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miércoles, 4 de noviembre de 2020

POLONIA: Entre dos mundos

Polonia está experimentando un complejo de inferioridad respecto a Occidente y lo compensa por un complejo de superioridad con relación a Oriente, afirmo antes de su muerte el historiador polaco Andrzej Walicki en una amplia entrevista a un diario polaco y del que da cuenta The Independent. De acuerdo con Walicki, aquellos polacos que consideran que su país es parte del mundo occidental se equivocan. Walicki, quien murió el 20 de agosto del 2020, era el último de los historiadores que participaron en la formación de la escuela histórica de Varsovia en las décadas de 1950 y de 1960. Su escuela científica se encontró con varios obstáculos en Polonia porque se interesaba por la filosofía y el pensamiento político ruso. Se vio por ello obligado a realizar sus estudios principalmente fuera de Polonia, incluso en universidades de Australia y EE.UU. donde se especializó en entender las raíces de la tergiversada visión sobre Rusia que existe en Polonia, basada en estereotipos e intereses políticos, avivados por Washington en su enfermiza fobia antirrusa. Walicki consideraba que Polonia no es un país occidental y nunca lo ha sido, por una razón muy simple: por su ubicación geográfica. "Somos del este y oeste (…) Compartimos una nostalgia imperial. Presumimos que tuvimos un país de muchas culturas. Pero era solo un país de culturas que existían por separado", destacó. A este respecto, el historiador recordó que en el pasado Polonia buscaba ser un país sármata. Como sabéis, el sarmatismo era una ideología de la nobleza que dominó las tierras de la Mancomunidad de Polonia-Lituania entre los siglos XVI-XIX. Ahora, la élite polaca cree que Polonia debería ser un socio estratégico de los EE.UU. Su papel - afirma - “es seguir protegiendo al mundo del comunismo y de las ideas de la izquierda, encarnadas en Rusia”, algo absurdo desde todo punto de vista ya, que dictadura comunista fue derrocada en 1991 colapsando junto con ella la Unión Soviética, Ahora con Vladimir Putin - que le devolvió su status de Gran Potencia - Rusia es extremadamente nacionalista, restaurando la gloria imperial de la época de los zares, por lo que de “comunista” no tiene nada, algo que esta a la vista de todos pero hay quienes embrutecidos por la propaganda estadounidense, insisten en ver fantasmas donde no hay. "Debido a esa visión distorsionada de la realidad de nuestra clase política, en Polonia hemos sustituido el mito de la libertad por el de la unión rusófoba", agregó. Según el historiador, Polonia se siente muy ofendida porque no consiguió arrastrar a Rusia hacia Asia, ahí donde deben estar los herederos del conquistador mongol Gengis Khan. "Pero tampoco queremos permanecer en los márgenes de Occidente. Buscamos estar en el centro. Por eso nos tratamos de separar del Este a cuenta de otros Estados que deberían marcar la llamada línea fronteriza. Por lo tanto, luego de Lituania, Letonia y Estonia, buscamos hacer que Bielorrusia y Ucrania se unan a Occidente. Esta es nuestra doctrina oficial de Estado", remarcó Walicki, aunque agregó que es "una idea rusófoba" que no tiene ninguna posibilidad de ser realizada en el futuro. Según afirmo, Polonia no puede llegar a un acuerdo ni con los rusos ni con los ucranianos, bielorrusos o lituanos. Y ha quedado ciega por su enconado rencor hacia Rusia y hacia los rusos. "Seguimos tratándoles desde el punto de vista de consumo, de supremacía, de una manera paternalista. Lo sienten, lo ven y lo oyen", señaló. Si bien Rusia no es el único problema de Varsovia, sí es el principal, de acuerdo con la élite política y la opinión pública polacas. En vez de pensar racionalmente en por qué falla tanto a lo interno, lo único que hace es culpar a Rusia. De esta manera, nos estamos quitando de encima la responsabilidad de todos nuestros errores, irregularidades y derrotas. Por ello, en vez de aprender de nuestros errores, nos atascamos en este atolladero". Enceguecidos por aquel pensamiento, Polonia ha adoptado una visión de mundo completamente falsa. Está convencida de que este no cambia, la