Esta semana nuestra atención se concentra en Afganistán, donde la guerra iniciada hace 13 años por los Estados Unidos y el Reino Unido, con el pretexto de derrotar a los talibanes - aquel grupo de mercenarios a quienes Washington armo para expulsar a los rusos del país, pero que una vez logrado su objetivo, lo convirtieron en un santuario del terrorismo internacional - no termina de concluir. En efecto, tras más de una década de ocupación, el conflicto en esa explosiva región del Asia Central, expresa no sólo un fracaso rotundo de su política intervencionista, sino que ha significado la muerte de mas de. 50 mil afganos, medio millón de heridos de diversa consideración y un millón de desplazados, dejando al país en ruinas y totalmente ingobernable, como ocurrió posteriormente en Irak y Libia. Cuando a pocos meses del 11- S del año 2001, Estados Unidos dio inició a la llamada Operación “Libertad Duradera” se creyó en un primer momento que no tendría mayor dificultad en expulsarlos fácilmente del poder, Sin embargo, los halcones de Washington al poco tiempo se dieron cuenta de su equivocación y terminaron empantanados en una guerra sin fin, que trajo al recuerdo la pesadilla de Vietnam. Si bien el objetivo declarado de Estados Unidos era expulsar a los talibanes y acabar con una sangrienta guerra civil, sucedió todo lo contrario, ya que no solo han podido liquidar a sus antiguos protegidos, sino que estos - aliados del grupo fundamentalista Al Qaeda - tienen el control absoluto de las principales zonas de cultivo del principal ingrediente para la producción de la heroína y amenazan con volver al poder en un país desvastado. Asimismo, su alianza con la Red Haqqani se ha consolidado con fuerza y no sólo en los clásicos bastiones del sur del país, sino en la amplia geografía afgana, donde antes tenía escasa o casi nula presencia. Cercanos a los talibanes, pero dotado de cierta autonomía, la Red Haqqani controla amplias áreas del sureste de Afganistán donde su estrategia de control se basa tanto en el vasallaje tribal como en la férrea disciplina en el campo ideológico, sobre todo en las provincias de Paktia y Khost. Este grupo, según los propios informes elaborados por los organismos de inteligencia estadounidenses ha sido relacionado con actividades terroristas y organizaciones criminales en el noroeste de Pakistán durante años. “Su apoyo permite a los talibanes seguir canalizar tanto combatientes como equipamiento en la zona oriental de Afganistán” sostenía en el 2011 el analista de la Heritage Foundation James Carafano cuando este grupo fue declarado un movimiento terrorista por parte del gobierno estadounidense. La Red Haqqani no tiene el perfil mediático de Al Qaeda, pero sus objetivos políticos coinciden tanto en lo retórico como en lo documental, signando que detener las acciones de los “cruzados en Afganistán impedirán consolidar la idea de un Gran Israel y eso es apoyar la causa del mundo musulmán”. Este grupo tribal posee cerca de 10 mil combatientes y está estrechamente ligado a Al Qaeda, los Talibán y los servicios de inteligencia paquistaní, lo cual le permite controlar las principales áreas de Afganistán donde se cultiva el 80% del opio que se produce en el mundo - 200 mil hectáreas - que va a parar a las ciudades de Occidente. Junto a esa ocupación territorial, los talibanes ha sido capaces de incursionar en las zonas donde Estados Unidos y el débil ejército colaboracionista afgano tienen sus bases, cometiendo una serie de atentados que ha cobrado gran cantidad de victimas, incluida la capital, Kabul. Esta ofensiva se enmarca en las acciones de las fuerzas insurgentes tras la decisión del nuevo gobierno afgano presidio por Ashraf Qani Ahmadzai, de rubricar el Acuerdo de Seguridad Bilateral (BSA, por sus siglas en inglés) entre Afganistán y Estados Unidos, que permite a este último país mantener parte de sus tropas en territorio afgano después de fines del año 2014, que era la fecha límite signada para el retiro de las fuerzas extranjeras. Este acuerdo demuestra la nefasta influencia de la administración estadounidense en lo que se espera de Afganistán para el futuro: Un estado títere supeditado a los hilos que se muevan desde Washington, dispuesto a acatar todas sus