Si algo hay que destacar acerca de la última reunión del G7 realizado el pasado fin de semana en Sicilia (Italia) son las declaraciones de la canciller alemana Ángela Merkel, quien en medio de la profunda desconfianza que le genera Donald Trump, ha afirmado que Europa (bajo la férula alemana por supuesto) debe arreglárselas por su propia cuenta ante una alianza occidental dividida por el Brexit y la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. Con esas palabras, Frau Merkel disparó no solo contra Londres y Washington, sino que deja ver sus propias ambiciones. “Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros están terminando. Lo he experimentado en los últimos días”, lanzó la canciller alemana ante una multitud en un acto electoral en Munich, en el sur de Alemania. “Los europeos tenemos que tomar nuestro destino en nuestras propias manos. Queremos mantener buenas relaciones con Estados Unidos y Reino Unido, pero tenemos que luchar por nuestro destino”, insistió. Unas palabras que por cierto, recibieron una virulenta respuesta por parte de Trump, quien afirmo que Alemania “paga mucho menos de lo que debería en defensa y en la OTAN. Esto va a cambiar” aseveró, amenazándole además con desatar una guerra comercial. Ya antes de la cumbre había dicho “los alemanes son malos, muy malos. Miren los millones de automóviles que venden en los EE.UU. Vamos a parar eso” indicó. Para el analista político Alexander Rahr, las observaciones de la canciller alemana se deben a los nulos resultados que produjeron las dos cumbres que acaban de realizarse, tanto de la OTAN en Bruselas, como la del G7 en Sicilia, que le han dejado una profunda insatisfacción: "En la OTAN, todos han estado hablando diferentes idiomas desde hace mucho tiempo. Algunos de ellos querían discutir abiertamente sobre Ucrania y la relación con Rusia. Sin embargo Trump no tiene ningún interés en estos temas. Trata a Europa como un socio menor y no deja espacio alguno para un cambio en la relación mutua," afirma Rahr. “Lo único que busca es que los integrantes de la Alianza Atlántica (al que en su campaña no había dudado en calificar de obsoleta) lo apoyen en las operaciones militares de los EE.UU. en el Medio Oriente y que paguen por ello. A los europeos no les quedado mas alternativa que obedecer de mala gana a su aún comandante en jefe de la OTAN, el cual dejaría de existir sin el liderazgo de los EE.UU.”acotó. En relación a la cumbre del G7, el analista dijo que se trato de la reunión más nefasta realizada en los últimos años. Ha quedado demostrado que los estadounidenses y los europeos tienen muy pocos puntos en común y que cada uno persigue sus propios intereses. Esta situación esta siendo aprovechada por Merkel, quien busca aminorar la influencia de los EE.UU. de Europa, potenciando a su vez la alemana. Existen poderosas razones para la postura tomada por Berlín respecto a Washington. Y es que con mucha discreción, casi en secreto, los alemanes están levantando las bases de un nuevo Ejército de la Unión Europea con ellos al timón. La estrategia alemana consiste en la integración de unidades tipo brigada de otros países en el seno de la Bundeswehr, sus Fuerzas Armadas. Como sabéis, cada cierto tiempo vuelve a salir a la palestra la idea de crear un Ejército paneuropeo, independiente del yugo de Estados Unidos, que se convierta en el estandarte de una política de defensa común que rivalizaría con los intereses de la Alianza Atlántica. La propuesta siempre ha sido bien acogida por los más europeístas, los federalistas, como punto de partida para recuperar la influencia perdida de la UE en el mundo en los últimos años. También es recogida con temor por los euroescépticos. Pero las contradicciones entre los Estados miembros y, por supuesto, los largos tentáculos del Pentágono, siempre terminan por acallar la iniciativa que vuelve cíclicamente a ser guardada en un cajón y dormir hasta que vuelva una nueva ocasión. Sin embargo, la llegada de alguien tan imprevisible como Donald Trump a la Casa Blanca y sus posturas divergentes con las de sus ‘socios’ europeos que salieron a la luz tanto en las reuniones de la OTAN como del