TV EN VIVO

miércoles, 9 de septiembre de 2015

TAILANDIA: Una “democracia” tutelada

Tailandia es un caso sui géneris en el mundo, tiene una monarquía que todos respetan, pero al mismo tiempo ha sufrido continuos golpes de Estado por parte de los militares quienes detentan el poder - dejando al anciano soberano Bhumibol Adulyadej como un elemento decorativo y símbolo “unificador” del país - instaurando una represiva dictadura que ha sido condenada por la comunidad internacional. Estos días han vuelto a hacer noticia cuando la legislatura rechazó el último domingo un borrador de una nueva Constitución - que eternizaba los golpes militares - lo que retrasa el regreso del país a la democracia. De los 247 miembros del Consejo de Reforma Nacional (NRC, en inglés) que votaron, 135 estaban en contra del documento, dejando 105 a favor y siete abstenciones. Tras el inesperado rechazo – ya que todos sus miembros habían sido “elegidos” a dedo por la junta militar - habrá que establecer un nuevo comité para la redacción de la Carta Magna, que deberá elaborar un nuevo borrador en 180 días, en tanto, las fuerzas militares de Tailandia mantendrán los poderes sustanciales hasta que una nueva Constitución sea aprobada. El borrador constitucional, de 124 páginas y uno de los más largos del mundo, ha causado críticas debido a varias provisiones controvertidas. Uno de puntos polémicos del documento presentado señalaba que un panel conformado por 23 personas, con miembros de las fuerzas militares, puede asumir los poderes del Parlamento y del primer ministro en caso de "crisis nacional" y sus decisiones y acciones serían consideradas legítimas y finales. Casi todos los partidos criticaron ese punto, y el borrador presentaba el riesgo de ser rechazado en un referéndum que había sido planeado para principios del próximo año. Cualquier nueva acta creada bajo la junta parece enfocarse en evitar el regreso político del popular ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que fue depuesto del cargo en el 2006 tras ser acusado de “corrupción” y “faltarle el respeto” al rey. El ejército abolió una Constitución anterior tras derrocar a la hermana de Thaksin, Yingluck Shinawatra, como primera ministra el año pasado, y el régimen opera desde entonces bajo una carta estatuaria temporal. Como sabéis, la junta militar que dirige el general Prayuth Chan Ocha gobierna con mano de hierro Tailandia, un país que vive marcado por los recortes de libertades civiles, las competencias excepcionales que mantienen los militares y la falta de un horizonte electoral claro desde el golpe de Estado. El 22 de mayo de 2014, el entonces jefe del Ejército, el general Prayuth, lideró el golpe de Estado que puso fin al Gobierno dirigido por el partido Pheu Thai, aprovechando la inestabilidad creada por las continuas manifestaciones en Bangkok en contra del Ejecutivo y tras una fallida reunión con los principales líderes políticos. La maniobra del general Prayuth llegó quince días después de que el Tribunal Constitucional cesara a la primera ministra del país, Yingluck Shinawatra, por haber incurrido en abuso de poder en un nombramiento de un alto mando. El cese de Yingluck no detuvo las protestas en Bangkok en contra del Ejecutivo y la inestabilidad generada por las marchas fue el principal argumento esgrimido por el general Prayuth para justificar su actuación. Tras asumir el liderazgo del país, el general presentó el denominado Consejo Nacional para la Paz y el Orden (el nombre oficial de la junta militar), derogó la Constitución, aprobó una Carta Magna provisional y designó un nuevo Parlamento - con los militares ocupando escaños sin que nadie los haya elegido - que fue quien le nombró como primer ministro. Durante los primeros meses de mandato en 2014, el Gobierno mantuvo vigente la ley marcial para contar con competencias extraordinarias en materia de seguridad y de libertades civiles, hasta que el pasado 1 de abril anunció públicamente su derogación. Sin embargo, el anuncio vino acompañado por otra polémica decisión, la aplicación del artículo 44 de la Constitución, por el que la junta militar mantiene sus competencias extraordinarias que le permiten, entre otras cuestiones, detener a civiles sin orden judicial y mantenerlos encerrados sin cargos. El general Prayuth no ha tenido inconveniente en justificar el mantenimiento de las competencias extraordinarias de las Fuerzas Armadas, así como la necesidad de que los militares puedan detener a civiles "sin tener que esperar a una orden judicial". "No hablemos solo de libertad y democracia. Apoyo la democracia. Si no fuera democrático, vosotros no estarías junto a mí así", aseguró el dictador en declaraciones a la prensa, días después de amenazar con ejecutar a los reporteros que no digan "la verdad". "Si no habéis hecho nada mal, ¿Por qué tendríais que estar preocupados?", apostilló cínicamente. La falta de un calendario electoral claro para recuperar la democracia es una de las principales preocupaciones para la clase política tailandesa, cuyos principales líderes fueron detenidos en los días posteriores al golpe de Estado, incluida la ex primera ministra Yingluck Shinawatra, y liberados posteriormente. El debate se centraba ahora en redactar una nueva Constitución - rechazado el último domingo - elaborado por una