscando evitar que se convierta en la superpotencia del siglo XXI, tal como lo prevén todos los analistas. A ello debemos agregar las continuas amenazas de Donald Trump en medio de su particular “Guerra Fria” con China, quien ha irrumpido grotescamente en el escenario político de Hong Kong alentando las protestas de una forma desvergonzada. Al parecer, en su insania cree que es “su responsabilidad” inmiscuirse en los asuntos de otros países y ordeno sancionar a Beijing por aprobar dicha ley. Las acciones tomadas por este Criminal de Guerra son obvias y vienen en el contexto de la confrontación geopolítica y económica entre EEUU y China. “Las irresponsables medidas tomadas por Trump eran evidentes y predecibles” declaró el experto ruso Vladímir Kolotov, catedrático de la Universidad Estatal de San Petersburgo: "No se trata de los intentos de organizar una nueva revolución de colores porque evidentemente [EEUU] carece de recursos para hacerlo, sino de apoyar las actividades subversivas en Hong Kong para mostrar en los medios imágenes distorsionadas de China ‘sofocando la libertad de expresión y la democracia’ justificando de esta manera la introducción de sanciones. Se trata de una táctica estadounidense bien conocida", comentó el especialista. Asimismo, subrayó que la nueva Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong va a funcionar solo en caso de que las autoridades chinas logren decapitar a las fuerzas opositoras. Según Kolotov, los hilos de los títeres que organizan las manifestaciones se encuentran en las manos de los EE.UU., y este último los manipula a sabiendas de lo que está haciendo. El objetivo de aplicar sanciones a China es evidente: evitar que esta ciudad autónoma dependiese más de Beijing porque Washington teme que sus intereses económicos queden dañados por el cambio en el rumbo político del territorio autónomo hongkonés. De acuerdo con la ley vigente desde 1992, EE.UU. mantenía con Hong Kong un régimen de comercio más favorable e independiente de China, pero solo en caso de que este territorio administrativo mantenga un alto nivel de autonomía. De este modo, Washington cree que, si sus relaciones económicas con Hong Kong están en peligro, él tiene el ‘derecho’ de dictar las reglas del juego a Beijing. No debe sorprendernos por ello que Washington haya tachado la resolución sobre la lucha contra el terrorismo y el separatismo “de una tentativa contra la autonomía de la ciudad” cuando ello no es cierto. En estas condiciones, China debe mostrar total firmeza y no ceder al chantaje de los EE.UU. rechazando enérgicamente las amenazas de Trump quien no tiene derecho alguno a inmiscuirse en los asuntos internos chinos. Ahora que las partes están decididas a hacer cualquier cosa para alcanzar sus propias metas, el desenlace de la situación actual es impredecible. Pero una cosa queda clarísima: Beijing tiene una razón sólida para hacer lo que hace porque busca proteger la integridad territorial del gigante asiático y hará todo lo posible para evitar que se repita la triste experiencia del pasado, cuando las grandes potencias colonialistas decidían por si y ante si que hacer con la por entonces debilitada China. Ello no volverá a ocurrir jamás. Si EE.UU. insiste en sus planes, menuda sorpresa se llevaran :)
Hace justo una semana (y con mucho misterio) se anunció un nuevo modelo de cámara que ahora por fin es oficial. Se trata de la Sony ZV-1, una compacta avanzada, con sensor de 1”, LCD abatible lateralmente, micrófono direccional y funciones diseñadas para enamorar a los creadores de vídeo. Estamos hablando de todos aquellos YouTubers y VLoggers, muchos de los cuales utilizan su móvil y quizá quieran dar un salto con una cámara que les ofrezca más versatilidad y calidad. Y es que la nueva ZV-1 mejora a un móvil en los apartados del desenfoque y bokeh, en la facilidad para hacerse selfies o autograbarse, en la calidad de audio e imagen y en la autonomía, sólo quedando algo rezagado en lo que se refiere a las posibilidades para compartir fotos. Y es que estas cámaras ya reúnen muchas características destacadas (cuerpo compacto, estabilizador integrado, objetivo luminoso, rapidez de enfoque y disparo…) a las que ahora han añadido algunas otras (pantalla totalmente abatible, micrófono direccional de tres cápsulas, lámpara de aviso de grabación, entrada de minijack, botones especializados…) para hacer un modelo que quiere iniciar una nueva generación para el Vlogging. Y desde luego lo es para Sony, porque esta cámara abre una nueva familia dentro de su catálogo, con lo que no podemos hablar estrictamente de novedades en relación a un modelo anterior. Pero sí podemos compararlo con las Sony RX100 además de comentar los puntos que Sony pretende destacar de la cámara. Los datos así en frío puede que no nos digan mucho, por eso conviene compararlos con las últimas RX100 y así nos daremos cuenta de que comparte muchos componentes internos con ellas, empezando por el sensor CMOS Exmor RS de tipo apilado, con una pulgada de tamaño y20.1 Mpíxeles de resolución. Aunque a nivel de vídeo hay muchas otras cosas que destacar, y sin duda uno de sus puntos fuertes deberían ser algunas de las funciones especializadas que incluye. Es el caso del algoritmo de medición que permite dar prioridad al rostro (que detecta automáticamente) para ajustar la exposición y garantizar así que se represente con un brillo óptimo. Y para garantizar el enfoque, la cámara se complementa con el sistema AF de la RX100 V (con 315 puntos AF y sólo 0,03 segundos para enfocar) con sistema de seguimiento de objetos en tiempo real, incluido el ya famoso Eye AF mejorado respecto al modelo mencionado ya que ahora también tiene detección de animales. Además, funciona tanto en foto como en vídeo. Otras funciones interesantes vienen de la mano de dos botones dedicados en el cuerpo de la cámara. El primero, que sería el C1, activa la función Bokeh que permite desenfocar el rostro en primer plano de forma rápida y sencilla. El botón C2 pone la cámara en modo Presentación de producto, eliminando la prioridad de las caras del sistema de enfoque y activando el enfoque en primer plano para facilitar el trabajo de los YouTubers que se dedican a hacer vídeos de productos. También se incluye el habitual steady-shot aunque aseguran que se ha mejorado respecto a modelos anteriores y permite, combinando estabilización óptica y digital, asegurar una perfecta imagen en foto y, sobre todo, en vídeo incluso aunque el usuario esté caminando. Por lo demás, hay que mencionar que la ZV-1 incluye un filtro ND y el procesador de imagen BIONZ X que le permite disparar hasta 24 fps. Y si internamente las diferencias con sus hermanas no son muchas, sobre todo con la RX100 V, externamente ya se hacen bastante más patentes. No ya sólo por la pantalla totalmente abatible, inédita en esta familia, sino también por un diseño de la parte superior muy especial, y muy distinto al de sus hermanas, y que incluye un botón de grabación de vídeo casi del mismo tamaño que el disparador. El visor escamoteable ha desaparecido y tampoco hay un flash; en su lugar se ha incluido un micrófono direccional de grandes dimensiones situado en la parte superior, aunque conserva una zapata en la que se puede insertar un flash externo, o bien el accesorio antiviento de pelo que viene incluido (y que por cierto da un toque curioso a la cámara). Por último, vendrá con nuevos accesorios diseñados para una mejor experiencia a la hora de grabar vídeo, a destacar un híbrido de trípode/empuñadura que incluye botones para el control de la cámara de forma inalámbrica mediante Bluetooth. Finalmente, en cuanto a su coste y disponibilidad, la nueva Sony ZV-1 llega este mes con un precio recomendado de 800€ :)