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miércoles, 17 de marzo de 2021

AFGANISTAN: Ignominia y vergüenza

Una carta filtrada del Secretario de Estado Antony Blinken muestra que EE.UU. está buscando desesperadamente una resolución al conflicto afgano por ellos provocado y es que luego de décadas de infructuosa intervención militar en el país para combatir a los talibanes, han tenido que admitir su derrota y no saben como salir del lugar, aunque es indudable que será de la forma mas vergonzosa posible. Ya el año pasado, Washington se vio obligado a iniciar un acuerdo con los talibanes, que controlan prácticamente todo Afganistán, dejando en poder de los colaboracionistas sostenidos por los EE.UU. únicamente algunas zonas de Kabul, la asediada capital. El acuerdo parece bastante sencillo: si los talibanes se abstuvieran de atacar a los invasores estadounidenses y negociaran la paz con el gobierno títere afgano (que no es parte de las conversaciones ya que no tiene voz ni voto alguno), EE.UU. cumpliría la promesa de retirar sus tropas del país antes del 1 de mayo. Todo parecía un poco idealista, sin embargo, fue el resultado de lo que es un esfuerzo de casi dos décadas a través de un atolladero imposible de ganar: el epítome, podría decirse, de la máquina de guerra perpetua de los EE.UU. Por supuesto, la naturaleza curiosa del acuerdo ha significado que Washington no se limita a empacar y salir sin preguntas, dejando al gobierno colaboracionista afgano a merced de los talibanes, ávidos de venganza. No es de extrañar precisamente que haya aparecido en los medios esa carta filtrada por Blinken, que sugiere que la Casa Blanca se está esforzando por negociar algún tipo de paz entre los talibanes y Kabul. En pocas palabras, es un intento de no hacer que la retirada de los EE.UU. sea vergonzosa - que lo es - cuando el grupo islamista inevitablemente comienza a tomar el control de todo el país en lo que Blinken denominó una "ofensiva de primavera". No cabe duda que cuanto antes Washington quisiera darle la espalda al conflicto por ellos originado, pero no puede hacerlo de la manera que quisiera. Cabe destacar que el final de su desastrosa guerra en Afganistán no presenta opciones fáciles para el discapacitado físico y mental de Joe Biden. Si aún no estaba claro, ahora se sabe que es completamente imposible de ganarla. Si bien el acuerdo de paz fue algo típico de Trump, la mera consideración de incluso negociar un acuerdo con los talibanes es un testimonio del hecho de que ellos han sido los triunfadores del conflicto, habiendo mantenido el rumbo de una guerra de desgaste contra el invasor y sus colaboracionistas durante 20 años. Ahora, EE.UU. que no tiene opción alguna de ganar, está buscando una forma de crear una coexistencia pacífica entre el grupo combatiente islamista y el gobierno títere impuesto por los invasores - algo materialmente imposible - permitiendo de esta forma que Washington se vaya “y salve las apariencias” intentando ocultar su ignominiosa derrota. Los talibanes podrían tener motivos para estar de acuerdo con esto, pero no para mantenerlo. Y esto deja dos resultados potenciales: o Biden incumple su palabra por lo que el acuerdo de paz se rompe y la guerra continúa o se avanza en las conversaciones entre los talibanes y el gobierno títere, pero con el tiempo a su favor al sentirse triunfadores, nuevamente la guerra continuaría hasta acabar completamente con los colaboracionistas que sin el apoyo de Washington, terminarían siendo exterminados en poco tiempo. No hay motivos para que los talibanes sean aclamados en Occidente, ya que fue ampliamente asociado en la mente de la gente con el operativo de bandera falsa de la CIA del 11 de septiembre, para “justificar” el intervencionismo estadounidense en la región y apoderarse de sus ingentes recursos de gas y petróleo, como sucedió en Irak. Sin embargo, lo desagradable de esta situación en que pasa por alto la realidad más matizada de que su comportamiento que es una reacción a décadas de intromisión estadounidense en Afganistán y su trágica historia como pieza de ajedrez entre EE.UU. y la URSS. Nunca se ha tenido en cuenta el hecho de que Washington alentó al Islam fundamentalista en Afganistán como una fuerza reactiva anticomunista. Simplemente no se anticipó cómo esto algún día sería contraproducente, ya que al final se convirtieron en sus enemigos. Y es por eso que, luego de 20 años de insurgencia, los talibanes nunca se han rendido ni han perdido su determinación de