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miércoles, 23 de enero de 2019

EE.UU.: Enemigo por siempre

Para nadie es un secreto que, desde su elección en el 2016, el establishment y los principales medios de comunicación de los Estados Unidos (que como sabéis, se encuentran en manos de poderosas corporaciones judías con el claro objetivo de moldear la opinión publica a favor de sus políticas criminales) han llevado a cabo una vomitiva e intensa campaña mediática para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca. La herida de su humillante derrota ante el magnate aun no se cierra - cuando apoyaron con todo en la pasada campaña electoral a Hillary Clinton - y han decidido ir a por el. Últimamente, las apuestas se han incrementado tras asumir los demócratas el control de la Cámara de Representantes y anunciado su intención de iniciar cuanto antes un impeachment para echarlo como sea. Encabezando esta nauseabunda campaña para derrocar a Trump se encuentran The New York Times y The Washington Post. Ambos especialistas en crear una serie de noticias falsas (fake news) en los últimos años, afirmando sin prueba alguna que el candidato republicano se confabuló con la inteligencia rusa, o que al menos fue beneficiario de una supuesta interferencia de Moscú, para ganar la presidencia a su rival demócrata, quien se creía favorita porque cotaba con el apoyo unánime de los medios. Sin embargo, las ‘exhaustivas’ investigaciones en el Congreso, así como la realizada por un abogado especial, Robert Mueller, junto con la implacable insinuación de los medios que desde ya lo señalaban como culpable, no han producido ninguna evidencia para apoyar semejante patraña. Derrotados una vez mas de forma aplastante, esta misma prensa de alquiler en abierta confabulación con los demócratas y gente infiltrada en las agencias de inteligencia, parecen haber creado un nueva acusación con respecto a Trump: “es un riesgo de seguridad nacional”. Ingeniosamente, el último esfuerzo de los medios disminuye la carga de la prueba requerida contra Trump. Ya no se tiene que demostrar que colaboró deliberadamente con el presidente ruso Vladimir Putin. Trump podría haberlo hecho “sin darse cuenta” ya que según afirman ahora esos medios de comunicación, es un bufón e imprudente. El resultado final de estas disparatadas acusaciones sin sustento alguno, es que ‘demuestra’ que no es confiable y la única conclusión, por lo tanto, es que debe ser destituido de su cargo. En definitiva, se trata de un golpe de Estado. Durante las últimas semanas, los supuestos “bastiones de la democracia estadounidense” (?) han estado llenos de artículos difamatorios contra Trump. Uno de ellos, publicado en The New York Times el pasado 5 de enero, escrito por el judío David Leonhardt no podría haber dejado en claro el absoluto desdén que le tienen, terminando la nota de la siguiente manera: "Ha quedado claramente demostrado que no es apto para el cargo. ¿Qué estamos esperando para eliminarlo? ” Así como lo leen. Los editoriales e informes maliciosos con el fin de desprestigiarlo se han acumulado uno tras de otro. Así, The New York Times informó cómo el FBI abrió un expediente de contrainteligencia sobre Trump en el 2017 “debido a la preocupación generada acerca de que estaría trabajando para Rusia en contra de los intereses de los EE.UU.” Ese movimiento sin precedentes se debió en parte a los comentarios de Trump durante la campaña electoral del 2016, cuando en tono de broma dijo que llamó a Rusia “para que libere los correos electrónicos que incriminaban a Hillary Clinton”. No importa el hecho de que los hackers rusos no fueron los culpables de la violación de su correo electrónico, como afirmaba insistentemente la prensa estadounidense dentro de su campaña antirrusa de culpar a Moscú de todos los males. Con la broma expresada por Trump - para burlarse de esos medios - creyeron ‘justificadas’ sus sospechas. En esa misma línea, The Washington Post informó que los ex funcionarios de EE. UU. estaban “preocupados” por la decisión de Trump para mantener en secreto sus conversaciones privadas con Putin, cuando se reunieron al margen de las conferencias donde coincidieron ambos líderes, así como en la cumbre realizada en Helsinki el pasado mes de julio. El citado diario afirmó que Trump confiscó las notas de su intérprete luego de