Por lo visto, el rey de Tailandia ha decidido vivir en el exilio sin tener otro motivo para hacerlo que su deseo personal. En efecto, Vajiralongkorn Rama X lleva meses siendo objeto de noticias desconcertantes, indignantes y en algunos casos hasta grotescas, por su decisión de permanecer confinado y con un harén, sin respectar estrictamente las normas derivadas de la pandemia del Coronavirus, en el Grand Hotel Sonnenbichl, situado en la estación de esquí Garmisch-Partenkirchen (Alemania) alejado de su país e indiferente a lo que ocurre allí - pero cuya estancia le cuesta una fortuna a los tailandeses que deben pagar sus caprichos con cada vez mas elevados impuestos - aunque eso si, realiza visitas relámpago a Tailandia para comprobar in situ “que todo este bajo control”. Y es precisamente esas prolongadas ausencias lo que motiva la pregunta de las decenas de miles se personas que se manifiestan en las calles de Bangkok: ¿para qué necesita Tailandia un rey si vive en Alemania? Lo que comenzó a principios de verano como una protesta estudiantil confinada a los campus se ha reconvertido en un movimiento contestatario mucho más amplio, que incluye a amplios sectores de la ciudadanía. Es así como en el último mes se han sucedido manifestaciones casi diarias lideradas por estudiantes para reclamar una reforma de los principales órganos del poder, incluido la monarquía, rompiendo un profundo tabú de la sociedad tailandesa. El colofón se vivió el pasado fin de semana, cuando 200.000 tailandeses tomaron la capital para protestar de forma pacífica, donde los convocantes entregaron una carta a las autoridades con tres demandas que van contra los cimientos del poder: disolver el gobierno, finalizar la intimidación a los activistas y reescribir la Constitución, que fue creada bajo la presión de la junta militar y sirve para cimentar el poder del ejército, también a través de la ley electoral. La carta estaba dirigida a la casa real, aunque es poco probable que llegue a manos del rey. Se trato de la mayor manifestación desde el golpe de Estado del 2014 que llevó al poder al actual jefe de gobierno, Prayut Chan-O-Cha. En cuanto al rey, una sus apresuradas visitas tuvo lugar el pasado 24 de septiembre, cuando retorno al país únicamente para celebrar el día del príncipe Mahidol. Al aterrizar se encontró un Bangkok tomado por unas crecientes protestas cada vez más centradas en su figura. Vajiralongkorn Rama X acudió acompañado de la reina Suthida. Se desconoce si la comitiva incluía también a la concubina real Sineenat, quien recuperó este título a principios de este mes tras pasar un año en la cárcel, repudiada por el monarca. La pareja depositó una corona de flores a los pies de la estatua de Mahidol Adulyadej, considerado el padre de la medicina moderna en el país. Aunque Mahidol nunca llegó a ostentar la jefatura del Estado, la dinastía real lleva su nombre. Sus descendientes han ocupado el trono en una concatenación de Ramas que desemboca en su nieto, Rama X, nombre oficial del actual rey. El primero en alcanzar tal honor fue su primogénito, Ananda Mahidol, quien tenía 9 años y vivía en Suiza cuando en 1935 fue coronado como Rama VIII tras la abdicación de Prajadhipok, Rama VII. En 1945 regresó al país, pero luego de seis meses fue asesinado en su lecho. El joven fue sucedido por su hermano menor, Bhumibol Rama IX, quien falleció en el 2016 tras liderar Tailandia durante casi 64 años. Durante décadas, la monarquía tailandesa fue una institución intocable, en la que Bhumibol, padre del actual rey, supo sobrevivir en medio de los débiles gobiernos democráticos, golpes de Estado y dictaduras militares que se sucedieron en el país, “gobernando en su nombre”. Pero si el anterior monarca gozaba del cariño del pueblo y se mantenía ajeno a cualquier crítica, el actual no suscita ni de lejos el respeto y la veneración de su antecesor. Desde que se hizo con el trono, Vajiralongkorn Rama X se ha dedicado a consolidar su poder haciéndose con el mando de