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miércoles, 26 de diciembre de 2018

2019: Un año impredecible

La derrota de los EE.UU. en Siria (que se traduce con la sorpresiva retirada de sus tropas, sin haber logrado su objetivo de derrocar a Bashar Al Assad, abandonando a los terroristas kurdos a su suerte) no significa en modo alguno el triunfo de la paz en el mundo, porque al mismo tiempo en otros rincones del planeta como Ucrania, Kosovo, el Golfo Pérsico y el Mar Meridional de China, Washington incrementa su presencia militar con fines agresivos y que puede arrastrarnos a una conflagración nuclear.¿A que se debe ese cambio de planes? Con el virtual exterminio de ISIS a manos de la aviación rusa que pulverizo bajo toneladas de bombas su  ilusorio ‘califato’, EE.UU. considera que su presencia en Siria es una causa pérdida y prefiere replegar sus tropas a otros puntos calientes, con la mirada puesta en Rusia y China, aquel par de formidables adversarios que han acabado con su hegemonía global y que la llamada ‘Pax Americana’ sea vista como algo del pasado. Ello explica perfectamente el odio mostrado hacia esos países por parte de la administración norteamericana y sus vomitivas campañas de desinformación, donde dan rienda suelta a sus fobias antirusas y antichinas, culpándolos prácticamente de todos los males del mundo. Pero para su rabia, nadie se traga ese cuento y por ello pretenden desestabilizarlos ‘cercándolos’ militarmente así como sancionándolos económicamente, buscando el colapso de sus gobiernos, pero por más empeño que pongan en ello, nada han logrado. Lo que mas los aterra y se niegan a reconocer en publico, es que ambas potencias - ante las amenazas provenientes de Washington y sus ‘aliados’ - hayan logrado dejar atrás sus rencillas del pasado y estrechar sus lazos políticos, económicos y militares, que si bien aun no tiene el grado de ‘cooperación’ de la OTAN con un solo mando militar, están camino a hacerlo, algo así como un nuevo Pacto de Varsovia, con la diferencia de que en esta ocasión, seria un alianza de iguales, con un acuerdo mutuamente beneficioso. De hecho, si uno pesa el interés mutuo de Rusia y China frente a sus animosidades que pudieran haber tenido, surge el argumento de que la amenaza potencial que representa los EE.UU. y la OTAN es mas que suficiente para superar cualquier asomo de desconfianza. Primero, y quizás lo más importante, es que ninguno de los dos poderes representa una amenaza existencial para el otro. Rusia no está buscando convertir a China a su sistema de gobierno y lo mismo ocurre con China. La rivalidad ideológica que tenían en la época comunista ha quedado atrás, con mayor razón cuando ambos son potencias capitalistas cuyos intereses se entrelazan cada vez con mayor intensidad y tienen que enfrentarse a un enemigo común que se niega a reconocer que su tiempo quedo atrás. En segundo lugar, está el tema de la integridad territorial. Si bien es cierto que Rusia y China comparten una extensa frontera, no existe la posibilidad de una agresión mutua. En contraste, ambos países tienen a las tropas estadounidenses a corta distancia de sus centros de poder. En Europa por ejemplo, los tanques estadounidenses estacionados en los estados bálticos se encuentran a unas 385 millas de Moscú, mientras en el Pacífico, la séptima flota de EE. UU. que tiene su sede en Japón, posee miles de tropas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur. Estos recursos militares se encuentran a corta distancia del litoral de China, el corazón de su economía y el hogar de la mayoría de su población. No es de extrañar por ello que tanto Rusia como China estén convencidos que EE.UU. busca con ello interferir en sus respectivas zonas de influencia, por lo que han tomado medidas para contrarrestarlas.  Pero las similitudes de China y Rusia no terminan ahí. Ambas naciones son antiguas potencias imperiales que hoy conforman el Nuevo Eje Mundial, por lo que el deseo de cooperar de las dos naciones comienza a tener sentido. ¿Tienen algo que ganar Rusia y China con una mayor cooperación a la ya existente? No cabe duda de ello. Su objetivo es acabar con la hegemonía que aun pudiera tener los EE. UU. creando zonas de influencia que impulsen su propia seguridad y crecimiento económico. Es indudable que ambas naciones se beneficiaran con el colapso de los EE.UU. y su retirada del escenario mundial, porque dedicarían sus esfuerzos a la consolidación de su dominio en los países del Asia Central - considerado el patio trasero de Rusia - y donde China busca repotenciar su ‘Ruta de la Seda’ que extendería su influencia en el