Por lo visto, la historia vuelve a repetirse y el Japón, culpable de horrendos crímenes cometidos en China, Corea y Filipinas, entre otros países del Lejano Oriente - de los cuales por cierto jamás mostraron remordimiento alguno ya que por el contrario, “veneran” a los asesinos que cometieron tales atrocidades en el santuario Yasukuni - pretende con el apoyo de los EE.UU., volver a convertirse en una amenaza para el mundo. En efecto, la Cámara Alta de Japón aprobó el último fin de semana la más importante y polémica reforma militar en el país desde el final de la II Guerra Mundial entre enérgicas protestas de la oposición y gran parte de la ciudadanía, que consideran que vulnera la Constitución pacifista. La controvertida medida permitirá a las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) participar en operaciones de combate, algo hasta ahora limitado por el artículo 9 de la Carta Magna. La polémica reforma ha sido impulsada por el Ejecutivo del primer ministro conservador, Shinzo Abe - y aprobada gracias a la sólida mayoría parlamentaria que tiene el Partido Liberal Democrático junto a su socio de coalición, el budista Nuevo Komeito - con el risible argumento de estar preparados para hacer frente “a un panorama regional en el que China gana cada vez más peso militar y Corea del Norte sigue adelante con su programa nuclear y de misiles”, cuando lo que esconde en realidad es el renacimiento del Japón militarista, de trágicos recuerdos para aquellos países que sufrieron en carne propia lo indecible a manos de estos criminales. Como sabéis, desde la llegada al poder del conservador Shinzo Abe, este ha recuperado su vieja aspiración de relanzar el papel militar de Japón, constreñido por una Constitución pacifista impuesta por EE.UU. al término de la Segunda Guerra Mundial que renuncia a toda acción bélica en el exterior y reduce las tareas del Ejército a defenderse solo en caso de que el país sea atacado. Actualmente, la política de Defensa de Japón depende mucho de su estrecha alianza con EE.UU., ya que gran parte de su arsenal ha sido suministrado por Washington. Japón también ha ampliado su participación en ejercicios militares más allá de sus costas. Además ha tomado parte en ejercicios navales conjuntos con los EE.UU. en reiteradas ocasiones. Este cambio de tendencia pone de manifiesto la tensión creciente en Asia, agudizada durante los últimos meses por la zona defensiva de identificación aérea que China ha establecido sobre las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés) que Tokio considera como “suyas” y que ha sido el pretexto utilizado por Abe para reformar la Constitución, aunque en el fondo sea por el temor producido debido al ascenso de China como una potencia mundial, quien de la mano con Rusia han pulverizado la “Pax Americana” impuesta por Washington durante décadas. Como era de esperar, diversos países en la región condenaron duramente esta maniobra impulsada por el gobierno japonés. Así por ejemplo China - sacando a relucir las atrocidades cometidas por el Ejército imperial nipón durante la brutal ocupación del país entre 1931 -1945 y donde las heridas aún no se han cerrado - acusó a Japón de poner en riesgo la paz en la región con la aprobación de esa medida. Pekín pidió a Tokio que aprendiera las profundas lecciones de la historia y advirtió de que los nuevos cambios legales “no solo rompen la promesa que el país hizo al mundo tras el conflicto, en 1945, sino que también traiciona a su propia gente”, según un editorial de la agencia estatal Xinhua. El ministro de Defensa de China aseguró por su parte que las reformas han provocado una grave preocupación entre los ciudadanos japoneses, sus vecinos asiáticos y en la sociedad internacional, según recogen los medios oficiales del país. El primer ministro nipón ha sido incapaz de lograr apoyos suficientes para modificar ese espíritu pacifista de la Carta Magna y ha optado por una “reinterpretación” del texto constitucional para lograr aprobar los cambios en las leyes, una decisión que ha provocado críticas internas y enfrentamientos no vistos en décadas en Japón, donde el pasado 30 de agosto cerca de 100.000 personas - un número gigantesco en un país poco dado a las manifestaciones públicas - protestaron frente a la Dieta contra las medidas ya que temen que se trate del primer paso hacia el abandono del pacifismo que consagra la Constitución y que Japón pueda acabar arrastrado a guerras iniciadas por los EEUU. No cabe duda que Shinzo Abe y su banda de fascistas estarán felices ante este nuevo escenario, ya que ahora tendrán las manos libres para atacar a países que consideren una “amenaza” a su seguridad nacional, intentando reeditar las monstruosidades ocasionadas por el Ejército imperial japonés en el Asia. Venga ya, cabe preguntarse ¿alguien en su sano juicio se atrevería atacar China, una potencia nuclear? A que seria barrido de inmediato y ni Washington podría salvarlo. Es más, existen viejas cuentas pendientes con los japoneses que saldrían a relucir en caso de estallar un conflicto entre ambos países y es que los chinos serán pacientes, pero no olvidan. Por lo visto, tras 70 años de su fin, la guerra aún enfrenta a Asia :(