unidades claves del ejército o asumiendo el control personal de las propiedades de la Corona saqueando a su antojo las Arcas Públicas, lo que ha indignado a la población quienes han salido a las calles para protestar, desafiando las medidas draconianas impuestas por el régimen para intentar acallarlos. Sucede que en plena pandemia, el rey no ha querido renunciar a sus habituales escapadas a Europa. Cuando todo el turismo está restringido, él ha logrado alojarse en un hotel de Alemania - que ha sido cerrado al público - donde el monarca y una veintena de mujeres de dudosa reputación permanecen allí y disfrutan de un modo de vida desenfadado y vergonzoso. Esta actitud ha resultado tan indignante que los tailandeses, a pesar del riesgo que corren, no han dudado en criticarle a través de redes sociales. En apenas 24 horas, un hashtag que se podría traducir como #paraquénecesitamosunrey se convirtió en trending topic y fue usado por más de un millón de personas. Asimismo, otra etiqueta #RepublicofThailand - República de Tailandia - se ha convertido en uno de los temas más comentados en las redes sociales, aunque los manifestantes se han apresurado a asegurar que su propósito no es acabar con la monarquía, sino modernizarla. Para regatear los límites a la libertad de expresión, en las últimas movilizaciones algunos participantes han optado por portar ajustados tops femeninos como los que gusta vestir el monarca para ocultar su prominente barriga, haciéndolo blanco de sus burlas. Pero no han sido los únicos actos de rebelión. Los tailandeses también expresan su descontento de otras maneras. Por ejemplo, Andrew MacGregor Marshall, periodista y autor de 'Un reino en crisis: la lucha de Tailandia por la democracia en el siglo XXI', ha compartido algunas imágenes que muestran cómo los tailandeses han tachado en los billetes los ojos en el rostro de su rey. Todas estas muestras críticas resultan tan inauditas en Tailandia que el Gobierno ha tenido que salir al paso y advertir de las duras consecuencias que puede traer a cualquiera el hecho de que se critique al rey o a su familia. Como sabéis, en ese país existen unas estrictas leyes que pueden recaer sobre todo aquel que ose criticar a su rey. Las penas pueden llegar a 15 años de cárcel. Pese a ello, las protestas se mantienen. Es así como el próximo 14 de octubre se ha convocado a una huelga general y se ha pedido el boicot del Banco de Siam, del que el monarca posee el 23% de las acciones. También han recomendado que sigan con la simbología adoptada por el movimiento, como el gesto de los tres dedos y los lazos blancos. Una situación así es insólita en Tailandia y pone al gobierno en una situación complicada. Reprimir las manifestaciones podría ser el germen de protestas mayores y, según algunos analistas, seguir permitiéndolos también sería interpretado como un gesto de debilidad. Cabe destacar que las protestas vienen de muy atrás y la crisis del Coronavirus las frenó considerablemente, pero han vuelto a repuntar. En el país ha crecido la frustración por la difícil situación que está viviendo en la actualidad, mientras el rey pasa su costoso confinamiento en Europa, acompañado por su harén. El pasado mes de junio trascendió que el activista Wanchalearm Satsaksi fue secuestrado por las fuerzas de seguridad en Camboya y es el noveno que desaparece en los últimos años. Otra variable que hay que tener en cuenta es la delicada situación económica, ya que se espera una contracción del 8,1% este año, según el Banco de Tailandia. Se teme que en un escenario de cambios e incertidumbre se recrudezca la división social, con un Vajiralongkorn Rama X que se muestra incapaz de representar el papel arbitral y aglutinante que tuvo su padre. Por lo pronto, difícil lo tendrá para mantener su influjo sobre la casta militar que ya se muestra inquieta ante la posibilidad de perder sus grandes privilegios. La inestabilidad sería letal para una de las economías más golpeadas del sudeste asiático. Por no hablar de la importante posición geoestratégica de Tailandia en una de las regiones más calientes del globo. Por ello, toda la atención está puesta en lo que allí suceda en los próximos días que pueden ser determinantes para su futuro :)