oeste. Ambos se beneficiarían conjuntamente del desarrollo de la región, mientras que la seguridad y la cooperación antiterrorista ayudarían a apuntalar regímenes amigables que se harían cargo de las amenazas provenientes de los remanentes de grupos terroristas financiados por los EE.UU. - como ISIS y Al Qaeda - quienes tras sus aplastantes derrotas tanto en Siria como en Irak a manos de los rusos e iraníes, tratan de reorganizarse con apoyo de la CIA en los países centroasiaticos, para tratar de infiltrarse posteriormente tanto en Chechenia (Rusia) como en Uiguristán (China) que tienen mayorías musulmanas, lo que es una preocupación seria para ambos estados. Ya hay señales claras de que China y Rusia están viendo los beneficios de trabajar juntos. Los militares de las dos naciones realizan con frecuencia ejercicios militares conjuntos, especialmente el reciente Vostok 2018 cuando 3,500 soldados chinos participaron en las maniobras. La inversión económica no se ha quedado atrás, y tanto China como Rusia han manifestado recientemente su deseo de aumentar el peso económico de su región fronteriza compartida. No es de extrañar por ello que el naciente Comité Consultivo Empresarial ruso-chino anunciara en septiembre del 2018 el ambicioso objetivo de un proyecto conjunto de inversión y desarrollo conjunto de $ 100 mil millones. Queda claro que las tensiones que pudieran haber tenido décadas atrás hoy son parte del pasado y su amistad y operación actual es cada vez más fuerte para desazón de los EE.UU. y la OTAN que ilusamente creían que estas diferencias podían mantenerse para su beneficio. A medida que la animosidad de EE. UU. y Occidente crezca hacia Rusia y China, esto continuará impulsándolos a una cooperación aun más estrecha. Si entre 1972 y 1990, Washington intento hacer mas profundas sus diferencias en plena Guerra Fría - intentando acercarse a la China de Mao, buscando distanciarlo de los soviéticos - con el derrocamiento de la dictadura comunista en Rusia y el paulatino abandono de esa ideología por parte de China, esta situación se ha invertido sustancialmente y hoy no solo son firmes aliados, sino que también se han convertido en pilares del Nuevo Orden Mundial. Si EE.UU. y Occidente se niegan a reconocer la nueva realidad peor para ellos. Y si mediante una serie de provocaciones el año que viene están decididos a desatar una conflagración mundial para cambiar la historia, será su perdición :)

BLACKBERRY KEY2 LE ATOMIC: La evolución de los smartphones

TCL Communication, socio de la marca Blackberry, ha anunciado la comercialización de su Blackberry Key2 LE Atomic. Este modelo viene a ampliar la familia de la serie de smartphones KEY y, en concreto, supone una evolución del terminal Key2 que incluye biseles de pantalla minimizados y chasis rediseñados para dotar al equipo de una estética más actualizada. Entre sus características destacadas, está la funcionalidad Speed Key que hace posible una experiencia de acceso directo personalizada, potenciada por prestaciones propias de Android como Google Assistant, Google Lens y Google Pay. Alain Lejeune, vicepresidente senior de TCL Communication y presidente de BlackBerry Mobile, ha declarado que “nos centramos en hacer smartphones BlackBerry modernos como el Key2 LE Atomic, para ofrecer una gran experiencia para la comunicación diaria, con acceso a todas las características, conectividad y aplicaciones que nuestros clientes esperan”. El terminal se caracteriza por armonizar el diseño icónico de Blackberry con elementos muy actuales, como una estructura de policarbonato ligera y una parte trasera de textura suave para un mejor agarre en la mano. Es un terminal muy ligero, con muy poco peso, que se maneja con comodidad. Presenta además una pantalla sin notch que incluye biseles minimizados. Como su predecesor, el Blackberry Key2 LE Atomic integra una pantalla de 4.5 pulgadas con resolución FullHD+ encima de un teclado completo rediseñado con teclas casi un 10% más grandes que las del KEYone. Este teclado incluye la Speed Key que permite un acceso directo a diferentes funciones sin la necesidad de tener que volver a la pantalla principal o buscar en una carpeta de archivos para acceder a las aplicaciones, contactos y funciones que más se utilicen. La Speed Key presenta asimismo 52 accesos directos personalizables para poder programar cada tecla, para abrir la agenda de contactos y las aplicaciones de uso más frecuente, al instante. Los accesos directos proporcionan una herramienta de valor a la hora de agilizar los accesos a diferentes funciones y aplicaciones, muy útil. El dispositivo viene con 4GB de