órdenes. Durante la última década, los Estados Unidos han gastado en Afganistán, 120 mil millones de dólares en sus intentos de consolidar gobiernos corruptos, una clase política voraz, parasitaria y absolutamente carente de poder social y político real, destruyendo aún más a un país precario, fragmentado. Todo ello en el marco de objetivos geoestratégicos en la zona del Asia Central, inserto en el vano intento de luchar contra el proyecto de desarrollo exterior impulsado por China en la zona. A pesar de los intentos estadounidenses y los miles de millones de dólares gastados en sus ofensivas militares, la presencia militar, política y empresarial, tanto china como rusa llevan enorme ventaja a Washington y sus aliados en materia de fortalecer la presencia de inversiones y acuerdos multilaterales. Así, el pasado mes de agosto, el gobierno chino discutió las formas de promover la construcción del Cinturón Económico denominado La Ruta de la Seda, una moderna red comercial internacional propuesta ya en el 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, el cual ha generado gran interés y una respuesta positiva por parte de Rusia, pero también el recelo de Washington, quien trata de torpedearlo en todo sentido. Precisamente, la serie de conflictos que se vive en la zona están destinadas a atentar contra la Ruta de la Seda, considerada una de las vigas maestras del nuevo orden mundial, ya que en los hechos será un desafío directo al liderazgo estadounidense en una región donde cada vez tiene menos influencia, región donde se inserta Afganistán y que constituye un pesado fardo económico y político para una superpotencia agotada por sus múltiples frentes abiertos. La Ruta de la Seda atraviesa en su periplo Kazajstán, Rusia y Bielorrusia, conectando China con Europa evitando así el tránsito por zonas conflictivas al sur del Mar Caspio. A esa ruta terrestre se une la idea de una órbita marítima, que rodeará el Océano Índico, garantizando el intercambio entre China y Europa. Ambas destinadas a ser las mayores rutas comerciales del mundo. Si a ello sumamos la alianza estratégica existente entre Rusia y China, para hacer frente al enemigo común, significa una clara competencia a las pretensiones hegemónicas de los Estados Unidos ya sea en Medio Oriente, Eurasia y Asia Central, Sin embargo, Afganistán tras trece años de ocupación estadounidense, se ha ido transformando lentamente en una entidad fallida. Derrotado en la práctica por los talibanes, a los EE.UU. no les quedara tarde o temprano otra cosa que una deshonrosa retirada, demostrando nuevamente el fracaso de su política intervencionista en la región. ¿Aprenderán la lección? Por lo que vemos en Ucrania, Irak y Siria, lo dudo mucho :(
Ha empezado la nueva era de Microsoft Lumia, y tal como adelantó la compañía la semana pasada, ya tenemos entre nosotros el primer terminal de los de Redmond sin la marca Nokia. En efecto, el Microsoft Lumia 535 ya es oficial, y con él, empieza la nueva era con la que Microsoft pretende recuperar terreno en el mercado de los smartphones, y en esta ocasión lo intenta, de nuevo, con un terminal de gama baja y precio competitivo. El nuevo Microsoft Lumia 535 llega con una pantalla de 5 pulgadas con resolución qHD (960x540 píxeles), procesador quad-core Snapdragon 200, 8GB de almacenamiento con posibilidad de expansión, 1GB de RAM y una batería de 1905 mAh, lo que suele ser habitual en un terminal de ese rango de precios para la compañía. Además, el conjunto lo complementan dos cámaras de 5 megapixeles, idénticas la trasera y delantera, con flash LED. De nuevo, y a pesar de no ser un teléfono de gama alta, la compañía lo ha cargado con todos sus servicios, y tanto Office como Cortana y Skype estarán disponibles en el terminal, servicios a los que además se suman 15 GB de almacenamiento gratuito en OneDrive. En cuanto a disponibilidad, la compañía ha confirmado que llegará a Asia en los próximos días por un precio de 110 euros en blanco, negro, cyan, naranja, verde y gris oscuro, aunque todavía no sabemos cuando empezará a llegar al resto de mercados. Un movimiento que sitúa al 535 como un smartphone enfocado a mercados emergentes y con unas características técnicas al nivel del que nos tenía acostumbrados la antigua Nokia. Una cosa está clara con este terminal, Microsoft va a por todas con los mercados emergentes siguiendo la estela de la ya extinta Nokia, y lo cierto es que con una estrategia de precios tan agresiva como la de este nuevo Numia 535, al que acompañan las especificaciones técnicas, puede convertirse en un super ventas para este tipo de mercados y poner a Microsoft en el punto más alto en cuota de mercado para la gama baja :)
