El Partido Republicano se encuentra en estado de pánico debido al ascenso imparable del multimillonario Donald Trump - el cual por cierto se impuso ampliamente este martes en Florida - quien se encamina a ser el nominado como “su” candidato a la presidencia a pesar del rechazo que genera en el establishment, sentimiento que evidentemente es mutuo. La desesperación ha llegado a tal punto que no solo le han declarado una “guerra” abierta generando una campaña de miedo en su contra (apelando a la violencia como sucedió el último fin de semana en Chicago, para tratar de acallar su voz) sino que conspiran para detenerlo “al precio que sea necesario”. En efecto, según informa The Huffington Post, decenas de aviones privados aterrizaron la semana pasada en Sea Island, en la costa del estado de Georgia (EE.UU.), para transportar a los representantes de la élite empresarial y política global al encuentro anual del Foro Mundial, que organiza el American Enterprise Institute (un 'think tank' conservador). Aunque la reunión está envuelta en el secretismo habitual, se pudo saber que la élite de la tecnología y política - incluidos el CEO de Apple, Tim Cook; el cofundador de Google, Larry Page; el creador del servicio de distribución de música Napster e inversor de Facebook Sean Parker, así como el empresario multimillonario de Tesla Motors, Elon Musk - se habían dado cita con los dirigentes republicanos especialmente para abordar cómo impedir que Donald Trump llegue a la Casa Blanca. La reunión anual se ha celebrado en un complejo privado en la costa de Georgia y está vetada a la prensa, por lo que no han trascendido detalles. Sin embargo, la fuente citada revela un correo electrónico enviado por el comentarista conservador Bill Kristol a los participantes en el evento sobre Trump: "Su aparición en la escena política generó mucha inquietud, fue objeto de muchas conversaciones, algunas profundas y reflexivas sobre por qué ha tenido tanto éxito, y numerosas esperanzas en su derrota. Al tener mucho dinero no necesita que los banqueros de Wall Street financien su campaña, por lo que no le debe nada a nadie, ni favores ni compromisos de ninguna especie, por lo cual no podría ser controlado y eso es lo preocupante". "Parafraseando una vez más a Karl Marx... La tarea clave no es tanto entender a Trump sino detenerlo", concluye Kristol en su correo. Asimismo, se ha conocido que Karl Rove, responsable de las campañas presidenciales del Criminal de Guerra George W. Bush, hizo una presentación centrada en la percepción entre los estadounidenses del 'fenómeno Trump' y cómo detener su ascenso. Muchos se preguntaran porque los republicanos lo ven como su “enemigo” a pesar de ser nominalmente parte de ese mismo partido. La respuesta a ello es el carácter belicoso y la propia personalidad del magnate, quien ha roto con todos los estereotipos de la clase política estadounidense, por lo que lo consideran como una “amenaza” a sus intereses. Venga ya, por lo visto el hablar claro y directo y llamar a las cosas por su nombre es para aquellos sectores algo “políticamente incorrecto” y quien transgrede esas líneas merece ser combatido. El problema se agudiza ya que si finalmente logran vetar su candidatura, Trump se presentaría como independiente - como ya lo ha anunciado en reiteradas oportunidades - provocando la dispersión de los votos conservadores y porque no, la división del partido. Lo que sus detractores parecen no darse cuenta es que los ofrecimientos y promesas del magnate han calado hondo precisamente entre aquellos sectores que piensan como el - que son muchos mas de lo que ellos creen - y de allí su éxito en las primarias, donde es el favorito para hacerse con la nominación republicana. No cabe duda por ello de que el 'fenómeno Trump' se manifiesta como algo inédito en la política estadounidense y que se estudiará durante mucho tiempo. No transcurre un solo día en que no ocupe grandes titulares. No es que Donald Trump se haya apropiado del debate político, sino que “él se ha convertido en el debate”. Todo parece girar en torno su figura y él, muy consciente de ello, no deja de sorprendernos con sus propuestas mas audaces - como el levantar un muro en la frontera para evitar la entrada de los mejicanos, a quienes califica de narcotraficantes o prohibir la llegada al país de los musulmanes, ya que son terroristas en potencia - ofrecimientos que ningún otro candidato se atrevió a proponer y cuya aceptación por parte del electorado