Hace unos días se celebró en China el Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, donde - como se esperaba - se consolidó el poder absoluto del actual presidente Xi Jinping, quien proclamo el inicio de una nueva era, que llevara a China a ser una superpotencia en el 2050 y que desde entonces “regirá los destinos del mundo”. Para ello, ha logrado que se aprobara por unanimidad la inclusión del denominado 'pensamiento Xi' en la Constitución del PCCh, al mismo nivel que el mismísimo Mao Zedong (fallecido en 1976). En efecto, el oficialmente denominado Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era pasará a estudiarse en las escuelas y formar parte de las “guías de acción” que debe seguir todo buen comunista chino. O todo aquel que quiera llegar a algo en la nueva gran potencia. Un 'pensamiento' que se resume en “el gran sueño chino de rejuvenecimiento de la nación”: la vuelta de China al papel de líder mundial, sea en el terreno económico, político o militar. Hasta ahora, únicamente los dos grandes líderes de la República Popular de China, Mao Zedong y Deng Xiaoping, fallecido en 1997, habían recibido el honor de que su nombre figurara en el documento. Pero solo Mao lo disfrutó en vida. Y solo Mao veía reconocida su filosofía como 'pensamiento', mientras las ideas de Deng únicamente eran catalogadas como “teoría”. Ahora, Xi ha igualado al Gran Timonel. Además de su propio nombre, Xi ha conseguido que se incluyan en el documento base del partido su campaña contra la corrupción y su Nueva Ruta de la Seda, el plan de conexión de China con Europa a través de redes de infraestructuras. Los analistas dan por seguro que, con todo su poder consolidado definitivamente, el jefe de Estado, de 64 años, continuará al frente del país más allá del 2022, cuando según las normas tácitas o explícitas del régimen debería retirarse por edad. Pero, una vez equiparado a Mao, es irrelevante el hecho de que conserve sus títulos o no: sea quien sea quien ocupe el puesto, siempre será él, con el estatus de emperador, quien tendrá la última palabra. Ya ocurrió con Deng, el gran poder en la sombra hasta su muerte, aunque su único título oficial para entonces fuera el de ‘presidente honorario’ de la Federación china de Bridge. Al respecto, la directora de Estudios Asiáticos en el Consejo de Relaciones Exteriores, con sede en Nueva York, Elizabeth Economy, explicó a Bloomberg que la consolidación de la ideología de Xi Jinping en el documento significa que ahora el político es percibido como uno de los principales transformadores del país, junto con Mao y Deng. Se trata de la consolidación del poder en torno a Xi, “algo que le permitirá influir en las políticas de China durante décadas” aseveró. Para nadie es un secreto que Xi Jinping personifica la ascendencia del PCCh, y bien puede permanecer en el poder indefinidamente. El congreso ha consagrado su reinado al poner su "pensamiento socialista" en la constitución del partido, colocándolo junto a Mao Zedong y Deng Xiaoping en el panteón de los líderes revolucionarios. Xi, sin embargo, no es parte del pasado como sus predecesores. Es la verdadera estrella de un congreso donde ha consolidado su posición como líder indiscutible de una “nueva China”. Una vez buscó un perfil bajo, tanto en casa como en el extranjero. En la década de 1980, Deng dictó que China debería “esperar su momento y ser prudente” en la política exterior, mientras su país ganaba fuerza. Un credo similar prevaleció con el Partido Comunista. Hoy todo ha quedado de lado para Xi y su discurso en el congreso lo dice todo: “Para el 2050, dos siglos después de las guerras del opio - que sumieron a nuestro país en un período de dolor y vergüenza, sometido a los dictados de las potencias occidentales en sus nada disimuladas intenciones de querer repartírselo - China recuperará su poder y volverá a la cima del mundo. Aunque ello nos tomará un inmenso trabajo, la decisión esta tomada. China se convertirá en la economía más grande del planeta y sus ingresos serán altos con un sistema de bienestar social efectivo, un gobierno receptivo y servicial, una política que garantice los derechos de las personas y un país amado por sus ciudadanos” según indicó la agencia oficial de noticias Xinhua. Estas declaraciones han llamado la atención en Occidente, ya que durante mucho tiempo Xi ha tratado de mantener un perfil bajo. Siempre ensalzó el valor de su sistema, pero nunca sugirió explícitamente - como ahora lo hace - que fuera algo que pudiera exportarse en todo el mundo. Tal confianza podría interpretarse fácilmente como arrogancia y bien podría ser así, pero hay una serie de razones por las cuales China es más poderosa y más segura de lo que ha sido durante dos siglos. El primero es que el liderazgo, al menos en público, cree que ha estabilizado la economía luego de una breve crisis hace dos años, y ha devuelto al país a un crecimiento