El inesperado anuncio acerca del próximo encuentro entre el presidente de los EE.UU., Donald Trump y el dictador comunista norcoreano Kim Jong-un, ha sorprendido a mas de uno ya que no se creía posible que ello ocurriera. Pero mas allá de la euforia de ciertos sectores ante tal posibilidad (que algunos analistas tratan de equiparar a la histórica visita de Richard Nixon a Mao Tse Tung en 1972), cabe destacar el riesgo que ello implica al tratar de ‘legitimar’ a un régimen asesino que mata de hambre a su propio pueblo para destinar todos sus recursos disponibles con el objetivo de poseer un arsenal nuclear con el cual amenazar continuamente al resto de la humanidad y de paso, atornillarse en el Poder. Como sabéis, desde su fundación en 1948, Corea del Norte esta bajo el yugo de una misma familia - la primera ‘dinastía’ comunista del mundo - y por lo visto, quieren que todo siga igual, gobernando con mano de hierro y aplastando sin piedad cualquier disidencia, donde ‘el amado líder’ esta omnipresente en la vida de sus esclavos a todas horas del día, obligándolos a participar bajo penas de muerte en nauseabundas ceremonias donde se rinde ‘homenaje’ a las repugnantes momias de Kim Il-sung y Kim Jong-il (abuelo y padre del actual sátrapa), cuyas horribles estatuas están desperdigadas por todo el territorio ‘vigilándolos’ continuamente. Pero ni en sus propias casas están libres de esa ominosa presencia, ya que están obligados a tener sus retratos colgados en la pared más importante, así como sintonizar únicamente la radio y la televisión estatal, que transmiten en todo momento una vomitiva propaganda con continuas alabanzas al régimen, tratando de controlar de esta manera sus mentes. En ese mundo enloquecido no se puede confiar en nadie, ni en su propia familia, ya que padres e hijos se espían mutuamente y a la primera sospecha, los acusados terminan en manos de la policía y no se vuelve a saber mas de ellos. No interesa que tengan que comer pasto y tierra de los parques o incluso llegar al canibalismo para poder sobrevivir, lo importante para los norcoreanos debe ser seguir ciegamente las ‘enseñanzas’ de su obeso dictador, quien por cierto, se da la gran vida a costa de los demás. ¿Es este infierno en la Tierra el cual Trump pretende preservar? Como era de esperar, fuera de la Casa Blanca, el anuncio fue recibido con extrema cautela y dudas por legisladores, exfuncionarios y expertos, debido a las reales intenciones de Kim, quien es alguien de quien uno no se puede confiar, por lo que la citada cumbre, del cual aún no se sabe cuando ni donde se realizará, despierta desde ya un profundo escepticismo. Si bien para tratar de calmar los ánimos, Washington se preocupó por marcar su línea al reiterar un mismo mensaje por varios canales: la presión sobre Pyongyang continuará, y no habrá una sola concesión al régimen comunista norcoreano hasta tanto no haya “pasos tangibles” hacia una “completa, verificable e irreversible” desnuclearización de Corea del Norte, el objetivo final y primordial. Trump reiteró ese compromiso -y esa misma trifecta semántica- en dos llamadas telefónicas, primero con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y luego con el presidente chino, Xi Jinping, un jugador clave en el éxito de las sanciones internacionales que doblegaron al régimen de Kim, una política elogiada por críticos y partidarios del gobierno de Trump. “Nuestra determinación es inmutable y nuestra política sigue siendo la misma: todas las sanciones se mantienen y la campaña de máxima presión continuará hasta que Corea del Norte tome medidas concretas, permanentes y verificables para poner fin a su programa nuclear”, afirmó el vicepresidente, Mike Pence. La vocera presidencial, Sarah Sanders, reforzó luego la ofensiva retórica al señalar que Pyongyang “hizo promesas” y Washington hizo “cero concesiones”, y sugerir, de hecho, que la reunión podría cancelarse si no hay, primero, avances concretos. “Estados Unidos ha hecho cero concesiones. Pero Corea del Norte ha hecho algunas promesas. Y, una vez más, esta reunión no tendrá lugar sin acciones concretas que coincidan con las promesas hechas por Corea del Norte”, dijo Sanders. Al compromiso con la línea dura a Pyongyang ante el salto diplomático - nunca antes un presidente norteamericano se reunió con un dictador norcoreano - el gobierno de Trump le sumó un intento por moderar las expectativas sobre la cumbre, al sugerir que será solo un