lo ha llevado a encabezar las preferencias en el Partido Republicano. Su irrupción en la carrera por la Casa Blanca ha originado una revolución electoral que nadie había podido prever. Aunque en los Estados Unidos - a diferencia de Europa - pervive el bipartidismo entre demócratas y republicanos, la súbita irrupción de Trump en el escenario ha dejado atónitos a los analistas políticos. Quizá nos sorprenda menos a los europeos: el estilo directo en el discurso de Trump, muy alejado del habitual tono de los políticos que se valen del doble discurso, le ha conferido un áurea de autenticidad a ojos del sector más conservador de la sociedad norteamericana. Los analistas políticos hacen cábalas y han elaborado diversas hipótesis para tratar de explicar su inocultable éxito. Por un lado resulta obvio que el mensaje de Trump es claro y contundente. Su dominación en las encuestas de cara a las primarias republicanas pone de manifiesto que sus rivales dentro del partido han perdido el contacto con su electorado, reduciendo a cenizas a sus contendores, que hoy ha caído en la insignificancia. Este baile de candidatos antes de las primarias es habitual en los dos grandes partidos; lo que nadie esperaba era que Donald Trump pusiera en su sitio a los demás aspirantes republicanos enrostrándoles su cobardía y pusilanimidad, así como estar al servicio de los grandes banqueros ya que dependen financieramente de ellos. Como era de esperar, su ascenso ha causado gran alegría en el Europa, especialmente en los sectores nacionalistas, con quienes comparte su discurso en relación al peligro que representa aceptar a aquellos miles de “refugiados” (terroristas es la palabra mas adecuada) que inundan actualmente el viejo continente por la manifiesta incapacidad y complicidad de los gobiernos de turno - especialmente el alemán - y la imperiosa necesidad de cerrar las fronteras y expulsar a todos aquellos que viven desde hace décadas encerrados en sus guetos odiando todo lo occidental, quienes por cierto celebran cada ataque terrorista cometido por ISIS y Al Qaeda, a los que sienten tan suyos. Es por ese motivo que ante el peligro de la islamización de Europa, dichos sectores se sientan tan identificados por las frases de batalla empleadas por Trump que, unidas a algunas de sus propuestas más concretas, como el regresar al aislacionismo de antes de la II Guerra Mundial, dejar que los europeos resuelvan sus propios problemas y permitir que el Presidente ruso Vladimir Putin - por quien siente gran admiración - se encargue de Siria y Ucrania, suenan a música para sus oídos. Es así como con un mensaje emocional y apelando a los instintos, el magnate gana cada vez más simpatías en nuestros países, para desdicha de nuestra corrupta y decadente clase política que lo ve con indisimulado temor. No es un revolucionario ni un antisistema, pero si alguien de quien no comparten su incendiario discurso, que les recuerda a líderes ultranacionalistas como Marine Le Pen, en Francia; Frauke Petry, en Alemania; Geert Wilders, en Holanda; o Viktor Orban, en Hungría. Sus adversarios se han preguntado una y otra vez ¿en qué radica su éxito? Parte de la respuesta nos la podría haber dado el propio Trump cuando presume de que su condición de multimillonario, lo cual le permite ser un candidato espontáneo y diferente, libre de ataduras y compromisos - algo nada habitual en la política estadounidense - que ha impresionado incluso a sus detractores. Su relación con la prensa es mala ya que lo atacan constantemente. Pero no los necesita, ellos le necesitan a él. Lo dice así y actúa en consecuencia. Es la estrella del espectáculo. Cuando por cualquier motivo no ha acudido a un debate de las primarias republicanas, los demás candidatos le han mencionado una y otra vez. Ha ganado debates in absentia, lo cual resulta tan desconcertante como motivo de fascinación. Se siente indestructible y sabe que lo es. Lo interesante de Trump no es que pudiese ganar las elecciones presidenciales, sino que al hacerlo podría cambiar la política estadounidense para siempre :)