luchar. Independientemente de las ideas, el objetivo de los combatientes talibanes es simple: quieren recuperar su país y son capaces de aprovechar la absoluta depravación de las condiciones en Afganistán, incluida la pobreza, la desesperación y la desilusión, para fomentar un sentimiento orgánico que los sigue impulsando su regreso, no importa cuántas veces el país sea bombardeado por los estadounidenses que se encuentran en retirada. Una de las realidades más devastadoras que representan los talibanes y con los que EE.UU. busca apresuradamente llegar a un acuerdo, es que, debido a las frágiles estructuras políticas de Kabul, la organización tiene un amplio apoyo legítimo en la población ya que es visto como una fuerza que lucha desde hace décadas contra la invasión estadounidense y que además debido a su fuerza, no puede ser eliminada por la vía militar. Es el mismo escenario que se vivió en Vietnam; se trata de la reacción de todo un país contra la ocupación extranjera. Por lo tanto, Washington no tiene opción alguna de ganar y solo le queda retirarse de un país al que con sus incesantes e indiscriminados bombardeos destruyo a su antojo, pero que al final no le sirvió para nada. Sin embargo, ¿cómo lo haría sin sufrir vergüenza o provocar la furia neoconservadora de que Afganistán quede nuevamente a merced de los talibanes? Y ahí radica el esfuerzo por intentar “asegurar” una paz imposible. Esta última iniciativa tiene como objetivo incorporar pacíficamente a los talibanes dentro de “las propias estructuras democráticas” de Afganistán y alentarlo a ganar influencia a través de los votos en lugar de la violencia. Pero este ridículo esfuerzo se trata más que nada para evitar que EE.UU. se vea como el gran derrotado en el conflicto, que de lograr un resultado realista. Y hay que plantearse la pregunta: ¿cómo los traidores colaboracionistas podrán coexistir “pacíficamente” con los talibanes en la “nueva” Afganistán sin recibir el castigo que merecen por su traición al haberse unido al invasor que hoy los abandona? Asimismo ¿cómo se puede lograr que un grupo islamista militante sea parte de “un sistema democrático” importado de Occidente y ajeno a las tradiciones afganas que fue instaurado mediante las armas por los estadounidenses y que no ha dado ningún resultado? ¿Estamos contemplando aquí solo una opción valida es aquella donde que los talibanes toman el poder por la fuerza militar y liquidan a los colaboracionistas hasta no dejar a ninguno con vida? Ellos no van a pactar con traidores - ya lo han adelantado - y el final del conflicto terminara con un baño de sangre de aquellos que traicionaron a su país y colaboraron con el enemigo estadounidense. Por supuesto, eso no significa que los talibanes no estén de acuerdo con ese trato. Es absolutamente de su interés hacerlo, porque significa que los invasores estadounidenses ciertamente se irán. Y una vez que ello suceda, nadie podrá detener a los talibanes para castigar a quienes apoyaron a Washington, formando parte de ese gobierno títere. Pero, ¿resistirá el trato la prueba del tiempo? De ninguna manera. Porque si Biden decide finalmente no irse, veremos más de lo mismo, lo que significa que se seguirá gastando sangre y esfuerzo estadounidenses en este conflicto imposible de ganar, ya que los talibanes ya se han alzado con la victoria. Controlan todo el país y mantienen sitiada a la capital desde hace mucho tiempo. No es de extrañar que el final del conflicto este a su alcance: sería simplemente conquistar Kabul por la fuerza apenas las tropas estadounidenses abandonen el lugar, y el tiempo juega a su favor. Ante esta situación, no hay resultado favorable alguno que pueda exhibir los EE.UU. para intentar disimular su fracaso por lo que ese acuerdo de paz que busca implementar es en gran parte falaz ya que simplemente trata de ocultar su vergonzosa derrota. Afganistán es un caso perdido para ellos y buscan el momento de abandonarla a su suerte :(

NIKON Z9: Imagen sin precedentes