memoria RAM y en dos variantes de almacenamiento 32 y 64 Gigas (ambos tienen posibilidad de ampliarse mediante una tarjeta micro SD). La capacidad del aparato resulta suficiente. Funciona con un procesador Qualcomm Snapdragon y una batería que ofrece hasta 22 horas de uso. Integra Qualcomm Quick Charge 3.0, lo que permite realizar un 50 por ciento de carga en unos 36 minutos (suficiente batería para aguantar un día normal de trabajo). Hay que destacar que está disponible un interesantísimo Modo Boost que aprende de los hábitos diarios de carga y citas del calendario, para recomendar cuándo cargar, y que el dispositivo este operativo cuando realmente se necesita. El nuevo Blackberry Key2 LE Atomic presenta una cámara dual trasera (13MP+5MP) con múltiples posibilidades de captura que incluyen el modo Retrato. La cámara frontal es de 8MP y viene con flas así como diferentes modos como Wide Selfie (panorámico) y Face Beauty, lo que hace más versátil y personal la toma de autofotos. Las cámaras no son brillantes en este modelo, pero son más que suficientes para el tipo de usuarios al que va dirigido el terminal. El sistema integra Google Lens, que permite acceder a información sobre puntos de referencia, edificios, libros y un amplio etcétera apuntando la cámara al objeto. Blackberry Key2 LE Atomic gestiona con suficiencia y separa de manera precisa las funciones y área de trabajo de la de ocio. Esto incluye apoyo para cuentas personales duales y software especialmente diseñado. La gestión de cuenta dual se integra para separar los perfiles de redes sociales y profesionales como personales en aplicaciones como Facebook e Instagram, y en la variante dual SIM del Key2 LE se puede tener también Wahtsapp dual y otras cuentas que requieran números únicos. También viene con Blackberry Hub que lleva todos los mensajes a un único lugar para que resulte más sencillo su tratamiento y control. Key2 LE Atomic permite el control de la privacidad del smartphone con características como Locker, que hace posible gestionar la información que se comparte en la nube como, por ejemplo, fotografías y documentos. Proporciona un espacio personal donde el usuario puede almacenar aplicaciones que quiera o necesite mantener en privado, así como documentos y fotografías confidenciales. Integra Firefox Focus, el buscador con privacidad de Mozilla, que evita rastreadores y elimina automáticamente la sesión de búsqueda cuando se cierra la aplicación. Incluye también la aplicación DTEK con nuevas características para identificar y eliminar riesgos de seguridad potenciales, como acceso a datos no deseados a partir de la descarga de una aplicación en el smartphone. Ya disponible desde inicios de este mes a un precio increíble: €429 :)

EXOPLANETAS: ¿Podremos viajar a ellos algún día?

Termina el 2018, un año que ha sido muy productivo para la NASA para el descubrimiento de nuevos planetas ubicados más allá de nuestro sistema solar (exoplanetas) en los cuales hay grandes posibilidades de que se desarrolle la vida tal como la conocemos, lo cual abre una nueva posibilidad de encontrar un sustituto a la Tierra en el futuro. Su localización ha sido posible gracias a los telescopios espaciales, ya que sin ellos - debido a la considerable distancia donde se encuentran - hasta ahora no sabríamos de su existencia. Como sabéis, no fue hasta el año 1992 cuando se descubrieron los primeros planetas con una masa parecida a la terrestre orbitando alrededor de otra estrella. Ese año dio el pistoletazo de salida, porque hasta la fecha ya se han encontrado miles de sistemas planetarios con innumerable cantidad de exoplanetas. Además, su continuo descubrimiento da otras pistas para muy interesantes la NASA. Este hallazgo indica que los planetas terrestres templados parecen estar en grupos. Misiones como Kepler ya sospechaban que existía este comportamiento, pero luego del descubrimiento de los planetas esta teoría se ha asentado. ¿Y ello qué significa? Que sistemas estelares más próximos y conocidos como Próxima Centauri, en el que al menos hay un planeta, podrían estar poblados por más de un hermano gemelo de la Tierra, y por tanto potencial hogar de la especie humana. Todos se han lanzado a aventurar que el descubrimiento de exoplanetas supone un avance insólito y muy importante para la ciencia. Vale, lo sabemos, pero ¿qué es lo que se nos viene encima? ¿Para qué servirá este avance? El descubrimiento de exoplanetas ha abierto una pequeña brecha por la que podemos empezar a vislumbrar un futuro digno de cualquier película de ciencia ficción. Muchos expertos ya lo advertían en numerosas ocasiones en