primer paso. De gira por África, el por entonces secretario de Estado, Rex Tillerson, bajó el tono del encuentro al remarcar la diferencia entre “conversaciones” y “negociaciones”, un matiz que no es menor: una negociación, por definición, deja un resultado, y ganadores y perdedores. “Las condiciones no son las adecuadas para negociaciones, pero llevamos un tiempo diciendo que estamos abiertos a las conversaciones”, dijo Tillerson. “El presidente Trump ha dicho durante algún tiempo que estaba abierto a las conversaciones y que se reuniría voluntariamente con Kim Jong-un cuando las condiciones fueran las adecuadas y el momento adecuado. Y creo que, a juicio del presidente, ese momento ahora ha llegado”, puntualizó. Aunque la cumbre fue bienvenida por algunos líderes mundiales, lo cierto es que tal como detallamos líneas arriba, fue recibido con una buena dosis de escepticismo en Estados Unidos. Ya que se pone en duda la buena fe de Kim - hubo quienes sugirieron que solo busca legitimidad ya que nunca entregará sus armas - y advirtieron sobre el riesgo de un fiasco diplomático. Lindsey Graham, un influyente senador republicano de larga trayectoria en el Capitolio, dijo que el encuentro brinda “las mejores esperanzas en décadas” para resolver pacíficamente la amenaza norcoreana. “No soy ingenuo”, matizó Graham. “Entiendo que si el pasado es un indicativo del futuro, Corea del Norte será pura charla y nada de acción”, apuntó. William Perry, exsecretario de Defensa de Bill Clinton, que lidió con la misma amenaza en el pasado, consideró “alentador” que Trump haya decidido tener una conversación cara a cara con Kim, una “gran mejora” respecto de los insultos que definieron el vínculo entre dos líderes que llevaron al mundo al borde una guerra nuclear. “Hay buenas razones para hablar con Corea del Norte, pero solo si estamos hablando de algo que vale la pena hacer y que podría verificarse razonablemente; de lo contrario, nos preparamos para un gran fracaso diplomático”, advirtió Perry. Otros fueron mas allá y advirtieron que Kim jamás aceptará dar de baja su programa nuclear, y que, con su ramo de olivo, solo busca validación internacional con el fin de socavar las sanciones internacionales impuestas por Washington y Naciones Unidas. “Kim no está invitando a Trump para entregar las armas de Corea del Norte”, advirtió Jeffrey Lewis, del Instituto Internacional Middlebury. “Kim está invitando a Trump para demostrar que su inversión en capacidades nucleares y de misiles ha obligado a los Estados Unidos a tratarlo como a un igual: Y eso no se puede permitir. Corea del Norte es un Estado paria y no solo debe desnuclearizarse completamente, sino también es imprescindible que el régimen comunista tiene que desaparecer como paso previo a su reunificación con el Sur. Eso significa que Kim Jong-un y su camarilla no tienen futuro alguno en una Corea reunificada”, completó. Como podéis notar, no todos nos comemos el cuento de que dicho encuentro será beneficioso para el mundo, ya que esta claro que Pyongyang solo busca ganar tiempo para poner a punto sus misiles nucleares para preservar su opresivo régimen a toda costa y seguir amenazando al mundo a la menor oportunidad. Con criminales no se negocia y hace mal Trump en seguirle el juego, de lo cual no tardará en lamentarse :(
Tendemos a pensar que los teléfonos móviles están todos enfocados al usuario final, al usuario de a pie que porta el dispositivo todo el día en su bolsillo y hace foto, chatea, navega por Internet o ve películas. Pero algunos teléfonos están diseñados para el mercado industrial, y eso hace que se les dote de características especiales difíciles de encontrar lejos de éste. Caterpillar es uno de esos fabricantes cuyos smartphones van dirigidos a un público muy concreto, y que tienen en su superior resistencia uno de sus principales sellos. El último que os traemos, el Cat S61, es el último ejemplar de estos modelos. Un teléfono que tal vez no rebose potencia pero que se convierte en un almacén portátil de utilidades para muchos sectores. Si bien el teléfono de última línea de Caterpillar no incorpora características de primera línea, algunas de sus características sí lo son. Estamos ante un smartphone con 5,2 pulgadas de pantalla FullHD, un panel que se protege con Gorilla Glass 5 y que puedes tocar tanto con los dedos mojados como con guantes. Esta pantalla está encajada en un cuerpo cuyo marco ha sido construido con aluminio