Esta semana toca ocuparnos de una tragedia que desgarra a este país africano ante la indiferencia del mundo, que no hace absolutamente nada para detener el genocidio que están sufriendo a manos de un demencial grupo terrorista islámico llamado Boko Haram (considerado el primo-hermano de ISIS y que por el salvajismo mostrado hasta el momento, no cabe duda de ello). Como sabéis, estos criminales alcanzaron notoriedad con el secuestro de más de 200 niñas en una escuela en Chibok, en el noreste del país, el 14 de abril del 2014. Desde entonces, sus atrocidades cometidas en contra de la indefensa población – cristianas en su mayoría - han llegado a ser cada vez más brutales, asesinando sin piedad alguna a miles de personas. Ante todo debemos saber como se origino esta barbarie. Desde su nacimiento, el objetivo de Boko Haram es crear un estado islámico en la región, exterminando a todos aquellos que se opongan a sus planes. Así, lleva luchando contra el Estado nigeriano desde el 2009 por medio de una creciente campaña de ataques con bombas, ataques relámpago a ciudades y pueblos y la captura y ocupación de ciudades grandes en el noreste del país. Se opone a cualquier cosa que vea como "influida por Occidente", incluidas las elecciones y la educación laica. Su máximo dirigente político y espiritual es Abubakar Shekau, que encabeza el consejo de sabios denominado Shura y que asumió el poder tras la muerte en 2009 del anterior líder del grupo, Mohamad Yusuf, liquidado por la policía nigeriana al tratar de huir luego de su captura. Sin embargo, no todos los seguidores de Yusuf se unieron a Shekau. El International Crisis Group calcula que Boko Haram está compuesto por entre tres y seis facciones que a veces colaboran y otras veces entran en conflicto entre sí. Desde el 2013, ha lanzado al menos 330 ataques y bombardeos, lo que ha causado la muerte de al menos 5.400 civiles en el norte de Nigeria. Es probable que la cifra real sea mucho más elevada. Si bien se desconoce la cifra exacta de combatientes de Boko Haram, se calcula que es de alrededor de 15.000. En enero de este año, el grupo había tomado el control absoluto y había ocupado alrededor de quince zonas de gobierno local en el noreste de Nigeria. En cuanto a su financiamiento, existen muchas especulaciones sobre cómo Boko Haram consigue armas y dinero. Algunas fuentes afirman que el grupo tiene vínculos con políticos nigerianos y grupos como ISIS que les han proporcionado dinero y armas. Sin embargo, al parecer la mayor parte de sus fondos provienen del saqueo de ciudades y pueblos, robos de bancos y dinero conseguido en rescates. En los últimos años, Boko Haram ha llevado a cabo numerosos ataques mortíferos casi diariamente que han dejado miles de muertos. Durante sus ataques relámpago, los terroristas entran en las comunidades montados en motocicletas, vehículos y camiones. Van casa por casa, ordenando a las personas residentes que se reúnan, disparando contra todos los hombres en edad de combatir, al igual que a sus familias no importándoles si entre las victimas hay ancianos, niños y mujeres embarazadas, quienes son acribillados a balazos. También su búsqueda se centra en aquellos que sean cristianos y quienes creen que están vinculados al Gobierno, que perecen en medio de horribles torturas. A menudo secuestran mujeres y niñas, como hicieron en abril de 2014 cuando secuestraron a 276 alumnas de la escuela secundaria pública para niñas de Chibok. La inmensa mayoría de ellas siguen desaparecidas. Su rígida y deformada interpretación del Islam los lleva a cometer esos monstruosos crímenes, atacando con violencia inusitada a los "no creyentes" especialmente cristianos, aunque también todos aquellos que no los apoyan. En agosto de 2014, el máximo dirigente de Boko Haram declaro que el territorio que controlan era un "califato". Para enfrentarlos, el gobierno nigeriano ha emprendido varias operaciones militares contra ellos, pero los terroristas no muestran señales de debilitamiento y por el contrario, han multiplicado sus ataques sistemáticos a pueblos y ciudades desatando el terror en ellas. Impotente ante esta amenaza, el gobierno ha pedido ayuda a Occidente, el cual se ha limitado a incluir a Boko Haram en la lista de organizaciones terroristas y de allí mas nada. Si bien desde hace varios años, Chad, Níger y Nigeria operan una Fuerza Especial Conjunta Multinacional (MNJTF) para proporcionar seguridad fronteriza entre estas naciones, resulta insuficiente para contenerlos. Por ello, el 7 de octubre de 2014, los Estados miembros de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad y Benín decidieron crear una nueva Fuerza Especial Conjunta Multinacional para luchar contra los terroristas, pero sus objetivos siguen sin estar claros, Mientras tanto, Boko Haram afianza su avance para hacerse con el control del país .¿No será ya demasiado tarde para detenerlos? :(