Tal y como apuntaban los rumores, Apple acaba de presentar su nueva generación de relojes inteligentes: el Apple Watch Series 6. Se trata de su modelo de gama alta y, si bien mantiene las líneas de diseño de sus antecesores, Apple lo ha actualizado a nivel interno para añadir algunas funciones y sensores relacionados con la salud. La compañía ha introducido un sensor SpO2 que, como en otros dispositivos relacionados con el mundo de la salud, es capaz de medir el nivel de oxígeno sangre. En efecto, el reloj es capaz de hacer un test de oxígeno en sangre en tan solo 15 segundos. La principal novedad del Apple Watch Series 6 es el sensor SpO2, también conocido como pulsioxímetro. Este sensor se vale de cuatro conjuntos de LEDs verdes, rojos e infrarrojos, así como de cuatro fotodiodos de la parte trasera del reloj. Básicamente, el reloj mide la luz reflejada en la sangre y usa un algoritmo que mide el nivel de oxígeno en la misma. La medición se puede hacer de forma manual o de forma periódica en segundo plano mientras el usuario lleve el reloj puesto. Dentro del reloj encontramos un procesador Apple Silicon S6 SiP basado en el A13 del iPhone 11 Pro que es 20% más rápido y ofrece una autonomía de hasta 18 horas. Cuenta, a su vez, con el chip U1 y antenas de banda ultraancha que permitirá hacer cosas nuevas, como abrir el coche con llaves digitales . Apple ha mejorado también la velocidad de carga, que ahora se completa en hora y media. Por otro lado, el Apple Watch Series 6 monta una pantalla Retina Always On que es 2,5 veces más brillante que la del Apple Watch Series 5 en exterior, aunque Apple ha matizado que solo cuando el usuario no levanta mucho la muñeca. Como novedad adicional, los usuarios podrán acceder al centro de notificaciones y de control, tocar complicaciones de la pantalla y cambiar de esfera sin necesidad de encender la pantalla por completo. Hablando de novedades, Apple no se ha olvidado del deporte y ha añadido al Apple Watch Series un altímetro siempre activo. Este será capaz de medir el desnivel apoyándose en el GPS y las redes WiFi cercanas. La firma ha dicho que la sensibilidad del reloj es lo suficientemente alta para detectar cambios de hasta 30 centímetros por encima y por debajo del nivel del suelo. En cuanto al sistema operativo, Apple presentó WatchOS 7 hace ya bastante tiempo y, como era de esperar, su nuevo reloj será el encargado de estrenarlo. Además de la medición VO2 máximo, el seguimiento de sueño y los nuevos tipos de entrenamiento, Apple ha introducido Configuración Familiar. Se trata de una función que permite a los usuarios acceder a las funciones del reloj sin necesidad de un iPhone, algo pensado para que los niños puedan usar un Apple Watch sin tener un iPhone como móvil personal. Asimismo, Apple ha confirmado que el reloj llegará en varios colores, como el clásico negro, pero también en azul, rojo (PRODUCT RED) y dorado. Es, en palabras de Apple, "el Apple Watch más colorido" que han lanzado hasta el momento. El dispositivo sigue estando construido en aluminio, solo que ahora es 100% reciclado, tal y como ha asegurado la empresa. Sigue teniendo un botón lateral y una corona con feedback háptico para interactuar con los menús y las apps. Novedades también en las correas, que ahora se podrán conseguir en versión "Solo Loop", es decir, sin cierre. Es como una especie de brazalete de silicona y fibra trenzada no ajustable que estará disponible en diferentes tamaños y colores. También hay correas de cuero, una de ellas más fina que de costumbre. La compañía sabe que las correas son importantes para los usuarios de Apple Watch y no ha querido dejar pasar la ocasión para renovarlas. Hablando de personalizar el reloj, Apple ha anunciado nuevas watchfaces "contextuales", que muestran el comienzo de la hora dorada o una especializada en natación. A estas hay que sumarles las incluidas en WatchOS 7 (Stripes, Chronograph Pro, GMT y Artist) y la carátula XL para personas mayores. En cuanto a su coste y disponibilidad, el Apple Watch Series 6 (GPS) ya está a la venta desde 429 euros y el Apple Watch Series 6 (GPS + Cellular) puede conseguirse por 529€. Cabe destacar que junto al Apple Watch Series 6, Apple ha presentado el Apple Watch SE, que sacrifica las funciones premium para conseguir un precio más ajustado :)