G7, han dado un nuevo impulso a ese viejo sueño acariciado por Berlín de volver a regir en el continente como sucedió hasta 1945. Alemania en esta ocasión - para tratar de levantar temores acerca de sus verdaderas intenciones - ha optado por un camino completamente distinto, para evitar el ruido mediático y político que siempre provoca este asunto. Hace unos meses atrás, los ministros de Defensa de Alemania, Rumania y la República Checa, Ursula von der Leyen, Gabriel-Beniamin Les y Martin Stropnicky, respectivamente, firmaron en el cuartel general de la OTAN en Bruselas un aparentemente inocuo acuerdo ‘para reforzar sus políticas de defensa’ dentro del denominado Framework Nations Concept, un proyecto lanzado en el 2013 por el Gobierno de Alemania para el desarrollo de unidades multinacionales con el objetivo de aumentar la sostenibilidad y ayudar a preservar las capacidades militares clave. Sin embargo, detrás de esa etiqueta anodina y aparentemente inocua, se esconde algo mucho más ambicioso: la creación de una red de miniejércitos europeos dirigida por los generales alemanes. Eso no significa que los militares rumanos van a pasar a engrosar las filas de Bundeswehr, o que las fuerzas armadas checas se van a convertir en una mera subdivisión alemana. Pero en los próximos meses cada uno de esos dos Estados integrará el contingente de una brigada - 3.000 hombres - en las fuerzas armadas germanas. Así, la 81ª Brigada Mecanizada rumana se unirá a la División de Fuerzas de Respuesta Rápida de la Bundeswehr, mientras que la 4ª Brigada de Despliegue Rápido de la República Checa, que se fogueó en Afganistán y en Kosovo, y está considerada la punta de lanza de la Armada, se unirá a la 10ª División Acorazada alemana. Seguirán los pasos que ha dieron dos brigadas holandesas ya integradas. Ángela Merkel, que se enfrenta este año al inexorable juicio de las urnas, ha comprobado que la Bundeswehr se ha ido debilitando paulatinamente y ahora necesita tapar las grietas que se aprecian en sus fuerzas terrestres para poder así ganar influencia política y militar en la Alianza Atlántica. Para Alemania, este plan de integración multinacional es una fórmula perfecta que permitirá su mayor implicación en la seguridad europea sin tener que ensuciarse en el fango de la expansión militar, un aspecto muy impopular dentro de sus fronteras. Y es que, si en el plano económico la autoridad de Berlín es indiscutible, en el aspecto militar las cosas no van tan bien como ellos quisieran debido a las restricciones existentes. Su poderío anda a la zaga con respecto al de Reino Unido o Francia. El gasto público alemán en Defensa se ha estancado en el 1,2% del PIB, bastante lejos del objetivo ideal fijado por la OTAN en el 2%. Y no va a subir mucho en el futuro. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, admitió que era "completamente irreal" pensar que Alemania llegará a ese 2%. Sirva de ejemplo que en 1989, antes de la reunificación alemana, la cifra del gasto militar en la RFA llegaba al 2,7%.¿Qué significa todo esto? Que Merkel apuesta claramente por la integración militar europea, aunque otros socios comunitarios vean esa opción con mucha suspicacia ya que la idea representa un reto implícito a la aún indiscutible hegemonía estadounidense. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, alienta por sistema el sueño de un Ejército de la UE, aunque a veces ha recibido un incómodo silencio por respuesta. Juncker justifica la iniciativa porque, en su opinión, ello convencería a Rusia de que el Club de Bruselas "habla en serio" a la hora de defender sus valores y principios. También serviría, estima el presidente de la Comisión, para ayudar a diseñar una política exterior y de seguridad común, una entelequia nacida gracias al pacto que firmaron Tony Blair y Jacques Chirac en diciembre de 1998. En la práctica, la UE dirige seis misiones militares, más 11 operaciones civiles, la mayoría de ellas en los Balcanes, Oriente Próximo y África, pero las tropas allí desplegadas no operan bajo la bandera azul comunitaria sino cada una bajo su respectivo pabellón nacional. Aunque Londres, enemigo perenne de la idea, está