Durante los últimos dos años Samsung ha forjado su propio sello en el mundo de la tecnología móvil creando dispositivos potentes con pantallas curvadas, una tendencia que promete extenderse a lo largo de toda la esfera Android. Tras tres intentos bienintencionados, pero donde el diseño en ocasiones perjudicaba la funcionalidad, el Galaxy S7 Edge es el mayor esfuerzo de la compañía por ofrecer un aspecto elegante sin comprometer las peticiones de los usuarios. En efecto, el excepcional trabajo de diseño del Samsung Galaxy S7 Edge va más allá de su aspecto. Lo verdaderamente innovador de este teléfono no es su aspecto premium, sus materiales o su pantalla curva, es todo lo anterior sumado al hecho de que se ha construido sin despreocupar el hardware. Un vistazo al interior de este terminal es suficiente para ver que la excelente apariencia exterior esconde que el diseño del S7 Edge se ha llevado a cabo con la precisión de un relojero. La pantalla del teléfono se ha incrementado hasta las 5,5 pulgadas, respecto a las 5,1 de su predecesor y la versión estándar del S7. Sin embargo, la pantalla Edge juega aquí un papel importante, y es que pese a haber crecido su pantalla, el teléfono sigue proporcionando una experiencia relativamente compacta comparada con otros terminales del mismo tamaño. Como sabéis, tanto el S6 Edge como su versión Plus contaban con un diseño exquisito, pero con un gran punto en contra: al colocarlo sobre la mesa el teléfono se apoyaba incómodamente sobre un sensor de cámara que sobresalía de la parte trasera. Esta vez, y pese a encontrarse alojado en un punto donde podría interferir con la pantalla en el interior, el saliente ha sido reducido hasta los 0,46 milímetros, lo que no produce ninguna molestia al mantenerlo apoyado sobre una superficie. En cuanto a su pantalla, las 5,5 pulgadas del Galaxy S7 Edge albergan una resolución QHD, o lo que es lo mismo, 2560 x 1440. Esta combinación, que da como resultado 510 píxeles por pulgada, es bienvenida en un año donde los dispositivos de realidad virtual (entre los que se incluye el Gear VR de Samsung), intentarán invadir los hogares. Si has tenido en tus manos alguno de los smartphones de alta gama que Samsung ha lanzado durante los últimos dos años, la calidad de pantalla del S7 Edge es exactamente como te la imaginas: el Super AMOLED ofrece una reproducción de colores intensa, los píxeles son inimaginables, y la experiencia de visionado única. A diferencia de los anteriores, Samsung ha implementado en el S7 Edge tres cambios principales en su pantalla. El primero de ellos es el aumento del brillo máximo, que hace que el teléfono pueda usarse bajo prácticamente cualquier condición lumínica. También se ha implementado el llamado Personalized Automatic Brightness Control. Esta función recuerda los ajustes de brillo introducidos en cada ambiente lumínico para poder utilizarlos en el futuro, en lugar de ejecutar los parámetros preestablecidos de fábrica en cada ambiente. Por último, el procesamiento de sub-pixel mejora la ya de por sí excelente nitidez de la pantalla, haciendo una mejor separación del color en el tratamiento de las imágenes. El Galaxy S7 Edge es resistente al agua y al polvo gracias al certificado IP68. Podremos sumergirlo durante 30 minutos hasta 1 metro y medio de profundidad. Este es uno de los detalles que faltó a los usuarios en el S6, habiendo existido ya en el S5. Samsung ha escuchado de nuevo en este apartado. Asimismo, el escáner de huellas del S7 Edge es similar al de los anteriores modelos. Se aloja de nuevo en el botón de inicio y tanto su configuración como su uso es muy rápido. En relación a su rendimiento, la versión europea del Samsung Galaxy S7 Edge viene con el procesador Exynos 8890, el chip más potente de Samsung hasta la fecha, con cuatro núcleos funcionando a 2,3 GHz y otros cuatro a 1,6 GHz. A él le acompañan 4 GB de RAM, junto a dos variantes de almacenamiento interno: una de 32 GB y otra de 64 GB. De otro lado, uno de los aspectos mejor acogidos del Galaxy S7 Edge ha sido el retorno de la tarjeta microSD. La memoria ampliable funciona como extensión de la memoria, igual que siempre, pudiendo almacenar datos y mover algunas aplicaciones a la tarjeta de memoria, y por supuesto solo algunas. Este ha sido un aspecto polémico, ya que aunque el firmware está basado en Marshmallow, se ha dejado de lado la API que da soporte a la microSD como memoria nativa del dispositivo. Una función que muchos usuarios esperaban y que no todas las compañías han podido implementar. La nueva ola de terminales de gama alta promete duplicar los niveles de rendimiento este año en Android y, a no ser que haya sorpresas, la línea S7 promete estar a la cabeza de esta nueva generación, como ha ocurrido en los años anteriores. Como no podía ser de otra manera, su calidad de sonido es notable. El teléfono ofrece una calidad de audio limpia