Mientras el mundo contiene el aliento ante la posibilidad de que el enfermo mental Donald Trump desate la III Guerra Mundial, una noticia procedente del sudeste asiático indica que Washington no oculta su ‘molestia’ por los crecientes lazos de Camboya con China, por lo que es mas que probable que Phnom Penh se convierta en el punto focal de la gran rivalidad existente entre China y los Estados Unidos por el dominio global. Como sabéis, en un acto de suprema hipocresía, Washington ha acusado repetidamente a Beijing de intentar establecer su presencia militar en varios países, tal como ellos lo han estado haciendo desde he décadas. Esta hostilidad antichina de la administración estadounidense se ha acrecentado en los últimos tiempos debido al ascenso de China como una superpotencia - quien junto con Rusia está a la cabeza del Nuevo Orden Mundial - y EE.UU. al quedar cada vez de lado de las grandes decisiones mundiales, busca atizar los conflictos en el mundo para intentar detener lo inevitable, esto es su irreversible decadencia. A ello podemos agregar que con la guerra comercial desatada por Trump contra el gigante asiático, claramente busca contener la expansión de la influencia china, y en medio del aumento gradual del poder de Beijing, a EE.UU. le ‘preocupa’ que China haya puesto su mirada en otra ubicación geoestratégica: Camboya. Al respecto, una nueva pista que una empresa china está construyendo en la jungla camboyana ha aumentado los temores occidentales de que China podría comenzar a albergar tropas y aviones de combate en el país. La pista tiene una bahía de giro cerrado, supuestamente un estilo de construcción típicamente favorecido por los pilotos de aviones de combate. Además, citando fuentes anónimas, The Wall Street Journal (WSJ) informó que China “había firmado con Camboya un acuerdo secreto que le otorgaba derechos exclusivos durante 30 años sobre parte de una Base Naval ubicada en Ream - ubicado en el golfo de Tailandia - con una renovación automática cada 10 años”. El acuerdo supuestamente le da a China el derecho de albergar personal, armas y buques de guerra allí. Sin embargo, tanto Beijing como Phnom Pen han rechazado una y otra vez que exista tal acuerdo. De hecho, un vocero del Gobierno de Camboya tildó el informe de “noticia falsa”. “Nada está sucediendo tal como dicen”, aseveró. Las relaciones entre Camboya y los EE.UU. se tensaron en agosto del 2017 luego de que Phnom Pen acusara a Washington de interferir en los asuntos internos del país. En enero del 2018, los medios de comunicación de Camboya especularon que una base naval china en las costas de Camboya le daría acceso a Beijing a un nuevo flanco en la región del mar de la China Meridional, donde China tiene roces con EE.UU. que busca disputarle el control de la zona. Por todos es conocido que Camboya ha sido durante mucho tiempo objeto de interferencia colonial. La nación del sudeste asiático quedó bajo la ‘protección’ francesa luego de ser invadida en 1863, convirtiéndose oficialmente en parte de la Indochina francesa en 1887. Cayó brevemente bajo la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, antes de alcanzar su independencia en 1953. Desde entonces, los EE,UU. han jugado un infame papel a las sombras, sin ninguna supervisión de los medios. La pregunta es: ¿por qué Washington está preocupado por un país del sudeste asiático que apenas tiene el tamaño de uno de sus estados? O, lo que es más siniestro: ¿por qué arrojo impunemente 2.400 toneladas de bombas en esta nación indefensa desde fines de la década de 1960 hasta principios de la década de 1970, matando a más de 500.000 civiles ? ¿Qué crimen cometió este pequeño país para irritar a esos asesinos para que cometieran semejante monstruosidad? Según Stratfor , la importancia geopolítica de Camboya radica en que se ubica en una zona de transición entre las partes occidental y oriental del sudeste asiático, específicamente entre Tailandia y Vietnam. Camboya tiene una larga disputa territorial con Tailandia, recurriendo brevemente al uso de las armas en el 2011. Además, bordeando el Golfo de Tailandia, la proximidad de Camboya al Mar del Sur de China se suma a la complejidad de la región, dada la creciente presencia militar de China en estas aguas. Camboya también tiene numerosas disputas con Vietnam, un país que poco a poco se está haciendo prominente en la región (habiendo ocupado Camboya durante diez años tras derrocar a los Khmer rojos de Pol Pot). Esta dinámica regional fue descrita acertadamente por un ex ministro camboyano, quien dijo: " Camboya es un delgado pedazo de jamón entre dos gruesos trozos de pan” La sola idea de que China podría convertirse en el guardián de tal protectorado ciertamente fue suficiente para “justificar” que el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, escribiera una carta al primer ministro camboyano, Hun Sen, expresando su preocupación de que China “podría estar construyendo instalaciones militares en su país”. Menuda hipocresía, cuando ellos ya tienen los suyos en los países circundantes desde hace mucho tiempo. Camboya es un aliado crucial para China si Beijíng