La aparente victoria por estrecho margen del comunista Pedro Castillo en el Perú es el último golpe de una 'ola roja' que envuelve a América del Sur, donde Washington y su 'fundamentalismo de libre mercado' han estado tomando las decisiones durante décadas. Como sabéis, en los últimos días, muchos ojos en el hemisferio occidental han estado puestos en las reñidas y cuestionadas elecciones presidenciales en el país andino donde el candidato de izquierda Pedro Castillo del partido Perú Libre (integrante de la agrupación terrorista Sendero Luminoso de tendencia marxista - leninista - maoísta y que muchos creían desaparecido tras su descabezamiento en 1992) pareciera haber ganado la partida contra la figura del establishment peruano Keiko Fujimori en una contienda por lo demás empañada, que esta última acusó luego de manipulación y cuyos resultados son el producto de un fraude. Es así como la posible elección de un izquierdista tan radical como Castillo cuyos lazos con el terrorismo son tan evidentes y una imagen pública que lo muestra vistiendo ponchos, sandalias y sombreros de paja, ha sido empoderada tanto por una generación de jóvenes - profundamente desilusionados por la creciente desigualdad existente en el Perú, con una pobreza prolongada de amplios sectores de la sociedad y los continuos escándalos de corrupción de su clase dirigente que los ha desacreditado totalmente - así como por los votantes rurales de las remotas comunidades indígenas, fácilmente manipulables y donde precisamente se han dado las más escandalosas denuncias de fraude en el ballotage del pasado 6 de junio. Sin embargo, cabe precisar que este no es un terremoto político aislado que ocurre solo en el Perú, sino que es uno de los muchos que se extienden cada vez más por todo el continente. En efecto, América Latina está experimentando una “ola roja”, una ráfaga trascendental de energía de tendencia izquierdista que se extiende por varios países y fomenta la sed de un cambio radical en medio de gran violencia orquestada por fuerzas oscuras desde Cuba y Venezuela. Así, mientras esta polémica elección se acerca a su indescifrable final - ya va más de una de su realización y aun no se sabe quien lo gano - las protestas y los levantamientos continúan barriendo Colombia y Chile, que ha abandonado su constitución de la era de Pinochet , mientras que el condenado por corrupción y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva está resurgiendo como una sombra maligna en el Brasil para hacerle frente a su archienemigo y estrecho aliado de Washington, el controvertido Jair Bolsonaro. Pero, ¿que está causando estos problemas? ¿Qué tienen estos países en común? La respuesta es el rechazo al orden económico neoliberal liderado por EE.UU. del "fundamentalismo de mercado" que ha exacerbado una distribución enormemente desigual de la riqueza, una disminución de oportunidades y un alto desempleo, todo lo cual ha prolongado la desilusión y ha dejado las economías del continente estancadas durante la última década. Ahora, el viento del cambio que busca barrerlo ha llegado incontenible y todo está sucediendo en el propio patio trasero de los EE.UU., que siempre ha afirmado “que lo considera suyo” pero que en realidad nunca se ha ocupado seriamente de él. En muchos sentidos, las desgracias de América Latina se han visto exacerbadas por la geopolítica. Desde el siglo XIX, EE.UU. ha buscado imponer en la región su infame “Doctrina Monroe”, un enfoque de política exterior que busca imponer su ‘indiscutible’ dominio sobre todo el hemisferio occidental “como salvaguarda de los intereses estadounidenses y la seguridad nacional”. Tal política ha llevado a un enfoque de larga data en Washington para eliminar y obstaculizar a cualquier gobierno cuyas preferencias no se alineen con las suyas, especialmente las socialistas. Esto ha dado lugar a muchas guerras, golpes de estado y otros cambios de régimen ilícitos, todos los cuales por el contrario, prolongaron la inestabilidad crónica y afectaron gravemente a muchos de los países involucrados. Como resultado, esta ansia de dominación política desde hace mucho tiempo no ha sido acompañada de una estrategia para facilitar el desarrollo, la inversión y el crecimiento en todo el continente. EE.UU. ha buscado durante mucho tiempo imponer su sistema económico en toda la región, pero no ha generado crecimiento y prosperidad como se esperaba, sino