Tras unos días de rumores, Nikon anuncio oficialmente que está desarrollando una nueva cámara mirrorless de tipo profesional que llegará a los consumidores este año, la cual se llamará Nikon Z9 y, como se esperaba, será el buque insignia de la japonesa en el 2021 prometiendo una calidad y poder sin igual. Además de anticipar que representa un salto significativo en tecnología y desempeño, el fabricante japonés aseguró que la Z9 reúne las tecnologías innovadoras para ofrecer el mejor rendimiento de imagen fija y video en la historia de Nikon. Asimismo, la cámara brindará la máxima usabilidad, lo que ofrecerá una experiencia de imagen sin precedentes, desde la captura hasta el flujo de trabajo, con lo que superará a las cámaras sin espejo y las réflex digitales (DSLR) anteriores, por lo que se ubicará por encima de la Nikon Z7 II y la Nikon Z6 II, compitiendo con la increíblemente avanzada Sony A1. La firma adelantó pocos detalles sobre las características que tendrá la cámara, aunque confirmó que la emblemática montura Z fue adaptada para dar vida al dispositivo. De acuerdo con la única imagen disponible, parece ser una mezcla entre la Z7 sin espejo y la D6, una DSLR de fotograma completo. Sin embargo, Nikon aclaró que la apariencia [final] de la cámara podría diferir. De otro lado, se confirma que el nuevo sensor será tipo CMOS apilado y diseñado para el formato FX. También se presentará una nueva tecnología de procesador que estará pensada para dar soporte a los 8K de grabación de la cámara. La nipona dice que esto ayudará a suplir las necesidades de una gran variedad de profesionales, desde la fotografía a la cinematografía. Lastimosamente la compañía aún no ha revelado mayor información y con respecto a las demás características, Nikon se ha quedado callado, tan solo anunciando que será el modelo más poderoso y ofrecerá una experiencia de captura única con un flujo de trabajo nunca antes visto. En cuanto a su disponibilidad, se decía inicialmente que llegaría recién a finales de año, aunque otros rumores indican que será “en el otoño del 2021”, en otras palabras, en algún momento entre septiembre y noviembre. En relación a su precio, la última especulación del cual se tiene conocimiento es que la Nikon Z9 costaría entre $ 6,000 y $ 7,000, lo que lo colocaría en un territorio similar al Sony A1 (cuyo precio es de $ 6,500) aunque repetimos, nada esta confirmado. La compañía japonesa probablemente está dando esta información por fragmentos para mantener a los usuarios de la marca pegados a sus sistemas y avisar que siguen optando a ser líderes del mercado fotográfico. Aunque pueda parecer extraño - más si se considera que otras compañías mantienen en sigilo el desarrollo de sus productos hasta estrenarlos de manera oficial- Nikon suele adelantar así el lanzamiento de sus cámaras de gama alta. Estaremos atentos a más detalles para darlos a conocer próximamente ¿vale? :)

FERRARI FS21: Adrenalina pura

La mítica escudería italiana ha presentado su nuevo monoplaza para la temporada 2021. En efecto, el nuevo coche de la escudería Ferrari llega con varias novedades, con una parte trasera completamente renovada y un motor más potente, que junto a los cambios aerodinámicos, debe aumentar su velocidad punta en recta y reducir la resistencia al aire. Muy cambiado desde adelante hasta atrás y con elementos realmente llamativos, el SF21 muestra un trabajo de revisión exhaustivo que se ha realizado en Ferrari sobre el coche del año pasado. Lo que más destaca en lo estético es la publicidad de Phillip Morris en un nuevo tono, que quizá pretende ilustrar los 'brotes verdes' que esperan en la Scuderia en cuanto al rendimiento general. En la parte delantera, sigue el morro grueso, de estructura piramidal, algo que ya se sabía, ya que no había 'tokens' o fichas disponibles en para invertir en esa zona. A cambio, en Maranello han decidido rediseñar en lo posible los pilares de unión de la nariz con el ala delantera, creando dos túneles laterales (a lo lados del dedo frontal más estilizado ahora) que recuerdan a los de Racing Point del 2019, antes de cambiar al diseño Mercedes por completo. También se asemejan al diseño de Red Bull, que sigue con esa misma estructura gruesa. Por debajo, hay unos nuevos 'turning vanes' que enlazan con la capa inicial del los pilares de ala y ya no son en forma de branquia, como los del año pasado. La zona del eje delantero deja ver unas suspensiones completamente carenadas en los triángulos y reposicionados, así como unas nuevas alas en cascada en la zona de la salida del 'conducto S', justo encima del número delantero, con unos aletines que recuerdan mucho a los de Red Bull en esa zona, aunque más sofisticados en el caso de Ferrari. La toma lateral deja ver un rediseño completo de la zona media, con nuevos 'bargeboards' y entrada de los pontones, con los direccionadores horizontales que enmarcan la boca de los pontones de nuevo cuño. El superior tiene un pronunciado escalón con el que se crea un canal para acelerar el aire hacia el tobogán