reforzado fundido a presión, y tiene, entre otras, la certificación IP68 y también la especificación militar MIL Spec 810G, siendo uno de los teléfonos más resistentes que podemos encontrar a día de hoy, característica de la que Caterpillar hace gala. El procesador elegido para mover el equipo es un Snapdragon 630 de gama media, un chip de ocho núcleos a 2,2GHz acompañado por 4GB de RAM y por 64GB de almacenamiento interno, que podremos ampliar con una microSD. Para las cámaras, 16 megapíxeles en la espalda, que pueden grabar vídeo en 4K, y 8 megapíxeles frontales. La batería no es nada despreciable para un teléfono con esta pantalla, pues hablamos de 4.500 mAh con carga rápida Quick Charge 4.0. Sin duda un teléfono interesante que cuenta con LTE de categoría 13, con llamadas VoLTE y VoWiFi y que ofrece Bluetooth 5.0, NFC y Android 8.0 Oreo, con la promesa de una futura actualización a Android P. Siguiendo la línea de anteriores lanzamientos de teléfonos de Caterpillar, este Cat S61 cuenta con características específicas para el sector industrial, incluyendo una alta resistencia a caídas y golpes, así como a una posible inmersión. El Cat S61 puede aguantar sumergido durante una hora hasta a 3 metros de profundidad, gracias a la IP68. También cuenta con la especificación militar MIL Spec 810G, lo que le permite sobrevivir a caídas sobre hormigón desde 1,8 metros de altura, amén de resistencia a otro tipo de golpes y caídas. Como vemos, el teléfono es robusto y está preparado para condiciones de trabajo exigentes que pueden ser comunes a distintos sectores laborales. El Cat S61 incorpora una cámara térmica FLIR con contraste y software mejorados, y que ha ampliado el rango de temperaturas para operar. Ahora es funcional desde los -20ºC hasta los 400ºC. Gracias a esta cámara pueden detectarse desde materiales que están sometidos a distintas temperaturas hasta pérdidas de calor, manchas de humedad y circuitos sobrecargados. Además de permitir ver en la oscuridad y a través de niebla o humo. Gracias a la mejora de su software, la cámara FLIR también puede transmitir en directo a través de 4G o WiFi. El teléfono incorpora, además, un sensor de calidad del aire que nos alertará de la presencia de altos niveles de contaminantes. Pero no queda ahí, también tendremos un medidor de distancia por láser (hasta 10 metros) y un calculador de áreas. En suma, el Cat S61 es un teléfono diseñado para funciones industriales bastante específicas, de ahí sus características avanzadas y casi imposibles de encontrar en los clásicos smartphones comerciales. De ahí, por ejemplo, que su precio se aleje de las características propias de un teléfono corriente. Efectivamente, podrá comprarse a partir del segundo trimestre del año tanto en tiendas como en los operadores que lo incorporen, a sólo 899 euros :)
Renault acaba de presentar su prototipo EZ-GO en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra de 2018, un nuevo concepto de coche completamente autónomo, eléctrico y conectado. El fabricante se imagina este vehículo con nivel 4 de autonomía y una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora para optimizarse a las ciudades. Otra de las principales características en las que han hecho especial énfasis es que sería un coche para compartir. Por lo tanto no está pensado para que lo compres y lo tengas en el garaje, sino para que lo solicites mediante una aplicación móvil y te lleve a determinado sitio, tanto a ti como a otros pasajeros que puedan sumarse al trayecto. Con este movimiento, el grupo Renault dice querer garantizar una movilidad sostenible y asequible para todos, haciendo que nos olvidemos de problemas como buscar aparcamiento en las ciudades. Sin embargo, de momento sólo es un modelo conceptual, lo que quiere decir que es más una idea de cara a un futuro a largo plazo que un modelo que estén pensando en comercializar en los próximos años. Renault se imagina su EZ-GO como un coche de alta tecnología, que incluye sensores LiDAR, uiltrasonidos, y cámaras. Todos estos elementos propone situarlos en una antena especial situada en el alerón trasero del vehículo. Haría uso de una conducción autónoma de Nivel 4 en vez de del Nivel 5, ya que el coche operaría únicamente en ciudad y zonas periurbanas, y siempre asociado a una estación específica que se incorpora al mobiliario urbano. Pero el nivel 4 de autonomía debería ser suficiente para permitirle conducir en zonas con