que condujo a la privatización total de activos bajo el control estadounidense y el "fundamentalismo del libre mercado", a lo que debemos agregar la erosión y la ausencia de una base industrial y tecnológica nacional, así como la creación de pequeñas clases oligárquicas pro-estadounidenses superricas y una negación de las masas, que posteriormente resulta en una inmigración masiva hacia los propios EE.UU. debido a la falta de oportunidades locales. Cuando Kamala Harris se presentó en Guatemala la semana pasada en su gira por Centroamérica, el mensaje que el mundo escuchó fue “No vengas”, revelando la falta crónica de empatía y enfoque económico que Washington ha conferido a América Latina. No es de extrañar en un contexto así, que posteriormente hayan surgido movimientos en el sur del continente que exigen un cambio drástico de la situación. Es innegable que la ola de protestas que recorre la región no solo está impulsada por la competencia geopolítica - donde los eventos que ocurren por estos días en Perú, Chile y Colombia son impulsados por potencias hegemónicas como China que busca infiltrarse a la mala en el patio trasero estadounidense - sino también por un statu quo roto y un sistema que está permanentemente amañado contra ellos. Negarlo seria de necios. Está claro que el neoliberalismo estadounidense en esta región ha sido un experimento fallido. Para empeorar las cosas, ahora que EE.UU. ha decidido que el futuro del mundo se encuentra en "el Indo-Pacífico" y Asia ¿dónde deja eso a América del Sur? En este caso, será interesante ver cómo reacciona el establishment estadounidense con la ola roja a su puerta. A los casos ya señalados, podemos agregar a Méjico y Argentina que tienen gobiernos izquierdistas que simpatizan con esos movimientos de protestas en la región, que aparte de Colombia, Chile y Perú, tienen la mira puesta especialmente en Brasil donde Lula amenaza con volver y cuyo eventual triunfo convertiría al continente “en una zona roja”. Ante tal disyuntiva ¿Washington terminará percibiéndolos como una amenaza a su seguridad nacional y decidirá actuar? ¿Buscarán desarraigar y desmantelar esas protestas? ¿O incluso facilitar golpes de Estado como hicieron en el pasado? Incluso si no serian impulsados por ningún rival geopolítico en particular - aunque sabemos que China está detrás de todo ello - no es difícil ver por qué son en su mayor parte de carácter inequívocamente antiamericano dada la historia, con banderas estadounidenses quemadas en sus protestas. Sin embargo, incluso si no, Washington seguramente no puede ignorar estos eventos debido a su elemento ideológico explícito, que desafiará el discurso popular de que Asia Oriental está llamada a ser " el protagonista de la historia del siglo XXI". Este movimiento aún puede tener efectos en cadena en el resto del mundo de formas imprevistas. Cuando en Europa muchos creían al monstruo comunista muerto desde la década de los 90 en el mundo y que aparte de Cuba, Corea del Norte y Venezuela, estaba dando sus últimos esténtores, para sorpresa de muchos, la bestia pretende querer “revivir” aprovechando que el modelo económico neoliberal implantado en la región da muestras de agotamiento. De esta manera, “la ola roja” está reinventando América del Sur convirtiéndola en una zona de conflicto entre las grandes potencias y esto lamentablemente, aún no ha terminado :(
Como sabéis, el pasado mes de enero, tras varias filtraciones, Motorola presentó la edición 2021 de tres nuevos terminales: el Moto G Play, el Moto G Power y el Moto G Stylus. Este último se convirtió así en el segundo modelo de la compañía equipado con un lápiz, tras el primer Moto G Stylus que vimos en el 2020. Ahora, Motorola acaba de anunciar en los EE.UU. una nueva variante 5G del Moto G Stylus (2021). Los cambios principales respecto al modelo original los tenemos, por un lado, en el procesador, y por otro, en la batería. El resto de prestaciones del Moto G Stylus 5G son prácticamente las mismas que las de la versión 4G, incluyendo la enorme pantalla de 6,8 pulgadas. Al igual que la variante 4G, el nuevo Moto G Stylus 5G monta una pantalla Max Vision de 6,8 pulgadas con resolución FullHD+ y un agujero para alojar la cámara frontal, que tiene un único sensor de 16 megapíxeles. Para alimentarse, dispone de una batería de 5.000 mAh -sin carga rápida-, que, según el fabricante, ofrece dos días de autonomía (en el