Considerado el mayor iPad de todos los tiempos, la compañía tecnológica Apple desveló un nuevo modelo de su iPad, el iPad Pro, la renovación largamente esperada. Esta nueva versión Pro, un 37% más grande que el iPad Air 2, cuanta con pantalla de 12,9 pulgadas y esta pensada como un auténtico sustituto del ordenador portátil, tanto en lo profesional como para el ocio. La pantalla es capaz de mostrar 5,6 millones de píxeles, con una resolución de 2732 2048 píxeles, y el nuevo procesador es el AX9, la tercera generación de sus chips con tecnología de 64 bits. El nuevo dispositivo es hasta un 80% más potente y un 90% más rápido que los PCs actualmente disponibles en el mercado. La batería garantiza 10 horas de uso ininterrumpido y el nuevo iPad Pro cuenta con cuatro altavoces estéreo, situados en sus cuatro esquinas. Su espesor es apenas de 6.9 milímetros, un poco más grueso que el iPad Air (6.1 milímetros) y cuenta con un teclado virtual completo y del mismo tamaño que uno físico, aunque una nueva funda, muy del estilo de la que luce el Surface de Microsoft, también cuenta con un teclado físico que no se conectará al tablet por Bluetooth, sino a través de un conector propio, con tres puntos magnéticos. El nuevo iPad incorpora, por primera vez, un lápiz óptico (algo, por cierto, que Steve Jobs había repudiado en más de una ocasión). El Stylus – denominado Apple Pencil - permite escribir en pantalla y reconoce múltiples niveles de presión, por lo que podremos hacer trazos de diferente grosor. En uno de los extremos, el nuevo lápiz cuenta con un conector que permite enchufarlo directamente al iPad (suponemos que para cargarlo). La cámara principal es una iSight de 8 megapíxeles, quizá algo limitada para un dispositivo tan sofisticado. El Apple Pencil, que está hecho especialmente para el iPad Pro, se sincroniza y carga a través del conector Lightning. El lápiz permite fácilmente ajustar el grosor de cada trazo y está hecho para diseñar y dibujar en la pantalla. Como dice su nombre, el iPad Pro es un dispositivo que fomenta la productividad en el trabajo y saca buen provecho de nuevas funciones de iOS 9 como la pantalla dividida y multitarea. En cuanto a su coste y disponibilidad, el nuevo iPad Pro, llegará en noviembre en tres colores, tendrá precios de 799, 949 y 1079 euros según se elijan las versiones con 32, 64 o 128 GB de memoria interna. La funda y el lápiz, no incluidos, cuestan 99 y 169 euros :)
Rusia dio cuerda al reloj e inició la cuenta atrás para el partido inaugural del Mundial de fútbol del 2018, un campeonato que arrancará el 14 de junio de ese año y que promete no dejar frío a nadie."Siempre estamos contentos de recibir a invitados, y prometemos organizar una grandiosa fiesta deportiva que, estoy seguro, pasará a la historia del deporte y del fútbol mundial", dijo a los presentes el jefe de estado ruso, Vladímir Putin, por medio de una videoconferencia. En el marco de este evento - realizado en la plaza Manézhnaya (cercana al Kremlin) se puso en marcha un reloj que marca los días que quedan para el comienzo del principal torneo internacional de selecciones de fútbol, que se inaugurará en el estadio Luzhniki de Moscú - donde se congregaron varios miles de aficionados, muchos de ellos niños. Entre los invitados figuraban estrellas del fútbol como el alemán Lothar Mathaus y el italiano Gianluca Zambrotta, además del portero internacional ruso, Ígor Akinféev, y varios políticos rusos. Al unísono apretaron el botón que daba inicio a la cuenta atrás para la primera Copa Mundial que se celebrará en Europa Oriental y que vivirá su partido inaugural el 14 de junio de 2018 en el estadio Olímpico Luzhnikí, con capacidad para unos 80.000 espectadores. "Rusia merecía acoger la Copa del Mundo. Estoy ansioso de que empiece el torneo en este país, al que conozco y respeto. Estoy seguro que harán todos los esfuerzos para dar una cálida bienvenida tanto a los visitantes como a los participantes", declaró por su parte Matthaus. Los aficionados rusos tuvieron la oportunidad de fotografiarse con la auténtica Copa del Mundo, que fue traída especialmente para la ocasión en una urna bajo estrictas medidas de seguridad. Idénticos actos festivos tuvieron lugar en las otras diez ciudades que acogerán partidos de la primera fase, que se disputarán sólo en la parte europea de Rusia, desde la antigua capital de Prusia, Königsberg hasta Yekaterimburgo en los Urales. El jefe del comité organizador, Alexéi Sorokin, destacó que los estadios se están construyendo según los plazos previstos, según confirmó recientemente el comité de inspección de la FIFA, que ha demostrado su admiración por los preparativos del mundial. Así, la remodelación del Luzhnikí, ubicado en la capital rusa, y que conservará su fachada original, concluirá en el 2016, al igual que la construcción del estadio de San Petersburgo. Si bien los estadios de Sochi (mar Negro) y Kazán ya están construidos, solo hace falta que sean habilitados tras acoger los Juegos Olímpicos de Invierno y la Universiada, respectivamente. El único que ya ha sido inaugurado es el del Spartak Moscú, que tiene cabida para 42.000 espectadores y donde ya se han disputado partidos ligueros e internacionales. En cuanto al presupuesto de la organización, tras una ligera optimización, asciende a 636.000 millones de rublos o 8.500 millones de euros. "Nos vemos en Rusia 2018", proclamó el señor Putin. Y le tomamos la palabra ….. Ahí estaremos :)