¿Descontento con el final de Juego de Tronos? ¿Fuiste uno de los airados fans que firmó para rehacer la última temporada? ¿Deseas encerrar a George R.R Martin en una cabaña desierta hasta que termine de escribir vientos de Invierno? Tenemos buenas noticias para consolar tu frustración: el jefe de programación de HBO Casey Bloys, confirmó que la precuela de la historia de fantasía épica más famosa de la historia de la televisión llegará en el 2022, poniendo fin a los rumores que el parón de la pandemía había condenado el proyecto a un hiatus indefinido. La serie, titulada de manera tentativa House of the Dragon, contará los sucesos previos a la serie dirigida por David Benioff y D.B. Weiss, que entre 2011 y 2019 narró los pormenores - o lo intentó lo mejor que pudo, lo sabemos - de la saga de libros río A Song of Ice and Fire, de George R.R. Martin, que relata las facciones en disputa por el poder en el continente ficticio de Westeros, además de combatir los peligros sobrenaturales que amenazan su forma de vida. Con 58 Emmys a cuestas, la serie terminó hace un año y provocó un considerable malestar entre el público, desconcertado por los fallos argumentales, narrativa y puntos blancos en la historia. El descontento fue lo suficiente como para un grupo de enfurecidos seguidores exigieran de manera pública al canal refilmar la temporada, lo que se convirtió en todo un extraño fenómeno mediático. Y aunque HBO no dejó de apoyar a la producción y a su equipo detrás de cámara, es evidente que la presión y, además, la intención de capitalizar semejante nivel de adoración, provocó el inmediato anuncio de unas serie de precuelas, cuyos proyectos fueron perdiendo apoyo y desapareciendo a medida que las ambiciosas previsiones de igualar o superar el éxito de la serie original se quedaban en el tintero. Finalmente, solo House of Dragón logró a atravesar la complicada fase de análisis de costos y riesgos, para llegar a convertirse en un proyecto real del canal. En declaraciones a Deadline, Bloys dijo que la serie precuela House of the Dragon se lanzará en 2022. Las declaraciones llegan luego que el canal obtuviera 7 premios Emmy por Succession, Bad Education, Watchmen y Last Week Tonight. En medio de las celebraciones y quizás para recordar que este es el primer año de la gala sin celebrar a Juego de Tronos, Bloys declaró que el casting para House of the Dragons está en marcha. House of the Dragon tendrá 10 episodios, con un piloto dirigido por el veterano de Juego de Tronos Miguel Sapochnik, quien también servirá como showrunner junto a Ryan Condal (Colony). La serie está inspirada en la novela Fire & Blood de Martin del 2018, que cuenta la historia de la Casa Targaryen. El libro abarca casi mil años y aproximadamente cien monarcas, por lo que no está claro en qué parte se centrará la serie. En el show original, los personajes viven a raíz de una guerra civil que derrocó a la dinastía Targaryen en Westeros, establecida siglos antes que Casa del Dragón que usara a sus bestias como armas de guerra y dominara el continente. A pesar de las buenas noticias, no hay mayores detalles sobre qué esperar del futuro proyecto, que continúa sin nombres conocidos en su lista de talentos, productores o incluso locaciones. Aun así, todo parece indicar que la producción se ha convertido en una de las prioridades del canal y es probable, que el año entrante tengamos muchos más detalles sobre lo que ocurrirá en el set de filmación :)