trasero. Esta entrada enmarcada es de invención Ferrari (2017) y parecen haber dado un nuevo giro a esa solución, copiada en estos últimos años a lo largo y ancho de la parrilla. Esta es una de las prioridades del departamento aerodinámico, mejorar la carga vertical y reducir la resistencia general del coche al avance, uno de los grandes lastres del 2020. La zona de los pontones, mucho más estrecha y de caída súbita hacia el motor, recuerda mucho más que su predecesor a la línea inaugurada por Red Bull y Mercedes hace ya un par de temporadas. En toda esa zona, detrás del escudo de Shell, el SF21 ya parece un coche en la vanguardia de la parrilla. El voladizo que se crea al carenar los brazos de la suspensión trasera, con una parte muy excavada en el suelo, en la zona que pega con la caja de cambios (ha sido reducida al máximo), trata de optimizar la carga que se ha perdido con el corte del suelo obligado por el reglamento del 2021 en todos los coches. La solución recuerda mucho a la adoptada por Red Bull y Mercedes, lo que parece positivo. Hay otros detalles como el halo, ligeramente más curvo, o una toma de admisión superior remozada, que pretenden sumar a la eficiencia aerodinámica y una mejor refrigeración del motor, que lo necesitará con un turbo más pequeño y que trabaja a un mayor régimen que su antecesor. Al respecto, Enrico Gualtieri, Jefe de Motores afirma: "Como ingenieros de motores, la temporada pasada produjo una imagen clara de dónde estábamos en pista y ese fue nuestro punto de partida. Fue esa conciencia, combinada con nuestra determinación, nuestras habilidades y las de nuestros socios, lo que llevó a la creación de la unidad de potencia 065/6 para la temporada 2021" expresó."Adoptamos un enfoque sistemático, con todos los departamentos (diseño, simulación, desarrollo, seguimiento) trabajando juntos para encontrar todas las oportunidades de mejora. Junto con nuestros colegas en el lado del chasis, trabajamos mucho en el diseño de la unidad de potencia, para hacer que el diseño general del automóvil sea lo más eficiente posible. Con el motor de combustión interna, nos enfocamos en aumentar su nivel de eficiencia térmica, en conjunto con nuestro socio Shell, y esto ha producido una mejora en el tiempo de vuelta que estimamos en más de una décima de segundo (combustible). También estamos llevando a cabo un mayor desarrollo en el sistema híbrido y la electrónica, con el fin de revisar y optimizar todos los componentes. Todo ello en una temporada en la que el tiempo en el banco de pruebas de las unidades de potencia se ha reducido aún más" aseveró. Por su parte, Enrico Cardile Jefe de chasis agregó: "Cuando comenzamos el proyecto SF21, nuestra primera tarea fue identificar en qué área del automóvil deberíamos enfocarnos para lograr un cambio radical. Optamos por la zaga, diseñando una nueva caja de cambios y un nuevo sistema de suspensión. Esto, además de los esfuerzos de nuestros colegas de la unidad de potencia, ha llevado a una parte trasera mucho más ajustada. También analizamos el sistema de refrigeración, aumentando la efectividad del radiador central y diseñamos el cuerpo con más ‘lavado descendente’. La aerodinámica fue una de las áreas afectadas por los cambios de regulación destinados a reducir la capacidad de generar carga vertical, a fin de no ejercer demasiada presión sobre los neumáticos. Por eso, cuando comenzamos a desarrollar la aerodinámica del automóvil, nos propusimos dos objetivos: recuperar más carga aerodinámica de la que se perdió con las regulaciones y reducir la resistencia. Debido a la normativa, fueron posibles cambios menos drásticos en la parte delantera del automóvil. Entonces, desarrollamos un nuevo alerón delantero que funciona en conjunto con un nuevo concepto de nariz, pero el chasis en sí y la suspensión son diferentes a los del SF1000 del año pasado" apuntó. No cabe duda que tras su presentación la cautela sea máxima y también la expectación desde la presidencia de John Elkann, muy atento a todo lo que sucede en la 'Scuderia' en los últimos tiempos, y presente muchos días en la fábrica. En Italia hay quien considera que podría ser una de las últimas oportunidades de Mattia Binotto - ingeniero en jefe y director del equipo de la Scuderia Ferrari en Formula 1 - para remontar el vuelo y devolver a Ferrari a la cabeza de nuevo, aunque ese parece siempre un rumor permanente en el equipo con más presión de cuantos existen, por afición y por historia :)
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