Unos días antes de invadir Gaza, el Criminal de Guerra Benjamín Netanyahu expuso a sus colaboradores más cercanos su plan para exterminar a los palestinos de una vez por todas. Sin embargo, uno de ellos dijo que si el mundo les perdonaría semejante atrocidad.
“¿Y quién se acuerda hoy del genocidio armenio? le contestó Netanyahu. Tenemos el control de los medios de comunicación para tergiversar la verdad a nuestro antojo y presentarnos ante la historia como las eternas victimas cuando en realidad somos los verdugos” argumentó con total sangre fría, soltando enseguida una siniestra carcajada. Y es que lamentablemente este monstruo tiene razón. Han pasado 100 años del inicio de esos abominables crímenes organizados por los turcos ¿Y cuántas personas conocen lo ocurrido en Armenia? Todo comenzó un 24 de abril de 1915 cuando fueron asesinados cerca de un millar de intelectuales armenios detenidos en Constantinopla. Posteriormente empezó la deportación masiva y la exterminación sistemática de la población civil armenia, que continuó hasta agosto, en la cual entre 1,5 y 2 millones de personas fueron asesinados por orden del gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano, quienes contaron para ello con la complicidad de la comunidad internacional que nunca ha prestado atención a este hecho ni ha intentado cerrar las heridas que dejó en su gente..Como sabéis, este año se cumple el centenario de este trágico capítulo de la historia, lo que supone una oportunidad única para que se haga justicia y el mundo recuerde el sufrimiento de un pueblo a manos de sus verdugos que aun hoy niegan lo ocurrido, cuyo actual dictador –
un déspota oriental en todo el sentido de la palabra - ha llegado a justificar esos horrendos crímenes, afirmando que fueron producto de “una revuelta” rechazando que las muertes acaecidas en 1915 fueran el resultado de un plan organizado por el Estado para eliminar a la población armenia bajo su soberanía.
Sin embargo, la realidad es otra. Se trato de una persecución sistemática contra una minoría étnica y religiosa que estuvo a punto de perecer por completo, con pleno conocimiento y aprobación del régimen turco. A través de los siglos, el pueblo armenio supo conservar su milenaria cultura, llegando a constituir un reino independiente de Bizancio, que posteriormente fue invadido por los otomanos y repartido entre Turquía y Rusia, manteniéndose así hasta el final de la I Guerra Mundial, Con la caída del Imperio zarista se creó la República de Armenia en 1918, de corta vida ya que al igual que las nacientes republicas trascaucásicas, fueron anexadas por los bolcheviques y solo pudieron recuperar su independencia en 1991 con el derrocamiento de la dictadura comunista y el fin de la Unión Soviética.
Peor suerte tuvieron los armenios cuyos territorios fueron ocupados por Turquía, ya que a causa de su religión cristiana sufrieron continuos hostigamientos hasta antes de la masacre de 1915. Entre 1894 y 1895 murieron más de 100.000 armenios por la sangrienta persecución del régimen otomano, en manos de Abdul Hamid II. En 1909, asesinaron a 20.000 o 30.000 más. De hecho, la llegada de los Jóvenes Turcos fue vista con buenos ojos por los armenios creyendo que así se detuvieran las matanzas, pero se equivocaron completamente. En marzo de 1914, el régimen se alineó con Alemania, lo que provocó la entrada de los aliados en Gallipoli, que hizo temer al nuevo Gobierno de un levantamiento por parte de los sectores menos afectos al régimen. Y sus ojos se pusieron sobre el pueblo armenio. Los Jóvenes Turcos, aprobaron entonces varias leyes contra los armenios, como la que preveía que el Ejército podría deportar a cualquiera que considerase una amenaza. Otra norma facilitaba la confiscación de sus bienes. Y otra permitió al Gobierno confiscar sus armas y disponer de sus vidas, una medida que siempre ha antecedido a un genocidio. Esta se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas en condiciones extremas, que llevo a la muerte a los deportados.
El Centro para el Estudio del Holocausto y del Genocidio de la Universidad de Minnesota calcula que antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, la población armenia en Turquía era de 2.133.190 personas, y se redujo a 387.800 en 1922. Fueron más de un millón y medio de personas exterminadas por los turcos con total impunidad. De lo que un día fue un prospero país, solo quedaron ciudades en ruinas, viejos cementerios abandonados y grandes iglesias y monasterios incendiados. Los turcos intentaron desaparecer toda huella de su cultura milenaria, pero no pudieron borrar sus crímenes de la memoria de los sobrevivientes de la masacre. Esta monstruosidad cometida a pesar de que nunca había sido condenada hipócritamente por Occidente hasta hace poco , es usado como un impedimento para aceptar a los turcos en la Unión Europea, que exige previamente a Turquía reconozca el genocidio - con todo lo que ello implica - algo que es rechazado por Ankara. En 2006, el parlamento francés aprobó una ley que estipula que la negación del genocidio armenio de 1915 es un delito. Cada alto mandatario extranjero que llega a Armenia debe visitar el monumento a las víctimas del genocidio armenio de 1915, instalado en Ereván.
Han pasado 100 años de aquella tragedia y la mayoría de los armenios sigue sintiendo dolor por el genocidio y cada 24 de abril visita los monumentos, iglesias y cementerios. La historia se percibe en Armenia de una manera muy personal, posiblemente porque este Estado sólo tocó gloria en el pasado. En aquel pasado, había un país que se extendía de un mar a otro y que posteriormente desapareció y se redujo hasta un pequeño trozo del terreno montañoso, un territorio que en aquel gran país era sólo una provincia lejana. Y según una tradición nacional, no debe uno distanciarse de la historia. Es por ello que para la mayoría de armenios el genocidio - tras casi 100 años desde su inicio - es como la historia de una familia que nunca debe ser olvidada :(
A Photo-History of 1915-1923 Armenian Genocide... por DoDell