ahora fuera de juego negociando su Brexit, sigue habiendo poco consenso entre los 27 Estados miembros a la hora de definir cómo deberían ser las futuras fuerzas armadas europeas, su estructura y composición. Los avances se presentan demasiado lentos. En marzo pasado, por ejemplo, la Unión Europea aprobó la creación de un cuartel general conjunto pero sólo para las operaciones de entrenamiento que se desarrollan en África, concretamente en Somalia, Malí y la República Centroafricana. Pese a que la decisión se tomó por unanimidad, los ministros de Defensa de algunos países del Este de Europa mostraron su preocupación por lo que entienden es ‘un mensaje de competencia y deslealtad’ hacia la OTAN que podría minar la cooperación. "Esto no es un Ejército europeo", tuvo que subrayar la ministra de Asuntos Exteriores de la Unión, Federica Mogherini, para atajar la inquietud de algunos de los reunidos. Mogherini es muy consciente de que el militar es uno de los campos donde tradicionalmente más división ha habido en la historia de la UE. Por eso es muy significativo que la ministra alemana Von der Leyen declarara que la decisión de crear el cuartel general conjunto llegaba con mucho retraso. Ella ya está en otra fase…la de su subordinación a los intereses alemanes. Aun queda mucho por hacer y la tarea se presenta compleja debido a las nada disimuladas intenciones de Berlín de querer imponer sus condiciones en un continente que de hecho ya controlan económicamente, pero quieren que también lo sea política… y militarmente. A las disensiones internas que ello generara se agrega las acciones que tomarían los EE.UU. quienes no estarían dispuestos a soltar a su presa al cual tienen firmemente bajo su control desde finales de la II Guerra Mundial. La instauración de un IV Reich con Ángela Merkel a la cabeza - si logra reelegirse en las elecciones del 24 de septiembre – podría convertirse en un hecho y dadas sus abiertas discrepancias con Trump, estas se agravarían ya que con la consolidación de su proyecto, la OTAN dejaría de existir. Otro punto a tomar en cuenta es Rusia, por lo que se da por descontado la continuación de la campaña rusofóbica alentada por Washington. Alemania, como sabéis, tiene viejas cuentas pendientes con los rusos para lo cual necesita incrementar sustancialmente sus gastos militares y es el más entusiasta actualmente a la hora de desplegar sus tropas en los países miembros de la Alianza Atlántica que tienen fronteras con Rusia. “De hecho, Alemania se esta preparando para la guerra en el Este” advierte Vladímir Bychkov, columnista de RIA Nóvosti. “Digan lo que digan sus autoridades, lo cierto es que los alemanes han vuelto a elegir el camino de la militarización y se prevé que para el 2030, el presupuesto anual de la Bundeswehr se convertirá en el tercero más grande del mundo, siendo superados únicamente por los EE.UU. y China”, subraya el autor. Recientemente, la ministra de Defensa germana, Ursula von der Leyen, anunció que Alemania está dispuesta a desempeñar un papel militar más preponderante que en el pasado. La alta responsable alemana ‘justifica’ estas intenciones por "las agresivas acciones de Rusia, la guerra en Siria y la escalada de los conflictos en África" cuando el objetivo de militarización alemana es muy diferente y es el mismo que hace mil años: Rusia. De allí el envió de tropas alemanas a Polonia y los países bálticos con el objetivo - dicen - de protegerlos de una ‘amenaza rusa’ cuando en realidad están acelerando los preparativos para una invasión a Rusia. Venga ya ¿A que no han aprendido las lecciones de la historia? :(