una reunión con Putin, conminándolo a que no dijera a otros funcionarios de la administración que sus notas habían sido secuestradas. La inferencia de todo ello “es que Trump actuaba en connivencia con el Kremlin”. En respuesta a esta ridícula especulación de los medios, Trump se vio obligado a negarlo enérgicamente, afirmando: “Nunca he trabajado para Rusia ... esta campaña deshonesta montada en mi contra es un gran engaño”. Lo que está sucediendo aquí es un abuso de poder por parte del FBI para socavar nada menos que a un presidente en funciones, basándose en aseveraciones de lo más absurdas, contando para ello con el apoyo de los medios de comunicación que muestran su complacencia y estimulan estos ataques contra Trump. Si bien The New York Times en un informe anterior, tuvo que admitir de mala gana que no existían pruebas que vincularan a Trump con Rusia, la campaña de demolición en su contra se intensifico para presentarlo como un peligro publico. Asi, informó el 14 de enero “sobre las profundas preocupaciones” entre los funcionarios del Pentágono sobre las repetidas amenazas de Trump de retirar a los EE.UU. de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Como era de esperar, el sesgado informe hace énfasis en presentar a Trump como un incompetente, ignorante en política exterior y habitualmente grosero con sus aliados europeos. “Sus poses despectivas y continuos caprichos podrían provocar que los EE.UU. se aleje de la OTAN en cualquier momento”, sostiene el periódico. “Tal movimiento colapsaría la asociación transatlántica entre EE. UU. y Europa que ha “disuadido a los soviéticos y luego a los rusos de una agresión durante 70 años” aseveró. El documento cita al almirante estadounidense James Stavridis, el ex comandante aliado supremo de la OTAN, calificando los anuncios de retirada de Trump como “un error geopolítico de proporciones épicas”. “Incluso discutir la idea de abandonar la OTAN y convertirlo en realidad, sería el regalo del siglo para Putin”, agregó Stavridis. Un editorial del mismo diario indica: “Ahora, el deseo reiteradamente declarado por el presidente de retirarse de la OTAN está generando nuevas preocupaciones entre los funcionarios de seguridad nacional en medio de la creciente preocupación por los esfuerzos del Sr. Trump para mantener en secreto sus reuniones con Putin. Conminando al silencio a sus propios ayudantes, y bloqueando una investigación del FBI sobre los vínculos de la administración en Rusia ” Otro informe reforzó la idea de que Trump es “un riesgo de seguridad nacional” cuando afirmaba que la política seguida por el presidente en el Oriente Medio de retirar a las tropas de Siria, ocasionará “la perdida de la influencia de que Washington en la región, en beneficio de Moscú, que se encuentra muy activa en estos momentos”. Nuevamente citó a funcionarios del Pentágono “expresando sus temores cada vez más profundos” de que Trump y su asesor de seguridad nacional John Bolton con sus exabruptos, “podrían precipitar un conflicto con Irán”. Esta última afirmación es algo muy difícil de digerir, ya que en realidad es el Pentágono quien desea que se agudicen las contradicciones para que dicho conflicto sea inevitable, incentivando el comportamiento infantil e impetuoso de Trump en ese tema, intentando convencerlo de que Teherán “es una seria amenaza a los intereses estadounidenses” y que por lo tanto, debe ser destruida. No debemos olvidar que la nueva Cámara de Representantes controlada por el Partido Demócrata también ha fortalecido los pedidos de destitución de Trump con una serie de acusaciones sin fundamento, siendo su aparente “colusión con Rusia” como la más importante. Sin embargo, cualquier proceso de juicio político promete ser largo e incierto de éxito, debido a la falta de pruebas contra las supuestas irregularidades de Trump. Es mas, un intento de destitución fallido podría ser políticamente contraproducente, ya que solo aumentaría su popularidad, devolviéndolo a la Casa Blanca en el 2020. Dada la incertidumbre de que los planes de destituirlo tuvieran éxito, sus enemigos políticos, han optando por la táctica de presentarlo como “un peligro para la seguridad nacional”, principalmente con respecto a Rusia. Esta claramente demostrado que Trump no es un agente del Kremlin - una idea absurda desde todo punto de vista - ya que sus posiciones