Presentado en el reciente CES 2015 celebrado en Las Vegas, el nuevo Nikon D5500 es una cámara en formato DX que se desmarca de las propuestas que podemos encontrar actualmente en el porfolio de la marca, sobre todo, gracias a su pantalla táctil abatible de 3,2 pulgadas. Pero esta no es la única característica interesante de este nuevo modelo. Además, esta DSLR incorpora una nueva estructura monocasco; una empuñadura rediseñada que, sobre el papel, mejora su ergonomía si la comparamos con la de otros modelos de la marca; y un sensor CMOS de 24,2 megapíxeles sin filtro óptico de paso bajo con un rendimiento en escenarios con escasa iluminación que, según Nikon, alcanza un gran nivel frente a otras cámaras de «su misma liga». Echémosle un vistazo con más detalle. Como he mencionado al principio del post, el captador de la D5500 de Nikon es un CMOS con una resolución efectiva de 24,2 megapíxeles en formato DX (APS-C) y sin filtro óptico de paso bajo. Su rango ISO va de 100 a 25.600, lo habitual en esta categoría de cámaras, aunque es probable que a valores ISO elevados genere menos ruido que los sensores incluidos en otras cámaras de Nikon más antiguas. También es interesante su tecnología de enfoque automático, que utiliza detección por contraste y recurre a 39 puntos con nueve sensores en cruz en la parte central que, según Nikon, mantienen en foco al sujeto fotografiado al margen del lugar que ocupe en el encuadre. El procesador de imagen incluido por Nikon en esta nueva DSLR es un Expeed 4, un chip que, sobre el papel, debería garantizar una capacidad de cálculo elevada, y, por tanto, un rendimiento a la altura. De hecho, si nos fijamos en el disparo continuo, que alcanza los 5 FPS, es evidente que este procesador consigue gestionar con rapidez los datos que recibe del sensor. La compañía japonesa también ha hecho hincapié en que gracias a este procesador de imagen la D5500 genera menos ruido que sus predecesoras debido a que ejecuta un algoritmo de reducción del ruido avanzado. Por supuesto, lo comprobaremos en cuanto una unidad de pruebas de esta cámara caiga en nuestras manos. Una de las características diferenciadoras de esta cámara es su monitor LCD TFT de 3,2 pulgadas, que alcanza una interesante resolución de 1.037.000 puntos, y que, además, es táctil y abatible. Además de para modificar los parámetros de exposición y la configuración de la cámara, es posible utilizar la pantalla táctil para enfocar y disparar, por lo que la D5500 parece haber conseguido heredar la facilidad de uso de los teléfonos móviles. Además, gracias a la conectividad WiFi es posible conectar un smartphone a la cámara de forma inalámbrica para, por ejemplo, controlarla a distancia, transferir las fotografías y los vídeos que hayamos tomado o subirlos a Internet. Por otro lado, la D5500 es capaz de grabar vídeo Full HD con una cadencia máxima de 60 imágenes por segundo, lo que deja muy claro que Nikon no contempla por el momento en este tipo de cámaras la grabación de vídeo UHD/4K. No obstante, según sus diseñadores una de las principales cualidades de esta DSLR es su flexibilidad creativa. Por un lado incorpora los perfiles de color Picture Control de segunda generación, que ponen en nuestras manos un control preciso de la nitidez, el brillo, el contraste, el tono y la saturación de las fotografías y los vídeos. Entre los siete perfiles disponibles contempla un perfil plano que almacena la máxima cantidad de información de tono, para, así, ofrecer el máximo detalle tanto en las altas luces como en las zonas en sombra. En cuanto a su precio y disponibilidad, ya está a la venta en los EE.UU. a un precio de 899,95 dólares para el cuerpo (unos 753 euros). También llegará en dos kits acompañada, por un lado, por el objetivo AF-S DX Nikkor 18-55 mm f/3.5-5.6G VR II, por 999,95 dólares (unos 836 euros), y por la óptica AF-S DX Nikkor 18-140 mm f/3.5-5.6G ED VR, a un precio de 1.199,95 dólares (unos 1.000 euros):)
El color oscuro no es únicamente patrimonio de la relojería ultradeportiva. Y piezas como el último GMT Black lo confirman. El reloj, uno de los más atípicos de Greubel Forsey, presenta una sublime reinterpretación de la indicación de los husos horarios que ahora elige como armadura el titanio con tratamiento ADLC. Pero la novedad no reside simplemente en el cambio de tono. Es de hecho esa misma adopción de una estética sport, profesional, hasta un punto agresiva, en una firma clásica (aunque exploratoria) lo que llama la atención. Además, el cromatismo en negro no solo se queda en la superficie de la caja del modelo. Llega incluso a la platina principal del movimiento y a los puentes, también en acabados oscuros. Esto, dice, el presskit, “ayuda a exponer el contraste entre las diferentes texturas y los acabados de la superficie en la decoración de cada componente”.Como sabéis, la tendencia all black, que se inauguró en la relojería de lujo con Porsche Design, IWC y más tarde Hublot, está expandiéndose a grandes pasos en todos los segmentos. Incluso entre los más clasicistas y puristas. Hace poco F.P. Journe estrenaba su primer reloj en negro, casi al mismo tiempo que la primera pieza all black del Double Tourbillon de Greubel Forsey, Panerai, Audemars Piguet, Girard-Perregaux, Jaeger-LeCoultre además de TAG Heuer, Omega, entre otras. Por su parte los reticentes al vestido en negro, como Rolex o Patek Philippe, no han podido resistir a la customización en negro hecha por los propietarios finales de sus piezas. La compañía británica Bamford se ha encargado de ello. Por lo visto, el lado oscuro de la relojería tiene mucha fuerza y llega a todos sitios. Para terminar, el Greubel Forsey GMT Platinum Black Dial viene con una correa negra de piel de cocodrilo cosida a mano con una hebilla negra de titanio. Se trata de una edición limitada de sólo 22 piezas, a un precio de $565,000 (€467,000):)