Como sabéis, las gamas altas de los distintos fabricantes son las encargadas de aportar prestigio y abrir brecha, pero son las líneas inferiores las que consiguen volúmenes de ventas reseñables. Sucedió con el Samsung Galaxy J2 de hace unos años, el segundo móvil más vendido de Samsung en todo aquel trimestre, o como este Samsung Galaxy J3 2017 que se acaba de presentar. Hace ya algún tiempo que Samsung inauguró sus gamas alfanuméricas y la línea J es una de las que más amor recibe por parte de su creador. Con este Galaxy J3 2017, el modelo entra en su tercera generación y se mantiene en el segmento de entrada, apostando por un móvil con buen diseño, económico y aparentemente con buen rendimiento, a tenor de las especificaciones. La nueva generación de gamas bajas de la serie J de Samsung llega repitiendo tamaño y resolución de pantalla con respecto al modelo que le precedió. Eso significa que tendremos 5 pulgadas con resolución HD. 1280x720 píxeles con 294 píxeles por pulgada de densidad y tecnología no relevada por Samsung. Debería ser Super AMOLED, como el J3 2016, pero no está aún confirmado. En cuanto al procesador, Samsung ha optado por un Exynos 7570 de cuatro núcleos a 1,4GHz y lo ha acompañado de 1,5GB de memoria RAM y de 16GB de almacenamiento interno. Un modelo único de memoria que podremos ampliar gracias a una microSD que no podrá tener en ningún caso más de 256GB. En el apartado de cámaras tendremos un sensor trasero, el principal, con 5 megapíxeles y flash LED, y que además graba vídeo con calidad FullHD a 30fps. En cuanto a la cámara frontal para selfies y videollamadas, 2 megapíxeles con control por gestos y además con un modo Belleza para por aplicar algún efecto cuanto nos autorretratemos para redes sociales y demás. Este Galaxy J3 2017 llega con 2.600 mAh de batería extraíble, algo que ya no se ve muy a menudo, y que debe ofrecernos un día de autonomía sin demasiados problemas. El móvil cuenta con conectividad 4G además de WiFi a 2.4GHz, Bluetooth 4.2, radio FM, microUSB 2.0 y GPS. Con Android 7.0 Nougat en su interior bajo Touchwiz, el nuevo terminal de la gama baja de Samsung ya es oficial. Como hemos repetido a lo largo de la nota, el Samsung Galaxy J3 2017 ya es oficial aunque por el momento no tiene una fecha concreta para estar disponible en las tiendas. Sí bien sabemos que en los Estados Unidos costará 180 dólares, desconocemos cual será su precio en el resto del mundo. Estaremos atentos a su llegada :)
Luego de una larga, larga espera, con varios rumores, filtraciones y todo tipo de esperanzas, Netflix acaba de soltar el primer teaser-tráiler de 'Castlevania', la cual regresa en todo lo alto como una serie animada exclusiva para la plataforma de streaming. Inspirada por la clásica serie de videojuegos del mismo nombre, ésta será una historia de oscura fantasía medieval que seguirá los pasos del último superviviente del clan Belmont, mientras intenta salvar a Europa del Este de la extinción a manos del mismísimo Dracula. Este primer adelanto de 'Castlevania' nos da una idea de la estética y el tipo de animación que veremos, que tiene un aspecto anime muy de 1990, lo cual le da ese toque especial muy a tono con el mítico videojuego que nació allá en el lejano 1986. Un adelanto que sin duda nos deja un muy buen sabor de boca y nos deja con ganas de conocer más. Para fortuna de todos nosotros no tendremos que esperar mucho, ya que el próximo 7 de julio estará disponible en Netflix en todo el mundo, donde sólo nos falta confirmar el número de capítulos que contendrá. Como sabéis, esta nueva serie de ‘Castlevania’ es una creación de Frederator Networks, y estará escrita por el aclamado autor Warren Ellis, quien junto a Kevin Kolde, Fred Seibert y Adi Shankar serán los productores ejecutivos, los cuales han confirmado que se tratara de una serie "ultra violenta, llena de sangre y no apta para niños", ya que se busca respetar la estética e historia de unos de los juegos más memorables de todos los tiempos.‘Castlevania’ supuso una influencia tremenda en el sector; era un juego de acción que nos enfrentaba a algunos de los niveles y los enemigos más difíciles que habíamos visto nunca. Cabe destacar que esta serie se basará únicamente en la tercera entrega de la saga:'Castlevania III: Dracula’s Curse', el cual fue publicado para NES en 1989. Por ello en el tráiler alcanzamos a ver a quienes parecen ser Alucard, Sypha Belnades, Grant Danasty y Trevor Belmont. Sin duda se trata de una buena elección ya que Castlevania III posee una de las mejores historias de la saga. Por lo visto, parece que finalmente se le hará justicia a una de las sagas de videojuegos más querida de los últimos años. Esperemos con ansias su estreno :)