los últimos años, la Tierra tiene fecha de caducidad, y si queremos sobrevivir a la hiper explotación a la que tenemos sometido a nuestro planeta, el destino de nuestra especie pasa por encontrar otros planetas habitables. Al respecto, un equipo de astrónomos esta convencido que muchos de ellos son mundos rocosos con una masa muy similar a la de la Tierra y que además están dentro de lo que los expertos consideran ‘la zona de habitabilidad’. Con todos los datos que nos han puesto sobre la mesa a todos se nos viene la misma pregunta a la cabeza: ¿Cuándo vamos a poder viajar a esos planetas? Ante todo, debemos saber que estos se encuentran a una considerable distancia de la Tierra, como por ejemplo, los 7 planetas que orbitan la estrella Trappist-1, una enana roja ultra-fría del tamaño de Júpiter, está ubicada aproximadamente a 39 años luz de la Tierra. Esta no es una distancia tan corta como los 4,25 años luz que nos separan de Próxima Centauri, pero nos da una nueva e interesante posibilidad, porque en términos astronómicos el resto de posibles planetas habitables podrían estar situados mucho más lejos todavía. Para hacernos una idea de cuánto tardaríamos en llegar hasta estos planetas con los medios que manejamos ahora nos puede servir un ejemplo. La nave espacial más veloz que se ha lanzado desde nuestro planeta fue la misión New Horizons de la NASA, una misión dirigida hacia Plutón y que se lanzó en enero del 2006 a una velocidad de 58.000 kilómetros por hora. Si su destino hubiera sido Marte (situado a 225 millones de kilómetros de media) la nave tardaría entre 39 días como mínimo y 289 como máximo. Los exoplanetas descubiertos están a varios años luz de la Tierra y un año luz equivale aproximadamente a 9.460.730.472.580'8 kilómetros. Por lo tanto, con las cuentas en la mano, todavía tenemos que mejorar nuestros sistemas para poder plantearnos llegar hasta allí sanos y salvos. Por otra parte, los viajes espaciales prolongados y las estancias en lugares o entornos de baja gravedad durante largo tiempo suponen un gran desafío físico y emocional para los humanos. Los astronautas que se embarcan en una de estas aventuras deben seguir durante una larga temporada un riguroso y estricto programa de ejercicios y alimentación. Y es que una larga estancia en el espacio puede tener efectos perjudiciales para el organismo. A ello debemos agregar que según un estudio de la Administración Federal de la Aviación de EE.UU., la exposición a los rayos cósmicos causa en los viajeros, aún incluso cuando estos están protegidos tras escudos antirradiación, un notable incremento en los riesgos de contraer cataratas, la pérdida de fertilidad e incluso aumenta las posibilidades de heredar a su futura descendencia algunas patologías genéticas. Los trajes espaciales que actualmente existen son un soporte vital de calidad para los astronautas pero no son la solución definitiva. Cuando un astronauta realiza un periplo espacial de tan solo seis meses, su cuerpo acaba padeciendo algunas de las consecuencias de su decisión. Los huesos, por ejemplo, sufren un proceso de descalcificación que reduce la masa ósea entre un 1 y un 2 % al mes; mientras que la exposición a algunas de las radiaciones que hay en el espacio pueden causar serios daños en nuestro ADN. La cabeza también resulta afectada, ya que cuando desaparece la atracción terrestre, hay una redistribución de los líquidos corporales que hace que esta se hinche provocando a los viajeros espaciales fuertes cefaleas. Y son solo seis meses. Imaginémonos lo que ocurriría si decidiéramos iniciar un viaje interestelar. Aun resolviendo este problema, queda por ver como serán los mundos ‘habitables’ que encontremos y peor aun, si ya están habitados. La NASA ha asegurado que todavía no tiene establecido el protocolo, pero lo más seguro es que la confirmación de este hallazgo le obligaría a replantear sus objetivos. Queda por ver si saldríamos vivos de ese encuentro ya que nos verían como ‘invasores’ y acabarían con nosotros sin duda alguna ¿Tan largo viaje para acabar así?. Venga ya, quizás una travesía así no pase de nuestra imaginación, ya que si en pleno siglo XXI no hemos sido capaces de llegar a Marte o siquiera regresar a la Luna (si es que en realidad estuvimos alguna vez allí) vamos a tener la tecnología como para viajar a años luz…. Quizás deban pasar siglos antes que ello sea posible, a menos claro, que sea virtualmente o que los alienigenas nos ‘visiten’ primero, los cuales por cierto, conociendo lo primitivos y violentos que somos los humanos, no vendrían en paz :)
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