saludable. Así, al lograr superar la crisis financiera mundial hace 10 años, la autoconfianza es enorme. El segundo es la inestabilidad que se vive en el oeste, especialmente en los Estados Unidos, pero también en el Reino Unido y Europa, mientras que China, por el contrario, se está disparando a toda máquina, tanto política como económicamente. En Xi, el país tiene el líder más disciplinado y poderoso en una generación. Trump, por el contrario, es el más indisciplinado y, a juzgar por su historial en el Congreso, será el presidente estadounidense más ineficaz por generaciones. Es duro, especialmente para aquellos que creen ‘en la superioridad de la democracia’, aceptar tal contraste. Obviamente, hay muchas advertencias para tomar en cuenta respecto a Xi Jinping. Su destino y su capacidad para mantener la legitimidad en el país y proyectar el poder en el exterior, en última instancia, dependen de la salud continua de la economía. Por el momento, el crecimiento sigue siendo demasiado dependiente de la deuda, y no hay signos de ningún cambio fundamental en este frente. Lejos de instituir más reformas de mercado, Xi está intensificando los esfuerzos para afianzar el modelo híbrido de China, en el que la política y la economía se fusionarán en un solo campo. Por el momento, China, como muchos otros países, tiene cierto margen de maniobra para presionar al cambio debido a la flotabilidad general de la economía global. Pero dada la deuda de China, podría cambiar rápidamente. El camino de un fuerte crecimiento basado en el aumento de la deuda implica inevitablemente una crisis financiera de algún tipo. Por todas esas calificaciones, el triunfalismo total y abrumador que se vive en Beijing debería ser una llamada de atención a quienes en Occidente durante mucho tiempo creyeron erróneamente que China fracasaría. Es mas, muchos estaban convencidos de que como estado autoritario, debía fracasar. Pero ello no es así. China está teniendo éxito en el campo económico… demasiado dirían algunos. Pero también en lo militar, al estrechar su alianza con Rusia, convirtiéndose en un formidable contrapeso a la amenaza que representan los EE.UU. y sus ‘socios’ de la OTAN. Si continúa en ese camino, el mundo tal como lo conocemos, nunca volverá a ser el mismo (Por cierto ¿no os parece anacrónico y fuera de lugar que los chinos continúen conservando símbolos de la época comunista como la hoz y el martillo, la bandera roja o la momia de Mao, cuando es el mayor país capitalista del mundo? Y lo aplican de la forma mas extrema posible, que ya quisieran hacerlo en Occidente …..) :)
Sony acaba de presentar su nueva cámara sin espejo con objetivos intercambiables full-frame, la esperada α7R III. La nueva cámara contará con una resolución de 42,4 megapíxeles con procesamiento de imagen mejorado, disparo continuo en ráfagas de 10 fps y enfoque automático, todo con una autonomía mucho mayor que la de su predecesora. La cámara cuenta esencialmente con el mismo cuerpo que el a7R II, pero Sony le ha añadido un joystick de selección de punto de enfoque, botón AF-On, ranuras para doble tarjeta SD y socket de sincronización de flash. Todo lo podrás ver con un visor OLED con resolución de 1280 x 720, y contará con la posibilidad de grabar vídeos 4K. La serie A7 de Sony se ha convertido en toda una referencia en el mundo de la fotografía, y Sony sigue haciéndola evolucionar con un nuevo lanzamiento que se centra en mejorar su velocidad y eficiencia, así como sus capacidades de batería y almacenamiento. La nueva α7R III combina un sensor CMOS Exmor R con retroiluminación y 42,4 megapíxeles con seguimiento completo de AF/AE. En esencia es casi el mismo sensor que el modelo anterior, pero con una serie de cambios en el hardware con el que poder exprimirlo bastante más. Además, el sensor trata también de mejorar la eficiencia de la recogida de luz añadiéndole un revestimiento antirreflectante a la superficie de vidrio del sellado. Sony promete que con ello obtienen una alta sensibilidad y un rendimiento con poco ruido y amplio rango dinámico, pero habrá que esperar a poder probarla a fondo para ver hasta qué punto lo consiguen. En su interior late un procesador 'Bionz X', 1,8 veces más rápido que el de la α7R II, y que junto con el procesador LSI frontal que ya hemos visto en otros modelos recientes permite que tenga un procesamiento de datos más rápido. A esto le han añadido un mecanismo de obturador de baja vibración capaz de disparar hasta 10 fotogramas por segundo con autoenfoque completo, tanto en el modo de obturador mecánico como en el de electrónico. Con todo, la cámara es capaz de disparar a rangos ISO de 100 - 32.000 ampliables a 50 - 102.400, así como a 15 pasos de rango dinámico a baja sensibilidad. Esto, siempre según Sony, debería garantizar un extraordinario rendimiento global en todos los ajustes. La Sony a7R III cuenta con un nuevo modelo de fotograma