tráfico, cambiar de carril, girar en intersecciones y adelantar a otros vehículos. También sería capaz, según Renault, de ponerse a cubierto en un lugar seguro en caso de incidente excepcional en su entorno, ya sea por decisión propia interpretando sus sensores o mediante un centro de supervisión que utilice su conectividad para transmitirle la orden. El EZ-GO es un vehículo pensado para llevar hasta a seis pasajeros al mismo tiempo, y una de las principales peculiaridades de su diseño es que su puerta se abriría en la zona frontal de la carrocería. Esto sería así para evitar que los ocupantes tengan que salir por uno de los lados pisando la calzada y exponiéndose al tráfico que pudiera haber. Otro de los métodos de seguridad que se han diseñado para este concepto es una firma luminosa en el coche que se encenderá para señalar que está funcionando en modo autónomo. Estas bandas luminosas también pueden realizar avisos a los peatones, algo que se complementará con unos sonidos exteriores que avisarán de su presencia a peatones y ciclistas. En cuanto a su funcionamiento, no estamos tanto ante un coche que vayas a tener en tu garaje, sino más bien ante una flota que funcionará parecida a las de aplicaciones como Uber o incluso los servicios de bicicletas urbanas. Es una solución de movilidad bajo demanda, la cual deberías poder reservar de forma inmediata tu viaje a través de una aplicación específica o las estaciones de carga repartidas a lo largo de la ciudad. Según Renault, el servicio que ofrecería su vehículo conceptual podría ser prestado tanto por empresas privadas como públicas, y tiene el potenciar para funcionar durante las 24 horas del día los 7 días de la semana. Sería, por lo tanto, un vehículo complementario al que pudieras tener comprado o al resto de transportes públicos. La idea, según la empresa francesa, es la de impulsar una movilidad compartida económica y que haga el tráfico de las ciudades más fluido. Además, al ser un vehículo eléctrico, también sería una solución más silenciosa y menos contaminante que los coches de combustión actuales. En cuanto al diseño, el Renault EZ-GO está pensado para facilitar su inserción en la ciudad, lo que se traduce en maximizar el campo de visión de sus sensores y en una altura moderada para no obstaculizar la vista de los peatones en la ciudad. Tiene una estética bastante futurista, con un carenado lateral con el que Renault quiere intentar proteger sus ruedas y suspensión. También cuenta con una amplia superficie acristalada y curvada en los laterales y el techo, algo con lo que pretenden ofrecer a los pasajeros una buena visión más abierta a la ciudad durante su trayecto. Como hemos dicho, se trata de un coche eléctrico, y tiene su motorización situada en el eje trasero, con unas baterías que están alojadas bajo el piso. También cuenta con un chásis 4Control de cuatro ruedas directrices diseñado por Renault para tener, según dicen, más movilidad en las ciudades. En cuanto a la carga, se realiza con un método por inducción que se conecta automáticamente sin que tengan que intervenir personas. El coche cuenta con una rampa para facilitar el acceso al interior de los pasajeros, y Renault asegura que con la puerta abierta podremos entrar y acomodarnos sin tener que agacharnos. También tiene una pantalla en la puerta para interactuar con el coche, una zona específica donde dejar el equipaje, e incluso conectividad WiFi y cargadores para los dispositivos móviles. Otra de las cosas que llama mucho la atención la disposición de los asientos, que son de tipo sofá y tienen forma de U para "favorecer la convivencia a bordo". Con ello, la sensación es más la de estar en un autobús con forma de coche que un coche convencional, lo que refuerza su concepto de vehículo pensado para el transporte puntual y compartido por la ciudad. Como hemos dicho al principio, este nuevo Renault EZ-GO es sólo un coche conceptual, lo que quiere decir que es más una idea o declaración de intenciones de cara al futuro que un modelo que vayamos a ver en las carreteras a corto plazo. En cualquier caso, no deja de ser interesante para ver cómo se imaginan marcas como Renault el futuro de las ciudades. El fabricante también ha dicho que se trata del primer miembro de una nueva familia de concept-cars que se presentará a lo largo de este 2018, por lo que durante los próximos meses veremos más diseños con los que plantearán nuevas ideas para el futuro automotriz :)