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domingo, 10 de marzo de 2013

COREA DEL NORTE: El incómodo y peligroso vecino de China

Esta semana nuestra atención se dirige a la conflictiva península coreana donde el régimen comunista de Pyongyang vuelve a amenazar una vez más con “un ataque nuclear preventivo” a todo aquel que considere hostil a su gobierno. Pero ¿estos exabruptos de un megalomaniaco como Kim Jong-un pueden ser tomadas en serio?.Venga ya, me considero progre, pero eso no significa avalar de ninguna manera a un régimen criminal que mantiene aislada a su empobrecida población - los cuales no tienen ni que comer llegando incluso al canibalismo - mientras los dementes que los desgobiernan destinan miles de millones de dólares a la construcción de armas atómicas con que amenazar al mundo, sintiéndose “protegidos” por Pekin para realizar sus bravatas... al menos hasta ahora. En efecto, China ha sido el principal benefactor y lo más cercano a un socio que ha tenido Corea del Norte desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). Sin embargo, la prueba nuclear efectuada por Pyongyang el mes pasado, en respuesta a "la hostilidad" de Estados Unidos, ha agriado las relaciones mutuas y ha puesto a prueba el compromiso histórico de Pekín con su incomodo vecino, que la nueva generación de dirigentes chinos, liderados por el presidente entrante, Xi Jinping, tendrá ahora que analizar. El mismo día del ensayo atómico, el ministro de Exteriores chino, Yang Jiechi, convocó al embajador norcoreano y le trasladó que China está "muy descontenta y se opone firmemente" a la prueba. También urgió al Norte a que "ponga fin a toda retórica o actos que puedan empeorar la situación y regrese al rumbo correcto del diálogo y las consultas tan pronto como sea posible".No podía ser de otra forma, el Gobierno chino había advertido públicamente que no siguiera adelante con los planes de realizar la tercera explosión nuclear de su historia, y Pyongyang hizo caso omiso. El Norte ha puesto así en una posición delicada a Pekín, que ha tenido que hacer frente a una creciente presión internacional para que cambie su política con el régimen asesino de Kim Jong-un. "La actitud china estaba muy clara. Pekín hizo todo lo que pudo para convencer a Corea del Norte de que no realizara el ensayo nuclear porque supondría una amenaza para la seguridad en la región, pero (Pyongyang) no escuchó, lo que demuestra que, en el tema atómico, China tiene una capacidad de influencia limitada sobre el Norte", afirma Su Hao, director del Centro de Estrategia y Gestión de Conflictos y profesor en el departamento de Diplomacia de la Universidad de Asuntos Exteriores de Pekín.¿Irá la respuesta china, en consecuencia, más allá que en otras ocasiones? De momento, no ha dicho qué acciones emprenderá -si es que emprende alguna- o qué sanciones aceptará que aplique el Consejo de Seguridad de la ONU, en el cual, como miembro permanente, tiene derecho a veto. Como ha hecho otras veces, ha pedido a todas las partes implicadas que mantengan la cabeza fría y resuelvan la crisis en el marco de las negociaciones multilaterales para el desmantelamiento del programa de armas atómicas norcoreano, que se encuentran paralizadas desde 2008. En las conversaciones, participan, además de Corea del Norte y Estados Unidos, China, Corea del Sur, Rusia y Japón. Sin embargo, expertos y analistas consideran poco probable que Pekín apruebe medidas radicales contra su vecino, ya que teme que una Corea del Norte aislada y arrinconada recurra a acciones imprevisibles y desestabilice la región; lo último que China, centrada en su propio crecimiento, desea. Pekín ve con inquietud las consecuencias que podría tener el hundimiento del régimen norcoreano, como el éxodo de refugiados a través de la frontera común y una potencial reunificación de la península, que colocaría a Corea del Sur, estrecho aliado de Estados Unidos, a sus puertas. Lo que sí creen los observadores políticos es que el nuevo Gobierno de Xi Jinping, que será nombrado presidente de China en la sesión anual del Parlamento en marzo, podría acercar posiciones con Estados Unidos y aceptar nuevas sanciones e incluso recortar su ayuda a Pyongyang, como forma de mostrar su descontento por haber sido ignorado. “La incapacidad china para disuadir a Corea del Norte de que llevara a cabo su tercera prueba nuclear revela de forma muy clara la limitada influencia que tiene Pekín sobre las acciones de Pyongyang", dijo por su parte Suzanne DiMaggio, vicepresidenta de Programas de Política Global en Asia Society, una organización no gubernamental con sede en Nueva York que se dedica a difundir el conocimiento sobre Asia. "El dictador norcoreano Kim Jong-un ha avergonzado a los gobernantes chinos con su última provocación. Por lo que este ensayo deja a China con pocas más opciones que apoyar sanciones internacionales más duras" aseveró. Ya la prensa oficial china instó al Gobierno a responder duramente a Pyongyang si concretaba su intención. "Si Corea del Norte insiste en llevar a cabo una tercera prueba nuclear a pesar de los intentos de disuadirlo, debe pagar un alto precio. La ayuda que recibe de China debería ser reducida", señaló The Global Times, ligado al Diario del Pueblo, órgano de propaganda del PCCh. Si bien Pekín "desea mantener la amistad chino-coreana, pero Pyongyang debe hacer lo mismo", dijo la publicación, que advirtió que "China no debe ser tomada como rehén de las acciones extremas de Corea del Norte".De ahí que cree que Pekín tomará también medidas unilaterales para mostrar su descontento. Pero, ¿de qué forma lo castigará? Para Washington, en cambio, la mayor preocupación, no es que el Norte logre desarrollar una bomba atómica, sino que el material nuclear prolifere y acabe en manos de potenciales clientes como Irán. Para Pekín, el temor es que ante el progreso nuclear norcoreano, otros países como Corea del Sur o Japón opten por dotarse también de armas nucleares. Visto así, la situación es delicada para China: con amigos como Corea del Norte ¿quién necesita enemigos? :(
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