proyecta su influencia en el sudeste asiático y más allá, expulsando a los EE.UU. a medida que avanza. Camboya esencialmente proporcionaría un trampolín para que China se lance al resto de la región y comience a replicar su estrategia de avanzada naval, dejando de lado a Washington, lo cual podría alterar el equilibrio de poder regional frente a Vietnam, su histórico enemigo. Beijing también es el mayor socio comercial de Camboya y la mayor fuente de inversión extranjera directa, con un volumen de comercio bilateral que alcanzó alrededor de $ 7 mil millones el año pasado. Cabe destacar que entre 2013 y 2017, China ha invertido £ 4,1 mil millones en el país, la mayor inversión extranjera realizada en Camboya que todas las demás naciones combinadas. En el 2006, Hun Sen declaró a China como el " amigo más confiable " de su país. Dada la deplorable participación de Washington en Camboya, tiene sentido que Phnom Penh prefiera la compañía de alguien más que los EE.UU. quien como es obvio busca desestabilizarlo con acusaciones sin fundamento. Así, las recientes denuncias formuladas por Washington de “una avanzada militar china en Camboya” siguen un patrón similar que hemos visto en casi cualquier lugar del mundo - como en África, Asia Central, Oceanía o América Latina - donde China ha comenzado a extender su área de influencia. En efecto, varios países en los que Beijing ha invertido dinero han sido acusados de querer convertirse potencialmente en una importante plataforma china para que pueda ser utilizada con fines militares. Esta lista de naciones incluye entre otros a Pakistán , Tayikistán , Samoa , Djibouti , Vanuatu , Afganistán , Papua Nueva Guinea , Islas Salomón y Nicaragua, por nombrar solo algunos. Sin embargo, hasta ahora, China solo tiene una base militar en el extranjero en Djibouti - ubicada en el estratégico Mar Rojo - mientras que los EE. UU. Tienen sus fuerzas militares dispersas por todo el mundo. La interesada acusación es parte integrante de la idea de que China está utilizando la " diplomacia de la trampa de la deuda " para colocar a esas naciones bajo su control. Cuando dicha nación no puede pagar sus préstamos ´- afirman - “Beijing toma en parte de pago algo tangible, como un puerto naval potencialmente lucrativo y geoestratégico”. Esta falsedad es repetida una y mil veces a pesar de que un informe del Instituto Lowy, con sede en Australia, concluyó que China no se ha involucrado en prácticas problemáticas de deuda en el Pacífico (sin mencionar que China ya ha condonado una deuda cercana a los $ 10 mil millones). Además, hay que tener en cuenta que incluso la Nikkei Asian Review , de ninguna manera un medio pro-chino, admitió que "... no existe evidencia alguna de que los puertos y las pistas de aterrizaje de Samoa, Papua Nueva Guinea o Vanuatu estén al servicio del Ejército Popular de Liberación ..." Si bien todas estas acusaciones carecen de veracidad, lo cierto es que China ha estado logrando importantes ganancias militares en Camboya, como en el área de ventas de equipos militares, incluidos jeeps, lanzacohetes y helicópteros. Además, desde el 2017, Camboya ha suspendido sus ejercicios militares anuales con los EE.UU., y al año siguiente realizó el primer ejercicio naval conjunto con China, lo cual ha irritado profundamente a Washington, quien como respuesta a esta “amenaza a sus intereses” podría considerar reubicar sus tropas de Afganistán en la región del Indo-Pacífico para enfrentar a China, según anuncio recientemente el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, quien lo considera “una zona prioritaria” para Washington. Por ello también esta reconsiderando trasladar al lugar tropas desplegadas en África “no solo para enfrentar a China, sino también a Rusia” según admitió. Asimismo, en el colmo del autoritarismo y la arrogancia imperial, ha advertido enérgicamente a Camboya “que no ponga todos sus huevos en la canasta de China”. A ello debemos agregar que a principios de diciembre, EE.UU. también comenzó a imponer nuevas sanciones a personalidades camboyanas estrechamente vinculadas con Hun Sen, acusándolos falsamente de “corrupción”. No hace falta ser un genio para suponer que estas sanciones realmente se deben a sus preocupaciones geopolíticas, qua a otra cosa. Por ejemplo, estas acusaciones tienen poco sentido cuando se considera por ejemplo, la situación actual que enfrenta el Criminal de Guerra israelí Benjamin Netanyahu acusado de graves delitos de corrupción y enriquecimiento ilícito que pueden llevarlo a la cárcel. Camboya, por su parte, es probable que quede atrapada en medio de este juego de poder, pudiendo convertirse en el punto focal de la gran rivalidad internacional existente entre China y los Estados Unidos. En un nivel menor, tendrá que lidiar con sus belicosos vecinos, como Vietnam y Tailandia, estrechos aliados de Washington, con los cuales tiene cuentas pendientes. No cabe duda por ello que el buscar que Beijing le brinde protección militar, no es una idea descabellada en lo absoluto, sino que por el contrario le brinda seguridad, ya que esta nada menos que en juego su propia existencia :)