frontalmente divergentes con Putin en una serie de temas, ya sea en el campo militar, económico y político, nos da una idea de que no coinciden prácticamente en nada ¿Así es como se comporta un “aliado”?. A pesar de ello, la propaganda insiste en querer presentarlo como alguien inconsciente e incompetente, lo cual – aseguran - es motivo más que suficiente para su destitución. No sorprende por ello que cuando el comité editorial de The Washington Post insta a que se invoque un estado de emergencia debido a la “intromisión rusa en las elecciones estadounidenses”, está fomentando irresponsablemente la idea de que un golpe de estado contra Trump esta “plenamente justificado”. Queda claro para todos que la campaña tendenciosa montada por los medios de comunicación en confabulación con el Pentágono y las agencias de inteligencia como la CIA y el FBI, es una señal que añoran el establecimiento de un estado policial y militar... Algo siniestro esta por venir :(

IPHONE XI: A la conquista del mundo

Como sabéis, Apple no pasa por su mejor momento. Su capitalización de mercado ha bajado de forma notable tras confirmarse las reducciones en las previsiones de venta de sus iPhone, y la lucha contra Qualcomm por tema de patentes no le está yendo nada bien. Si a esto unimos el alargamiento de los ciclos de renovación y las informaciones que apuntan a pocos cambios en el iPhone XI entendemos mejor las malas previsiones que han lanzado los principales analistas. En efecto, a pesar de ello, la firma de Cupertino pretende revertir la situación, buscando convertir su nuevo smartphone en toda una revolución como en su día supuso el iPhone X. Ahora conocemos las primeras características del iPhone XI, el que sería el tope de gama de la firma para este año, y que debería levantar los ánimos de los potenciales compradores de la marca. Una de las primeras características que se han filtrado, era de esperar, se trata de la rumoreada cámara triple en la parte posterior del teléfono, con una disposición en forma cuadrada, similar a las que vemos en dispositivos de la competencia como el Huawei Mate 20 Pro. La imagen inicialmente fue publicada por OnLeaks, una fuente que advierte en un tweet posterior que se trata de una filtración un tanto temprana, con lo que las cosas pueden cambiar mucho hasta el lanzamiento oficial. También acaba de trascender detalles de los sensores, que serían gran angular, súper gran angular y telefoto de 3 aumentos. Por otro lado también hemos conocido una importante novedad, sería una de las más destacadas de ser así, ya que la batería aumentaría hasta los 4000mAh, prácticamente un 25% más capaz que la de los actuales iPhone XS, por lo que la autonomía podría aumentar de manera considerable. También relacionado con la batería habría novedades con la carga inalámbrica, ya que esta sería más rápida, ofreciendo una potencia de carga de 15W. La pantalla también llegaría con importantes novedades, como sería una nueva tasa de refresco de entre 90 y 120Hz, por lo que podría también orientarse a los juegos, como hemos visto ya en algunos smartphones específicos para gaming. Por último, otra de las novedades tendría que ver con el notch, la “ceja” de la parte superior de la pantalla tan característica de este modelo, sería más pequeño por fin en el iPhone XI. Por lo tanto este rasgo tan personal de los iPhone se estilizaría, no solo para favorecer el diseño, sino también para ganar superficie de pantalla y que esta pueda ser completa y sin bordes en su parte superior. Respecto de su diseño, hasta ahora hemos visto diferentes imágenes conceptuales que nos han avanzado cómo sería el nuevo dispositivo de Apple, aunque debemos reconocer que aun no hay nada definitivo. Y es que todavía quedan muchos meses por delante - hasta llegar a septiembre - cuando según todos los rumores, se conocerá cuál será el aspecto final de estos iPhone XI :)

SUPER BOWL LIII: Juntos a por la gloria