acosa y la traiciona constantemente, explica. "Si no queremos ver que la Rusia de Pedro el Grande, la de Stalin y la de Putin no son el mismo país, si no vemos la diferencia entre la Alemania de Bismarck, la de Hitler y la de Merkel, así como si no distinguimos los EE.UU. de Roosevelt, los de Carter y los de Trump, entonces ¿cómo podemos orientarnos en la realidad?", se preguntó. Los polacos, según el historiador, se engañan como pocas personas en el mundo. "Nos mentimos sobre nosotros mismos y sobre los demás. Por ello, no somos capaces de conversar o pensar seriamente. ¿Es posible que uno lo haga mientras vive en una abstracción absoluta creyendo que los demás son el propio mal?". Estas ideas, argumenta, reflejan cómo Varsovia trata a Moscú. Polonia discute tanto con Rusia porque no está satisfecha con el hecho de que no consiguió plasmar su imperialismo. Por ello, en Varsovia todavía siguen buscando a los culpables incluso entre sus propios ciudadanos. "Sueño con que Polonia combine un poco de nobleza, un poco de generosidad, un poco de esfuerzo por entender a los demás, en una Polonia en la que no haya lugar para la crítica y las condenas", señaló. Walicki considera además que la democracia se ha convertido en una simple formalidad para Varsovia. Anteriormente, los partidos políticos se formaban desde abajo. La gente quería algo y se unía para conseguirlo. Pero, ahora, los partidos eligen al electorado a su libre albedrío y lo compran con promesas. Y gana el que compra más votos. Este no es un problema propio de Polonia, sino también de muchos otros Estados, advierte. "Pero aquí hay un terreno fértil porque tenemos un serio problema en la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos", agregó. Actualmente, muchos politólogos polacos aseguran que la Polonia postsoviética es la Tercera República Polaca y que representa una encarnación de la santísima Primera República Polaca, cuyo territorio se extendía del mar Báltico al mar Negro. Sin embargo, es un engaño populista, enfatiza Walicki, porque la Primera Republica Polaca nunca buscó ampliar su territorio hasta el otro lado del continente. De acuerdo con el historiador, la clase política de Polonia, altamente ideologizada, creía sinceramente haber derrotado al comunismo sin un solo disparo, y por ello, el mundo debería estar agradecido con ella por siempre. No obstante, realmente el comunismo empezó a decaer por sí solo a mediados de la década de 1950. Desde entonces se degradó irreversiblemente y finalmente se derrumbó. "Todo este proceso tendría que ser acallado para que la Tercera República Polaca pudiera jactarse de haber derrocado el sistema. Se necesitó una mentira para enaltecerla. Cuanto más tiempo pase, más grande se hace esta mentira y más lejos nos lleva a una realidad distinta". Walicki opino asimismo que Polonia adoptó una versión primitiva del liberalismo porque solo su modelo marginal pudo haber sido compaginado con el elitismo, el tradicionalismo, el conservatismo y el catolicismo clerical que dominaban en el país. De todas las virtudes liberales Varsovia adoptó solo el mercado libre y lo hizo pasar por una democracia liberal. Este "pseudo liberalismo", según el experto, se arraigó solo en Polonia porque su inteligencia política consiguió prevenir el nacimiento de una clase capitalista nacional tal y como había sucedido en los países vecinos. Este modelo del liberalismo corresponde a los países del este. El neoliberalismo que en Occidente sirvió para limitar al Estado social en Polonia se utilizó para "explicar la nueva injusticia", concluyó. Para nadie es un secreto que la rusofobia se ha convertido en una doctrina nacional en Polonia y con mayor razón desde la llegada de los extremistas de PiS (Ley y Justicia) al poder, quienes pretenden ‘recuperar’ históricos territorios que en sus afiebradas mentes aun consideran suyos, sin importarles si ello supone el estallido de una guerra contra Rusia, de la cual para variar, no saldrán vencedores (Por cierto, en relación a las caóticas elecciones presidenciales en los EE.UU. con unos resultados sumamente contradictorios, es mejor dejar su análisis para mas adelante ¿vale?) :)