El rinoceronte blanco está en el límite de su extinción tras la muerte de Suni, uno de los siete ejemplares que quedaban en el mundo y es que las posibilidades de supervivencia de esta especie, azotada por la caza furtiva, son casi inexistentes. Suni tenía 34 años y era el primer rinoceronte blanco del norte nacido en cautividad en el zoológico Dvur Kralove, en la República Checa, pero desde el 2009 vivía en el parque de conservación Ol Pejeta, en Kenia, junto a otro macho y dos hembras. Los “rangers” del parque lo encontraron muerto y aunque los veterinarios no han aclarado las causas, sí descartaron que fuera víctima de la caza furtiva, una práctica que está acabando con la población de rinocerontes y elefantes en el continente africano. A pesar de que Suni no fue asesinado para conseguir sus valiosos cuernos, el hombre ha tenido un triste protagonismo en la actual situación de la especie, ya que miles de rinocerontes han muerto en los últimos años debido a las cualidades curativas y sexuales que se atribuyen a las pócimas hechas con este material. “Siendo realistas, ahora hay pocas esperanzas de salvar al rinoceronte blanco del norte como especie, a pesar de las nuevas técnicas genéticas que pueden ayudar a rescatarlos en un futuro”, explica Richard Vigne, director de Ol Pejeta. Ahora, tras la muerte del animal, solo quedan seis rinocerontes blancos en el planeta y solo uno de ellos es macho, por lo que sus posibilidades de reproducción son escasas. “La especie se sitúa en el borde de la extinción completa, un lamentable testimonio de la codicia de la raza humana”, alerta Ol Pejeta. Como sabéis, en la década de los 90, tanto el rinoceronte blanco como el negro ya estuvieron al borde de la extinción debido a la caza indiscriminada. Entonces, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó como casi amenazado el primero y en peligro crítico el segundo. La caza ilegal es la principal amenaza para los dos tipos de rinoceronte que hay en África: el blanco (Ceratotherium simum) y el negro (Diceros bicornis). De este último hay cerca de 2.000 ejemplares que viven en estado salvaje en el continente, según Vigne. Pese a ello, los expertos de Ol Pejeta aseguran que seguirán haciendo todo lo posible para trabajar con los tres animales que quedan en la reserva, con la esperanza de sus nuestros esfuerzos “consigan que un día nazca un cachorro blanco”.La tasa de natalidad de esta especie tiene niveles muy precarios, incluso en las zonas donde están protegidos, debido a que, tras un periodo de gestación de año y medio nace una sola cría, a la que la hembra amamanta durante al menos dos años más, periodo tras el cual puede volver a ser apareada. Además de estas dificultades naturales a las que se enfrenta la reproducción del rinoceronte blanco, el ser humano ha sido decisivo a la hora de ponerlo al borde de la extinción. “Los seres humanos están causando la extinción de muchas especies y esto es un indicativo de la forma insostenible con la que seguimos explotando nuestro planeta”, advierte Vigne. El tráfico ilícito de marfil y cuerno de rinoceronte es una importante preocupación en el este de África, donde Kenia y Tanzania son los principales países de salida de estos productos, que luego viajan a China, Tailandia o Vietnam. Las mafias asiáticas compran los cuernos a los furtivos para venderlos a un precio muy elevado estos países, donde elaboran con ellos pócimas supuestamente curativas o afrodisíacos muy populares entre la población local. En 2013, más de 50 toneladas de marfil fueron vendidas alrededor del mundo, un récord histórico según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, en inglés), que precisa que los cazadores furtivos han pasado de una actividad descentralizada a ser profesionales dentro de redes organizadas transnacionales :(