modelo 4G era de 4.000 mAh). Como cerebro, tenemos el procesador Snapdragon 480 de Qualcomm, que soporta 5G y WiFi 6. Ese chipset llega junto a dos opciones de RAM (4 y 6 GB) y dos de almacenamiento interno (128 y 256 GB) con posibilidad de ampliarlo con una tarjeta microSD de hasta 1 TB (de 512 GB en el modelo 4G). La cámara trasera está compuesta por: un sensor principal de 48 megapíxeles, un gran angular de 8 megapíxeles, un sensor macro de 5 megapíxeles y un sensor de profundidad de 2 megapíxeles. En la versión 4G, el macro era de 2 megapíxeles, por lo que también existe una mejora en este sentido. Además, el lector de huellas, que antes era lateral, se ha desplazado ahora a la trasera. En cuanto a su coste y disponibilidad, de momento, el nuevo Moto G Stylus 5G salió a la venta este lunes en los EE.UU. a un precio de 399 dólares, que equivale a unos 327 euros al cambio actual. Se comercializa libre con 6 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno en color Cosmic Esmerald (verde esmeralda). También hay un modelo con 4 GB de RAM y 128 GB de capacidad que distribuirán los operadores americanos. No sería raro si su nombre se cambia de cara a su lanzamiento en Europa, como ya ocurrió el año pasado. Estaremos atentos a su llegada :)
Si creías haberlo visto todo en perfumes, 212 Heroes de Carolina Herrera te mostrará que estabas equivocado: desde el frasco, la fragancia, pasando por la campaña, este lanzamiento viene a romper moldes. El innovador perfume basado en una fórmula sorprendente y vegana viene en un frasco novedoso y vanguardista que celebra a los espíritus libres y auténticos. Un tributo a los héroes que desafían convenciones y luchan por sus sueños e ideales. El afán de superación queda patente desde el embalaje: la silueta anuncia el inconformismo y la autenticidad de la juventud. En efecto, 212 Heroes se viste con la forma del skate. Venga ya ¿existe un arquetipo más auténtico y libre? Desde su invención en California a mediados del siglo pasado como una vertiente urbana del surf, esta cultura con vocación de estilo de vida no ha dejado de demostrar sus infinitas posibilidades. La filosofía hazlo tú mismo y la rompedora estética del skate sigue siendo hoy igual de influyentes que antaño. “Los skaters ven las infinitas posibilidades de la ciudad y la transforman en un gigantesco y divertido parque: su imaginación no tiene límites: convierten las rampas en olas y el suelo en mar. Son innovadores, valientes, incombustibles, perseverantes y decididos: unos héroes”, opina Carolina A. Herrera, directora creativa de belleza de la casa. 212 Heroes es un nuevo tipo de Fougère Fruity Woody (Fougère afrutado y amaderado), un aroma basado en “El Aceite de Geranio, elegante y complejo, se alía al Elixir de Pera, refrescante y efervescente; este dúo irreverente aporta energía y optimismo al perfume”, explica el equipo de perfumistas formado por Domitille Michalon-Bertier, Juliette Karagueuzouglou y Carlos Benaim. Este perfume incorpora además ingredientes orgánicos y veganos certificados por Eve (Expertise Vegan Europe) “Sentirse joven significa ser nosotros mismos, fluir, dejarse sorprender, arriesgarse, despreocuparse y disfrutar de la vida al máximo. 212 Heroes convoca a nuestro yo intuitivo, inconformista y libre”, agrega Herrera. Los expertos consideran a las nuevas generaciones como las más inclusivas de la historia. La edad, la clase, la etnia, el género, la cultura y el territorio se diluyen y dejan de ser fundamentales a la hora de definirnos como individuos. Con esa mentalidad, nace 212 Heroes, cuyas imágenes reflejan esa diversidad: catorce embajadores conforman el nuevo Gang 212. Entre ellos, cabe destacar al neozelandés KJ Apa, quien es uno de los actores con más proyección de su generación. Famoso por su protagonismo en la serie Riverdale, el también músico ha actuado en diversos filmes. En un mundo hiperconectado virtualmente, la fiesta - catalizadora e inspiradora - gana protagonismo ya que supone la ocasión perfecta para interactuar, compartir y disfrutar. La diversión se extrapola; la fiesta es ubicua -porque la llevan dentro - que no se confina al ámbito de la discoteca ni de la casa y ahora salta a las calles. Además, gana en pluralidad y dinamismo: de la cultura del club, caracterizada por la exclusividad, a la tendencia de celebrar fiestas en casa hasta la apertura total: la calle es hoy el nuevo club :)