LG SIGNATURE OLED R: Exclusivo e innovador

Como sabéis, LG lleva varios años asistiendo a diferentes ferias y eventos con impresionantes prototipos de televisores OLED enrollables con los que prometía cambiar el paradigma de los paneles rígidos actuales que requieren de un sitio fijo en nuestros salones y habitaciones. En el 2019 el fabricante surcoreano anunció su intención de continuar por esta línea de investigación con fuertes inversiones que ayudarían a rebajar los precios a largo plazo pero que permitirían comenzar a acercar la tecnología a los usuarios finales, algo que acaban de confirmar con la puesta a la venta del primer modelo enrollable del mercado. En efecto, bajo el nombre de Signature OLED R nos encontramos ante un televisor OLED 4K con 65 pulgadas de diagonal que se esconde total o parcialmente en una gran base de aluminio pulsando un botón y ofreciendo tres modos de funcionamiento: completo para ver la tele, parcial para mostrar informaciones diversas como el tiempo y totalmente oculta. El soporte de aluminio funciona también como sistema de sonido de alta fidelidad con 4.2 altavoces de 100 vatios (el subwoofer ofrece 40 vatios) recubiertos con un tejido de fibra natural acústicamente transparente disponible en 4 colores diferentes. Cuenta con Dolby Vision IQ, Dolby Atmos, procesador α9 Gen 3, Apple Airplay2, Apple Homekit y sistema operativo webOS. En cuanto al resto de características técnicas, son similares a las de los televisores LG OLED convencionales aunque hay un detalle más relacionado con la capacidad para plegarse del panel, que según el fabricante es capaz de soportar hasta 50.000 ciclos. “LG Signature OLED R es la definición misma de exclusivo; una obra maestra que apreciarán los clientes que exigen lo mejor y pueden reconocer el verdadero valor de la innovación revolucionaria. No solo es una hazaña excepcional de ingeniería y diseño centrado en el usuario, este televisor es una obra de arte que mejorará cualquier espacio y complementará cualquier estilo de vida”, dice al respecto la compañía surcoreana. En cuanto a su coste y disponibilidad, la Signature OLED R de 65 pulgadas ha salido de momento a la venta solo en Corea del Sur por un precio de 100 millones de KRW, lo que equivale a unos 87.000 dólares, una cifra exageradamente elevada que supone un imposible para la mayoría de usuarios medios, algo que reconoce la propia LG al considerarla, por el momento, como un producto de "lujo" :)

JAGUAR E-PACE 2021: Sumamente adictivo

El Jaguar E-Pace, el SUV compacto de la marca británica, está de estreno, y eso es una gran noticia, ya que el E-Pace no es sólo el SUV más vendido de Jaguar, también es el modelo más demandado de toda la gama. Con mucha diferencia, por cierto. Así que no es de extrañar que estén de celebración. El 'cachorro' británico se actualiza para ofrecer más tecnología y, sobre todo, incorpora motores más eficientes y electrificados. La gran novedad, aparte de la tecnología 'mild-hybrid' presente en casi toda la gama mecánica, es la versión híbrida enchufable, que introduce al Jaguar en una dimensión más ecológica y actual. El nuevo tren motriz P300e PHEV combina el motor de gasolina Ingenium de tres cilindros y 1,5 litros de 200 CV, asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades, con otro motor eléctrico de 109 CV (80 kW) situado sobre el eje trasero, lo que garantiza la tracción integral. Entre ambos motores se consigue una potencia total de 309 CV, lo que permite al Jaguar E-Pace híbrido enchufable acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. La batería de iones de litio de 15 kWh (ubicada bajo el piso del maletero) permite una autonomía eléctrica de 55 kilómetros, según el ciclo de homologación WLTP, más que suficiente para realizar en modo 'cero emisiones' el recorrido medio diario de cualquier conductor en España (unos 42 kilómetros según varios estudios). Además, según Jaguar, la batería es capaz de recuperar del 0 al 80% de su capacidad en tan sólo 30 minutos en un punto de carga público de corriente continua (CC) de 32 kW o superior. En cuanto a consumo y emisiones, el E-Pace homologa un gasto de 2,0 litros a los 100 kilómetros (siempre que tengamos energía en la batería) y unasemisiones de CO2 de 44 g/km (también con la batería alimentando el motor eléctrico). Pero la versión PHEV del E-Pace no es la única que se electrifica. Además, el SUV compacto ofrece la tecnología 'mild-hybrid' (de hibridación suave o microhíbrida) con dos motorizaciones diésel (de 163 y 204 CV, ambas con motor 2.0 de cuatro cilindros) y también con tres opciones de gasolina (de 200, 249 y 300 CV, también con motor de 2,0 litros de cuatro cilindros). En todas estas versiones, el motor va asociado a una transmisión automática de nueve velocidades y tracción integral permanente. La única versión del nuevo Jaguar E-Pace que no está electrificada es la versión de acceso a la gama con motor diésel turboalimentado de 2,0 litros de cuatro cilindros con 163 CV de potencia. Esta mecánica va asociada a un cambio manual de seis marchas y tracción delantera, que lo hace mas interesante. Y para los conductores más exigentes, también habrá una versión tope de gama, el E-Pace 300 Sport, propulsado por un motor de gasolina de 300 CV y con sistema Adaptive Dynamics de serie para una conducción más deportiva y emocional. Esta versión puede acelerar de 0-100 km/h in 6,9 segundos. En cuanto al resto de novedades más importantes, destacan los faros LED de última generación, el ionizador de aire con filtración PM2.5 para capturar partículas ultrafinas y alérgenos, además del nuevo sistema de infoentretenimiento Pivi Pro a través de una nueva pantalla táctil de cristal curvo HD de 11,4 pulgadas. Y en cuanto a su coste, solo queda imaginárselo ¿no os parece? :)
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