comisión designada por la junta militar y por un “Parlamento” (que ellos mismos “eligieron” previamente). El nuevo texto constitucional había sido expuesto a las fuerzas políticas tailandesas, incluidos el Pheu Thai y el Partido Democrático, que lo han criticado por considerar que tiene como objetivo restar peso al Parlamento que surja de las próximas elecciones democráticas y posibilitar adrede la creación de gobiernos de coalición frágiles. Tanto la junta militar como el general Prayuth no han dudado en reconocer que la nueva Carta Magna limitará el poder de los parlamentarios y, por tanto, de los partidos, quienes en todo momento deben supeditarse a los militares, por lo que se convertiría en una "democracia" tutelada. Los redactores del texto rechazado este domingo habían asegurado que su objetivo era evitar una "dictadura del Parlamento". Una vez aprobada una nueva Constitución deberá ser sometida a referéndum, lo que retrasará aún más la celebración de las próximas elecciones, sin fecha definida pero que no tendrán lugar antes de 2016 por la consulta. Las últimas elecciones democráticas celebradas en Tailandia fueron ganadas por un amplio margen por el socialista Pheu Thai, la formación que lidera Yingluck Shinawatra, al igual que había sucedido anteriormente con el partido que encabezaba su hermano Thaksin Shinawatra, derrocado por otro golpe de Estado en 2006 y que ahora vive en el exilio. En su informe anual mundial, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que, desde su llegada al poder, la junta militar "ha reprimido gravemente los derechos fundamentales" de los tailandeses y "no ha dado pasos para restablecer el orden democrático". "El régimen militar ha dejado los Derechos Humanos en caída libre, sin indicios de que la prometida transición democrática vaya a llegar pronto", aseguró el director de HRW para Asia, Brad Adams. El informe publicado por HRW denuncia lapidariamente que la junta militar del general Prayuth ha gobernado sin rendición de cuentas y con total impunidad a pesar de sus actos abusivos y sus Crímenes de Lesa Humanidad:. "La junta ha prohibido ampliamente las actividades políticas, ha llevado a cabo cientos de detenciones arbitrarias y ha ignorado graves acusaciones de torturas y malos tratos a detenidos", subrayó la ONG, antes de recordar que aprovechó la ley marcial para ordenar a los medios de comunicación que no criticaran a las Fuerzas Armadas. "La junta ha censurado artículos y ha bloqueado más de 200 webs, incluida la de HRW en Tailandia. A las denuncias y críticas de HRW se suman las de otras organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional, que ha asegurado en su último informe anual que la junta tailandesa "ha expandido la jurisdicción de los tribunales militares para permitir que los civiles sean procesados por desobedecer sus órdenes, por delitos contra la monarquía y por motivos de seguridad interna", sin que les permita presentar recurso alguno. En esta misma línea, la ONG ha advertido de que la Constitución provisional aprobada por el Parlamento nombrado por los militares en julio del 2014 concede "inmunidad" al Consejo Nacional para la Paz y el orden y exime a los agentes gubernamentales de "cualquier responsabilidad penal" por violaciones de los Derechos Humanos. Tras reprochar a las autoridades que hayan "restringido gravemente" los derechos a la libertad de expresión y de reunión, el informe de Amnistía critica que el Gobierno militar haya prohibido que se celebren reuniones "políticas" de más de cinco personas. Amnistía Internacional denuncio asimismo que las autoridades militares tailandesas detuvieron a manifestantes que participaban en protestas pacíficas en los días posteriores al golpe de Estado. Por su parte, el Comité de Protección de Periodistas (CPJ) ha denunciado el recorte en la libertad de prensa y el acoso contra los medios de comunicación críticos con la junta militar. En concreto, ha asegurado que la Comisión Nacional de Radiodifusión y Telecomunicaciones ha aprobado varias directivas de censura para prohibir, entre otras cuestiones, las noticias que puedan "crear confusión, generar agitación o profundizar en las divisiones". El CPJ ha dejado claro que la revocación de la ley marcial no ha tenido efecto en la libertad de prensa porque la aplicación del artículo 44 de la Constitución provisional "incluye directrices similares para la censura de los medios". La Comisión de Radiodifusión tailandesa, según los datos del CPJ, ha actuado para suspender o retirar la licencia de cerca de 200 emisoras de radio por difundir noticias críticas con las autoridades militares. No cabe duda que con este inesperado revés sufrido por el dictador para que sea aprobada una nueva Constitución a su gusto, pretenderá eternizarse en el poder de forma indefinida, contando para ello con la bendición de los EE.UU. Y es que al ser un lacayo de la política de Washington en la región - con China vista como la mayor “amenaza” a sus intereses - Prayuth Chan Ocha se sentirá seguro mientras sea leal a su amo. Sin embargo, los recientes atentados terroristas en Bangkok, así como la deteriorada salud del Rey (de muy avanzada edad), permiten avizorar un negro futuro que se cierne sobre el país :(
Creative Commons License
Esta obra está bajo una Licencia de Creative Commons.