completo diseñado sin filtro óptico de paso bajo para tratar de potenciar la resolución, transmitiendo datos RAW de 14 bits incluso en modo silencioso o continuo. También tiene estabilización de imagen óptica de 5 ejes que admite capacidades de captura de alta resolución, obteniendo una velocidad de obturación de 5,5 pasos. Según Sony, este es el rendimiento de compensación más alto del mundo en sistemas de estabilización de imagen. Por último, la cámara cuenta con un visor Tru-Finder OLED Quad-VGA mejorado de alta resolución a 720p y revestimiento ZEISS, y una batería aproximadamente 2,2 veces más capacidad que la de la α7R II. Tiene dos ranuras SD, transmisión de datos vía WiFi, ranura USB 3.1 de tipo C y opciones de almacenamiento para, por ejemplo, separar el formato RAW y el JPEG. De otro lado, Sony quiere que su cámara no se limite a los profesionales de la fotografía, y también le hace guiños al sector del vídeo. Por ello, su nueva cámara ofrece la posibilidad de grabar a resolución 4K de 3840 x 2160putilizando toda la amplitud del sensor de imagen de fotograma completo. La a7R III también cuenta con un nuevo perfil de imagen HLG (gama Log híbrida), que permite un flujo de trabajo HDR inmediato. De esta manera, Sony promete que podremos grabar imágenes 4K HDR que saquen partido de los televisores capaces de reproducir esta tecnología. Pero no todo es 4K en este mundo, por lo que la empresa japonesa ha asegurado que su cámara también puede grabar a resolución FullHD a una velocidad de 120 fps y hasta 100 Mbps. De esta manera, al editar el vídeo se podrán conseguir cámaras lentas de 4x o 5x con esta resolución de 1080p, todo ello con un seguimiento de enfoque automático. Como podéis imaginaros, estamos ante una cámara de gama alta, por lo que el precio también va a ser elevado. La nueva α7R III llegará este próximo mes de noviembre, y lo hará con un precio estimado de 3.500 € que podría variar dependiendo del comercio :)
Lamborghini y Japón están de celebración. Como sabéis, este año se celebra el cincuenta aniversario de la llegada del primer deportivo fabricado por la marca italiana al país asiático. Y no es extraño que Lamborghini otorgue tanta relevancia a una fecha como esta si tenemos en cuenta que Japón es el segundo mercado donde más modelos vende la casa de Sant’Agata Bolognese. Con todo ello el fabricante italiano ha querido aprovechar la celebración del Salón del Automóvil de Tokio para presentar la primera edición especial creada sobre la base del Lamborghini Aventador S Roadster y lanzada como homenaje al país nipón. Se trata de una serie limitada llamada Lamborghini Aventador S Roadster 50th Anniversary Japan, de la cual sólo se producirán cinco unidades destinadas exclusivamente al mercado nipón. Cada uno de estos cinco Aventador S Roadster será un automóvil único, con colores y acabados inspirados en uno de los cinco elementos naturales de la cultura japonesa: agua, tierra, fuego, viento y cielo. El Lamborghini Aventador S Roadster 50th Anniversary Japan fue desarrollado por el Departamento de Ad Personam de Lamborghini junto con el Centro Stile, una colaboración que condujo a la idea de desarrollar una pintura única para cada modelo. Dicha pintura presenta efectos de sombreado especiales en los que, en el caso de la versión “agua”, el azul tiende a negro. La creación artesanal de la pintura requirió 170 horas de trabajo y la contribución de diez expertos en el tema. El exterior se completa con el marco del parabrisas y el techo duro, ambos hechos de fibra de carbono. El interior de cada uno de los Lamborghini Aventador S Roadster 50th Anniversary Japan está realizado en cuero negro Nero Ade y Alcántara negro Nero Cosmus. Otra característica única es el bordado en los asientos, en la parte superior evoca el símbolo japonés de bambú (Y). El tono de las costuras va a tono con el exterior, con las mismas gradaciones y sombreados: un efecto que requirió 100 horas de trabajo por parte de seis especialistas. El acabado interior se completa con una placa de fibra de carbono hexagonal con el símbolo japonés del nombre elemental del automóvil. La conmemoración de los 50 años de la marca en Japón también incluyó el “Lamborghini Day Concours d’Élégance Tokyo”, en cuya segunda edición estuvieron presentes algunos de los modelos más representativos de la firma, como el Miura, Diablo y Countach. En este evento participaron poco más de 50 modelos italianos. El ganador del trofeo “Best of Show” fue para un Lamborghini Miura SV restaurado por Lamborghini Polo Storico. También hubo otro premio especial para un Countach LP 400 1976 color naranja (número de serie del automóvil n. ° 1120186). Es así como durante el Lamborghini Day 2017, el centro de Tokio fue testigo de un desfile de más de ochenta modelos de esta legendaria marca italiana, que recorrieron la famosa zona de la Torre de Tokio y el moderno barrio de Ginza :)