y permite que tanto la reproducción multimedia como los videojuegos puedan disfrutarse a un sonido que, pese a no ser ensordecedor, da unos resultados más que satisfactorios. Por su parte, la batería del Samsung Galaxy S7 Edge cuenta con una capacidad de 3.600 mAh, esta cifra es particularmente destacable si se tiene en cuenta que ni siquiera el S6 Edge+, con su mayor tamaño, es capaz de igualar. El teléfono también cuenta con carga rápida que permite llenar de energía el teléfono en alrededor de hora y cuarto. Finalmente, hablemos de la cámara, que ha sido mejorado satisfactoriamente por Samsung. En primer lugar es necesario saber que no todas las unidades del S7 Edge cuentan con el mismo sensor. Mientras unos equipos vienen con sensores Samsung ISOCELL, otros cuentan con un sensor fabricado por Sony. Este sensor es capaz de captar imágenes a una resolución máxima de 12 megapíxeles, y pese a que pueda parecer una cifra baja comparada con otros smartphones, Samsung ha agrandado el tamaño del píxel, mejorado la apertura hasta f/1.7 y equipado al teléfono con la tecnología Dual-Pixel, que ajusta el autoenfoque a los objetos que se mueven. El resultado es una de las mejores cámaras vistas hasta el momento. Los objetos se muestran una definición impecable, no solo en condiciones lumínicas favorables, sino también en ambientes oscuros e interiores, tal y como prometía el fabricante. En ambientes nocturnos, el S7 Edge consigue ofrecer imágenes con una gran calidad de imagen y con alta fidelidad a la realidad. En cuanto a su coste y disponibilidad, el Samsung S7 Edge - que viene en colores negro y dorado - ya está a la venta a un precio de 819 €, en su versión con 32 GB de memoria interna :)
Mientras saboreo mi cappuccino me entero de una noticia que vale la pena destacar. Sucede que en Italia (cuna del café 'espresso') no se habla de otra cosa por estos días y es el desembarco de Starbucks en el 2017 con la apertura de su primer local en Milán, dejando así de ser “un territorio prohibido” para la firma estadounidense luego de tres décadas. En efecto, la mayor cadena de cafeterías del mundo, ha confirmado la noticia, lo que supondrá su llegada a uno de los mayores consumidores de café del mundo e inspiración del concepto de negocio desarrollado por Howard Schultz, presidente y consejero delegado de la empresa. Y es que por increíble que parezca, Italia era uno de los pocos países donde no estaba presente. "La historia de Starbucks está vinculada directamente a la manera en que los italianos crearon y prepararon el perfecto 'espresso'", declaró Howard Schultz, quien se inspiró en las experiencias vividas hace 33 años en un viaje de negocios a Verona y Milán para desarrollar el concepto de Starbucks. "Vamos a tratar, con gran humildad y respeto, de compartir lo que hemos estado haciendo y lo que hemos aprendido", añadió el presidente y consejero delegado de Starbucks, quien desveló que el primer local de la compañía en Italia será diseñado con "esmero y un gran respeto por los italianos y su cultura del café". El debut de la multinacional de Seattle en el mercado italiano llegará el próximo año de la mano del empresario local Antonio Percassi, que será el propietario y el gestor de los locales italianos de Starbucks. El grupo Percassi, domiciliado en las inmediaciones de Milán, cuenta con acuerdos de franquicia con multinacionales como Victoria's Secret, Gucci y Polo Ralph Lauren. "Sabemos que vamos a enfrentarnos a un desafío único con la apertura del primer local Starbucks en Italia, el país del café", declaró Antonio Percassi. Como sabéis, Italia está considerada como la cuna oficiosa del café en Europa, especialmente luego de que en 1901 el milanés Luigi Bezzera presentara en sociedad la primera maquina de café 'espresso'. El país transalpino cuenta con unas 150.000 cafeterías que dan empleo a alrededor de 360.000 personas, según la Federación Italiana de Bares y Restaurantes (FIPE). Según la firma de análisis Euromonitor, el mercado del café en Italia alcanzó en 2015 los 1.700 millones de euros, un 2% más que el año anterior, aunque se espera que hasta 2020 crecerá un 1% anual en términos de volumen. Starbucks obtuvo un beneficio neto atribuible de 687 millones de dólares (624 millones de euros) en su primer trimestre fiscal, lo que supone un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras su cifra de negocio fue de 5.373 millones de dólares (4.884 millones de euros), un 12% más que un año antes :)