Ya conocemos a los dos equipos que disputarán el Super Bowl LIII el 3 de febrero en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta y por primera vez desde el 2013, los dos finalistas consiguieron su boleto como visitantes. Los Rams de Los Ángeles lo hicieron primero. Pese a no ir adelante ni un solo segundo del partido, se repusieron de una desventaja de 13 puntos para forzar la prórroga ante los Saints de New Orleans y lo ganaron 26-23 en el suplementario con una patada de 57 yardas de Greg Zuerlein. Su rival serán los Patriots de New England, que están en su noveno Super Bowl desde el 2001 tras vencer, también en tiempo extra, 37-31 a los Chiefs de Kansas City en el Arrowhead Stadium. Cabe destacar que por cuarta ocasión en la historia de la franquicia, los Rams son campeones de la Conferencia Nacional y con esto, el saldo es dos Super Bowls por sede, entre su periodo en San Louis, Missouri, y sus dos etapas en Los Ángeles, a donde volvieron en 2016. El primer viaje al Super Domingo para los Rams fue en la temporada de 1979, en donde eran prácticamente locales al jugar en el Rose Bowl de Pasadena, pero perdieron 31-19 ante los Pittsburgh Steelers en el Super Bowl XIV. Pasaron 20 años antes de que los Rams volvieran al Gran Juego. En enero del 2000, en su quinta temporada en San Louis, vencieron a Tampa Bay 11-6 para alcanzar el Super Bowl XXXIV, donde vencieron a Tennessee 23-16 gracias a la tackleada de Mike Jones sobre Kevin Dyson en la yarda 1. Luego de dos años, los Rams regresaron al Super Bowl. En New Orleans, perdieron 20-17 ante los Patriots con la patada de último segundo de Adam Vinatieri, en la última ocasión que los Rams estuvieron en la final de la NFL. Como sabéis, una de las incógnitas que suele haber para el Super Bowl es el tema de los uniformes, con equipos optando por las supersticiones, como cuando Denver eligió jugar de blanco ante Carolina en la edición 50 ya que nunca habían ganado de naranja. El equipo de la AFC (New England), fue el que tuvo la opción de elegir uniforme para el Super Bowl LII y optó por el blanco, por lo que para este año el equipo de la Conferencia Nacional tenía el turno de elegir uniforme. Los Rams no dieron tiempo a especulaciones y anunciaron en su cuenta de Twitter que van a jugar con su uniforme de local para esta temporada, que es el 'retro' de su etapa en California. Será la primera ocasión que los Rams jueguen de oscuro, ya que en sus tres anteriores Super Bowls lo hicieron con el jersey blanco: blanco y amarillo ante Pittsburgh y Tennessee, blanco y dorado ante los Patriots. En la historia del Super Bowl, el equipo que ha jugado de blanco tiene marca de 33-19 y habían ganado seis consecutivos y 12 de los últimos 13 antes de que los Eagles ganaran de verde ante los Patriots el año pasado. Será el segundo Super Domingo entre estos dos equipos, luego que se vieron las caras en la edición XXXVI, en New Orleans, en el que fue el inicio de la dinastía de los Patriots, que puso fin a la buena época del entonces equipo de San Louis a inicios del milenio. En cuanto a los Patriots - el tercer equipo en la historia de la NFL que logra por tercer año consecutivo disputar el título - nadie tiene más apariciones que ellos en el Super Bowl y que de la mano de Tom Brady, llegan al Super Domingo por novena ocasión en 17 años. Como recordareis, su primera final fue en la temporada 1985. Sorprendieron para llegar a la edición XX, donde fueron vapuleados por los Bears de Chicago en New Orleans. En la temporada 1996 volvieron, de nuevo el juego fue en New Orleans y de nuevo perdieron, en esta ocasión 35-21 ante los Packers de Brett Favre. Luego, comenzó la Era Brady tras el golpe de Mo Lewis que dejó fuera a Drew Bledsoe y puso al exquarterback de la Universidad de Michigan bajo centro. Nueve apariciónes, comenzando en la edición XXXVI ante su rival de la edición LIII, los Rams. Por cierto, todos los títulos (5) conseguidos por los Patriots los han ganado bajo la dirección del entrenador en jefe Bill Belichick y el mariscal de campo Tom Brady, de 41 años, quien se convierte en el más veterano que jugará de nuevo una Super Bowl. Además de ver un nuevo duelo generacional entre los mariscales de campo, Brady, el mejor de todos los tiempos, y Jared Goff, de los Rams, quien a sus 24 años, llega a la primera Super Bowl, también habrá un duelo especial y generacional entre Belichick, de 66 años, frente a Sean McVay, de 33 años, que hará su primer viaje a la Super Bowl y se convierte en el más joven que lo consigue en la historia de la NFL y con apenas la segunda temporada al frente del equipo angelino. Por lo visto, este encuentro tiene todos los alicientes para ser especial y no vale perdérselo :)
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